Los compositores de música
clásica del siglo XIX
«La música tiene
poder sanador. Tiene la habilidad de sacar a la gente fuera de sí mismas
durante unas horas». Elton
John.
Georges Bizet
Fuente: Wikipedia
Encyclopedia libre
Información personal
Nombre de nacimiento Alexandre Cesar Leopold Bizet
Nacimiento 25 de octubre de 1838
Rue
Louise-Émilie-de-La-Tour-d'Auvergne (Paríse
Fallecimiento 3 de junio de 1875 (36 años)
Bougival (Francia)
Causa de muerte Infarto agudo de miocardio
Sepultura Cementerio del Père-Lachaise e iglesia de
Vallstena
Religión Ateísmo
Familia
Padres Adolphe Armand Bizet Aimée Léopoldine
Joséphine Delsarte
Cónyuge Geneviève Halévy (desde 1869)
Educación
Educado en Conservatorio de París
Alumno de
Pierre Zimmermann
Jacques Fromental Lévy
Halévy
Anton-François Marmontel a
Información profesional
Ocupación Compositor de música clásica, director de
orquesta, pianista y compositor Géneros Ópera,
sinfonía, Ópera francesa y música del Romanticismo
Obras notables
Carmen
Los pescadores de perlas
Distinciones
Caballero de la Legión de
Honor
Premio de Roma (1857
Alexandre-César-Leopoldo Bizet, conocido como Georges
Bizet (París, 25 de octubre de 1838-Bougival, 3 de junio de 1875), fue un
compositor francés, principalmente de óperas. En una carrera cortada por su muerte
prematura, alcanzó escasos éxitos hasta su última obra, Carmen, que se
convirtió en una de las obras más populares e interpretadas de todo el
repertorio operístico.
Bizet ganó varios premios a lo largo de su brillante
carrera como estudiante en el Conservatorio de París, incluyendo el prestigioso
Premio de Roma en 1857. Fue reconocido como un pianista excepcional, aunque
prefirió no aprovechar su habilidad y en raras ocasiones tocó en público. Tras
regresar a París después de pasar casi tres años en Italia, se dio cuenta de
que en los principales teatros de ópera parisinos se prefería interpretar el
repertorio clásico más arraigado antes que las obras de nuevos compositores.
Sus composiciones orquestales y para teclado fueron asimismo ignoradas en su gran
mayoría, lo que estancó su carrera por lo que tuvo que ganarse la vida
principalmente mediante arreglos y transcripciones de la música de otros. En su
busca del ansiado éxito, comenzó varios proyectos teatrales durante la década
de 1860, muchos de los cuales abandonó. Ninguna de las dos óperas que se
llegaron a escenificar —Los pescadores de perlas y La bella muchacha de Perth—
tuvieron éxito de inmediato.
Tras la guerra franco-prusiana de 1870-71, en la que
Bizet sirvió en la Guardia Nacional, tuvo cierto éxito con su ópera de un acto
Djamileh, aunque la suite orquestal L'Arlésienne, derivada en su música
incidental de la obra de teatro homónima de Alphonse Daudet, tuvo un éxito
instantáneo. La producción de la última ópera de Bizet, Carmen, fue retrasada
debido al miedo de que sus temas de traición y asesinato pudieran ofender a la
audiencia. Tras su estreno el 3 de marzo de 1875, Bizet estaba convencido de
que la obra iba a ser un fracaso; murió de un ataque al corazón tres meses más
tarde, sin saber que resultaría un éxito espectacular y duradero.
El matrimonio de Bizet con Geneviève Halévy fue feliz
de manera intermitente y fruto del cual tuvieron un hijo. Tras su muerte, sus
composiciones, excepto Carmen, estuvieron en general desatendidas. Los manuscritos
fueron regalados o se perdieron, y las versiones publicadas de sus obras a
menudo eran revisadas y adaptadas por terceros. No creó escuela ni tuvo
discípulos ni sucesores evidentes. Tras años de abandono, sus obras empezaron a
ser interpretadas de nuevo con más frecuencia en el siglo xx. Críticos
posteriores lo han proclamado como un compositor de gran brillantez y
originalidad cuya muerte prematura supuso una gran pérdida para la música
teatral francesa.
Índice
1 Biografía
1.1 Primeros
años
1.1.1 Conservatorio
1.2 Roma
(1858-60)
1.3 Compositor
emergente
1.3.1 París
(1860-1863)
1.3.2 Años de
apuros
1.4 Matrimonio
1.5 Guerra
y agitación social
1.6 Carrera
tardía
1.6.1 Djamileh,
L'Arlésienne y Don Rodrigo
1.6.2 Carmen
1.7 Enfermedad
y fallecimiento
2 Música
2.1 Primeras
obras
2.2 Orquesta,
piano y obras vocales
2.3 Obras
dramáticas
3 Legado
4 Notas
Biografía
Primeros años
Acta del bautismo de «Georges» del 16 de marzo de 1840
en la iglesia de Nuestra Señora de Loreto en París.
Georges Bizet nació en París el 25 de octubre de 1838.
En su certificado de nacimiento consta como Alexandre César Léopold, pero el 16
de marzo de 1840 fue bautizado en la iglesia de Nuestra Señora de Loreto como «Georges»,
nombre por el cual sería conocido durante el resto de su vida. Su padre,
Adolphe Amand Bizet, había sido peluquero y fabricante de pelucas antes de ser
profesor de canto a pesar de su falta de estudios formales;1 su
madre, Aimée Léopoldine Joséphine
Delsarte, era una célebre cantante de la época2 que también llegó a componer algunas obras, incluyendo al menos una
canción que fue publicada.3 En 1837,
ambos contrajeron nupcias en contra de los deseos de la familia de la novia que
consideraban al novio un candidato de bajo nivel; los Delsartes, aunque pobres
económicamente, eran una familia de un alto nivel cultural y musical.4 Aimée era una consumada pianista, mientras que su hermano
François fue un distinguido cantante y profesor que actuó en las cortes de Luis
Felipe I y Napoleón III.5 Rosine, esposa de Delsarte y un prodigio musical, había sido asistente del profesor de solfeo en el
Conservatorio de París a los trece años.6
Georges, ya desde niño,4 mostró signos de tener grandes aptitudes para la música y rápidamente
aprendió las nociones básicas sobre notación musical de su madre, quien probablemente le daría sus primeras clases de piano.3
Escuchando a través de la puerta de la sala donde Adolphe daba sus lecciones,
Georges aprendió a cantar de memoria con precisión piezas difíciles y
desarrolló una habilidad para identificar y analizar complejas estructuras
acordales. Esta precocidad convenció a sus ambiciosos padres de que estaba
preparado para empezar a estudiar en el conservatorio de París un año antes de
cumplir la edad mínima de entrada de diez años. Georges fue entrevistado por
Joseph Meifred, un virtuoso de la trompa, miembro del comité de estudios del
conservatorio. Meifred se llevó tal impresión de la demostración de las habilidades
del chico que pasó por alto la regla de la edad y se ofreció a tomarlo tan
pronto como hubiera una plaza disponible.47
Conservatorio
Parte del Conservatorio de París, donde Bizet estudió
desde 1848 hasta 1857 (fotografía de 2009).
