lunes, 3 de diciembre de 2012

Narración:Conflicto de Egipto contra los hebreos 4






Serie: Mis viajes para atrás
Narración: El conflicto de Egipto contra los hebreos


Por Rubén Vernal
Por fin divisaba a lo lejos la ciudad de Pi Ramsés navegando ya por el hermoso Delta del Nilo, en cuyas costas se levantaba  esta ciudad. Durante la decimonovena dinastía de Egipto, Avaris recobró su gloria pasada cuando el faraón Ramsés II fundó su nueva capital en el antiguo lugar. La ciudad se llama  Pi-Ramsés Aa-najtu que significa "la Casa/Dominio de Ramsés, Grande en victorias".
Te repito que parece  que la decisión de transferir su gobierno y residencia desde Tebas al extremo norte puede haber sido motivado por razones geopolíticas. Llegamos a este importante puerto y descendí junto con mis acompañantes, quienes aun me brindarían su apoyo en este lugar donde terminaría mi viaje  de visita para finalmente retornar a casa. Cuando nos dirigíamos al centro de la ciudad se me comunico que mi nuevo lugar de hospedaje seria en  una de las casas de un esclavo  hebreo  en el oficio de elaborar los ladrillos para las obras de construcción ordenadas por Ramsés Yo también tendría que trabajar en esta condición.
Su nombre es Omar. La tarea inmediata para  nosotros, como uno de los grandes grupos  de trabajadores, es avanzar la construcción de su necrópolis para ser preservado después de muerto.
Una necrópolis es un cementerio o lugar destinado a funerales y enterramientos Etimológicamente significa ciudad de los muertos/cadáveres, pues proviene del idioma griego: necro, muerto o cadáver, y polis, ciudad. El término se emplea normalmente para designar cementerios pertenecientes a grandes urbes, así como para las zonas de enterramiento que se han encontrado cerca de ciudades de antiguas civilizaciones.
Las necrópolis son construidas por varias razones, a veces eminentemente religiosas, como la Necrópolis de Guiza, en Egipto. El llamado Valle de los Reyes  frente a Menfis, y también en Tebas, con el propósito de evitar los periódicos robos de los ricos ajuares funerarios de faraones y nobles egipcios, configurando los enterramientos como lujosas galerías subterráneas, pero ocultando y sellando sus accesos . Muchas culturas fundaron necrópolis en respuesta a la prohibición de practicar enterramientos dentro de los límites urbanos. Los caminos que partían de las ciudades fueron ornamentados con monumentos funerarios.
 Las labores son especificas por un tiempo, y luego seriamos destacados a otras obras de edificación  de acuerdo a los requerimientos de los encargados de la  supervisión  de las construcciones Por el momento me separe de mis compañeros de viaje, y me fui con Omar que había venido a recogerme. Mi primera apreciación de la ciudad es que es muy grande, majestuosa en edificios y templos, con hermosas alamedas y monumentos de antiguos faraones. El Nilo en esta parte era muy amplio, y la vegetación con palmeras que daban exquisitos dátiles, hermoseaban el panorama. Su comercio se apreciaba de ser muy prospero.
Sin embargo la ciudad a mi parecer, se veía como que estaba como  a medio hacer, con una increíble euforia constructora, como si el fin de Egipto estuviera muy cerca.
