Pensamientos
de Khalil Gibran
LOS HIJOS
Y una mujer que
llevaba un niño contra su pecho dijo:
Háblanos de los hijos.
Y el contesto:
Vuestros hijos no son vuestros hijos.
Son los hijos y las hijas de los anhelos que la Vida tiene de sí misma.
Vienen a través de vosotros, mas no de vosotros, y aunque vivan con vosotros no os pertenecen.
Podéis darles vuestro amor, más no vuestros pensamientos.
Porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Podéis dar albergue a sus cuerpos más no a sus almas.
Porque sus almas moran en la casa del mañana, que ni aun en sueños os es dado visitar.
Podéis esforzaros por ser como ellos, mas no intentéis hacerlos como vosotros.
Porque la vida ni marcha hacia atrás, ni se detiene en el ayer.
Vosotros sois el arco por medio del cual vuestros hijos son disparados como flechas vivas.
El arquero ve el blanco en el sendero del infinito, y os dobla con toda su fuerza a fin de que sus flechas vayan veloces y lejos.
Que el hecho, pues, de estar doblados en manos del arquero sea vuestra dicha.
Porque así como el ama la flecha que dispara, ama también el arco que permanece firme.
Háblanos de los hijos.
Y el contesto:
Vuestros hijos no son vuestros hijos.
Son los hijos y las hijas de los anhelos que la Vida tiene de sí misma.
Vienen a través de vosotros, mas no de vosotros, y aunque vivan con vosotros no os pertenecen.
Podéis darles vuestro amor, más no vuestros pensamientos.
Porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Podéis dar albergue a sus cuerpos más no a sus almas.
Porque sus almas moran en la casa del mañana, que ni aun en sueños os es dado visitar.
Podéis esforzaros por ser como ellos, mas no intentéis hacerlos como vosotros.
Porque la vida ni marcha hacia atrás, ni se detiene en el ayer.
Vosotros sois el arco por medio del cual vuestros hijos son disparados como flechas vivas.
El arquero ve el blanco en el sendero del infinito, y os dobla con toda su fuerza a fin de que sus flechas vayan veloces y lejos.
Que el hecho, pues, de estar doblados en manos del arquero sea vuestra dicha.
Porque así como el ama la flecha que dispara, ama también el arco que permanece firme.
La
religión
Y un sacerdote, avanzado en años le dijo:
Háblanos de la religión.
¿Acaso he hablado de algo más en este día?
No es la religión todo lo que hacemos y pensamos, e incluso lo que no hacemos ni pensamos, sino que de manera admirable y sorpresiva brota del alma, aun cuando las manos estén triturando la roca o manejando el telar.
¿Quien puede deslindar su fe de sus obras, y sus creencias de sus ocupaciones?
¿Quien puede esparcir sus horas delante de el, y decir; Esas son de Dios y estas son mías., estas son de mi alma, y estas otras de mi cuerpo?
Todas vuestras horas son alas que se agitan en el espacio, moviéndose de uno a otro yo.
Y un sacerdote, avanzado en años le dijo:
Háblanos de la religión.
¿Acaso he hablado de algo más en este día?
No es la religión todo lo que hacemos y pensamos, e incluso lo que no hacemos ni pensamos, sino que de manera admirable y sorpresiva brota del alma, aun cuando las manos estén triturando la roca o manejando el telar.
¿Quien puede deslindar su fe de sus obras, y sus creencias de sus ocupaciones?
¿Quien puede esparcir sus horas delante de el, y decir; Esas son de Dios y estas son mías., estas son de mi alma, y estas otras de mi cuerpo?
Todas vuestras horas son alas que se agitan en el espacio, moviéndose de uno a otro yo.
Y quien solo se viste con la virtud por
considerar que es la mejor prenda, haría mejor en quedarse desnudo.
El que se empeña en ajustar su conducta a normas éticas, estará aprisionado su ave cantora . El canto más libre no viene de entre las barras y los alambres. Y aquel para quien el culto es una ventana de abrir, pero también de cerrar, no ha visitado aun la morada de su alma, cuyas ventanas permanecen abiertas de aurora a aurora.
Vuestra vida diaria es vuestro templo y vuestra religión.
Y siempre que en el entréis, llevad con vosotros todo lo que es vuestro.
Llevad el arado y la forja y el mazo y el laúd.
Las cosas que hicisteis para satisfacer necesidades, o para el deleite.
Porque en la contemplación no podréis ascender más arriba de vuestros éxitos, ni descender más abajo de vuestros fracasos.
Y llevad con vosotros a todos los hombres.
Porque en la adoración no podréis volar a más altura que sus esperanzas, ni en la humillación descender más abajo de su desesperación.
Y para conocer a Dios, no necesitáis saber resolver los enigmas.
El que se empeña en ajustar su conducta a normas éticas, estará aprisionado su ave cantora . El canto más libre no viene de entre las barras y los alambres. Y aquel para quien el culto es una ventana de abrir, pero también de cerrar, no ha visitado aun la morada de su alma, cuyas ventanas permanecen abiertas de aurora a aurora.
Vuestra vida diaria es vuestro templo y vuestra religión.
Y siempre que en el entréis, llevad con vosotros todo lo que es vuestro.
Llevad el arado y la forja y el mazo y el laúd.
Las cosas que hicisteis para satisfacer necesidades, o para el deleite.
Porque en la contemplación no podréis ascender más arriba de vuestros éxitos, ni descender más abajo de vuestros fracasos.
Y llevad con vosotros a todos los hombres.
Porque en la adoración no podréis volar a más altura que sus esperanzas, ni en la humillación descender más abajo de su desesperación.
Y para conocer a Dios, no necesitáis saber resolver los enigmas.
Basta mirar alrededor de vosotros, y lo veréis
jugando con vuestros niños. Y mirad el espacio y lo veréis caminar en la nube,
extender sus brazos en el relámpago y descender con la lluvia. Podéis verlo
sonreír en las flores, luego levantar y mover sus manos en los arboles
Un
sano consejo para ti:
“No
dependas demasiado de alguien en este mundo, porque hasta tu sombra te abandona
cuando estás en la oscuridad.”
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