Serie: Mis viajes para atrás
Por Rubén Vernal
Por fin divisaba a lo lejos la ciudad de Pi Ramsés
navegando ya por el hermoso Delta del Nilo, en cuyas costas se levantaba esta ciudad. Durante la decimonovena dinastía
de Egipto, Avaris recobró su gloria pasada cuando el faraón Ramsés II fundó su nueva
capital en el antiguo lugar. La ciudad se llama Pi-Ramsés Aa-najtu que significa "la
Casa/Dominio de Ramsés, Grande en victorias".Te repito que parece que la decisión de transferir su gobierno y residencia desde Tebas al extremo norte puede haber sido motivado por razones geopolíticas. Llegamos a este importante puerto y descendí junto con mis acompañantes, quienes aun me brindarían su apoyo en este lugar donde terminaría mi viaje de visita para finalmente retornar a casa. Cuando nos dirigíamos al centro de la ciudad se me comunico que mi nuevo lugar de hospedaje seria en una de las casas de un esclavo hebreo en el oficio de elaborar los ladrillos para las obras de construcción ordenadas por Ramsés Yo también tendría que trabajar en esta condición.
Su nombre es Omar. La tarea inmediata para nosotros, como uno de los grandes grupos de trabajadores, es avanzar la construcción de su necrópolis para ser preservado después de muerto.
Una
necrópolis es un cementerio o lugar destinado a funerales y enterramientos
Etimológicamente significa ciudad de los muertos/cadáveres, pues
proviene del idioma griego: necro, muerto o cadáver, y polis,
ciudad. El término se emplea normalmente para designar cementerios
pertenecientes a grandes urbes, así como para las zonas de
enterramiento que se han encontrado cerca de ciudades de antiguas civilizaciones.
Las necrópolis son construidas por varias razones, a veces
eminentemente religiosas, como la Necrópolis de Guiza, en Egipto. El llamado Valle de los Reyes
frente a Menfis, y también en Tebas, con el propósito
de evitar los periódicos robos de los ricos ajuares funerarios de faraones y nobles egipcios, configurando los
enterramientos como lujosas galerías subterráneas, pero ocultando y sellando
sus accesos . Muchas culturas fundaron necrópolis en respuesta a la prohibición
de practicar enterramientos dentro de los límites urbanos. Los caminos que
partían de las ciudades fueron ornamentados con monumentos funerarios.
Las labores son
especificas por un tiempo, y luego seriamos destacados a otras obras de edificación de acuerdo a los requerimientos de los
encargados de la supervisión de las construcciones Por el momento me
separe de mis compañeros de viaje, y me fui con Omar que había venido a
recogerme. Mi primera apreciación de la ciudad es que es muy grande, majestuosa
en edificios y templos, con hermosas alamedas y monumentos de antiguos
faraones. El Nilo en esta parte era muy amplio, y la vegetación con palmeras
que daban exquisitos dátiles, hermoseaban el panorama. Su comercio se apreciaba
de ser muy prospero.
Sin embargo la ciudad a mi parecer, se veía como que
estaba como a medio hacer, con una
increíble euforia constructora, como si el fin de Egipto estuviera muy cerca.
Es
por eso que había miles de trabajadores, los cuales en su gran mayoría eran los
esclavos hebreos y los prisioneros de guerra. Me contaron algo que a los ojos de las personas libres resultan más
desconcertantes que en esta
burocratización de la esclavitud se da la presencia de “casas de esclavas”
destinadas, según parece, a la “producción industrial” de prole. Yo recordé que
antes los gobiernos pretendieron sin éxito ahogar en las aguas del Nilo a los hijos varones de los hebreos usando a las
comadronas egipcias, porque temían el aumento en número de los hebreos. En
efecto las
medidas de limpieza étnica adoptadas por el faraón Seti fueron contundentes y de la crueldad
usual en la época: ordenó arrojar al Nilo a todos los recién nacidos varones de
los israelitas,
dejando vivas sólo a las niñas. Fue militar, como su padre,
nacido en la región del delta del Nilo, en la zona de Avaris. Su nombre proviene de Seth, el dios de la guerra, de las
armas y del ejército, al que Sethy I sirvió como sacerdote antes de ser
soldado. Fue el predecesor de Ramsés I
. Ya
había pasado una semana de que Omar, yo
y un gran grupo de esclavos hebreos estábamos trabajando en la necrópolis para
después pasar a trabajar en el levantamiento de uno de los diferentes templos
ordenados por la administración de Ramsés. Los trabajos eran muy arduos más me
llamo la atención la manera como
construían las pirámides. Ellas
mostraban el gran conocimiento de los
técnicos egipcios y la capacidad organizativa necesaria para construir tales
monumentos con medios muy simples; pero nada parece indicar que hiciera falta
una tecnología superior a la que disponen
actualmente los egipcios
representada por "ingenios" de madera, trineos e,
hipotéticamente, usando la rueda, en
forma de rodillos de madera y rampas.