Bizet fue admitido en el Conservatorio el 9 de octubre
de 1848, dos semanas antes de su décimo cumpleaños.4 Causó una buena primera impresión; en menos de seis meses ganó el primer premio en solfeo, una proeza que impresionó
a Pierre Joseph Guillaume Zimmermann, el anterior profesor de piano del
Conservatorio. Zimmermann le dio a Bizet lecciones privadas de contrapunto y
fuga, que continuaron hasta la muerte del anciano profesor en 1853.8 A través de estas clases Bizet conoció al yerno de Zimmermann, el compositor Charles Gounod,
quien se convertiría en una influencia
duradera en el estilo musical del joven pupilo —aunque su relación a menudo se volvió tensa en los últimos años.9 Bajo la
instrucción de Antoine François Marmontel, profesor de piano del Conservatorio,
el pianismo de Bizet se desarrolló con rapidez: ganó el segundo premio de piano
del Conservatorio en 1851 y el primer premio al año siguiente. Bizet escribiría
posteriormente a Marmontel: «En tus clases uno aprende algo más aparte de
piano; uno se convierte en músico».10
Charles Gounod, representado aquí en sus últimos años
de vida, fue un mentor y una inspiración para Bizet en sus últimos años en el
Conservatorio.
Las primeras composiciones de Bizet que se conservan
son dos canciones sin palabras para soprano, datadas de alrededor de 1850. En
1853 se unió a las clases de composición de Fromental Halévy y comenzó a crear
obras de creciente sofisticación y calidad.11 Dos de
sus canciones, «Petite Marguerite» ('Pequeña margarita') y «La Rose et
l'abeille» ('La rosa y la abeja'), fueron publicadas en 1854.12 En 1855
compuso una ambiciosa obertura para gran orquesta13 y preparó versiones para piano a cuatro manos de dos obras de
Gounod: la ópera La nonne sanglante (La monja sangrante) y la Sinfonía en re.
El trabajo hecho sobre la sinfonía de Gounod le inspiró, tras su decimoséptimo
cumpleaños, a componer su propia sinfonía, muy similar a la de Gounod (en
algunos pasajes incluso nota a nota). Esta obra se perdió posteriormente, fue
redescubierta en 1933 y finalmente interpretada en 1935.14
En 1856, Bizet compitió por el prestigioso Premio de
Roma de composición musical. Su participación en 1856 no tuvo éxito, pero
tampoco lo tuvo ningún otro: el premio a los músicos no se otorgó en esa
edición.15 Tras este rechazo, Bizet se presentó a un concurso de ópera organizado por Jacques Offenbach para jóvenes compositores, con un premio de 1200 francos. El
reto consistía en poner música al libreto de un acto de Le docteur Miracle de
Léon Battu y Ludovic Halévy. El premio recayó ex aequo en Bizet y Charles
Lecocq,16 resultado criticado años más tarde
por Lecoq sobre la base de que Fromental Halévy había
manipulado el jurado a favor de Bizet.nota 1 Gracias
al éxito obtenido, Bizet se convirtió en un invitado habitual en las fiestas que cada
viernes tenían lugar en la casa de
Offenbach, en la que, entre otros músicos,
conoció a un anciano Gioachino
Rossini, quien se presentó al joven
con una fotografía firmada por él.18nota 2 Bizet
era un gran admirador de la música de
Rossini y escribió no mucho más tarde de su primer encuentro que «Rossini es el más grande de todos, dado que, como Mozart, tiene todas
las virtudes».20
Para su participación en el Premio de Roma de 1857,
Bizet, contando con el entusiasta beneplácito de Gounod, decidió ponerle música
a la cantata Clovis et Clotilde de Amédée Burion. Bizet obtuvo el premio
después de que una votación de los miembros de la Académie des Beaux-Arts
anulara la decisión inicial de los jueces a favor del oboísta Charles Colin.
Según las condiciones del premio, Bizet recibiría una beca durante cinco años,
debiendo pasar los primeros dos en Roma, el tercero en Alemania y los dos
restantes en París. El único requisito era presentar cada año un «envoi», una
obra original según las indicaciones de la Académie. Antes de marcharse a Roma
en diciembre de 1857, tuvo lugar la interpretación en la Académie de la cantata
premiada de Bizet recibiendo una entusiasta acogida.1821
Roma (1858-60)
La Villa Médici, sede oficial de la Academia Francesa
en Roma desde 1803.
El 27 de enero de 1858, Bizet llegaba a la Villa
Médici, un palacete del siglo xvi que desde 1803 había albergado a la Académie
francesa en Roma y descrita por él en una carta que envió a casa como el
«paraíso».22 Bajo la dirección del pintor Jean-Victor Schnetz, la villa proporcionaba
el ambiente perfecto para que Bizet y sus compañeros premiados pudieran esforzarse al máximo artísticamente.
A Bizet le gustaba la atmósfera de convivencia y pronto se involucró en las
distracciones de su vida social; durante los primeros seis meses en Roma solo
pudo componer un Te Deum, para solistas, coro mixto y orquesta, escrito para el
Premio Rodrigues, un concurso para componer una nueva obra religiosa abierto a
la participación de los ganadores del Premio de Roma. Dicha pieza fracasó en su
intento de impresionar a los jueces, quienes otorgaron el premio a Adrien
Barthe, el único otro participante.23 Bizet se desanimó hasta
el punto de jurar que no escribiría más música religiosa. Su Te Deum permaneció
en el olvido e inédito hasta 1971.24
A lo largo del invierno de 1858-59 Bizet trabajó en su
primer envío, una versión en ópera bufa del libreto Don Procopio de Carlo
Cambiaggio. Según las condiciones del premio, el primer envío de Bizet debía
ser una misa, pero tras la experiencia con su Te Deum sentía aversión a
escribir música religiosa. Estaba preocupado por cómo iba a ser recibido en la
Académie este incumplimiento de las normas, pero su respuesta a Don Procopio
fue inicialmente positiva, alabando «el toque sencillo y brillante» y «el estilo
juvenil y atrevido» del compositor.825
Georges Bizet fotografiado en 1860.
