Relatos históricos
“La historia
debe ser sobretodo la pintura de un tiempo, el retrato de una época.
Cuando esta se limita a ser el retrato de una
persona o la pintura de una época, de una vida, solo a medias es historia”. Joseph Joubert.
Dien Bien Phu: la batalla en bicicleta
Fuente:Gramma
LA HABANA, 27 DE OCTUBRE DE 2022
El desastre del selecto contingente expedicionario
francés atrincherado en Dien Bien Phu, además de constituir una impresionante y
heroica victoria vietnamita, significó la humillante pérdida del control que
ejercía el colonialismo francés en sus colonias de Indochina durante más de un
siglo
Sobre el bunker del puesto de mando francés fue izada la
bandera vietnamita con la inscripción del presidente Ho Chi Ming que decía:
“Decididos a combatir y resueltos a vencer” Foto: Internet
El desastre del selecto
contingente expedicionario francés atrincherado en Dien Bien Phu, además de
constituir una impresionante y heroica victoria vietnamita, significó la
humillante pérdida del control que ejercía el colonialismo francés en sus
colonias de Indochina durante más de un siglo.
Terminada la II Guerra
Mundial y de la ocupación japonesa en los territorios de Indochina, Francia
inicia un plan para recuperar el dominio que ejercía en sus colonias, pero con
la independencia de Vietnam, proclamada por Ho Chi Minh, el 2 de septiembre de
1945, les hace más difícil cumplir con
esos objetivos.
Aspiraban a controlar Laos
y Cambodia. Vietnam se les presentaba como una piedra en el zapato porque una
amplia zona del norte (Tonkin) estaba en poder del Vietminh, liderada por Ho
Chi Minh.
Durante ocho años los
vietnamitas se mantuvieron combatiendo frente a un enemigo superior en armas y
quizás, hasta en entrenamiento de sus tropas. En mayo de 1953 arriba el nuevo
comandante de las fuerzas, es el séptimo después de 1945. Se llama Henri Navarre.
El general galo estaba
convencido de que en unos 18 meses podía derrotar a las fuerzas vietnamitas.
Contaba con el apoyo del gobierno de Estados Unidos. Millones de dólares,
armas, aviones yasesores militares. Sus bases en Filipinas y en Japón, fueron
puestas a disposición de los invasores en la campaña bélica.
Del trabajo militar
conjunto Paris-Washington surge el Plan Navarre que consiste en concentrar en
el norte de Vietnam 112 batallones –44 de ellos móviles--, con el objetivo de
quebrar la resistencia vietnamita.
Sitúan en el norte del
país más de la mitad de las fuerzas móviles que mantienen en activo en todo el
escenario indochino a la vez que atacan las zonas liberadas.
Navarre, pensando estratégicamente en establecer una
base para una gran ofensiva y cortar la comunicación entre Laos y China, toma
su primera errónea decisión militar: crear una guarnición en Dien Bien Phu, al
norte de Vietnam.Un valle de unos 18 kilómetros de longitud por 8 de ancho. Es
una cubeta rodeada por elevaciones de más 1,000 metros de altura y de flora
selvática rodeada de arrozales, surcada por el río NanYun. Allí encerró al
contingente francés.
La guarnición se encuentra
situada a unos 500 kilómetros rumbo nordeste de la ciudad de Hanoi. Por vía
aérea esa distancia la cubrían los aviones franceses en menos de una hora, para
aterrizar en el aeropuerto de Muon Tang, en el sector central de la base
militar, o en la pisa de reserva de Hong Cum, en el subsector sur.
Por tierra los patriotas
vietnamitas tenían que sortear esa distancia venciendo numerosos obstáculos
naturales según el punto de partida. Senderos sinuosos entre las montañas
selváticas que había que abrir o ensanchar a filo de machete para poder avanzar
teniendo en cuenta el tamaño de los pertrechos militares que se trasladaban
garantizando, además,su enmascaramiento.
Otro de los errores que
tenía el Plan Navarre era que estaba condicionado, o mejor dicho, atado a la
vía aérea como única forma de recibir hombres, pertrechos y suministros con un
puente aéreo directo con Hanoi y Haifong que aseguraba un tráfico diario
promedio de 70 a 80 transportes de aprovisionamiento. Luego durante el combate
como se verá más adelante, le pasarán factura por este craso error.
El 20 de noviembre de 1953
los franceses comienzan la Operación Castor: el lanzamiento de 4, 000
paracaidistas de élite sobre Dien Bien Phu, los que toman la posición sin
ninguna resistencia. En los siguientes tres días fueron lanzados 9,000 hombres
más.
