domingo, 21 de julio de 2013

Salud : La nutrición y la salud 2



La nutrición  y la salud 2: Dieta toxica

 
En lugar de estudiar alimentación y desintoxicación del cuerpo humano hemos estado estudiando gérmenes. El mundo está en un camino errado; libremos al cuerpo de sus toxinas y alimentémoslo correctamente y estará hecho el milagro de la salud.”(Arbuthnot Lan)
Recopilando  algo de  lo que la doctora Gabriela Segura declara a manera de introducción de este artículo acerca de la toxicidad  y excesos de ciertas dietas,  ella dice:

Antes de una enfermedad, se pueden detectar desequilibrios en el cuerpo que la desencadenan. Estos desequilibrios de origen bioquímico y energético son determinados según el grado al cual están comprometidos los elementos nutricionales, genéticos, medio ambientales, así como los factores emocionales y mentales.

Debemos  concentraremos en la toxicidad ambiental y nutricional, y en su rol en la inflamación en nuestro cuerpo y nuestros pensamientos, puesto que han sido enormemente subestimados en nuestra sociedad moderna a pesar de que ambos desempeñan un papel fundamental en nuestra salud.

Hoy en día nuestra forma de pensar acerca de la medicina es muy lineal y simple.
 Creemos que una enfermedad tiene una causa y se puede tratar con un solo medicamento.
 Pero, de hecho, una red de interacciones conduce a un resultado donde las causas son frecuentemente numerosas. La salud está basada en un equilibrio de varios factores: genéticos, fisiológicos, psicológicos, energéticos, del desarrollo, y ambientales.

En medicina, el cuerpo y las enfermedades se dividen en sistemas.
Por ejemplo, el sistema cardiovascular, nervioso, inmune, reproductivo, urinario, endocrino, etc.
Pero el cuerpo funciona como un conjunto por la interacción entre sus componentes y no acorde a sus divisiones anatómicas. Es decir, hay que ver el equilibrio del sistema como un todo.

El concepto médico de sistemas y enfermedades es un concepto demasiado restringido.
El médico hace un diagnóstico clínico que representa la explicación del problema del paciente. Es decir, una enfermedad es vista como la causa de los síntomas. El doctor puede decir:
"Su tristeza se debe a una depresión clínica", "su hijo no puede prestar atención en clase porque tiene un trastorno por déficit de atención con hiperactividad". Después del diagnóstico, el médico puede prescribir un tratamiento para el síntoma: un hipotensor para la presión alta o un antidepresivo para la depresión, o  algo para el niño con hiperactividad.

Pero cuando tomamos en cuenta el sistema como un todo – son todos los componentes  los que pueden estar en desequilibrio − realizamos una estimación funcional comprendiendo que el diagnóstico es el nombre pero no la causa de los síntomas del paciente.

Al hacer una evaluación funcional del equilibrio de cada paciente después del diagnóstico clínico, podemos prescribir suplementos alimentarios necesarios, o recomendar la eliminación de los elementos tóxicos que interfieren con nuestro equilibrio, ya sean medioambientales o nutricionales.
Este es el punto de vista funcional, en oposición al punto de vista anatómico, y la desintoxicación es una función que conecta todas las funciones de nuestro cuerpo.

Al hablar de desintoxicación no me refiero necesariamente a un tratamiento para el abuso del alcohol o las drogas. Más bien, este término hace referencia al proceso de eliminación, a la bioquímica de los productos químicos nocivos que deben ser neutralizados antes de que se los pueda eliminar. Día a día tenemos que desintoxicarnos de productos metabólicos y otros productos generados por nuestro cuerpo que ya no necesitamos. Estos productos pueden ser peligrosos cuando nuestros riñones o nuestro hígado no funcionan óptimamente.
Por ejemplo el amoníaco, un producto del metabolismo proteico, hormonas que ya no son necesarias para el sistema endocrino, o los neurotransmisores utilizados por el sistema nervioso y los derivados de un sistema inmunológico deben ser neutralizados antes de que nuestro organismo los elimine.

Pero también existen productos químicos ambientales como el plomo, el mercurio y otros metales pesados, aditivos alimentarios, hormonas, pesticidas, herbicidas, fungicidas, productos petroquímicos, etc. De hecho, vivimos en un ambiente tóxico.

La desintoxicación consiste en la lucha contra la toxicidad ambiental y se basa en el procesamiento de los productos tóxicos por parte de todos los órganos y sistemas de nuestro cuerpo. Las enfermedades alteran la desintoxicación del cuerpo, y si esta última falla, tendremos problemas.

Es esencial tratar la raíz del problema, buscando su causa. Tomar un medicamento para cubrir los síntomas no contribuye en lo más mínimo a la curación. Hasta acá la doctora Segura me ayudo a centrar una parte del presente artículo.