Para su segundo envío, no queriendo ya tentar su
suerte con la tolerancia de la Académie, Bizet se propuso enviar una obra
casi-religiosa en forma de misa secular sobre un texto de Horacio. Esta obra,
titulada Carmen Saeculare, en un principio iba a ser una canción a Apolo y
Diana. No se ha encontrado ningún fragmento de esta y es probable que Bizet ni
siquiera la empezara.26 La tendencia de concebir proyectos ambiciosos, para
abandonarlos rápidamente, se convirtió en algo habitual en Bizet durante sus años en Roma; además del proyecto Carmen Saeculare, tuvo
en cuenta hasta cinco proyectos de óperas pero finalmente los descartó, dos
intentos de sinfonía y una oda sinfónica sobre un tema de Ulises y Circe.27 Tras Don
Procopio, Bizet acabó solo una obra más en Roma, el poema sinfónico Vasco da Gama. Esto
sirvió para reemplazar Carmen Saeculare como su segundo envío, y fue bien
recibido por la Académie, aunque rápidamente olvidado después.28
En el verano de 1859, Bizet y varios compañeros suyos
viajaron a las montañas y bosques de las regiones de Anagni y Frosinone.
También visitó un asentamiento de convictos en Anzio; Bizet envió una
entusiasta carta a Marmontel, narrando sus experiencias.29 En
agosto realizó un largo viaje hacia el
sur visitando Nápoles y Pompeya. La
primera no le impresionó pero esta última le encantó: «Aquí vives con los
antepasados; ves sus templos, sus teatros, sus casas en las que encuentras sus
muebles, sus útiles de cocina...»30 Bizet comenzó a esbozar una sinfonía basándose en
sus experiencias italianas, pero avanzó muy poco; el proyecto, que se
convertiría en su Sinfonía Roma, no lo acabaría hasta 1868.8 Tras
volver a Roma, Bizet consiguió con éxito prorrogar su estancia en Italia por otro año más, antes
que irse a Alemania, para que pudiera completar «una obra importante» (la cual
no ha sido identificada).31 En septiembre de 1860, mientras visitaba Venecia con
su amigo Ernest Guiraud, con el que compartía premio, Bizet recibió la noticia de que su madre estaba gravemente enferma
en París y regresó a casa.32
Compositor emergente
París (1860-1863)
El Théâtre Historique de París, una de las sedes de la
compañía del Théâtre Lyrique, en 1862.
De vuelta en París, contando con dos años de beca
restantes, Bizet tenía por el momento seguridad económica y pudo ignorar
momentáneamente las dificultades que los otros compositores jóvenes debían
hacer frente en la ciudad.33 Las dos óperas
subvencionadas por el estado, la Opéra y la
Opéra-Comique',nota 3 cada una
presentaba repertorios tradicionales que tendían a reprimir y frustrar los
nuevos talentos locales; tan solo ocho de los 54 laureados del Prix de Rome
entre 1830 y 1860 habían tenido obras representadas en la Opéra.36 A pesar
de que los compositores franceses estaban mejor representados en la
Opéra-Comique, el estilo y carácter de las producciones se había mantenido
prácticamente sin cambios desde la década de 1830.36 Una
serie de pequeños teatros ofrecían operetas, un campo en el que era entonces
fundamental el compositor Offenbach,34 mientras que el Théâtre Italien estaba especializado en ópera italiana de segunda categoría. Las mejores perspectivas para los aspirantes a
compositor de ópera eran las de la compañía del Théâtre Lyrique
que, a pesar de las repetidas crisis financieras, venía operando de manera
intermitente en diversos establecimiento gracias a Léon Carvalho, un gerente de
recursos.36 Esta compañía había puesto en escena los estrenos de Fausto y Romeo y
Julieta de Gounod, y una versión
abreviada de Los troyanos de Hector Berlioz.3437
El 13 de marzo de 1861, Bizet asistió al estreno de
París de la ópera Tannhäuser de Richard Wagner, una interpretación que fue
recibida con disturbios por parte de la audiencia, mantenidos bajo control por
el influyente Jockey Club de París.38 A pesar de las
distracciones, Bizet revisó sus
opiniones acerca de la música del
compositor alemán, que había desestimado previamente como meramente excéntrica. Ahora consideraba a Wagner «más allá de todos los compositores vivos».28 Posteriormente, acusaciones de «wagnerismo» fueron
puestas a menudo en contra de Bizet, a lo largo de su carrera compositiva.39 Como
pianista, Bizet había mostrado gran habilidad
desde su niñez. Un contemporáneo afirmaba que podía haber tenido el futuro asegurado en las salas de
conciertos, pero optó por ocultar su talento «como si se tratara de un
vicio».40 En mayo de 1861, Bizet ofreció una inusual demostración de su virtuosismo cuando, en una cena en la que
Franz Liszt estaba entre los presentes, asombró a todos tocando a primera vista, de manera impecable,
una de las piezas más difíciles del maestro. Liszt comentó al respecto: «pensé
que sólo había dos hombres capaces de superar tal dificultad [...] hay tres, y
[...] el más joven es tal vez el más audaz y más brillante».41
Escena del Acto II de Los pescadores de perlas.
El tercer envío de Bizet se retrasó casi un año debido
a la prolongada enfermedad de su madre, que finalmente murió en septiembre de
1861.33 Al final, envió tres obras orquestales: una obertura titulada La
Chasse d'Ossian («La caza de Ossian»), un scherzo y una marcha fúnebre. La
obertura se ha perdido; el scherzo formaría parte de su Sinfonía Roma y la
marcha fúnebre fue arreglada y usada en Los pescadores de perlas.842 En 1862,
Bizet tuvo un hijo con el ama de llaves de la familia, María Reiter. El niño
fue criado creyendo que él era el hijo de Adolphe Bizet, y solo en su lecho de
muerte, en 1913, la madre le reveló su verdadera paternidad.43
El cuarto y último envío de Bizet, el cual le mantuvo
ocupado durante la mayor parte de 1862, era una ópera de un acto, La guzla de
l'émir. Al ser un teatro subvencionado por el Estado, la Opéra-Comique estaba
obligada de vez en cuando a representar las obras de los ganadores del Premio
de Roma y, como cabía esperar, los ensayos de La guzla empezaron en 1863. Sin
embargo, en abril Bizet recibió una oferta del conde Walewski, de componer una
ópera en tres actos titulada Los pescadores de perlas, empleando a tal efecto
el libreto de Michel Carré y Eugène Cormon. Debido a que una de las condiciones
de la oferta era que la ópera debía ser la primera obra del compositor en ser
interpretada públicamente, Bizet retiró a toda prisa La guzla de la producción
e incorporó partes de su música en la nueva ópera.42 El
estreno tuvo lugar el 30 de septiembre a cargo de la compañía del Théâtre
Lyrique. La opinión crítica fue en general hostil, aunque Berlioz la alabó,
escribiendo que en efecto «le hace a M. Bizet el mayor honor».44 La
respuesta del público fue tibia y la ópera
solo tuvo dieciocho interpretaciones. No volvería a interpretarse hasta 1886.45
Años de apuros
Caricatura de Bizet, 1863, de la publicación francesa
Diogène.