Durante casi dos meses la
situación se mantuvo tranquila. Parecería como si los vietnamitas se hubieran
olvidado de ellos. Los ignoraban.
Ese tiempo los franceses
lo emplearon en acondicionar las dos pistas de aviación que allí se existían,
además de construir cuatro subsectores de defensa que debían sostenerse
mutuamente enlazando 49 puntos de apoyo: BanKeo (Anna Marie), Doc Lap
(Gabrielle), Him Lam (Beatrice), en el norte; y Hang Cum (Isabelle), en el sur.
El más importante era el central que se encontraba en el centro de la aldea
MuongThanh, cerca del puesto de mando del general De Castries.
Por su parte los
vietnamitas que dominaban el arte del camuflage, se preparaban en silencio para
enfrentar al enemigo. Otro de los injustificables errores de los invasores
franceses fue subestimarlos. Estaban convencidos de que esos pequeños
hombrecitos de ojos rasgados, delgaditos, que aparentemente no podían sostener
un fusil. Que calzaban sandalias con suelas fabricadas con gomas de
automóviles, pudieran darle batalla, y mucho menos, que podían vencerlos. Como
ocurrió.
De acuerdo con lo señalado
por el general Vo Nguyen Giap, en su
obra Guerra del pueblo, ejército del pueblo:
“El enemigo había afirmado
en diversas ocasiones que Dien Bien Phu era una fortaleza inexpugnable, y que
jamás la lograríamos conquistar. En efecto, el subsector central por sí solo
disponía de poderosos efectivos y las alturas del este eran difícilmente
atacables.
“Además, la artillería y
los blindados de la base eran bastante potentes para destruir toda tentativa de
aproximación a través de la llanura; el sistema de trincheras y alambradas
bastaba para rechazar nuestros asaltos; las fuerzas móviles formadas por
batallones de paracaidistas estaban prestas a apoyar a los centros de resistencia
contraatacando nuestras oleadas de asalto”
El pueblo vietnamita en
pleno participó junto a los combatientes en una de las tareas más importantes
de la guerra: el aprovisionamiento del frente. Y lo hicieron de forma sencilla,
y heroica integrados en los Comités de Aprovisionamiento del Frente que se
organizaron a solicitud del Comité Central del Partido y del Gobierno.
Se establecieron líneas de
abastecimientos de centenares de kilómetros, desde Thanh Hoa o Phu Ho hasta el
nordeste por caminos prácticamente intransitables.
Como es conocido, las
hormigas son pequeñitos insectos que se mueven en hileras de cientos de miles
para cargar y trasladar pedacitos de hojas o restos de alimentos hasta su
hormiguero. Algo parecido hicieron los vietnamitas para mover al frente sin ser
detectados, alimentos, pertrechos de guerra y armas para mantener los miles de
soldados que se encontraban allí.
Cientos de bicicletas
fueron modificadas y reforzadas para que pudieran cargar más de 150 kilos;
convoyes de zampanes, caballos y bueyes, también fueron utilizados en esta
tarea. Decenas de miles de toneladas de suministros fueron colocados y
resguardados en las alturas que dominaban Dien Bien Phu.
En miles de balsas los
porteadores voluntarios franquearon ríos y cascadas. Centenares de jóvenes con
su carga a la espalda subieron y bajaron desafiantes montañas, caminando día y
noche a pesar de los ametrallamientos aéreos.
Pero lo más sorprendente
ocurrió cuando Giap, en una audaz maniobra logística, desarmó sus cañones para
que las hormiguitas porteadoras los trasladaran pieza a pieza a través de la
selva, hasta las cavernas que había en las montañas que rodeaban la base, donde
los montaron apuntando al enemigo y los enmascararon.
La vía principal que
tenían que recorrer los miles de porteadores que trasladaban los
abastecimientos hacia Tran Dinh, nombre secreto de (Dien Bien Phu), y los combatientes que
avanzaban hacia el frente, cruzaba por el paso de Pha Din, de 32 kilómetros de
largo. Es la entrada a la provincia de Dien Bien y su punto más alto alcanza
1,648 metros sobre el nivel del mar, con farallones y abismos.
Desde este lugar los
artilleros y otros combatientes tenían que arrastrar la artillería hasta el
frente. El excombatiente y compositor Hoang Van, autor de la melodía Canto al
arrastrar cañones, recuerda aquellos momentos:
“Antes de entrar en el
campo de Muong Thanh tuvimos que pasar un desfiladero muy largo donde los
camiones y servidores del frente llevaron a hombros o en bicicletas provisiones
y armamentos hacia el campo de batalla.
