Como
cada jueves
RICARDO BLUME
Artículos periodísticos
(Esta es la recopilación de algunos artículos
publicados en el diario El Comercio de
Lima Perú entre 1981 y 1988)
No tire
la esponja
Lo
que se ve, oye, y se lee casi siempre es desalentador. Esta uno a punto de
claudicar, sintiéndose un poco’groggy’, al borde de tirar la esponja y pedir
pita y chepa.
La
horrible frase, sin salida y sin esperanza: Esto no lo arregla nadie, está casi
siempre a flor de labios, cuando uno ve lo que ve, oye lo que oye y lee lo que
lee.
Pero
no hay mas remedio que sobreponerse, apoyarse en las cuerdas de este ring de la
vida nacional, sacar fuerzas de flaqueza, tomar nuevos bríos, apretar la
mandíbula y seguir la pelea.
Des_aliento
es falta de aliento; aliento es respiración; y respirar es vivir.
Si
mientras hay vida hay esperanza, mientras hay respiración hay vida. Desalentarse
es morir.
El
desaliento es una sensación moral, espiritual o del alma, como usted quiera.
Por
lo tanto, un hombre desalentado es un muerto moral.
Desde el punto de vista del espiritu, una especie de vegetal.
Siempre
he creído que la famosa frase de Raimondi (El Perú es un mendigo sentado sobre
un banco de oro) no tiene un sentido directo y literal: que vivimos como
mendigos teniendo una riqueza mineral incalculable.
La
interpreto de otra manera: somos un mendigo porque estamos sentados.
Cuando
nos pongamos de pie, descubriremos el banco de oro de nuestras posibilidades
como nación, como un conjunto de seres humanos. Seremos mendigos o viviremos como
mendigos o pareceremos mendigos mientras permanezcamos sentados esperando que
alguien haga por nosotros lo que solo a nosotros corresponde hacer. ¿Qué es
esto que no lo arregla nadie?
Esto
lo arreglamos nosotros. Tenemos que arreglarlo nosotros. Nada más y nada menos
que nosotros. Jalando todos juntos para un mismo lado. ¿Pero cómo? ¿Por dónde
empezar?
Todo
recorrido por largo que sea empieza por un primer paso.
Y en
este recorrido nacional, ese primer paso es uno mismo. Cada uno de nosotros.
Porque
si no empiezo por cambiar mi actitud, si no doy mi primer paso en una dirección,
¿De qué sirve pregonar a los cuatro vientos
que hay que ponerse de pie?
Si
usted ni yo somos líderes brillantes, con ideas geniales y renovadoras, capaces
de arrastrar a todo un país a cambiar de actitud y a ponerse de pie,
aferrémonos a ese viejo aforismo de la medicina que tanto me gusta: primero no
perjudicar.
Si no
se cómo curar al enfermo, por lo menos evito lo que creo le hace daño
¿Cuál
sería una forma elemental de empezar a no perjudicar a la nación que somos
todos?
Se me
ocurre una muy simple: cumplir las leyes escrupulosamente. No solo esa ley
general que nos constituye como nación, sino las leyes naturales de la
convivencia humana,
Los
reglamentos y normas que se han establecido para vivir en paz, orden y en
libertad.
Empecemos
por respetarlas a rajatabla, al pie de la letra, para ver si podemos
contrarrestar a todos los que no las cumplen. Quizás empezar a cumplir estas
pequeñas reglas, comenzar a dar los primeros pasos, en este simple gateo de civilización, nos dé la
sensación de estar haciendo algo por mejorar; que por lo menos no estamos
perjudicando. Asi, por lo menos hoy, no nos dejaremos ganar por el desaliento,
no llegaremos a tirar la esponja ni pronunciar la horrible frase: Esto no lo
arregla nadie.
Si
caemos en el des_aliento, en la des_esperanza, el escepticismo o el ¡A mi que! entonces si
estaremos irremediablemente perdidos. No tire la esponja. Confié en la fuerza
que nos dará la unión coordinada de
todos jalando hacia un mismo lado.
Tal
vez ni usted ni yo alcancemos a ver los frutos de esta semilla que hoy
plantamos tan dolorosamente, al borde de la desesperanza, en medio de la
incomprensión, el escepticismo, la burla o la indiferencia.
Pero
con nosotros no se extingue la especie humana.
Tenemos
la obligación moral de dejarle a los que vengan, un mundo menos sucio e
inhabitable que el que nosotros recibimos. Levantémonos para poder encontrar el
banco de oro de nuestras posibilidades como nación. Por favor no tire la
esponja.
Lima,
3 de Febrero 1983
El
Autor.
Nota
del editor:
Este
articulo de Ricardo Blume dirigida a la
nación a través de los lectores de El Comercio, es también una saludable
reflexión para cada uno de nosotros, como individuos que sostenemos desafíos en
nuestro devenir por la vida.
Con
afecto,
Rubén
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