Cuando expiró la beca del Premio de Roma, Bizet pronto
se encontró con que no podía sobrevivir solo con la composición musical. Tomó a
algunos alumnos de piano y de composición, dos de los cuales, Edmond Galabert y
Paul Lacombe, llegaron a ser amigos cercanos suyos.8 También trabajó de
pianista acompañante en los ensayos y
audiciones de varias óperas, incluyendo L'Enfance du Christ de Berlioz y
Mireille de Gounod.46 No obstante, su principal trabajo en este período fue el arreglo de obras de otros compositores.
Realizó transcripciones para
piano de cientos de óperas y otras piezas y
preparó partituras corales y
arreglos orquestales de todo tipo de música.847 Además fue, durante un corto período de tiempo, crítico musical para La Revue Nationale et Étrangère, bajo
el seudónimo de «Gaston de Betzi». La única
contribución de Bizet apareció el 3 de agosto de 1867, después de la cual se
enfrentó con el nuevo editor de la publicación y dimitió.48
Desde 1862 Bizet había estado trabajando de manera
intermitente en la ópera Iván IV, basada en la vida de Iván el Terrible.
Carvalho no cumplió su promesa de producirla, por ello, en diciembre de 1865,
Bizet la ofreció a la Opéra, pero fue rechazada. La obra no sería interpretada
hasta 1946.4549 En julio de 1866, Bizet firmó otro contrato con Carvalho para poner música al libreto de La bella muchacha de Perth de J. H.
Vernoy de Saint-Georges basado en la novela homónima de 1826 de sir Walter
Scott. Fue descrita por el biógrafo de Bizet Winton Dean como «el peor libreto
que Bizet jamás tuvo que arreglar».50 Surgieron problemas sobre
el reparto y otros asuntos que retrasaron su estreno durante un año y
finalmente fue interpretada en el Théâtre Lyrique el 26 de diciembre de 1867.45 La
recepción por parte de la prensa
fue más favorable que cualquier
otra ópera de Bizet; la crítica de Le Ménestral
alabó el segundo acto
tildándolo de «una obra maestra desde el principio al fin».51 A pesar
del éxito de la ópera, debido a los problemas financieros de Carvalho
solo fue interpretada dieciocho veces.45
Durante los ensayos de La bella muchacha de Perth,
Bizet estuvo trabajando con otros tres compositores, cada uno de ellos
contribuyó con un acto de la opereta en cuatro actos Marlborough s'en va-t-en
guerre («Mambrú se fue a la guerra» ). La obra fue un gran éxito cuando se
estrenó en el Théâtre de l'Athénée el 13 de diciembre de 1867 y la Revue et
Gazette Musicale se prodigó particularmente en el acto que Bizet hizo: «nada
podría ser más elegante, más inteligente y, al mismo tiempo, más
distinguido».52 Bizet además encontró tiempo para acabar su Sinfonía Roma de larga gestación y compuso varias obras para
teclado y canciones. Sin embargo, esta época para Bizet estuvo marcada por
varias decepciones. Al menos dos óperas proyectadas fueron abandonados con poco
o ningún trabajo en ellas.nota 4 Varias entradas para concursos, incluyendo una
cantata y un himno compuesto para la Exposición Universal de París de 1867,
fracasaron.54 La coupe du roi de Thulé («La copa
del rey de Thule»), su participación para un concurso de óperas, no estuvo entre las cinco primeras. De los
fragmentos que han llegado a nuestros días, los analistas han identificado
reminiscencias que aparecerán en Carmen.5556 El 28 de
febrero de 1869, la Sinfonía Roma
fue estrenada en el 'Cirque Napoléon (en la
actualidad Cirque d'hiver), bajo la dirección de Jules Pasdeloup. Más tarde, Bizet informaría a
Galabert que la obra fue un éxito teniendo en cuenta el gran número de
aplausos, silbidos y cuchicheos del público.57nota 5
Matrimonio
Geneviève Bizet, pintada en 1878 por Jules-Élie
Delaunay.
No mucho después de la muerte de Fromental Halévy en
1862, Bizet había recibido la solicitud por parte de la señora Halévy de
completar Noé, la ópera inacabada de su antiguo mentor.59 Aunque
por el momento no hizo nada al respecto, Bizet siguió llevándose en
términos amistosos con la familia Halévy. Fromental dejó dos hijas; la mayor,
Esther, falleció en 1864, hecho que traumatizó tanto a la señora Halévy hasta
el punto de no tolerar la compañía de su hija menor Geneviève, que a la edad de
quince años vivía con otros familiares cercanos.60 No se
sabe a ciencia cierta cuándo ella
y Bizet llegaron a estar unidos emocionalmente el uno con el otro, pero en
octubre de 1867 informó a
Galabert: «¡He conocido a una chica
adorable a la que amo! ¡En dos años será mi
esposa!».61 La pareja se comprometió, a pesar de que la familia Halévy al principio rechazaba la unión. Según
palabras del propio Bizet le consideraban un partido inadecuado: «pobre, de izquierdas, antirreligioso y bohemio»,62 lo cual Dean observa como extrañas objeciones
viniendo de «una familia repleta de artistas y excéntricos».63 En el
verano de 1869, sus objeciones fueron superadas y la boda tuvo lugar el 3 de
junio de ese mismo año. Ludovic Halévy escribió en su
publicación: «Bizet tiene espíritu y talento. Debe tener éxito».64
Como un homenaje tardío a Fromental, Bizet tomó el
manuscrito de Noé y la completó. Aprovechó reutilizando partes de sus óperas
moribundas Vasco da Gama e Iván IV, pero la futura producción en el Théâtre
Lyrique no pudo materializarse debido a que finalmente la compañía de Carvalho
quebró y Noé no sería estrenada hasta 1885.859 El
matrimonio de Bizet fue feliz en un principio, pero se vio afectado por la
inestabilidad nerviosa de su mujer (heredada de ambos progenitores),60 su tensa
relación con su madre y por las
intromisiones de la señora Halévy en los asuntos de la pareja.56 A pesar
de esto, Bizet mantuvo una relación
amigable con su suegra con la cual se carteaba a menudo.65 Durante
el año posterior a la boda,
tuvo como proyecto hasta media docena de óperas nuevas y comenzó bosquejar la
música de dos de ellas: Clarissa Harlowe basada en la novela de Samuel
Richardson Clarissa y Grisélidis con libreto de Victorien Sardou.66 Sin
embargo, su progreso en ambos proyectos fue interrumpido en julio de 1870
debido al estallido de la Guerra franco-prusiana.67
Guerra y agitación social
París durante el asedio, 1870-71. Dibujo contemporáneo
inglés.