El patrón de dieta occidental  o la dieta de carne  es un hábito alimenticio elegido por muchas personas en algunos países desarrollados, y cada vez más en los países en desarrollo.
 Se caracteriza por un consumo elevado de carne roja, postres azucarados, alimentos altos en grasa, y granos refinados. También suele contener productos lácteos altos en grasa, bebidas de alto contenido de azúcar y un mayor consumo de carne procesada.
Independientemente del lugar donde se viva, la dieta, contrasta con la dieta "prudente", que tiene  niveles más altos en  las frutas, verduras, cereales integrales, carne de ave y el pescado.
La dieta típica estadounidense es de aproximadamente 50% de carbohidratos, 15% de proteínas
En comparación con la dieta "prudente", la dieta americana estándar es perjudicial para la salud.  Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades advierte que los estadounidenses consumen hoy de sodio más del 50 por ciento más que la cantidad recomendada, una tendencia que se ha mantenido constante durante los últimos 50 años.
 La dieta también es muy inferior a las cantidades recomendadas de porciones de frutas y verduras. Estas tendencias se reflejan en la tasa de sobrepeso y obesidad que muestra más de 2/3 de los estadounidenses tienen un problema de peso.
Regresemos al libro de Dave Frahm para aprender  y discernir lo que nos dice acerca de la toxicidad de la dieta que consumen el gran promedio de los americanos. Pero se debe de recordar que la denominada dieta estándar americana hoy tiene una mayor cobertura especialmente en Europa, Australia y muchos países de América Latina. Más bien  será bueno prestar atención al mensaje del autor dado que es muy probable que por ignorancia estemos haciendo nosotros lo mismo. Creo que se debe de considerar como una alerta de buena voluntad.
Dice el autor que hay por lo menos   ocho aspectos de la dieta estándar americana, que inflicta  serias “heridas” a nuestro organismo, y que contribuyen a al desarrollo del cáncer y de otras enfermedades degenerativas: y estas son :
Mucha proteína
Mucha grasa
Mucha azúcar
Mucha sal
Mucha cafeína
Muchos químicos
Muchos productos refinados
Muchos productos cocinados
1.       Mucha proteína: La proteína es la segunda substancia más abundante del cuerpo después del agua, y representan una quinta parte del total de nuestro peso o 3/4de las estructuras solidas del cuerpo. Es el principal constituyente  de  los fluidos de cada célula con la excepción de la bilis y de la orina. La proteína  de la dieta es usada por el organismo para :
a) Formar, mantener y reparar los tejidos celulares.
b) Elaborar enzimas y hormonas que permiten al cuerpo funcionar.
c) Elaborar hemoglobina y otras proteínas sanguíneas que transportan los nutrientes y regula  en el balance del agua y la presión osmótica equilibrando la presión entre los fluidos y  las paredes celulares y ayuda a mantener  el balance acido-alcalino.

d) Elabora anticuerpos para la defensa de infecciones y enfermedades.

e) En el caso de una dieta deficiente de carbohidratos  el cuerpo quema las proteínas de los tejidos  para satisfacer las demandas de energía  que se requieren Las dietas  de alto contenido de proteínas y muy bajas en carbohidratos son peligrosas en largo término
 Para  la salud.

De todos los nutrientes de la dieta humana, las proteínas están siendo las más discutidas.
Y las  dos preguntas claves siempre son:
 ¿Cuánto de ella necesita el cuerpo? Y ¿Cuál es la mejor fuente de recursos?

Veamos primeramente cuanto realmente requiere nuestro organismo para operar sin problemas:

La Organización Mundial de la Salud indica que el mínimo diario que requiere  el cuerpo de proteína en la dieta, debería de ser algo del 5% de las calorías consumidas.
Tomando el 5% de las 3 mil calorías consumidas  en un día normal  promedio de un trabajador americano. Esto equivale a 150 calorías Ahora, si un gramo de proteína equivale a 4 calorías, entonces dividiendo  150 calorías entre 4 nos da casi 38 gramos, que sería lo  que un hombre requiere de ingesta diaria.
 Y aplicando el mismo calculo para una mujer americana que consume 2,300 calorías, significa que requeriría solo 29 gramos de proteína en su dieta diaria.
 Muchos estudiosos en nutrición afirman que este mínimo requerimiento provee un gran margen de seguridad  incluso  para los que teóricamente demandan más necesidades de proteínas.
Otros médicos  nutricionistas sostienen que con una ingesta de solo 20 gramos de proteína diaria el cuerpo puede funcionar manteniendo normal sus niveles internos de proteínas.

¿Qué sucede cuando se consume demasiada proteína?

