82. Cuando
era jojoven pensaba que el socialismo
constituía las matemáticas de la justicia. Pero hoy comprendo que es la
aritmética de la envidia.
83.
El inconveniente de ser puntuales es que damos a los demás, la impresión de que
no tenemos nada que hacer.
84.
Al hombre que tiene de todo esto le preocupa menos, si ese todo incluye a su
esposa.
85.
Solo quien intenta lo ridículo, puede
lograr lo imposible.
86.
Lo grave de nuestra economía actual es que el rico es rico en papel; si
empobrece, se le exige dinero contante y sonante.
87.
La prueba de la inteligencia superior estriba en la habilidad de tener la mente
dos ideas opuestas al mismo tiempo y
conservar sin embargo la habilidad de funcionar.
88.
Como los adolescentes ya son demasiados grandes para hacer lo que hacen los
niños, no tienen la edad suficiente para conducirse como los mayores, mas hacen
lo que a nadie se le ocurre.
89.
El aburrimiento es un problema vital para el moralista, pues el temor al tedio es causa al menos de la mitad de los pecados de la humanidad.
90.
Una de las formas de derroche es hacer un gasto de palabras superior al ingreso
de ideas.
91. No
hace falta saber cantar. Basta sentir el hacerlo para que nuestro día sea un
éxito.
92.
El hombre inteligente que se enorgullece de su inteligencia, es como el
presidiario que presume de su amplia celda.
93.
Quien dijo que la juventud es un estado de ánimo, tiene indudablemente más ánimo
que juventud.
94.
El televisor jamás sustituirá al periódico no (por completo). Trate usted de matar una
mosca con un televisor.
95.
Ni siquiera nos queda tiempo para amar. ¿Qué nos queda para odiar?
96.
Nada prueba el ruido. A menudo la gallina pone un solo huevo y cacarea como si
hubiera puesto un asteroide.
97.
Para hacerte daño, solo hace falta que actúen conjuntamente; tu amigo. Aquel
para calumniarte y este para darte la noticia.
98.
Es posible que un mensaje de la vuelta al mundo en una fracción de segundo,
pero quizás se necesiten años para que llegue del exterior al interior de la
cabeza del hombre.
99.
Con demasiada frecuencia, nuestras mentes se quedan trabadas en una sola
posibilidad. Buscamos rojo y no advertimos el azul. Y por consiguiente muchas
grandes mentes y pensadores se han perdido, porque no esperaban lo inesperado.
100.
La juventud es como la primavera: una estación sobrevalorada, en que abundan
más los vientos cortantes que las brisas templadas. El otoño es la estación de
la madurez: lo que perdemos en flores lo ganamos en frutos.
101.
La televisión fue el acontecimiento más revolucionario del siglo. Su
importancia fue equiparable al
descubrimiento de la pólvora y la invención de la imprenta, que cambiaron la
condición humana en los siglos posteriores. Con tanta televisión la
humanidad ya no se sentó a charlar en
los escalones del frente, ni se reunió en la sala ver si el rose o calor humano amenizaba la velada. En lo
sucesivo, la gente se sentó en habitaciones escasamente
iluminadas, solas o en grupos silenciosos, que es lo mismo, para ver parpadear
imágenes en un mueble electrónico.
Con
afecto,
Rubén