Tras varias provocaciones por parte de Prusia que
culminaron en el ofrecimiento de la corona española al príncipe prusiano
Leopoldo de Hohenzollern, el emperador de Francia Napoleón III declaró la
guerra el 15 de julio de 1870. Inicialmente este paso fue apoyado por un
estallido de fervor patriótico y seguras expectativas de victoria.868 Bizet,
junto con otros compositores y artistas, se unió a la Guardia Nacional y empezó el período de
instrucción.69 Fue crítico con el anticuado equipo con el que se suponía que debía luchar,
las armas de su unidad, dijo, eran más
peligrosas para sí mismas que para el enemigo.65 El ánimo de la nación pronto decayó tras las noticias de sucesivos reveses: el 2 de
septiembre en Sedán los ejércitos franceses sufrieron una aplastante derrota,
Napoleón fue capturado y
depuesto, finalizando así el
Segundo Imperio Francés.69
Bizet recibió con entusiasmo la proclamación en París
de la Tercera República Francesa.69 El nuevo gobierno no
solicitó la paz, y el 17 de
septiembre los ejércitos prusianos habían rodeado París.70 A diferencia de Gounod, que huyó a Inglaterra,71 Bizet
rechazó varias oportunidades de
dejar la ciudad bajo asedio: «¡No puedo
abandonar París! ¡Es imposible! Sería simplemente un acto de cobardía por mi parte», escribió a la señora Halévy.65 La vida
en la ciudad se volvió frugal y
dura,nota 6 aunque en octubre se realizaron esfuerzos para
restablecer la normalidad. Pasdeloup reanudó sus habituales conciertos dominicales y el 5 de
noviembre la Opéra reabrió sus puertas con extractos de obras de Christoph
Willibald Gluck, Rossini y Giacomo Meyerbeer.7073
Se firmó un armisticio el 26 de enero de 1871, pero la
salida de las tropas prusianas de París en marzo presagiaba un período de
confusión y disturbios civiles. A raíz de una sublevación, la autoridad
municipal de la ciudad fue tomada por disidentes que establecieron la Comuna de
París.74 Fue entonces cuando Bizet decidió que ya no estaba seguro en la ciudad, y él y Geneviève
escaparon a Compiègne.65 Más tarde, se trasladaron a Le Vésinet, donde permanecieron los dos meses que duró la Comuna, oyendo los disparos que resonaban en la
lejanía mientras gradualmente las tropas del gobierno aplastaban el
levantamiento: «Los cañones retumban con una violencia increíble», Bizet
escribió a su suegra el 12 de mayo.6575 Para el
25 de mayo las hostilidades habían cesado, más tarde se estimó que durante la
Comuna y las represalias que la siguieron, alrededor de 25 000 vidas fueron
segadas.76
Carrera tardía
Djamileh, L'Arlésienne y Don Rodrigo
Mientras la vida en París volvía a la normalidad, en
junio de 1871, el nombramiento de Bizet como maestro de coro en la Ópera fue
confirmado al parecer por su director, Émile Perrin. Bizet debía comenzar sus
funciones en octubre, pero el 1 de noviembre el cargo fue ocupado por Hector
Salomon. En su biografía de Bizet, Mina Curtiss conjetura que no renunció o se
negó a asumir el cargo como protesta contra lo que él creía que era el fin
injustificado por parte del director de la ópera Erostrate de Ernest Reyer
después de solo dos actuaciones.77 Bizet volvió a trabajar en Clarissa Harlowe y Grisélidis, pero los
planes para la segunda de ser estrenada en la Opéra-Comique fracasaron, y
ninguna de las dos obras fueron terminadas; sobreviven solo algunos fragmentos
de su música.78 Otras obras compuestas en 1871 fueron el dúo para
piano titulado Jeux d'enfants y una ópera de un solo acto, titulada Djamileh,
que se estrenó en la Opéra-Comique en mayo de 1872. La puesta en escena era
paupérrima y fue cantada de manera incompetente: hubo un momento en el que el
cantante principal olvidó treinta y dos compases de música. Cerró con tan solo
once interpretaciones y no volvería a ser interpretada hasta 1938.79 El 10 de
julio Geneviève dio a luz a Jacques, el
único hijo de la pareja.80
La Opéra, pasto de las llamas, el 29 de octubre de
1873.
La próxima tarea importante de Bizet vino de Carvalho,
quien llevaba ahora la gestión del teatro del Vaudeville de París, que quería
música incidental para la obra teatral de Alphonse Daudet L'Arlésienne. Cuando
la obra se estrenó el 1 de octubre, la música fue rechazada por los críticos
como demasiado compleja para el gusto popular. Sin embargo, alentado por Reyer
y Jules Massenet, Bizet creó una suite en cuatro movimientos a partir de la
música,81 que se interpretó bajo la dirección de Pasdeloup el 10 de noviembre recibiendo una
entusiasta acogida.8nota 7 En el invierno de 1872-73, Bizet supervisó los preparativos para un renacimiento de la ópera, todavía
ausente, Romeo y Julieta de Gounod en la Opéra-Comique. Las relaciones entre los dos habían sido
frías desde hacía algunos años, pero Bizet respondió positivamente a la
petición de su antiguo mentor en busca de ayuda, escribiendo: «Fuiste el
comienzo de mi vida como un artista. Surgí de ti».83
En junio de 1872, Bizet informó a Galabert: «Acabo de
recibir órdenes de componer tres actos para la Opéra-Comique. [Henri] Meilhac y
[Ludovic] Halévy están haciendo el libreto de mi obra».84 El tema
elegido para este proyecto fue Carmen, novela corta de Prosper Mérimée. Bizet
comenzó la música en el verano de 1873, pero la dirección de la
Opéra-Comique estaba preocupada por la idoneidad de esta historia, subida de
tono para un teatro que por lo general siempre ofrecía entretenimiento «sano»,
y la obra fue suspendida.885 Bizet entonces comenzó a componer Don Rodrigo, una
adaptación de la historia de El Cid de Louis Gallet y Édouard Blau. Tocó una
versión para piano ante un público selecto que incluía a Gabriel Fauré, con la
esperanza de que la aprobación de Fauré pudiera influir en los directores de la
Opéra para escenificar la obra.86 Sin embargo, en la noche del 28 al 29 de octubre, la
Opéra ardió hasta
los cimientos, y la dirección, en
medio de otras preocupaciones, dejaron Don Rodrigo a un lado.87 Nunca se
terminó; Bizet adaptó posteriormente un tema del último acto como base de
su obertura de 1875, Patrie.8
Carmen
Célestine Galli-Marié en el papel de Carmen.