Mientras que el cuerpo requiere menos de 40 gramos diarios y de solo 20 gramos de acuerdo a otros estudiosos, el promedio de americanos consumen entre 105 a 120 gramos diarios ¿Qué sucede con el organismo cuando se le alimenta con mucha proteína?  Al menos cinco cosas suceden:

1. Debilitamiento del sistema inmunológico
2. Debilitamiento de huesos y articulaciones
3. Mal funcionamiento del hígado, vesícula  y del metabolismo de las grasas
4. Mal funcionamiento de los riñones
5. Mal funcionamiento del colon

Ampliemos un poco estas consecuencias:

1.       Debilitamiento del sistema inmuno biológico
El páncreas desempeña un rol significativo en la defensa del cuerpo contra enfermedades serias como el cáncer. Produce  una serie de enzimas que no solo ayudan a romper y digerir las proteínas de nuestra dieta alimenticia, sino que también ataca el revestimiento proteico de las células cancerígenas, y por lo mismo las deja indefensas. Un saludable páncreas es capaz de producir largas cantidades de estas enzimas “policiacas” para desarrollar ambas funciones la misma vez.
Sin embargo hay gente que carece de ese  poder pancreático  y para ellos una dieta con elevadas cantidades de carnes animales  gasta enormes cantidades de enzimas disponibles como “fuerzas” enzimáticas, desviando la atención de las células cancerígenas.

2.      Debilitamiento de huesos y articulaciones
Existen dos clases de residuos en el cuerpo como resultado del proceso digestivo, uno es acido  y el otro  alcalino.  Todos los productos animales, incluyendo las carnes, leche  y derivados, huevos, etc. Alimentos cocinados, incluyendo alimentos vegetales, cuando se queman se convierten en residuos ácidos.
Tu cuerpo produce ácidos como una manera natural del proceso de vida de las células. No así alcalino. La ingesta de mucha proteína  por la dieta típica americana produce acido, el cual se agrega al acido que naturalmente produce el cuerpo, y por tanto estas dos  circunstancias condiciona un medio acido.
En orden de mantener la salud la salud, el sistema circulatorio se debe de mantener ligeramente alcalino. En una escala de 1 a 14(1 acido y 14 alcalino y 7 neutral), el cuerpo trabaja para mantener la sangre a  un  PH de  7.4. Si cae a 7.2 el cuerpo muere.
Pero este para poder contrarrestar la típica dieta americana, el organismo constantemente requiere ayuda  extra  de minerales para poder alcalinizarlo.
 Entonces, saca calcio de los huesos en su afán  alcalinizador para neutralizar la acidez de la dieta. Los huesos entonces empiezan a perder calcio cada vez más conforme la acidez persista en la dieta.  Como consecuencia de estas pérdidas de calcio a largo plazo, se encadena la osteoporosis. El calcio que flota en la sangre antes de llegar a los riñones para su eliminación, puede acomodarse en un nuevo hogar en las articulaciones y otros provocando artritis.

¿Bebiendo bastante leche podría restituir las pérdidas de calcio en los huesos?
La leche y derivados producen residuos ácidos. Por lo tanto el consumo de leche no es la solución para incrementar el calcio de los huesos, porque contribuye a acidificar mas las condiciones internas fomentando las pérdidas  de calcio  en los  huesos.

3.      Mal funcionamiento del hígado, vesícula  y del metabolismo de las grasas
Antes de que  el cuerpo tome el calcio de los huesos también extrae  el sodio que es otro álcalis que necesita, pero ese sodio es lo que retiene el colesterol en suspensión liquida en la vesícula, y cundo desaparece o reduce el colesterol  y este se endurece y se forman así las piedras. Esto hace que el hígado y la vesícula entren en stress haciendo un pobre metabolismo de las grasas, sabiendo que la bilis es almacenada por el hígado en la vesícula para la degradación de las grasas.

4.      Mal funcionamiento de los riñones
Cuando abunda las proteínas todo se complica para este órgano esencial del cuerpo. Y la gente que consume mucha proteína en sus dietas diarias por años, tienden a tener problemas con sus riñones. El cuerpo no puede almacenar el exceso de proteínas, en cambio debe de eliminarlo lo que no usa diariamente. Este es el trabajo de los riñones .El exceso de  consumo  diario de de proteínas da  un trabajo innecesario a este vital órgano. Entonces, el calcio que flota en la sangre proveniente de los huesos para ayudar a la alcalinización de los ácidos en la sangre, debido al exceso de proteínas causa eventuales problemas a los riñones. Se forman las piedras que alteran su optimo funcionamiento,  no eliminando correctamente las toxinas y deshechos, por lo que otros órganos y tejidos se ven ahora afectados, y toda clase de de enfermedades se pueden dar en estas condiciones.