Además, se utilizan diversos materiales
(piedra escuadrada, piedra sin tallar, adobe) y
variadas técnicas en la construcción de sus núcleos (apilamiento de bloques,
muros resistentes conformando espacios rellenos de cascos etc.).
Previamente se procedía a
aplanar el terreno rocoso, y excavar canales para inundarlos de agua y así
poder marcar líneas de nivel con las que se preparaba una superficie
horizontal. Después se rellenaban los surcos. A continuación se excavaba la
cámara subterránea y se comenzaba la edificación. La mayoría de los bloques de
piedra eran cortados en canteras próximas al lugar de construcción. Se
transportaban otros de las canteras del sur del país con ayuda de gigantescas
barcazas. Los bloques se colocaban a continuación sobre trineos y se
arrastraban hasta su emplazamiento definitivo.
Para
la construcción sin rampas, los
sacerdotes egipcios, comenzaban construyendo una serie de "gradas" y
utilizando "ingenios" de madera, subían los bloques desde el suelo a
la primera "grada", luego a la segunda, y así sucesivamente. Es el
modo de construir más lógico y seguro con "ingenios" de madera.
Para
edificar con rampa incrementada, la
construcción se realizaba conformando una gran rampa de arena, rectilínea, que
aumentaba de altura y anchura según crecía la pirámide. Presenta, entre otras,
la dificultad de ampliar la rampa y el gran volumen de esta, superior incluso
al de la pirámide y el trabajo requerido en montarla y desmontarla.
Y
para las múltiples rampas, las
piedras son levantadas sobre cada hilada
para acceder al siguiente nivel. De llevarse así a cabo la se tenía que salvar,
entre otras, la gran dificultad que supone colocar los últimos bloques de cada
nivel.
Tampoco puedo negar que los
egipcios nos alimentaban bien con carne, pescado, verduras y frutas,
disponiendo de una buena administración para este objetivo.
Omar llego con las noticias
que yo venía esperando desde hacía 10 meses:
Se acerco donde yo estaba
mezclando la paja con la tierra haciendo
los adobes de barro, y me dijo ¡! Abdón: Moisés y su hermano Aarón han llegado
a la ciudad hace dos días!
Yo le conteste tratando de
no mostrar mucha emoción por conocer lo que para él no lo era todavía; le
pregunte ¿Quiénes son y para que han venido? Omar me dijo que no podíamos dejar de trabajar
y que me lo contaría tan pronto regresáramos a su casa.
Después, durante la cena, Omar empezó a
decir: Sabemos por los testimonios de nuestros escribas que poco antes de nacer, Moisés Faraón
promulgó una ley que exigía que todos los recién nacidos israelitas
fueran arrojados al Nilo. Iojebed, la
tía paterna y esposa del levita
hebreo Arman, dio a luz a un pequeño, y lo escondió durante los tres primeros
meses. Cuando no pudo ocultarlo más, lo colocó en una cesta (embadurnada con
barro en su interior y brea en el exterior para hacerla impermeable) y llevó
ésta al Nilo, bajo el cuidado de Miriam, que
siguió desde cerca dicha cesta. En dicho momento, la hija del Faraón se bañaba
en el río, cuando encontró a Moisés dentro de la cesta. Miriam se acercó y
consiguió que la princesa encargara el cuidado de Moisés a su propia madre.
Cuando la princesa Batía escogió que una
mujer hebrea cuidara de Moisés, la escogida fue nada más y nada menos que su
madre biológica. Durante dos años lo amamantó y después fue entregado a la
princesa. Cuenta la tradición oral que con tres años, Moisés estaba sentado
junto a la familia del faraón y los ministros. Moisés bajó del regazo de Batía,
caminó hacia el faraón, levantó su corona y la colocó sobre su propia cabeza.