Adolphe de Leuven, el codirector de la Opéra-Comique
que más amargamente se opuso al proyecto de Carmen, renunció a su cargo a
principios de 1874, eliminándose así la barrera principal a que la obra fuera
producida.8 Bizet terminó la
partitura durante el verano, y se mostró satisfecho con el resultado: «He
escrito una obra que es toda claridad y vivacidad, llena de color y melodía».88 La célebre mezzo-soprano Célestine Galli-Marié (conocida profesionalmente como «Galli-Marié»), fue
contratada para cantar el papel principal. Según Dean, estaba tan encantada con
su parte como Bizet con su idoneidad para el canto. Había rumores de que él y
la cantante mantenían un breve romance, dado que sus relaciones con Geneviève
eran tensas en este momento, y estuvieron viviendo separados durante varios
meses.89
Cuando los ensayos comenzaron en octubre de 1874, la
orquesta tuvo dificultades con la orquestación, encontrando algunas partes
impracticables.90 El coro del mismo modo declaró que algunas partes de la música eran imposibles de cantar y estaban consternados
por tener que actuar individualmente, fumando y peleándose en el escenario más
que meramente permanecer formando una fila.91 Bizet
también tuvo que luchar contra
cualquier nuevo intento de la Opéra-Comique
de modificar partes de la actuación que eran consideradas impropias. Solo
cuando los cantantes principales amenazaron con retirarse de la producción la
dirección tuvo que ceder.9293 Al tener que dar solución a estos problemas, se retrasó el estreno hasta el 3 de marzo de 1875 en el que por
la mañana, por casualidad, se anunció el nombramiento de Bizet como caballero
de la Legión de Honor.94
Entre las principales figuras musicales en el estreno
se encontraban Massenet, Camille Saint-Saëns y Gounod. Geneviève, que sufría de
un absceso en el ojo derecho, no pudo estar presente.94 La
primera interpretación de la ópera se extendió a lo largo de cuatro horas y media, el acto final no
comenzó hasta después de la medianoche.95
Posteriormente, Massenet y Saint-Saëns felicitaron al compositor, Gounod no
tanto. Un informe acusaba a Bizet de plagio –«¡Georges me ha robado! ¡Extrae
los aires españoles de la partitura y no queda nada que sea del propio Bizet
salvo la salsa que enmascara el sabor del pescado!»—,96nota 8 y la
mayoría de comentarios de la
prensa fueron negativos, expresando con consternación que la heroína fuera
una seductora amoral, en lugar de una mujer virtuosa.95 La
interpretación de Galli-Marié fue descrita por un crítico como «la
verdadera encarnación del vicio».99 Otros se quejaron de la
falta de melodía, haciendo comparaciones
desfavorables con las tarifas tradicionales de la Opéra-Comique de Daniel Auber y François-Adrien Boieldieu. Léon Escudier en L'Art Musical califica la música de «opaca y
oscura [...] el oído se cansa de esperar una cadencia que nunca llega».100 Hubo, no
obstante, elogios por parte del poeta Théodore de Banville, quien aplaudía a Bizet por presentar un drama con hombres y mujeres
de verdad en lugar de las «marionetas» habituales de la Opéra-Comique.101 La
reacción del público fue tibia y Bizet pronto se convenció de su error: «Preveo un fracaso definitivo y sin remedio».102
La habanera de Bizet en Carmen, «El amor es un pájaro
rebelde», es una traslación con algunas variantes de la habanera de Sebastián
Iradier, llamada «El arreglito»; Bizet dijo haberla utilizado creyéndola de
autor anónimo; es decir, perteneciente al acervo folclórico popular.103
Enfermedad y fallecimiento
Iglesia de la Santa Trinidad de París, donde tuvo
lugar la misa del funeral de Bizet el 5 de junio de 1875.
Durante la mayor parte de su vida, Bizet había sufrido
de una molestia recurrente en la garganta.104 Fumador
empedernido, pudo haber socavado aún más su salud por trabajar en exceso durante la mitad de
la década de 1860, trabajando en las transcripciones de sus editores hasta 16
horas al día.105 En 1868, informó a Galabert que había estado muy enfermo con abscesos en la tráquea: «He
sufrido como un perro».106 En 1871,
y nuevamente en 1874, al completar Carmen, había estado indispuesto por ataques
severos de lo que describió como «angina de garganta», y sufrió un último
ataque a finales de marzo de 1875.107108 En ese
momento, deprimido por el fracaso evidente de Carmen, Bizet tardó en recuperarse y cayó enfermo de nuevo en mayo. Al
final del mes se fue a su casa de vacaciones en Bougival y, sintiéndose un poco
mejor, fue a nadar en el Sena. Al día siguiente, 1 de junio, fue afectado por
fiebre alta y dolores, seguido de un aparente ataque al corazón. Parecía
temporalmente que iba a recuperarse, pero en la madrugada del 3 de junio sufrió
un segundo ataque fatal.109
Lo repentino de la muerte de Bizet, y el conocimiento
de su estado mental depresivo, alimentaron los rumores de que se había
suicidado. Aunque la causa exacta de la muerte nunca fue establecida con
certeza, los médicos descartaron esas teorías y, finalmente, determinaron que
había fallecido debido a «una complicación cardíaca de un reumatismo articular
agudo».nota 9 La noticia de su muerte sorprendió al mundo de la
música parisina; debido a que Galli-Marié estaba demasiado afectada para salir
a escena, la función de esa noche de Carmen fue cancelada y reemplazada por La
dame blanche de Boieldieu.109
En el funeral, que tuvo lugar el 5 de junio en la
iglesia de la Santa Trinidad, en Montmartre, más de 4000 personas estuvieron
presentes. Adolphe Bizet encabezó a los dolientes junto con Gounod, Thomas,
Ludovic Halévy, Halévy León y Massenet. Una orquesta dirigida por Pasdeloup
interpretó Patrie, y el organista improvisó una fantasía sobre temas de Carmen.
En el entierro que continuó en el cementerio del Père-Lachaise, Gounod dio el
elogio. Dijo que Bizet había sido abatido justo cuando estaba siendo reconocido
como un verdadero artista. Hacia el final de su discurso, Gounod rompió a
llorar y no pudo dar su discurso final.111 Tras una
actuación especial de Carmen en la
Opéra-Comique esa misma noche, la prensa, que había condenado casi universalmente la pieza tres meses
antes, ahora consideraba a Bizet como un genio.100
Música
Categorías y artículos principales:
Anexo:Composiciones de Georges Bizet y Composiciones de Georges Bizet.
Primeras obras
Las primeras composiciones de Bizet, principalmente
canciones y piezas para teclado escritas a modo de ejercicios, dan los primeros
indicios de su poder emergente y sus dotes de melodista.8 Dean
considera que esto se evidencia en la obra para piano Romance sans parole,
escrita antes de 1854, de «la
conjunción de melodía, ritmo y acompañamiento» que es
característica de sus obras de madurez.112 La
primera pieza orquestal de Bizet fue una obertura escrita en 1855, a la manera
de Guillermo Tell de Rossini. Los críticos la
encontraron mediocre, pero la Sinfonía en do
mayor del mismo año fue muy elogiada por
comentaristas posteriores, los cuales compararon la obra de manera favorable
con Mozart y Franz Schubert.8 Desde el punto de vista de Dean,la sinfonía tiene «pocos
rivales y quizás ninguna obra de juventud
supere ésta».113 El crítico
musical Ernest Newman sugiere que Bizet pudo haberse dado cuenta en ese momento
de que su futuro era el campo de la música instrumental, antes de que una «voz
interior» (y la realidad del mundo musical francés) lo dirigiera hacia los
escenarios de ópera.114
Orquesta, piano y obras vocales
Después de su primera Sinfonía en do mayor, la
producción puramente orquestal de Bizet fue escasa. La Sinfonía Roma en la cual
trabajó durante más de ocho años resulta mal parada si se la compara, según
Dean, con su predecesora. Esta obra, dice Dean, tiene influencias de Gounod y
contiene pasajes que recuerdan a Carl Maria von Weber y Felix Mendelssohn. Sin
embargo, Dean sostiene que el trabajo sufre de una mala organización y un
exceso de música pretenciosa, lo que denomina un «tiro por la culata». Otra
obra de madurez para orquesta, la obertura Patrie, la rechaza de manera similar:
«una terrible advertencia sobre el peligro de confundir el arte con el
patriotismo».115 El musicólogo Hugh
Macdonald afirma que la mejor música
orquestal de Bizet se encuentra en las suites que se derivan, respectivamente,
de la obra para piano Jeux d'enfants y la música incidental para L'Arlésienne.