5.      Mal funcionamiento del colon
Cuando hablamos acerca del exceso de proteínas en la dieta americana, se refiere principalmente a las carnes, leche y derivados, los cuales ninguno contienen fibra.
Y como comen  abundante productos animales y poca fibra provenientes de fuentes vegetales, el tránsito  lento de las proteínas animales los conduce hacia la putrefacción de estos. Y el intestino se ve afectado por un aumento peligroso de toxinas. El cáncer del colon está relacionado con las enfermedades intestinales en aumento.
La otra importante pregunta es: ¿De dónde se van a conseguir las proteínas?

Pero como se dará cuenta el lector este artículo se mueve hacia una dieta con base vegetariana. O también de una reducción drástica de las carnes animales y derivados de la leche.
  Y la otra pregunta que surge de la primera es:
¿De dónde se puede conseguir la proteína en una dieta vegetal?

La respuesta es sumamente simple. Nuestro cuerpo elabora las proteínas humanas a partir de los aminoácidos que provienen de la degradación de los alimentos de la dieta. Uno come los materiales básicos de la dieta que contienen   aminoácidos con el cual  el organismo forma  los bloques proteicos. Se necesitan 23 diferentes clases de aminoácidos para elaborar la proteína humana.
La manera que Dios diseño nuestros cuerpos es de que ya tenemos 15 de ellos, y los 8 que nos faltan deben de provenir de nuestra dieta alimenticia.
Como estos aminoácidos nos hacen falta es porque se les conoce como esenciales.
Entonces hay 8 aminoácidos esenciales.

¿Pueden estos 8 esenciales aminoácidos ser obtenidos de las plantas?
Por supuesto que sí. Médicos y nutricionistas afirman que si se comen frutas, verduras, granos, legumbres, nueces, semillas y germinados, de manera regular, se está recibiendo todos los aminoácidos para elaborar las proteínas que el organismo requiere para funcionar normalmente.
Cuando Dios formo al hombre y lo coloco en el paraíso terrenal, Dios sabía que estaba haciendo. Recuerda la historia de Daniel que la Biblia narra y que figura en el anterior articulo y medita sobre el antes de pensar que requieres de las carnes animales para sobrevivir.

Ahora surge otra  pregunta interesante ¿Por qué América esta tan preocupada acerca de ingerir suficientes proteínas  e  su dieta alimenticia?

Se tiene que recordar los famosos 4 grupos de alimentos que los estudiantes de escuela eran enseñados hasta tiempos recientes.; ¿Adivina quienes empezaron con esta enseñanza?  No fueron  de estudiosos médicos y nutricionistas  del país quienes deseaban asegurar una buena dieta para la gente, por supuesto que no.
¿Sabes quienes fueron?  La Asociación Americana de Productos Lácteos.
Ellos estaban interesados en que el negocio de la leche y derivados  se vendieran y florecieran los negocios.  La mejor manera de conseguirlo fue de adoctrinar las mentes jóvenes con la idea de que si dejaban de consumir diariamente  esos productos, algo sumamente importante faltaría en su dieta. Y se referían a las proteínas. Asimismo, estaban  también muy interesados  en incluir la carne, en ese famoso grupo de los 4, que les agradaría sobremanera a los ganaderos  criaderos ce cerdos. Hacían notar la importancia de consumir la carne diariamente y como segundo en la lista de los cuatro básicos alimentos de ese tiempo.
En 1956 el Departamento de Agricultura decreto oficialmente los cuatro grupos de alimentos para la población que consistían en vegetales y frutas-leche-carnes-cereales y granos. Se inicio  esta estrategia como decía antes  en las escuelas públicas. En recientes años los especialistas en nutrición han señalado que esos 4 grupos es un concepto inútil y equivocado; en su lugar han postulado y  enseñado la llamada Pirámide alimentaria, con los granos como fundamento,
Seguido de frutas y verduras que proveen todos los requerimientos del cuerpo.
Encima del nivel de la pirámide Después viene lo que se denomina delicadeces los cuales no se comen diariamente.

Muchos de nosotros crecimos con los antiguos Cuatro Grupos Básicos de alimentos del USDA (Departamento de Agricultura de los EE.UU.), introducido inicialmente en 1956. El paso del tiempo ha traído un aumento de nuestros conocimientos sobre la importancia de la fibra, los riesgos para la salud del colesterol y las grasas, y el poder preventivo ante enfermedades de muchos nutrientes que se encuentran exclusivamente en alimentos vegetales. También hemos descubierto que el reino vegetal proporciona excelentes fuentes de los nutrientes que anteriormente se asociaban sólo con la carne y los productos lácteos – es decir, las proteínas y el calcio.
Pero todavía debido a la gran propaganda comercial de la carne y de los productos lácteos, el americano se preocupa si su plato de comida no contiene suficiente porción de carnes.
El resto del mundo no está lejos de esta situación, y por imitación aumenta cada vez más el riesgo de enfermarse gravemente.
Esta serie de artículos continuara.
Con afecto,
Rubén            Julio  2013
 












miércoles, 10 de julio de 2013

Salud: La nutrición y la salud 1



La nutrición  y la salud 1

 
Si podemos cambiar la manera que la gente come, podremos permitir que los  hijos conozcan sus padres un poco más”  (Neal Barnard)