El consejero del faraón Bilam
exclamó que se trataba de una acción profética y que Moisés le arrebataría el
trono. Por tal motivo, otro ministro recomendó una prueba: sugirió colocar
enfrente del pequeño un diamante y un trozo de carbón ardiendo para
valorar la astucia del niño. Moisés no sólo agarró el carbón ardiente, también
se lo llevó a su boca. Se quemó los labios y la lengua, dificultándole el
habla.
Sin embargo Moisés en su condición de príncipe, tuvo acceso a una
completa instrucción siendo enseñado en ciencias y arte, porque se esperaba que
fuera un futuro faraón.
Cuando Moisés se hizo adulto, empezó a visitar
asiduamente a los esclavos. Un día, al ver cómo un capataz egipcio golpeaba
brutalmente a un supervisor hebreo llamado Datan, Moisés mató al capataz
egipcio y ocultó su cuerpo bajo la arena, esperando que nadie estuviera
dispuesto a revelar algo sobre el asunto. Al día siguiente, vio al joven que
había salvado, peleando con su hermano e intentó separarlos. Los dos hermanos,
enfadados por la intromisión de Moisés, lo delataron al faraón y Moisés tuvo que
huir de Egipto.
En
cuanto de Aarón nació también en Egipto y era el biznieto de Leví y
Nieto de Quehat, el primero de los tres hijos de Amram y Jochabed, María era la
menor y Moisés el más joven de los varones. Siempre fue notoria su gran
facilidad de palabra, por lo que se esperaba que desempeñará alguna
actividad sacerdotal. No se le vio mas viviendo en Egipto, por lo que se
cree que se fue al desierto, probablemente en busca de Moisés. Realmente para
mi es una sorpresa de que ambos juntos estén de vuelta a esta tierra. Pero si
te digo que muy pronto los iremos a ver y sabremos por ellos mismos la razón de
su regreso.
Aarón
me miro intrigado y en parte sorprendido después de terminar la carta de
presentación que me había escrito Eleazar en Alejandría, y como estaba escrita
en hebreo yo no sabía nada de su contenido. Resulta que Eleazar en dicha carta
les decía a cualquiera de sus hermanos hebreos repartidos en las diferentes
provincias de Egipto, que podían confiar en mí por lo que si requería alguna
ayuda de ellos, que cumplieran mi voluntad, como si el servicio lo hicieran
para el mismo líder de turno hebreo.
¿Qué
es lo que deseas de mí? Pregunto Aarón; a lo que yo le respondí: Permíteme que
yo pueda acompañarlos a ti y a Moisés, cuando tengan su reunión con Manases. Yo
me mantendré distanciado de ustedes dos de tal manera que no los estorbare para
nada, mas permite que pueda entrar al palacio del faraón como si yo fuera tu
sirviente.
¿Quién
te ha dicho que tenemos que ver a Ramsés? Replico; Nadie me lo ha dicho Aarón.
Lo
que pasa es de que hace 10 meses que estoy acá de visita , y he observado que la gente
hebrea en todo el reino está continuamente clamando a Dios por su liberación de
la esclavitud a la cual están sometidos
ya cerca de 400 años. Muchas veces en mi recorrido por este territorio, Moisés
me ha sido nombrado reiteradas veces. Se la historia de ustedes y me sorprende que Moisés después de vivir aquí por 40 años
como un príncipe regrese a estas tierras
después de casi otros 40 años mas ahora acompañado por ti.
Yo no
quisiera dejar este país ahora que se que ustedes dos están de regreso, porque infiero o
sospecho que algo grande y bueno esta
por ocurrir a tus hermanos, aunque desconozco de que se trata. Yo estaba obviamente obligado inventar toda esta historia.
Aarón accedió a mi pedido, y desde ese momento me convertí en su criado. Esa noche deje la casa de Omar.
La
visita a Ramsés seria para el día
siguiente. Yo sabía que el faraón Ramsés ya tenía conocimiento de la presencia
de estas dos ilustres visitas en su ciudad. Lo que si pensaba sin comentarlo,
era acerca de la reacción de de los tres al reencontrarse en una situación muy diferente al pasado. Yo sabía
por la Biblia que ambos se opondrían
desde el inicio; Moisés demandaba la libertad de su pueblo y Ramsés insistiría
en mantenerlos cautivos.