En ellas se demuestra una madurez de estilo que, de haber vivido más tiempo,
podría haber sido la base para grandes obras orquestales futuras.8
Las obras para piano de Bizet no han entrado en el
repertorio del concertista de piano y son por lo general muy difíciles para que
sean interpretadas por principiantes. Una excepción es el conjunto de doce
piezas que evocan el mundo de los juegos de los niños, Jeux d'enfants, escrito
a cuatro manos. En este caso, Bizet evita los pasajes virtuosos que tienden a
dominar sus obras para solista.8 Las anteriores piezas individuales anteriores llevan
la influencia de Chopin, obras posteriores, como las Variations Chromatiques y
la Chasse Fantastique, deben más a Liszt.116 La mayoría de las canciones de Bizet fueron escritas en el período de 1866 a 1868. Dean define las principales
debilidades de estos temas como una repetición carente de imaginación de la
misma música para cada verso y una tendencia a escribir para la orquesta más
que para la voz.117 Gran parte de la música vocal de mayor escala de Bizet se ha perdido; un
temprano Te Deum, que sobrevive en su totalidad, es rechazado por Dean como «un
trabajo miserable [que] sólo muestra la incapacidad de Bizet para componer
música religiosa».118
Obras dramáticas
Fotos publicitarias para el reestreno de Carmen en el
Metropolitan Opera de Nueva York, en enero de 1915, con Enrico Caruso y
Geraldine Farrar. Caruso está en el centro de la fila superior, Farrar arriba a
la izquierda y abajo a la derecha.
La temprana ópera en un acto de Bizet Le Docteur
Miracle ofrece los primeros signos claros de su compromiso con este género,
música chispeante y, según Dean, «muchos toques felices de parodia,
orquestación y caracterización cómica».113 Newman
percibe evidencias de los logros posteriores de Bizet en muchas de sus primeras
obras: «Una y otra vez nos toparemos con algún toque u otro de los que sólo un
músico con una raíz dramática de tal importancia en él podría haber
logrado».119 Hasta Carmen, sin embargo, Bizet no fue esencialmente
un innovador en el teatro musical. La mayoría de sus óperas están escritas
siguiendo la tradición operística italiana y francesa establecida por
compositores como Gaetano Donizetti, Rossini, Berlioz, Gounod y Thomas.
Macdonald sugiere que, técnicamente, superó a todos ellos, con una sensibilidad
para la voz humana únicamente comparable a la de Mozart.8
En Don Procopio, Bizet siguió los patrones y esquemas
de la ópera italiana establecidos por Donizetti en Don Pasquale, una obra a la
cual se parece en gran medida. No obstante, el idioma familiar está intercalado
por toques originales en los que emerge sin lugar a dudas la huella de Bizet.8120 En su
primera ópera de importancia, Los
pescadores de perlas, Bizet se vio obstaculizado por un libreto aburrido y una
trama laboriosa; sin embargo, la música, según Dean, alcanza en ocasiones «un
nivel más elevado que la ópera francesa contemporánea».42 Entre
sus muchos detalles originales, destaca la introducción a la cavatina «Comme autrefois dans la nuit sombre» que interpretan
dos trompas sobre un fondo de violonchelos, efecto que, en palabras del
analista Hervé Lacombe, «resuena en la memoria como una fanfarria perdida en un
bosque lejano».121 Mientras la música de Los pescadores de perlas es atmosférica y
profundamente evocativa de entorno oriental donde transcurre la ópera, en La
bella muchacha de Perth Bizet no hizo ningún intento de introducir el color o
sentimiento escocés,8 aunque la orquestación incluye toques muy imaginativos como la banda de
instrumentos de viento-madera y cuerdas durante la escena de seducción del acto
tercero.122
De las obras inacabadas de Bizet, Macdonald subraya La
coupe du roi de Thulé como ejemplo de los signos claros de su poder que
alcanzaría su cota máxima con Carmen, y sugiere que si Clarissa Harlowe y
Grisélidis hubieran sido completadas, el legado de Bizet habría sido
«infinitamente más rico».8 Como Bizet se alejaba de las aceptadas convenciones
musicales de la ópera francesa, se encontró con la hostilidad de la crítica. En el caso de
Djamileh, la acusación de «wagnerianismo» surgió de nuevo,123 mientras
la audiencia a duras penas llegaba a entender la originalidad de la partitura;
muchas encontraron la música
pretenciosa y monótona, carente de ritmo y
melodía.90 Por el
contrario, la opinión crítica actual, tal y como representa Macdonald, es que
Djamileh es «una pieza realmente
encantadora, llena de toques inventivos, donde destaca el uso del color cromático»8
Ralph P. Locke, en su estudio de los orígenes de
Carmen, llama la atención sobre la exitosa evocación de Bizet de la Andalucía
española.98 Grout, en su History of Western Music, alaba la
extraordinaria vitalidad rítmica y
melódica de la música y la
habilidad de Bizet de obtener el máximo
efecto dramático con los mínimos
medios posibles.124 Entre los primeros defensores de la ópera se encuentran Piotr Ilich Chaikovski, Johannes
Brahms, y particularmente Wagner, quien comentó al respecto: «Aquí, gracias
a Dios, al fin un cambio por parte de alguien con ideas en la cabeza».125 Otro
impulsor de la obra fue Friedrich Nietzsche, quien afirmaba sabérsela de memoria: «Es una música sin
pretensiones de profundidad, pero encantadora en su simplicidad, por lo que se
ve nada afectada y sincera».126 Por
amplio consenso, Carmen representa el desarrollo final de Bizet como un maestro
del drama musical y la culminación del género de la opéra-comique.8127
Legado
Tras la muerte de Bizet, la mayoría de sus manuscritos
se perdieron; sus obras fueron revisadas por terceros y publicadas en versiones
no autorizadas por lo que a menudo es difícil distinguir qué partes son
realmente auténticas.8 Incluso Carmen se vio alterada en un formato de grand
opera al ser reemplazados sus diálogos con
recitativos escritos por Guiraud, amén de otros arreglos a la partitura.127 El mundo
musical no reconoció inmediatamente a Bizet
como un maestro y, quitando Carmen y la suite L'Arlésienne, pocas de sus obras fueron interpretadas tras
su muerte.8 Sin embargo, durante el siglo xx tuvo lugar un
