José
Larralde nació un 22 de octubre de 1937 en Huanguelén, Provincia de Buenos
Aires – Argentina. Escribió sus primeros versos a los siete años de edad,
iniciando así un camino vasto y fecundo que lo llevaría inexorablemente al
corazón de los Argentinos. Descendiente de vascos y árabes, don José ha sido
trabajador rural, tractorista, albañil, mecánico, soldador y, como él mismo se
define, guitarrero y cantor.
'UN PERRO MUERTO NOMÁS'
Por
Jose Arralde
Lo vi
tirao, de pasada en un costado de la huella.
Un perro muerto nomás que al final poco interesa
Seguro toreó a un auto y cayó bajo una rueda
o tal vez de puro sonso ni vio el peligro siquiera
y por ser manso y confiao encaro sin darse cuenta
que también pueden los perros ser distraídos una gueltas
y andar como los cristianos cabresteando algunas penas
Y porque yo en esa tarde iba de cabeza fresca
seguí pensando en su muerte en un costao de la huella
Y lo empecé a acomodar adentro de mis ideas,
lo hice mío o de otra gente pa´l caso sea como sea
pero se me hizo que el pobre tenia dueño y alguien era
Lo imagine seguidor de un caballo campo ajuera,
ayudando a su patrón a lidiar con las ovejas
O convertido en guardián de alguna casa campera
y me pareció escucharlo ladrando a una comadreja
O esperando a algún ratón junto a una pila de leña,
que los perros compañero más de un servicio nos prestan
Por ahí me dio por pensar siguiendo con mi sonsera
que pudo ser de un gurí que lo acompaño a la escuela
y mientras el estudiaba salió a campear una presa
y solo encontró la muerte en un costao de la huella
y ahí si, ahí la idea se me puso más triste que la otra idea
porque un perro pa´ un muchacho es por el campo aunque no crea
amigo, hermano y juguete pa´ pasar horas enteras
Se llamaría Guardián, Barbucho, Pinta, Sorpresa,
Bravo, Guacho, Capitán, el nombre que le pusieran
si ahura total esta muerto y eso tampoco interesa
Solamente hay que pensar que en algún rancho lo esperan
y no faltara quien el que diga que se jue tras de una perra,
pensando que el muy ladino ni extrañara la querencia
Ya nunca saldrá por el campo bajo el estribo del que muenta
ni seguirá a un muchachito que hoy lo entristece su ausencia
ni cuidara de las casas en un costao de la puerta
Por eso pa´ que pensar si esto nada rimedéa
y estas cosa al final se olvidan como cualquiera
Lo vi tirao de pasada en un costado de la huella
un perro muerto nomás que al final poco interesa.
Un perro muerto nomás que al final poco interesa
Seguro toreó a un auto y cayó bajo una rueda
o tal vez de puro sonso ni vio el peligro siquiera
y por ser manso y confiao encaro sin darse cuenta
que también pueden los perros ser distraídos una gueltas
y andar como los cristianos cabresteando algunas penas
Y porque yo en esa tarde iba de cabeza fresca
seguí pensando en su muerte en un costao de la huella
Y lo empecé a acomodar adentro de mis ideas,
lo hice mío o de otra gente pa´l caso sea como sea
pero se me hizo que el pobre tenia dueño y alguien era
Lo imagine seguidor de un caballo campo ajuera,
ayudando a su patrón a lidiar con las ovejas
O convertido en guardián de alguna casa campera
y me pareció escucharlo ladrando a una comadreja
O esperando a algún ratón junto a una pila de leña,
que los perros compañero más de un servicio nos prestan
Por ahí me dio por pensar siguiendo con mi sonsera
que pudo ser de un gurí que lo acompaño a la escuela
y mientras el estudiaba salió a campear una presa
y solo encontró la muerte en un costao de la huella
y ahí si, ahí la idea se me puso más triste que la otra idea
porque un perro pa´ un muchacho es por el campo aunque no crea
amigo, hermano y juguete pa´ pasar horas enteras
Se llamaría Guardián, Barbucho, Pinta, Sorpresa,
Bravo, Guacho, Capitán, el nombre que le pusieran
si ahura total esta muerto y eso tampoco interesa
Solamente hay que pensar que en algún rancho lo esperan
y no faltara quien el que diga que se jue tras de una perra,
pensando que el muy ladino ni extrañara la querencia
Ya nunca saldrá por el campo bajo el estribo del que muenta
ni seguirá a un muchachito que hoy lo entristece su ausencia
ni cuidara de las casas en un costao de la puerta
Por eso pa´ que pensar si esto nada rimedéa
y estas cosa al final se olvidan como cualquiera
Lo vi tirao de pasada en un costado de la huella
un perro muerto nomás que al final poco interesa.
Hasta acá
el cuento del autor. Sin embargo deseo
aprovechar este relato para ofrecer un corto homenaje a mi perro Max, ya
fallecido que me acompaño por 15 años.
En honor a Max mi compañero fiel y cariñoso:
1. Cuando
fuiste joven nosotros te cuidamos, mas sé que cuando creciste tu deseo y deber siempre fue el cuidarnos a nosotros.
2. Para
entender el amor por alguien basto tenerte cerca.
3. Las
alegrías y las penas van de la mano,
ahora que no estás te recuerdo corriendo en la playa y también en tus últimos
días de dolor.
4. Max,
gracias por mostrarnos lo fácil que te resulto vivir tus
15 años vida sin rencor.
5. Siempre
que regresemos a casa te veremos a través de la reja y escucharemos tus ladridos de alegría.
6. Nada que hagamos ahora que ya
no estás con nosotros, nos hará olvidarte y menos reemplazarte, más siempre
vivirás en nosotros.
7. .Envejecimos juntos como
buenos amigos, y creo por tu actitud que tu nos quisiste mucho mas a nosotros
que a ti mismo.
Te
extraño compañero, especialmente en mi soledad.
Rubén
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