Hay algo tan distintivo para estas dos personas, como
es la relación fraterna que han mantenido a lo largo de dieciocho años, siendo
Moisés el hermano menor comportándose solo como un príncipe feliz. En cambio Ramsés siempre deseo el trono a costa de la familiaridad o amistad
Sin embargo, sobre el carácter de Ramsés II poco se conoce en realidad y solo a partir de leer ciertas cartas
que escribió a su colega, el rey hitita, se que le disgustaba sobremanera que
le dieran órdenes. ¿Por qué me hablas como si fuera tu esclavo?» escribió al
rey hitita en alguna ocasión, cuando este le exigía que le devolviera a un
fugitivo que había tomado asilo en Egipto.
Ambos
ahora deben de comportarse como enemigos. Ramsés viciado por la idolatría y
arrogancia, y Moisés como un enviado de Dios para liberar a su pueblo.
Mientras
todavía hablaba con Aarón entro a la
habitación Moisés.
Mi primera impresión de él es que se le veía alto, fuerte, moreno no
tanto del de pelo como de piel que
quizás estaba así por el trabajo que realizo como pastor mientras vivió en el
desierto de Madian por 40 años. Yo no
le echaba los 80 años de edad que
sabía que tenía por las deducciones históricas
que me habían contado de Él. En absoluto lucia como un anciano, sino más bien como una
persona ya madura pero muy fuerte, tanto física como mental.
Su pelo es largo y plateado. Su
mirada reflejaba amabilidad pero al mismo tiempo entereza con rasgos de
melancolía. Se le notaba intranquilo, algo nervioso porque movía las manos con frecuencia, sobándose las
palmas de la mano y entrelazando los
dedos como una muestra de ansiedad por
hacer algo que deseaba a mi parecer, de realizarla a la brevedad posible.
Su manera de hablar no era fluida, como que se
atracaba al querer expresarse muy rápido, por lo que prefería hablar despacio.
Lo que más me impacto al conocerlo fue su tremenda personalidad que se
mesclaban con su manera bondadosa o gentil de decir las cosas pero con firmeza
al mismo tiempo. A mí no me dirigió la palabra en ningún momento, y mi
existencia se limito solamente para
cuando Moisés le pregunto a su hermano quien era yo, a lo que Aarón le dijo
algo de mí y el sin ninguna expresión asintió con la cabeza, me dio la espalda
y salió de la habitación.
Antes de acostarnos a dormir Aarón
me dijo Abdón, mañana iremos a ver a Ramsés para presentarnos ante el
oficialmente, porque ya está enterado que estamos acá y nos recibirá en su
palacio al medio día.
Entraron Moisés y Aarón al palacio y yo pude entrar mezclándome con el resto de
sirvientes bastante retirados de la escena en absoluto silencio, a la hora
acordada. Y tal como supuse el
comportamiento de Ramsés fue muy despectivo hacia Moisés, considerando que
legalmente de acuerdo a las costumbres egipcias era su hermano menor. Más creo
que por esta condición al menos Ramsés le dio la oportunidad de tener una
audiencia con él y poder escuchar sus demandas. Yo le escuche a Moisés decir que era una desgracia para los egipcios la idolatría como forma de vida. Desde tiempos antiguos como se da hoy en Egipto, el hombre ha reconocido
en aquellos objetos o fuerzas fuera de su comprensión la existencia de una
voluntad superior, lo que podemos entender como divinidad. Así mismo el hombre,
consecuentemente a esta interpretación, ha buscado formas de relacionarse con
sus deidades, lo cual tiene una representación práctica en esta sociedad humana, en la creación de
representaciones visibles y tangibles de ellas.
Si bien es
consistente afirmar que esta antigua
civilización identifica al dios en su representación, lo cual es notorio al
recoger las evidencias del trato, rituales, cuidados y consideraciones que se
hacía de las representaciones, lo cual era consistente con el sistema de vida que se llevaba.
Aunque cada pueblo conserva
sus dioses y sus ritos locales, desde Heliópolis, Menfis, Hermópolis y Abydos,
las doctrinas unificadoras se extienden por todo Egipto y al lado del dios
local se comenzó a venerar también al faraón. Entonces los sacerdotes se
esforzaron por incentivaren una serie de
creencias con los diversos elementos preexistentes, asociando las divinidades
entre sí y estableciendo una jerarquía de poder y dignidad. Ra era el dios de
Heliópolis; Phtad, de Memfis; Thot, de Hermópolis; Amón, de Tebas, etc.
La religión egipcia, pues, no se presenta como un cuerpo doctrinal, firme e invariable,
sino como una mezcla de creencias y de cultos.
Pues bien regresando a lo que sucedía
en la sala principal del palacio, observe que Ramsés estaba sentado sobre un
trono hecho de oro con incrustaciones de piedras preciosas.