Es por eso que había miles de trabajadores, los cuales en su gran mayoría eran los esclavos hebreos y los prisioneros de guerra. Me contaron  algo que a los ojos  de las personas libres resultan más desconcertantes  que en esta burocratización de la esclavitud  se da  la presencia de “casas de esclavas” destinadas, según parece, a la “producción industrial” de prole. Yo recordé que antes los gobiernos pretendieron sin éxito ahogar en las aguas del Nilo a los hijos  varones de los hebreos usando a las comadronas egipcias, porque temían el aumento en número de los hebreos. En efecto las medidas de limpieza étnica adoptadas por el faraón  Seti fueron contundentes y de la crueldad usual en la época: ordenó arrojar al Nilo a todos los recién nacidos varones de los israelitas, dejando vivas sólo a las niñas. Fue militar, como su padre, nacido en la región del delta del Nilo, en la zona de Avaris. Su nombre proviene de Seth, el dios de la guerra, de las armas y del ejército, al que Sethy I sirvió como sacerdote antes de ser soldado. Fue el predecesor de Ramsés I
. Ya había pasado una semana  de que Omar, yo y un gran grupo de esclavos hebreos estábamos trabajando en la necrópolis para después pasar a trabajar en el levantamiento de uno de los diferentes templos ordenados por la administración de Ramsés. Los trabajos eran muy arduos más me llamo la atención  la manera como construían las pirámides.  Ellas mostraban  el gran conocimiento de los técnicos egipcios y la capacidad organizativa necesaria para construir tales monumentos con medios muy simples; pero nada parece indicar que hiciera falta una tecnología superior a la que disponen  actualmente  los egipcios representada por "ingenios" de madera, trineos e, hipotéticamente, usando la rueda, en forma de rodillos de madera y rampas.
Además, se utilizan diversos materiales (piedra escuadrada, piedra sin tallar, adobe) y variadas técnicas en la construcción de sus núcleos (apilamiento de bloques, muros resistentes conformando espacios rellenos de cascos etc.).
Previamente se procedía a aplanar el terreno rocoso, y excavar canales para inundarlos de agua y así poder marcar líneas de nivel con las que se preparaba una superficie horizontal. Después se rellenaban los surcos. A continuación se excavaba la cámara subterránea y se comenzaba la edificación. La mayoría de los bloques de piedra eran cortados en canteras próximas al lugar de construcción. Se transportaban otros de las canteras del sur del país con ayuda de gigantescas barcazas. Los bloques se colocaban a continuación sobre trineos y se arrastraban hasta su emplazamiento definitivo.
Para la construcción  sin  rampas, los sacerdotes egipcios, comenzaban construyendo una serie de "gradas" y utilizando "ingenios" de madera, subían los bloques desde el suelo a la primera "grada", luego a la segunda, y así sucesivamente. Es el modo de construir más lógico y seguro con "ingenios" de madera.
Para edificar  con rampa incrementada, la construcción se realizaba conformando una gran rampa de arena, rectilínea, que aumentaba de altura y anchura según crecía la pirámide. Presenta, entre otras, la dificultad de ampliar la rampa y el gran volumen de esta, superior incluso al de la pirámide y el trabajo requerido en montarla y desmontarla.
Y para  las múltiples rampas, las piedras son  levantadas sobre cada hilada para acceder al siguiente nivel. De llevarse así a cabo la se tenía que salvar, entre otras, la gran dificultad que supone colocar los últimos bloques de cada nivel.
Tampoco puedo negar que los egipcios nos alimentaban bien con carne, pescado, verduras y frutas, disponiendo de una buena administración para este objetivo.
Omar llego con las noticias que yo venía esperando desde hacía 10 meses:
Se acerco donde yo estaba mezclando la paja con la tierra  haciendo los adobes de barro, y me dijo ¡! Abdón: Moisés y su hermano Aarón han llegado a la ciudad hace dos días!
Yo le conteste tratando de no mostrar mucha emoción por conocer lo que para él no lo era todavía; le pregunte ¿Quiénes son y para que han venido?  Omar me dijo que no podíamos dejar de trabajar y que me lo contaría tan pronto regresáramos a su casa.
Después, durante la cena, Omar empezó a decir: Sabemos por  los  testimonios de nuestros escribas  que poco antes de nacer, Moisés  Faraón  promulgó una ley que exigía que todos los recién nacidos israelitas fueran arrojados al Nilo. Iojebed, la tía paterna y esposa del levita hebreo Arman, dio a luz a un pequeño, y lo escondió durante los tres primeros meses. Cuando no pudo ocultarlo más, lo colocó en una cesta (embadurnada con barro en su interior y brea en el exterior para hacerla impermeable) y llevó ésta al Nilo, bajo el cuidado de Miriam, que siguió desde cerca dicha cesta. En dicho momento, la hija del Faraón se bañaba en el río, cuando encontró a Moisés dentro de la cesta. Miriam se acercó y consiguió que la princesa encargara el cuidado de Moisés a su propia madre.