Los aviones franceses bombardearon día y noche, destruyendo numerosos vehículos
que llevaban arroz. Muchas veces tuvimos que engañar al enemigo para poder
superar la cuesta. Esas impresiones estaban grabadas en mi mente y
posteriormente al participar y presenciar el arrastre de cañones terminé mi
canción.”
Era una verdadera proeza
trasladar la artillería por aquellos senderos y en especial, por un tramo de 15
kilómetros que construyeron en 20 horas. Desde la entrada a la selva de Na
Nham, cruzando la cumbre de Pha Song, de 1,150 metros de altura, hasta llegar a
las aldeas de Tau y Ngheu.
Continua Hoang Van:
“Para empujar armas
pesadas se necesitaban varias decenas de hombres. Algunos las arrastraron y
otros las empujaron. Además, se empleó una soga unida a un eje parecido a la
aguja de reloj. El cañón avanzó al ritmo del canto de los soldados. Sin
embargo, el trabajo nunca fue simple en todos los momentos. A veces la soga se
partía por efecto de obuses de cañón del enemigo y el arma pesada que se
transportaba podía caer al abismo de no impedirse a tiempo. El héroe To Vinh
Dien se sacrificó al salvar un cañón cuando la soga se partió debido al ataque
enemigo.”
El monzón de verano de ese
año se anticipó y en vez de comenzar a principios de mayo, lo hizo a mediados
de abril. Torrenciales aguaceros comenzaron a caer sobre toda la región. Los
caminos se convirtieron en lodazales y las temperaturas alcanzaban los 40
grados centígrados.
Aquellos soldaditos que
subestimó el mando francés, fueron capaces de mover en esas condiciones tan
adversas, 40 piezas de cañón de 75 milímetros, de 2,4 toneladas cada una, y
morteros de 120 milímetros.
Pham Due Cu, exartillero recuerda aquellos
momentos:
“Marchamos con muchas
penalidades y a unos l5 o l8 kilómetros del complejo militar de Dien Bien Phu
tuvimos que arrastrar cañones. Fue el tramo más difícil en la vida de los
artilleros. Por eso, digo que los “artilleros tienen cuerpo de bronce y pie de
hierro” y nunca olvidan los tramos en el desfiladero de Bay Toi, el paso de U
Mau y las cuestas de Suoi Ngua y Voi Phuc donde disparamos los cañones de 2,4
toneladas.”
El alto mando vietnamita y
el general Giap acordaron realizar tres fases para la tomar la guarnición de
Die Bien Phiu. La primera sería aniquilar las fuerzas enemigas en el sector
norte; en la segunda, la más difícil, tomar las alturas del este del subsector
central y estrechar el cerco; y la tercera ofensiva general.
La noche del 13 de marzo
parecía tranquila. La guarnición francesa mantenía su rutina diaria, pero
súbitamente comenzó caer una lluvia de proyectiles en subsector norte Him Lan
(Beatrice) que estremecía la tierra. Desde las cuevas de las colinas que
rodeaban la base militar, 40 cañones de 75 milímetros y morteros de 120
milímetros, disparaban sobre el enemigo que no pudo resistir el masivo y
sorpresivo ataque.
En horas de la noche del
14 de marzo las fuerzas vietnamitas asaltaron el centro del subsector norte Doc
Lap (Gabrielle). El enemigo no pudo resistir y al amanecer del siguiente día
finalizó el combate. Ni los refuerzos que enviaron, ni los bombardeos, pudieron
impedir la victoria vietnamita.
Ban Keo (Anne Marie) era
el tercero y último centro de resistencia del subsector norte. Estaba aislado y
amenazado, por lo que el día 17 su guarnición se rindió.
La segunda fase
El 30 de marzo comenzó la
más importante operación. Su objetivo es el subsector central, el más protegido
por las sólidas líneas de defensa. Fueron feroces combates algunas veces cuerpo
a cuerpo hasta el día 4 abril. Los vietnamitas lograron apoderarse de las
colinas E-1, D-1, C-1, y una parte importante de la A-1 que protegía el puesto
de mando francés.
Con un refuerzo recibido
de tropas paracaidistas, el enemigo contraatacó el 9 de abril para recuperar la
colina C-1. No lo logró. Los combates continuaron día y noche. El cerco se
cerraba. El día 24 en su último intento
por recuperar el aeropuerto también fracasó. El sector ocupado por el enemigo acabó
por reducirse a dos kilómetros cuadrados.
Los estrategas
norteamericanos y franceses comprendieron que todo estaba perdido. No podían
recibir refuerzos por vía aérea porque las baterías antiaéreas estaban muy
activas. Y tampoco podían romper el cerco y abrirse paso hacia el Alto de Laos.