Detrás las paredes estaban
adornadas con finas cortinas, y el piso estaba cubierto con floridas alfombras
traídas de Persia. Como decoración habían colección de armas de guerra que
faraón usaba como buen militar que era. También había espejos y objetos colgados en las paredes y muebles finos
traídos de Grecia y una colección de arte egipcio con inmensos jarrones de
arcilla con descripciones jeroglíficas. No podían faltar los bustos del faraón
y una inmensa variedad de imágenes y reproducciones de los ídolos que en su
mayoría eran representaciones de animales.
Después Moisés y Aarón entraron a la presencia
de Faraón y le dijeron: Jehová el Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo
a celebrarme fiesta en el desierto. 2 Y
Faraón respondió: ¿Quién es Jehová, para que yo oiga su voz y deje ir a Israel?
Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel. 3 Y ellos dijeron: El Dios de
los hebreos nos ha encontrado; iremos, pues, ahora, camino de tres días por el
desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, para que no venga
sobre nosotros con peste o con espada. 4 Entonces
el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de
su trabajo? Volved a vuestras tareas. 5 Dijo
también Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es ahora mucho, y vosotros les
hacéis cesar de sus tareas.
6 Y mandó Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del
pueblo que lo tenían a su cargo, y a sus capataces, diciendo: 7 De aquí en adelante no daréis paja al
pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; vayan ellos y recojan por sí
mismos la paja. 8 Y
les impondréis la misma tarea de ladrillo que hacían antes, y no les
disminuiréis nada; porque están ociosos, por eso levantan la voz diciendo:
Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios. 9 Agrávese la
servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan a palabras
mentirosas. 10 Y
saliendo los cuadrilleros del pueblo y sus capataces, hablaron al pueblo,
diciendo: Así ha dicho Faraón: Yo no os doy paja. 11 Id
vosotros y recoged la paja donde la halléis; pero nada se disminuirá de vuestra
tarea. 12 Entonces
el pueblo se esparció por toda la tierra de Egipto para recoger rastrojo en
lugar de paja. 13 Y
los cuadrilleros los apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea de
cada día en su día, como cuando se os daba paja. 14 Y azotaban
a los capataces de los hijos de Israel que los cuadrilleros de Faraón habían
puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de
ladrillo ni ayer ni hoy, como antes? 15 Y los
capataces de los hijos de Israel vinieron a Faraón y se quejaron a él,
diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos? 16 No se da
paja a tus siervos, y con todo nos dicen: Haced el ladrillo. Y he aquí tus
siervos son azotados, y el pueblo tuyo es el culpable. 17 Y él
respondió: Estáis ociosos, sí, ociosos, y por eso decís: Vamos y ofrezcamos
sacrificios a Jehová. 18 Id pues, ahora, y
trabajad. No se os dará paja, y habéis de entregar la misma tarea de ladrillo. 19 Entonces los
capataces de los hijos de Israel se vieron en aflicción, al decírseles: No se
disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día. 20 Y
encontrando a Moisés y a Aarón, que estaban a la vista de ellos cuando salían
de la presencia de Faraón, 21 les dijeron: Mire Jehová sobre vosotros, y
juzgue; pues nos habéis hecho abominables delante de Faraón y de sus siervos,
poniéndoles la espada en la mano para que nos maten. 2 2Entonces
Moisés se volvió a Jehová, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para
qué me enviaste? 23 Porque desde que yo vine a Faraón para hablarle
en tu nombre, ha afligido a este pueblo; y tú no has librado a tu pueblo. 7 Jehová dijo a Moisés: Mira, yo
te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta. 2 Tú dirás todas las cosas que
yo te mande, y Aarón tu hermano hablará a Faraón, para que deje ir de su tierra
a los hijos de Israel.