aumento del interés por su obras. Don Procopio fue reestrenada en Monte Carlo
en 1906.128 Una versión en
italiano de Los pescadores de perlas fue interpretada en el Metropolitan Opera
House de Nueva York el 13 de noviembre de 1916, con Enrico Caruso en el papel
de tenor principal,129 convirtiéndose en
una obra fundamental de la mayoría de óperas.130 Después de su primera actuación en Suiza en 1935, la Sinfonía en do mayor entró en el repertorio de conciertos y ha sido grabada por,
entre otros muchos, Sir Thomas Beecham.131132
Extractos de La coupe du roi de Thulé,
editados por Winton Dean, se retransmitieron por la BBC el 12 de julio de
1955,133 y Le docteur Miracle se reestrenó en Londres el 8 de diciembre de 1957 por el grupo
Park Lane.128 Piezas sueltas de Vasco da Gama e Iván IV han sido
grabadas, así como numerosas canciones y el integral de la música para
piano.nota 10 Carmen, que recibió una calurosa acogida en París tras cuarenta y cinco interpretaciones, se convirtió en un éxito
mundial tras interpretaciones en Viena (1875) y Londres (1878).137 Fue
aclamada como la primera ópera de
la escuela del verismo, en la se hace hincapié en los temas sórdidos y brutales, con el arte reflejando «la vida no idealizada, sino la vida como realmente era
vivida».125138
Harold Charles Schonberg conjetura que si Bizet
hubiera vivido más años, habría revolucionado la ópera francesa,126 dado que
el verismo fue encabezado principalmente por italianos, destacando Giacomo
Puccini quien, según Dean, estiró la idea «hasta desgastarla».139nota 11 Bizet no
fundó ninguna escuela en
particular, aunque Dean menciona a Emmanuel Chabrier y Maurice Ravel como
compositores directamente influidos por él. Dean también sugiere
que la fascinación de Bizet por los héroes trágicos —Frédéri en L'Arlésienne, José en
Carmen— se refleja en las últimas sinfonías de Chaikovski, en particular su
Sinfonía en si menor «Patética».139 Macdonald escribe que el
legado de Bizet está limitado por lo corto de
su vida y por proyectos descartados y la falta de enfoque que persistió hasta
sus últimos cinco años. «El espectáculo de grandes obras inconclusas, ya sea
porque Bizet tenía otras distracciones, o porque nadie le pidió que las
escribiera, o debido a su muerte prematura, es infinitamente desalentador, sin
embargo, el brillo y la individualidad de su mejor música es inconfundible. Ha
enriquecido aún más un período de la música francesa llena de compositores de
talento y distinción».8
Con respecto al círculo familiar de Bizet, su padre
Adolphe murió en 1886. Su hijo Jacques se suicidó en 1922 después de un
desengaño amoroso. Jean Reiter, el hijo mayor de Bizet, tuvo una brillante
carrera como director del periódico Le Temps, fue nombrado Oficial de la Legión
de Honor y murió en 1939 a la edad de 77 años. En 1886, Geneviève se casó con
Émile Straus, un adinerado abogado; se convirtió en una famosa anfitriona entre
la sociedad parisina y amiga cercana de, entre otros, Marcel Proust. Mostró
poco interés en el legado musical de su primer marido, no hizo ningún esfuerzo
en catalogar los manuscritos de Bizet y regaló muchos a terceros a modo de
recuerdo. Falleció en 1926, y en su testamento estableció un fondo para el
premio Georges Bizet, otorgado anualmente a un compositor de menos de cuarenta
años que «hubiera producido un trabajo notable en los últimos cinco años».
Entre los ganadores del premio cabe citar a Tony Aubin, Jean-Michel Damase,
Henri Dutilleux y Jean Martinon.141142
Notas y referencias
Notas
Lecocq
escribió: «La partitura de Bizet no era mala, pero sí pesada, y falló en casi
todos los pequeños duetos que yo sí fui capaz de lograr». Mina Curtiss sugiere
que este resentimiento refleja la decepción general de Lecocq con su carrera en
la que el éxito teatral le era esquivo.17
Aunque Bizet en
un principio se sentía halagado por el hecho de ser parte del círculo de
Offenbach y agradecía haber hecho tantos contactos en estas reuniones de los
viernes, se volvió resentido del control que éste ejercía sobre los teatros
musicales franceses y creció su desdén hacia su música. En una carta a Paul
Lacombe en 1871, Bizet se refiere a «la invasión creciente de ese infernal
Offenbach» y califica la música de Offenbach como «basura» y «esta
obscenidad».19
La denominación
«Opéra-Comique» no implica literalmente «ópera cómica» o ópera bufa. La
característica más significativa de las producciones de la Opéra-Comique era la
sustitución de los recitativos cantados por diálogos hablados, como en el
singspiel alemán.3435
Dean identifica
una de estas como Les Templiers («Los templarios»), libreto de Saint-Georges y
Léon Halévy. Otra, de título desconocido, era para un libreto de Arthur Leroy y
Thomas Sauvage.53
En esta
interpretación, en contra de los deseos de Bizet, se omitió el scherzo que
había formado parte de su tercer envío. El scherzo no se incluiría en la
sinfonía hasta 1880, cinco años después de la muerte del compositor.58
Aunque hubo
pocos casos de inanición durante el cerco, la mortalidad infantil aumentó
considerablemente debido a la escasez de leche. Las principales fuentes de
carne eran los caballos y animales domésticos: «Se ha calculado que durante
todo el sitio se comieron 65 000 caballos, 5000 gatos y 1200 perros».72
Una segunda
suite de L'Arlésienne fue preparada por Guiraud y se estrenó en 1879, cuatro
años después de la muerte de Bizet. Se conoce generalmente como L'Arlésienne
Suite n.º 2.82
Las reconocidas
melodías españolas son la «Habanera», que utiliza una melodía popular de
Sebastián Iradier, y el entreacto del cuarto acto, que se basa en un aria de
Manuel García de la ópera El criado fingido.9798
Esta opinión
fue registrada por un médico, Eugène Gelma de la Universidad de Estrasburgo,
muchos años después de la muerte de Bizet.110
Existen
numerosas grabaciones de estas obras.134135136
En su biografía
de 1958 de Puccini, Edward Greenfield califica la asociación de Puccini con el
verismo de «engañosa», afirmando que él elegía sus temas en base al principio
práctico de agradar al mayor número posible de audiencia.140
Con afecto,
Ruben
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