Generalidades e historia:
Los seres humanos  omnívoros capaces de consumir productos tanto vegetales como animales  Hemos adoptado una serie de dietas que varían con las fuentes de alimentos disponibles en las regiones en donde habitamos  e igualmente con las normas culturales y religiosas, estas van de las vegetarianas hasta las carnívoras.
En algunos casos, las restricciones en la dieta  pueden conducir a un desorden nutricional, sin embargo, nos hemos adaptado a muchos patrones dietéticos  y  en a dieta  se refleja de forma destacada en la cultura humana, y  que ha llevado al desarrollo de la tecnología de los alimentos.
La dieta varió significativamente dependiendo de la ubicación y del clima, es así que la dieta en los trópicos tiende a basarse en mayor medida en los alimentos vegetales, mientras que la dieta en las latitudes altas tiende más hacia los productos de origen animal.
Dando un vistazo desde la antigüedad hasta 1900 podemos encontrar  que  el primer experimento de nutrición se encuentra registrado en el Libro de Daniel en la Biblia.
 Daniel y sus amigos fueron capturados por el rey de Babilonia durante la invasión de Israel. Seleccionados como servidores de la corte, debían consumir alimentos finos y vino destinados al rey Nabucodonosor  Pero  ellos se opusieron, prefiriendo legumbres y agua de acuerdo con sus restricciones dietéticas judías. El mayordomo del rey aceptó de mala gana hacer una prueba. Daniel y sus amigos recibieron su dieta durante 10 días y luego fueron comparados con los hombres del rey. Como parecieron más saludables, se les permitió continuar con su dieta.
Hipócrates es considerado el padre de la medicina. No podemos afirmar ciertamente que  fuera  una persona enfermiza  ya que ello no se consigna en la historia, pero si se sabe que vivió hasta los 107 años Nació en la Isla de Cos 460 años antes de Cristo. Libro a Atenas de una peste.
Su autoridad es reconocida por ilustres como Platón, Sócrates y Aristóteles, por poderosos reyes como Atrajeres y Alejandro, y por los más variados talentos que produjo el siglo de Pericles.
Su principal reforma consistió en cambiar el criterio vulgar en su tiempo de  atribuir a los dioses los fenómenos que se producen en el cuerpo humano, enseñando que los fenómenos biológicos están sometidos leyes naturales y permanentes. Afirmaba que  la naturaleza es la que cura y  de que no hay enfermedades  sino  solo enfermos.
Hacia 475 a. C., Anaxágoras declaró que la comida es absorbida por el cuerpo humano y por lo tanto contenía "homeomerías" (componentes de generación), lo que sugiere la existencia de nutrientes.
En el siglo XVI, el científico y el artista Leonardo da Vinci comparaba el metabolismo a una vela encendida.
 En 1747, el Dr. James Lind, médico de la marina británica, realizó el primer experimento científico de nutrición, descubriendo que el jugo de la lima evitaba que marineros con muchos años de navegación enfermaran de escorbuto, un trastorno hemorrágico mortal y doloroso.
 El descubrimiento fue ignorado durante cuarenta años, pero después de eso a los marineros británicos se les llegó a conocer como «limeros.» Lo esencial en el jugo de limón (la vitamina C) no sería identificado por los científicos sino hasta la década de 1930.
Alrededor de 1770, Antoine Lavoisier, el "Padre de la Nutrición y de la Química" descubrió los detalles del metabolismo, demostrando que la oxidación de los alimentos es la fuente de calor del cuerpo.
En 1790, George Fordyce reconoció la necesidad del calcio para la supervivencia de las aves de corral.
A principios de 1800, los elementos carbono, nitrógeno, hidrógeno y oxígeno fueron reconocidos como los principales componentes de los alimentos y se desarrollaron métodos para medir sus proporciones.
En 1816, François Magendie descubrió que cuando los perros son alimentados sólo con hidratos de carbono y grasas, su cuerpo pierde proteínas y fallecen en un par de semanas, en cambio, los perros alimentados además con proteínas sobreviven.  De esta manera identificó las proteínas como un componente esencial para la dieta.
En 1840, Justus Liebig descubrió la composición química de los hidratos de carbono (azúcares), grasas (ácidos grasos) y proteínas (aminoácidos.)
 En la década de 1860, Claude Bernard descubrió que la grasa del cuerpo puede ser sintetizada a partir de carbohidratos y proteínas, lo que muestra que la energía en la sangre glucosa se puede almacenar como grasa o como glucógeno.
En la década de 1880, Kanehiro Takaki observó que los marineros japoneses (cuya dieta consistió casi exclusivamente de arroz blanco) desarrollaban beriberi (o neuritis endémica, una enfermedad que causa problemas cardíacos y parálisis), pero los marineros británicos y  los oficiales de la marina japonesa  no lo hacían. La adición de diversos tipos de verduras y carnes a la dieta de los marinos japoneses previno la enfermedad.
En 1896, Baumann observó yodo en las glándulas tiroides.
En 1897, Christiaan Eijkman trabajó con los nativos de Java, que también sufrían de beriberi. Eijkman observó que los pollos alimentados con una dieta de arroz blanco desarrollaban los síntomas de beriberi, pero se mantenían saludables cuando se alimentaban con arroz integral, que incluye la capa externa del arroz. Eijkman curó a los indígenas al darles de comer arroz integral, descubriendo así que los alimentos pueden curar enfermedades. Más de dos décadas más tarde, los nutricionistas descubrieron que la cascara o exterior de arroz contiene vitamina B1, también conocida como tiamina.
Ya desde hace 2400 años, se conocía la relación entre la alimentación y la salud: Hipócrates decía que nuestra alimentación era nuestra medicina. Es bien sabido, que los factores alimentarios están asociados a enfermedades como la diabetes, la osteoporosis, el sobrepeso, la obesidad, la hipertensión, el infarto, la embolia, algunos tipos de cáncer y otras más.
La ingesta de demasiados ácidos grasos saturados y colesterol puede provocar aterosclerosis. En contrapartida, en el siglo XX se demostró el vínculo que hay entre las carencias alimentarias y las enfermedades graves. Estas diferentes formas de malnutrición siguen siendo, aún ahora, problemas de salud pública.