La tercera fase
La tercera fase comenzó el
1 de mayo con sucesivos ataques. Para ese entonces el enemigo estaba acorralado
en un kilómetro cuadrado. El cerco continuaba.
Desde el 22 de abril los
vietnamitas comenzaron a construir un túnel que conduciría a la colina A-1. Los
zapadores cavaron un túnel de casi 47 metros de largo, 0,80 metros de ancho y
0,80 de alto. Allí colocaron una carga explosiva de 1,000 kilogramos, que
hicieron estallar el 6 de mayo a las 8 de la noche. El cráter que abrió el
explosivo fue de un radio de 21 metros y 18 metros de profundidad.
En la tarde del día 7 los
vietnamitas lanzaron un masivo ataque contra el puesto de mando situado en
Muong Thanh. De las trincheras y los bunkers enarbolaban la bandera blanca. A
las 7 y 30 de la tarde el general de Castries se rindió con su estado mayor, 16
coroneles y 16,200 hombres más.
Sobre el bunker del puesto
de mando francés fue izada la bandera vietnamita con la inscripción del
presidente Ho Chi Ming que decía: “Decididos a combatir y resueltos a vencer”
Esa misma noche toda la
guarnición del subsector Sur, integrada por 2,000 hombres también se
rindió.
El general Vo Nguyen Giap,
jefe de las fuerzas vietnamitas, reunido con su estado mayor en las
proximidades de la guarnición colonialista. Foto: Archivo
Mapa de la fortificación
de Dien Bien Phu. Un valle rodeado por elevaciones de más 1,000 metros de
altura y de flora selvática rodeada de arrozales, surcada por el río NanYun.
Allí encerró al contingente francés. Foto: Archivo
El pueblo vietnamita en
pleno participó junto a los combatientes en una de las tareas más importantes
de la guerra: el aprovisionamiento del frente. Foto: Archivo
Aquellos soldaditos que
subestimó el mando francés, fueron capaces de mover en esas condiciones tan
adversas, 40 piezas de cañón de 75 milímetros, de 2,4 toneladas cada una. Foto:
Archivo
Cientos de bicicletas
fueron modificadas y reforzadas para que pudieran cargar más de 150 kilos;
convoyes de zampanes, caballos y bueyes, también fueron utilizados en esta
tarea Foto: Getty Images
La mujer al igual que los
jóvenes y los aldeanos vietnamitas también trasladaron provisiones, y
armamentos para el frente. Foto: Archivo
La bicicleta era el
transporte mas común para trasladar todo tipo de material para el frente,
venciendo las más difíciles condiciones de la selva. Foto: Getty Images
Era una verdadera proeza
trasladar la artillería por aquellos senderos y en especial, por un tramo de 15
kilómetros que construyeron en 20 horas. Foto: Getty Images
Con picos y con palas se
abrieron senderos en la selva, apra ocultarse del enemigo y trasladar las
provisiones y el armamento. Foto: Archivo
Los combatientes que
avanzaban hacia el frente cruzaban por el paso de Pha Din, de 32 kilómetros de
largo. Su punto más alto alcanza 1,648 metros sobre el nivel del mar, con
farallónes y abismos. Foto: Archivo
El general norteamericano
John W. O Daniel (al centro) que coordina la asistencia yanqui a la guarnición
de Dien Bien Phu, conversa con un oficial francés esa instalación militar.
Foto: International News Photos
Combatientes vietnamitas
cruzan en pleno combate el puente Nan Yun, cerca del puesto de mando de Muon
Tang. Foto: Archivo
Zapadores vietnamitas
observan las líneas enemigas. Foto: Archivo
Las baterías vietnamitas
se mantienen alertas para derribar los aviones enemigos. Foto: Archivo
Los combatientes envían
mensajes a los soldados mercenarios para que depongan las armas. Foto: Getty
Images
Captura de un tanque ligero
francés con su tripulación. Foto: Archivo
Miles de soldados
invasores fueron capturados por las fuerzas vietnamitas. Foto: Getty Images
El general De Castries con
su estado se rindió a las fuerzas vietnamitas el 7 de mayo de 1954, a las 7 y
30 de la tarde. Foto: Archivo
Fuentes:
Revista Bohemia, 16 de
mayo de 1954
Guerra del pueblo,
ejército del pueblo, Vo Nguyen Giap
En el vigésimo aniversario
de Dien Bien Phu, Marta Rojas, periódico Granma, 7 de mayo de 1974
De un puntillazo a otro,
Juana Carrasco, revista Verde Olivo, 6 e mayo de 1979.
Con afecto,
Ruben