Cuando la princesa Batía escogió que una mujer hebrea cuidara de Moisés, la escogida fue nada más y nada menos que su madre biológica. Durante dos años lo amamantó y después fue entregado a la princesa. Cuenta la tradición oral que con tres años, Moisés estaba sentado junto a la familia del faraón y los ministros. Moisés bajó del regazo de Batía, caminó hacia el faraón, levantó su corona y la colocó sobre su propia cabeza. El consejero del faraón Bilam exclamó que se trataba de una acción profética y que Moisés le arrebataría el trono. Por tal motivo, otro ministro recomendó una prueba: sugirió colocar enfrente del pequeño un diamante y un trozo   de carbón ardiendo para valorar la astucia del niño. Moisés no sólo agarró el carbón ardiente, también se lo llevó a su boca. Se quemó los labios y la lengua, dificultándole el habla.
Sin embargo Moisés  en su condición de príncipe, tuvo acceso a una completa instrucción siendo enseñado en ciencias y arte, porque se esperaba que fuera un futuro faraón.
Cuando Moisés se hizo adulto, empezó a visitar asiduamente a los esclavos. Un día, al ver cómo un capataz egipcio golpeaba brutalmente a un supervisor hebreo llamado Datan, Moisés mató al capataz egipcio y ocultó su cuerpo bajo la arena, esperando que nadie estuviera dispuesto a revelar algo sobre el asunto. Al día siguiente, vio al joven que había salvado, peleando con su hermano e intentó separarlos. Los dos hermanos, enfadados por la intromisión de Moisés, lo delataron al faraón y Moisés tuvo que huir de Egipto.
En cuanto  de Aarón nació  también en Egipto y era el biznieto de Leví y Nieto de Quehat, el primero de los tres hijos de Amram y Jochabed, María era la menor y Moisés el más joven de los varones. Siempre fue notoria su gran facilidad de palabra, por lo que se esperaba que desempeñará    alguna  actividad sacerdotal. No se le vio mas viviendo en Egipto, por lo que se cree que se fue al desierto, probablemente en busca de Moisés. Realmente para mi es una sorpresa de que ambos juntos estén de vuelta a esta tierra. Pero si te digo que muy pronto los iremos a ver y sabremos por ellos mismos la razón de su regreso.
Aarón me miro intrigado y en parte sorprendido después de terminar la carta de presentación que me había escrito Eleazar en Alejandría, y como estaba escrita en hebreo yo no sabía nada de su contenido. Resulta que Eleazar en dicha carta les decía a cualquiera de sus hermanos hebreos repartidos en las diferentes provincias de Egipto, que podían confiar en mí por lo que si requería alguna ayuda de ellos, que cumplieran mi voluntad, como si el servicio lo hicieran para el mismo líder de turno hebreo.

¿Qué es lo que deseas de mí? Pregunto Aarón; a lo que yo le respondí: Permíteme que yo pueda acompañarlos a ti y a Moisés, cuando tengan su reunión con Manases. Yo me mantendré distanciado de ustedes dos de tal manera que no los estorbare para nada, mas permite que pueda entrar al palacio del faraón como si yo fuera tu sirviente.
¿Quién te ha dicho que tenemos que ver a Ramsés? Replico;  Nadie me lo ha dicho Aarón.
Lo que pasa es de que hace 10 meses que estoy  acá de visita , y he observado que la gente hebrea en todo el reino está continuamente clamando a Dios por su liberación de la esclavitud  a la cual están sometidos ya cerca de 400 años. Muchas veces en mi recorrido por este territorio, Moisés me ha sido  nombrado reiteradas veces.  Se la historia de ustedes y me sorprende que  Moisés después de vivir aquí por 40 años como  un príncipe regrese a estas tierras después de casi  otros 40 años mas  ahora acompañado por ti.