Revisemos algunos conceptos generales de la composición bioquímica de los componentes estructurales y funcionales de nuestro organismo, para después entrar de lleno al tema del presente artículo.
Los hidratos de carbono, las proteínas y  las grasas proporcionan el 90% del peso seco de la dieta y el 100% de su energía. Los tres proporcionan la energía (medida en calorías), pero la cantidad de energía por gramo es diferente: 4 calorías por gramo de carbohidratos o proteínas y 9 calorías por gramo de grasa. Estos nutrientes también se diferencian en la rapidez con la que se consume la energía. Los hidratos de carbono son los más rápidos, mientras que las grasas son los más lentos.
Carbohidratos, proteínas y grasas son digeridos en el intestino, donde se descomponen en sus unidades básicas: los hidratos de carbono en azúcares, las proteínas en aminoácidos, y grasas en ácidos grasos y glicerol. El cuerpo usa estas unidades básicas para construir las sustancias que necesita para el crecimiento, mantenimiento y la actividad (incluidos otros carbohidratos,
 proteínas y grasas).

 

Hidratos de carbono

Dependiendo del tamaño de la molécula, los hidratos de carbono pueden ser simples o complejos.

Hidratos de carbono simples: Azúcar de diversas formas, tales como la glucosa y la sacarosa , son hidratos de carbono simples. Son pequeñas moléculas, para que puedan ser desglosados y absorbidas por el cuerpo rápidamente y son la fuente más rápida de la energía aumentando rápidamente el nivel de glucosa en sangre (azúcar en la sangre).
Hidratos de carbono complejos: Los carbohidratos se componen de largas cadenas de hidratos de carbono simples. Se llaman hidratos de carbono complejos porque son más grandes que las moléculas de carbohidratos simples y deben ser desglosadas en hidratos de carbono simples antes de que puedan ser absorbidos. Por lo tanto, tienden a proporcionar energía para el cuerpo más lentamente que los carbohidratos simples, pero aún más rápidamente que las proteínas o las grasas. Debido a que se digieren más lentamente que los carbohidratos simples, tienen menos probabilidades de ser convertidos en grasa. También aumentan los niveles de azúcar en la sangre más lentamente y reducen los niveles de hidratos de carbono simples, pero durante un tiempo más largo. Los carbohidratos complejos incluyen almidón y fibra, que se obtienen del trigo en los productos tales como panes y pastas, en otros cereales como el centeno y maíz, frijoles y hortalizas de raíz como las patatas.
Los hidratos de carbono pueden ser refinados o sin refinar. Refinado significa que la comida ha de ser muy transformada. La fibra y el salvado los contienen, así como muchas vitaminas y los minerales. Así pues, el cuerpo procesa los carbohidratos rápidamente, y ofrecen poca nutrición a pesar de que contienen aproximadamente la misma cantidad de calorías. Los productos refinados suelen estar enriquecidos, es decir, las vitaminas y los minerales han sido añadidos para aumentar su valor nutricional. Una dieta alta en hidratos de carbono simple o refinado, tiende a incrementar el riesgo de obesidad y diabetes.
Al consumir más hidratos de carbono de los que necesitan en el momento, el cuerpo almacena algunos de estos hidratos de carbono dentro de las células (como el glucógeno) y convierte el resto de grasa. El glucógeno es un carbohidrato complejo que el cuerpo puede convertir fácil y rápidamente a la energía. El glucógeno se almacena en el hígado y los músculos. Los músculos usan el glucógeno para producir energía durante los períodos de ejercicio intenso. La cantidad de hidratos de carbono almacenado como glucógeno puede proporcionar casi un día de un valor de calorías. Algunos otros tejidos del cuerpo almacenar los hidratos de carbono complejos como los hidratos de carbono que no pueden ser usadas para proporcionar energía. La recomendación es que del 50% al 55% del total diario de calorías debe consistir en hidratos de carbono.