3 Y yo endureceré el corazón de Faraón, y multiplicaré
en la tierra de Egipto mis señales y mis maravillas. 4 Y Faraón
no os oirá; mas yo pondré mi mano sobre Egipto, y sacaré a mis ejércitos, mi
pueblo, los hijos de Israel, de la tierra de Egipto, con grandes juicios. 5 Y
sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y
saque a los hijos de Israel de en medio de ellos. 6 E hizo
Moisés y Aarón como Jehová les mandó; así lo hicieron. 7 Era Moisés de edad de ochenta años, y Aarón de edad de ochenta y tres, cuando hablaron a Faraón Recién el pueblo hebreo se da cuenta de que Dios había contestado sus peticiones trayendo a Moisés y Aarón para confrontar a Ramsés, pero las cosas no han empezado bien para ellos. Al día siguiente 8 Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:
9 Si Faraón os respondiere diciendo: Mostrad milagro; dirás a Aarón: Toma tu vara, y échala delante de Faraón, para que se haga culebra. 10 Vinieron, pues, Moisés y Aarón a Faraón, e hicieron como Jehová lo había mandado. Y echó Aarón su vara delante de Faraón y de sus siervos, y se hizo culebra. 11 Entonces llamó también Faraón sabios y hechiceros, e hicieron también lo mismo los hechiceros de Egipto con sus encantamientos; 12 pues echó cada uno su vara, las cuales se volvieron culebras; mas la vara de Aarón devoró las varas de ellos.
13 Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.
Yo estaba asombrado de lo que estaba contemplando. Yo sabía que Dios es capaz de hacer maravillas, aunque no podamos entenderlo. Si no se cree en El, esta negación personal tampoco inválida el hecho narrado por un testigo, lo cual es la historia en su esencia.
Pero lo que me sorprendió y me incomodo espiritualmente, fue ver es de que los hechiceros del faraón en un principio como que “compitieron” con él Señor, como te lo mostrare en el desarrollo de las plagas con las cuales Dios castiga a Egipto, tanto para liberar a los hebreos como para ridiculizar a sus ídolos. Los hechiceros pudieron hacer ciertas maravillas, porque el maligno en cierta medida ayuda para fomentar el engaño, en el cual está sumergida esta sociedad muy pagana e idolatra. Veamos antes unas observaciones personales antes de ver como sucedió la primera plaga de las aguas convertidas en sangre:
Cada
una de las plagas de Egipto fue un ataque a los múltiples dioses Egipcios.
Por
ejemplo, la plaga en las aguas fue una cachetada a dios Khnum, el dador del
Nilo; y a Hapy, el espíritu del Nilo; a Sodpet, el dios de las aguas de las
inundaciones del Nilo; a Osiris cuyo torrente sanguíneo era el Nilo; a Edjo, la
diosa del Delta; a Hatmehyt, diosa guardiana de peces y pescadores; y a varias
otras deidades que deben de haber estado cuidando de los Egipcios.
Es
posible que las aguas realmente no se convirtieran en sangre propiamente dicha.
Aun es posible que las aguas simplemente
aparecieran así. La palabra hebrea traducida como” sangre” se refiere a un color rojo,
como; yo tenía mi Biblia y leí que en
Joel 2:31 que dice: El sol se convertirá en tinieblas, y la
luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová. Puede
ser que Dios haya causado que las lluvias torrenciales inundaran y contaminaran
las fuentes del Nilo para crear esta plaga. La tierra roja y las algas harían
que las aguas del Nilo aparecieran rojas, haciéndose inadecuadas para beber y
deficiente en el contenido de oxígeno para la sobre vivencia de peces De hecho, la actividad volcánica o meteórica
podría causar una contaminación similar de colorante rojo, como parece ser el
caso en un evento futuro profetizado en Apocalipsis 8:8.: El
segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en fuego fue
precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.
Y la
Biblia indica en sus palabras que hubo
un levantamiento geológico en el momento del éxodo de Egipto como lo leí en el Salmo
114:1-6.
Las maravillas del Éxodo
Cuando
salió Israel de Egipto,
La casa de Jacob del pueblo extranjero,
La casa de Jacob del pueblo extranjero,
2 Judá vino a ser su santuario,
E Israel su señorío.
E Israel su señorío.
3 El mar lo vio, y huyó;
El Jordán se volvió atrás.
El Jordán se volvió atrás.
4 Los montes saltaron como carneros,
Los collados como corderitos.
Los collados como corderitos.
5 ¿Qué tuviste, oh mar, que huiste?
¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?
¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?
6 Oh montes, ¿por qué saltasteis como
carneros,
Y vosotros, collados, como corderitos?
Y vosotros, collados, como corderitos?
En
realidad, no importa cual haya sido el cambio real que sufrieron las aguas del
Nilo en Egipto, tampoco importa la forma en que Dios lo provocó, lo que sí es
importante comprender aquí es que Dios fue el que lo provocó. Y esto claramente
fue por medio de un milagro divino.
Continuare
con el relato de las plagas de Egipto.
Con
afecto,
Rubén
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