Yo no quisiera dejar este país ahora que se que ustedes  dos están de regreso, porque infiero o sospecho que algo grande y bueno  esta  por ocurrir a tus hermanos,  aunque desconozco de que se trata. Yo estaba  obviamente obligado inventar toda esta historia. Aarón accedió a mi pedido, y desde ese momento me convertí en  su criado.  Esa noche deje la casa de Omar.
La visita a  Ramsés seria para el día siguiente. Yo sabía que el faraón Ramsés ya tenía conocimiento de la presencia de estas dos ilustres visitas en su ciudad. Lo que si pensaba sin comentarlo, era acerca de la reacción de de los tres al reencontrarse  en una  situación muy diferente al pasado. Yo sabía por la Biblia que  ambos se opondrían desde el inicio; Moisés demandaba la libertad de su pueblo y Ramsés insistiría en mantenerlos cautivos.
Hay algo tan distintivo para estas dos personas, como es la relación fraterna que han mantenido a lo largo de dieciocho años, siendo Moisés el hermano menor comportándose solo como un príncipe feliz. En cambio Ramsés  siempre deseo el trono a costa de  la familiaridad  o amistad  Sin embargo, sobre el carácter de Ramsés II  poco  se conoce en realidad  y solo a partir de leer ciertas   cartas que escribió a su colega, el rey hitita, se que le disgustaba sobremanera que le dieran órdenes. ¿Por qué me hablas como si fuera tu esclavo?» escribió al rey hitita en alguna ocasión, cuando este le exigía que le devolviera a un fugitivo que había tomado asilo en Egipto.
Ambos ahora deben de comportarse como enemigos. Ramsés viciado por la idolatría y arrogancia, y Moisés como un enviado de Dios para liberar a su pueblo.
Mientras todavía hablaba con Aarón entro  a la habitación Moisés.
Mi primera impresión de él  es que se le veía alto, fuerte, moreno no tanto  del de pelo como de piel que quizás estaba así por el trabajo que realizo como pastor mientras vivió en el desierto  de  Madian por 40 años.  Yo no  le echaba  los 80 años de edad que sabía que tenía por las deducciones históricas  que me habían contado de Él. En absoluto lucia  como un anciano, sino más bien como una persona ya madura pero muy fuerte, tanto física como mental.
Su pelo es largo y plateado. Su mirada reflejaba amabilidad pero al mismo tiempo entereza con rasgos de melancolía. Se le notaba intranquilo, algo nervioso porque movía  las manos con frecuencia, sobándose las palmas de la mano  y entrelazando los dedos como una muestra de ansiedad  por hacer algo que deseaba a mi parecer, de realizarla a la brevedad posible.
 Su manera de hablar no era fluida, como que se atracaba al querer expresarse muy rápido, por lo que prefería hablar despacio. Lo que más me impacto al conocerlo fue su tremenda personalidad que se mesclaban con su manera bondadosa o gentil de decir las cosas pero con firmeza al mismo tiempo. A mí no me dirigió la palabra en ningún momento, y mi existencia se limito solamente  para cuando Moisés le pregunto a su hermano quien era yo, a lo que Aarón le dijo algo de mí y el sin ninguna expresión asintió con la cabeza, me dio la espalda y salió de la habitación.
Antes de acostarnos a dormir Aarón me dijo Abdón, mañana iremos a ver a Ramsés para presentarnos ante el oficialmente, porque ya está enterado que estamos acá y nos recibirá en su palacio   al medio día.
 Entraron Moisés y Aarón al palacio  y yo pude entrar mezclándome con el resto de sirvientes bastante retirados de la escena en absoluto silencio, a la hora acordada. Y  tal como supuse el comportamiento de Ramsés fue muy despectivo hacia Moisés, considerando que legalmente de acuerdo a las costumbres egipcias era su hermano menor. Más creo que por esta condición al menos Ramsés le dio la oportunidad de tener una audiencia con él y poder escuchar sus demandas. Yo le escuche a Moisés  decir que era una desgracia para  los egipcios la idolatría como forma de vida.  Desde tiempos  antiguos  como se da hoy en Egipto, el hombre ha reconocido en aquellos objetos o fuerzas fuera de su comprensión la existencia de una voluntad superior, lo que podemos entender como divinidad. Así mismo  el hombre, consecuentemente a esta interpretación, ha buscado formas de relacionarse con sus deidades, lo cual tiene una representación práctica  en esta sociedad humana, en la creación de representaciones visibles y tangibles de ellas.