Proteínas

Las proteínas constan de unidades llamadas aminoácidos, enlazados en formaciones complejas. Debido a que las proteínas son moléculas complejas, el organismo tarda más tiempo para procesarlas. Como resultado de ello, es una fuente de energía de consumo más lento y de más larga duración que los hidratos de carbono.
Hay 23 tipos distintos de aminoácidos. El organismo sintetiza algunos de ellos de los componentes en el cuerpo, pero no puede sintetizar 9 de los aminoácidos llamados aminoácidos esenciales. Deben ser consumidos en la dieta. Todo el mundo necesita 8 de estos aminoácidos: isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina. Los niños también necesitan, además de los aminoácidos anteriores, histidina. El porcentaje de proteínas del cuerpo puede utilizar para sintetizar aminoácidos esenciales varía de proteína a proteína. El cuerpo puede utilizar por ejemplo el 100% de las proteínas del huevo y un alto porcentaje de las proteínas en la leche y carnes.
El cuerpo necesita proteínas para mantener y reemplazar los tejidos y para funcionar y crecer.
 Si el cuerpo está recibiendo suficientes calorías, no necesita utilizar las proteínas para obtener energía. Si se consume más proteína que se necesita, el cuerpo procesa las proteínas transformándolas en energía.
El cuerpo contiene grandes cantidades de proteínas. Las proteínas son el principal elemento en el cuerpo y el principal componente de la mayoría de las células. Por ejemplo, los músculos, tejido conectivo y la piel están todos construidos de proteínas.
Los adultos necesitan comer alrededor de 60 gramos de proteína por día (0,8 gramos por kilogramo de peso o de 10% a 15% del total de calorías). Los adultos que están tratando de aumentar la masa muscular necesitan una cantidad mayor de proteínas. Los niños también necesitan tomar una gran cantidad de alimentos ricos en proteínas para crecer.

Grasas


Las grasas son moléculas complejas compuestas de ácidos grasos y glicerol. El cuerpo necesita grasas para el crecimiento y para obtener energía. También las utiliza para sintetizar hormonas y otras sustancias necesarias para las actividades del organismo (como las prostaglandinas). Las grasas son la fuente de energía más lenta pero más eficiente, energéticamente hablando, que se puede encontrar en los alimentos.
Cada gramo de grasa en el cuerpo, suministra alrededor de 9 calorías, más del doble que el suministrado por proteínas o carbohidratos. Dado que las grasas son una forma eficiente de la energía, el cuerpo almacena el exceso de energía en forma de grasa. El cuerpo deposita el exceso de grasa en el abdomen (grasa omental) y bajo la piel (grasa subcutánea) a la espera de ser utilizada cuando se necesite más energía. El cuerpo también puede depositar el exceso de grasa en los vasos sanguíneos y en los órganos, por lo que puede bloquear el flujo de sangre a los órganos, a menudo causando graves trastornos.
Una correcta nutrición
“No es la ciencia, no son los antibióticos, no son las maquinas o nuevos equipos. Es el cuerpo y no las medicinas, este  el verdadero héroe.”  (Ronald Glasser)

