Cuentos Y Narraciones: Andrew Wyeth 2

Andrew Wyeth Biografía 2

El mejor realismo norteamericano del siglo XX

Helga Testorf

Andrew Newell Wyeth nació en Chadds Ford, en Pensilvania, el 12 de julio de 1917. Fue uno de los más importantes y conocidos pintores del siglo XX, conocido en su país como el «Pintor del Pueblo», por su fama entre los habitantes de Estados Unidos.

Manifestaba haberse sentido influido por una película que vio un ciento ochenta veces: «El gran desfile» de King Vidor, film que alcanzó un enorme éxito en la década de 1920, y por la poesía de Robert Frost y la obra de Henry Thoreau.
Hijo de artista, encuadrado en el realismo, con detalles impresionistas, cultivó en la temática de su pintura el regionalismo de su país, plasmando escenas de la tierra y la gente de su Chadds Ford, en Pensilvania, donde nació, así como del lugar en el que pasaba los veranos, Cushing, Maine.
El delicado estado de salud que tuvo desde que nació, hizo que su único maestro fuera su padre, decía a este respecto: «Mi padre me mantuvo casi en una cárcel, por lo que yo guardaba mí mismo, mi propio mundo, él no dejaba que nadie se me acercara, esto me hizo permanecer en él».
Su padre, ilustrador, en la década de 1920 había logrado alcanzar una fama considerable, esto hizo que su casa fuera frecuentada con notables invitados, tales como F. Scott Fitzgerald y Mary Pickford,
Los hermanos Wyeth poseían un gran talento, Henriette, fue una conocida pintora de retratos y bodegones; Carolyn también fue pintora, Nathaniel un inventor de éxito, Ann se dedicó a la música y fue una afamada compositora.
Andrew, comenzó a dibujar cuando era muy pequeño, antes incluso de aprender a leer, en su adolescencia, su padre le dio clases en su estudio, únicas lecciones que recibió, con ellas, llegó a dominar la figura y la acuarela. Más tarde descubriría la tempera al huevo.
Por su cuenta estudió historia del arte, admirando enormemente a los grandes maestros renacentistas, y a los pintores norteamericanos, en especial a
Winslow Homer.
Expuso por primera vez de forma individual con de veinte años de edad, en la galería de Macbeth de Nueva York, fueron una serie de acuarelas.
Wyeth manifestaba en una revista en 1965: «Mi gente, mis objetos respiran de una manera diferente: no hay otro núcleo – provienen de una emoción que es definitivamente resumen de mi Dios, cuando realmente comienzan a asomarse a algo, un objeto simple, y se dan cuenta del profundo significado de esa cosa, si estos provocan una emoción no hay fin».
Su obra «Christina’s Worlds» (El mundo de Cristina), uno de los cuadros más famosos del pasado siglo, y que puede contemplarse en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, representa a su vecina, Christina Olson, tendida sobre un campo seco frente a su casa en la distancia.
Wyeth se inspiró para hacer este cuadro en su vecina, que, a causa de una enfermedad desconocida, estaba incapacitada para caminar, y pasaba mucho tiempo en la finca que rodeaba su casa. Esta casa se ha conservado y reformado de forma que coincida con lo que Wyeth plasmó en «El mundo de Christina»; está abierta al público formando parte del Museo de arte de Farnsworth.
En 1948 comenzó a otros de sus vecinos en Chadds Ford: Anna y Kuerner Karl. Al igual que los Olson, los Kuerners y su granja fueron uno de los temas más importantes de Wyeth durante casi 30 años.

Tormenta

Wyeth dijo acerca de la Granja Kuerner: «Yo no creo que sea un lugar pintoresco. Simplemente me entusiasma, puramente abstracta y puramente emocional». La granja esta al igual que la casa de Christina Olson, se puede visitar como parte del Museo Brandywine Rive.
La finca fue declarada Monumento Histórico Nacional en 2011.
De 1971 a 1985, pintó hasta 247 estudios de Helga Testorf, sin el conocimiento de su esposa, ni del marido de ella, pinturas a las que se dio una enorme difusión en 1986.
Estas pinturas fueron almacenadas en la casa cercana de Frolic Weymouth, alumno y gran amigo de Wyeth. Helga, que nunca había modelado, se convirtió pronto en una experta, pasando largos periodos posando, como se puede deducir de la larga observación necesaria para plasmar momentos tan íntimos.
Ella aparece siempre seria y en actitud pasiva, sin embargo, Wyeth logra transmitir de forma sutil, su carácter y su estado de ánimo.
Experimentó con el impresionismo, una muestra de ello es la acuarela que pintó en 1933: «Coot Hunter», inspirada en la obra de Winslow Homer.