Si bien es consistente afirmar que  esta antigua civilización identifica  al dios en su representación, lo cual es notorio al recoger las evidencias del trato, rituales, cuidados y consideraciones que se hacía de las representaciones, lo cual era consistente con el sistema de vida que se llevaba.
Aunque cada pueblo conserva sus dioses y sus ritos locales, desde Heliópolis, Menfis, Hermópolis y Abydos, las doctrinas unificadoras se extienden por todo Egipto y al lado del dios local se comenzó a venerar también al faraón. Entonces los sacerdotes se esforzaron por  incentivaren una serie de creencias con los diversos elementos preexistentes, asociando las divinidades entre sí y estableciendo una jerarquía de poder y dignidad. Ra era el dios de Heliópolis; Phtad, de Memfis; Thot, de Hermópolis; Amón, de Tebas, etc.
 La religión egipcia, pues, no se presenta  como un cuerpo doctrinal, firme e invariable, sino como una mezcla de creencias y de cultos.
 Pues bien regresando a lo que sucedía en la sala principal del palacio, observe que Ramsés estaba sentado sobre un trono hecho de oro con incrustaciones de piedras preciosas.
Detrás las paredes estaban adornadas con finas cortinas, y el piso estaba cubierto con floridas alfombras traídas de Persia. Como decoración habían colección de armas de guerra que faraón usaba como buen militar que era. También había espejos y objetos  colgados en las paredes y muebles finos traídos de Grecia y una colección de arte egipcio con inmensos jarrones de arcilla con descripciones jeroglíficas. No podían faltar los bustos del faraón y una inmensa variedad de imágenes y reproducciones de los ídolos que en su mayoría eran representaciones de animales.
 Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.  Y Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.  Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora, camino de tres días por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, para que no venga sobre nosotros con peste o con espada.  Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su trabajo? Volved a vuestras tareas.  Dijo también Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus tareas.
Y mandó Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del pueblo que lo tenían a su cargo, y a sus capataces, diciendo: 7 De aquí en adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; vayan ellos y recojan por sí mismos la paja.  Y les impondréis la misma tarea de ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, por eso levantan la voz diciendo: Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios.  Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan a palabras mentirosas.  10 Y saliendo los cuadrilleros del pueblo y sus capataces, hablaron al pueblo, diciendo: Así ha dicho Faraón: Yo no os doy paja.  11 Id vosotros y recoged la paja donde la halléis; pero nada se disminuirá de vuestra tarea.  12 Entonces el pueblo se esparció por toda la tierra de Egipto para recoger rastrojo en lugar de paja.  13 Y los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea de cada día en su día, como cuando se os daba paja.  14 Y azotaban a los capataces de los hijos de Israel que los cuadrilleros de Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes?  15 Y los capataces de los hijos de Israel vinieron a Faraón y se quejaron a él, diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos? 16 No se da paja a tus siervos, y con todo nos dicen: Haced el ladrillo. Y he aquí tus siervos son azotados, y el pueblo tuyo es el culpable.  17 Y él respondió: Estáis ociosos, sí, ociosos, y por eso decís: Vamos y ofrezcamos sacrificios a Jehová.  18 Id pues, ahora, y trabajad. No se os dará paja, y habéis de entregar la misma tarea de ladrillo.  19 Entonces los capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, al decírseles: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día.  20 Y encontrando a Moisés y a Aarón, que estaban a la vista de ellos cuando salían de la presencia de Faraón,  21 les dijeron: Mire Jehová sobre vosotros, y juzgue; pues nos habéis hecho abominables delante de Faraón y de sus siervos, poniéndoles la espada en la mano para que nos maten. 2 2Entonces Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste?  23 Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tú no has librado a tu pueblo. 7  Jehová dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta.  Tú dirás todas las cosas que yo te mande, y Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel.
Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas. Y Faraón no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios.  Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos.  E hizo Moisés y Aarón como Jehová les mandó; así lo hicieron.
Era Moisés de edad de ochenta años, y Aarón de edad de ochenta y tres, cuando hablaron a Faraón Recién el pueblo hebreo se da cuenta de que Dios había contestado sus peticiones trayendo a Moisés y Aarón para confrontar a Ramsés, pero  las cosas no han empezado bien para ellos. Al día siguiente Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:
Si Faraón os respondiere diciendo: Mostrad milagro; dirás a Aarón: Toma tu vara, y échala delante de Faraón, para que se haga culebra.  10 Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron como Jehová lo había mandado. Y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se hizo culebra.  11 Entonces llamó también Faraón sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos;  12 pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras; mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos.
13 Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.

Yo estaba asombrado de lo que estaba contemplando. Yo sabía que Dios es capaz de hacer maravillas, aunque no podamos entenderlo. Si no se cree en El, esta negación personal  tampoco  inválida el hecho narrado por un testigo, lo cual es la historia en su esencia.
 Pero lo que me sorprendió y me incomodo espiritualmente,  fue ver es de que los hechiceros del faraón en un principio como que “compitieron” con él Señor, como te lo mostrare en el desarrollo de las plagas con  las cuales Dios castiga a Egipto, tanto para liberar a los hebreos como para ridiculizar a sus ídolos. Los hechiceros pudieron hacer ciertas maravillas, porque el maligno en cierta medida ayuda para fomentar el engaño, en el cual está sumergida esta sociedad muy pagana e idolatra. Veamos  antes unas observaciones personales antes de ver como sucedió la primera plaga  de las aguas convertidas  en sangre:  
Cada una de las plagas de Egipto fue un ataque a los múltiples dioses Egipcios.
Por ejemplo, la plaga en las aguas fue una cachetada a dios Khnum, el dador del Nilo; y a Hapy, el espíritu del Nilo; a Sodpet, el dios de las aguas de las inundaciones del Nilo; a Osiris cuyo torrente sanguíneo era el Nilo; a Edjo, la diosa del Delta; a Hatmehyt, diosa guardiana de peces y pescadores; y a varias otras deidades que deben de haber estado cuidando de los Egipcios.
Es posible que  las aguas realmente  no se convirtieran en sangre propiamente  dicha.
Aun  es posible que las aguas simplemente aparecieran así. La palabra hebrea traducida  como” sangre” se refiere a un color rojo, como; yo tenía mi Biblia y leí que  en Joel 2:31 que dice: El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová. Puede ser que Dios haya causado que las lluvias torrenciales inundaran y contaminaran las fuentes del Nilo para crear esta plaga. La tierra roja y las algas harían que las aguas del Nilo aparecieran rojas, haciéndose inadecuadas para beber y deficiente en el contenido de oxígeno para la sobre vivencia de peces  De hecho, la actividad volcánica o meteórica podría causar una contaminación similar de colorante rojo, como parece ser el caso en un evento futuro profetizado en Apocalipsis 8:8.: El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.
  Y la Biblia indica en sus palabras  que hubo un levantamiento geológico en el momento del  éxodo de Egipto como lo leí en el Salmo 114:1-6.
Las maravillas del Éxodo
Cuando salió Israel de Egipto,
    La casa de Jacob del pueblo extranjero,
Judá vino a ser su santuario,
E Israel su señorío.
El mar lo vio, y huyó;
El Jordán se volvió atrás.
Los montes saltaron como carneros,
Los collados como corderitos.
¿Qué tuviste, oh mar, que huiste?
¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?
Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros,
Y vosotros, collados, como corderitos?
En realidad, no importa cual haya sido el cambio real que sufrieron las aguas del Nilo en Egipto, tampoco importa la forma en que Dios lo provocó, lo que sí es importante comprender aquí es que Dios fue el que lo provocó. Y esto claramente fue por medio de un milagro divino.
Continuare con el relato de las plagas de Egipto.
Con afecto,
Rubén









   











   




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