Todos estamos expuestos a enfermedades. Pero no todos cuidan el organismo como debieran. La ignorancia  y el afán mercantilista de los responsables de la salud  son dos razones o motivos que obstaculizan la obtención de una buena salud. En el asunto  la ignorancia no estamos exentos nosotros mismos. En los tiempos actuales, estamos casi bombardeados por una masiva química industrial, que afecta la calidad de los recursos de la tierra, del aire que respiramos y el agua que bebemos. No se necesita ser muy agudo para considerar que lo que va en detrimento dada día es la calidad de la vida. Y el problema de esta situación ya se torna irreversible. Pero además  lo dramático de esta situación está en la gran capacidad que tenemos para “adaptarnos” estas nuevas formas de existencia. Y el resultado inevitable es el aumento de enfermedades como el cáncer y otras. Al final depende de cada individuo buscar y tener acceso a información adecuada para cuidar el organismo de la mejor manera que nos es posible. Y el médico pasa a ser uno más de las herramientas de ayuda, pero no laúnica.
De continuo nos preocupamos por la limpieza  de nuestro cuerpo, de la casa y el auto, pero descuidamos hacerlo con nuestro organismo, lo cual no tiene sentido.
Tuve acceso a la lectura de un estupendo libro escrito por Dave Frahm titulado “Batalla contra el Cáncer: Libro de recursos”. Este libro me “despertó” de mis  antiguos conocimientos en Biología  y hábitos actuales y hoy,  mi esposa y yo lo estamos poniendo en práctica.
Como comunicador social  he querido compartir con la gente algo de lo que enseña este libro para ejercitar una nutrición adecuada que ayude al organismo a prevenir y/o curarse de muchas enfermedades.
Dice el autor con mucha razón de que Dios diseño el cuerpo humano para ser capaz de auto protegerse y curarse. Tu cuerpo todo el tiempo se mueve hacia adelante protegiéndose y reparando ciertos daños. Si  te quiebras un hueso, el cuerpo inmediatamente cubrirá la zona afectada  con  más minerales para sanar lo dañado. Si está sometido al ataque de virus, el cuerpo envía su fuerza policial (glóbulos blancos) para arrestar y echar al intruso. Sin embargo en el cuerpo se presenta una situación verdaderamente comprobada, y de la cual muchas veces lo pasamos desapercibido, de que al menos se tiene varios miles de células cancerígenas flotando en el torrente sanguíneo. El lector de esta nota, yo mismo y mi vecino o amigo tienen células cancerígenas. De nuevo vemos el maravilloso diseño de muestreo organismo. Ya que esa fuerza que vaya al encuentro de los virus, esta también diseñada para poder destruir a las células mutantes, que llamamos cáncer.
 El cuerpo que habitamos es como una súper -mega ciudad de cien millones de trillones de individuos trabajando mancomunadamente en equipo manteniendo la ciudad celular funcionando perfectamente en orden.  Se encuentran billones trabajando en las infraestructuras de comunicaciones que mantienen a todas intercomunicadas con un control y centro en el cerebro. Otros millones trabajan en la purificación de los sistemas, plantas de producción y  almacenaje y muchos millones en los centros de aprendizaje.
Lo increíble es el eficiente trabajo y sin errores que mantienen con vida nuestro cuerpo.
Sin embargo muchos se preguntan  Si mi cuerpo es tan grandioso y maravilloso y se auto protege, entonces ¿Por qué estoy tan enfermo?
La verdad  fundamental es que muchas  de las enfermedades degenerativas como el cáncer, problemas del corazón y del sistema circulatorio, derrame cerebral, diabetes, artritis, fibromialgia, fatiga crónica, osteoporosis, y otros es porque  que nosotros los causamos, y mayormente por ignorancia.
Este artículo solo es una introducción de  como aprender a ayudar al cuerpo  a ganar una pelea contra cualquier enfermedad restableciendo un buen balance sinónimo de buena salud.
El autor inicia su explicación del tema con una historia comparativa acerca de que deberíamos aligerar nuestras cargas de toxinas: Dice que un hombre manejaba a través de unas montañas  y un día  parando el vehículo empezó a cargarlo con rocas, y eran tantas que su carro estaba muy bajo debido al peso, avanzo un poco y paro para recoger una roca mas, y de pronto se escucho un fuerte ruido, ya que la suspensión del auto se rompió. Luego la gasolina del tanque se rajo y en segundos se prendió fuego. Murió el chofer y el carro quedo reducido a cenizas.
¿Qué pudo hacer el hombre  para prevenir  la destrucción del auto y su muerte?
Esta es la fundamental pregunta que emerge entre la buena y mala salud; entre estar sano o enfermo. El sentido común indica que el hombre debió evitar cargar más rocas. .
 La relación que existe entre causa y efecto,  desato los problemas que experimento.
Otra cosa obvia es que para cumplir su tendencia de cargar cosas debió invertir dinero en preparar mejor la suspensión de su auto. Nuestro cuerpo es igual a ese auto. Todos nosotros  vamos a través de nuestra vida acumulando muchas “rocas”. Nuestras rocas  son las toxinas estresantes que le damos al organismo, y que el cuerpo no requiere para funcionar normalmente y mantenerse sano.
Lamentablemente a lo largo de nuestra vida la carga de toxinas llega a ser excesiva, y es en donde la caída de la salud ocurre. Nuestro organismo lucha intensamente y pone en acción su sistema defensivo, pero la buena salud está comprometida, debido al exceso de “rocas” con los cuales hemos cargado nuestro “carro”.
Esta serie de artículos continuara.
Con afecto,
Rubén            Julio  2013