Magda Portal
Fuente: Wikipedia
La Enciclopedia Libre
María Magdalena
Julia del Portal Moreno
(Barranco, 27 de mayo de 1900 - 11 de julio de 1989),1 más conocida como Magda Portal, fue una poeta, narradora,
activista social y miembro fundadora de la APRA (Alianza Popular Revolucionaria
Americana) al lado de Víctor Raúl Haya de la Torre quien más tarde fundaría un
partido, el partido aprista peruano (PAP) en 1930. En este partido militó
durante veinte años (1928-1948), pero renunció al no estar de acuerdo con su
aparente cambio de orientación hacia posturas según ella más conservadoras.
José Carlos Mariátegui elogió su obra poética, y la calificó como «la primera
poetisa del Perú». Fue la primera poeta mujer de la corriente vanguardista, no
solo del Perú sino de toda Latinoamérica. Destacó además por su activismo
social, particularmente a favor de los derechos civiles de las mujeres. Fue la
primera representante del feminismo militante en el Perú.
Biografía
Fue la segunda hija del matrimonio de Pedro Pablo
Portal Ortega y Rosa Amelia Moreno del Risco, que llegaron a tener cuatro hijos
en total; tres mujeres y un hombre. Nació en Barranco, balneario de Lima. Tenía
tres años de edad cuando su familia se trasladó al Callao, instalándose en un
casa cercana a Bellavista, donde su padre trabajaba en el negocio inmobiliario.
Tenía cinco años cuando su padre murió, víctima de una repentina enfermedad
pulmonar, dejando en desamparo a su familia. Su madre tuvo entonces que ganarse
la vida haciendo trabajos de costura, hasta que un día, debido a unas deudas
impagas, le embargaron la casa. Este suceso marcó la vida de Magda y, como ella
cuenta en su autobiografía, fue su primer contacto con la injusticia. Su madre
volvió a casarse y tuvo otros hijos. La vida familiar transcurrió a partir de
entonces en continuos cambios de lugares de residencia.2
Magda cursó estudios escolares y terminó la
media-comercial. Empezó a trabajar en diversos oficios: ayudante de un estudio fotográfico,
de una agencia de comisionistas, de un taller de litografía. Tenía 17 años
cuando empezó a frecuentar las aulas de la Universidad Mayor de San Marcos,
como alumna libre. Ella misma cuenta que entraba en un aula, se sentaba para
escuchar las clases y nadie se lo impedía. Hizo amistad con varios alumnos
universitarios y jóvenes intelectuales, algunos que ya apuntaban a ser notables
poetas y escritores, como César Vallejo, Alcides Spelucin y Antenor Orrego.3
Los que le conocieron en esa época la describen como
bella y casi angelical; tenía ojos azules y cabellos rojizos y rizados. Su
contextura delgada y fina contrastaba con su carácter emprendedor e impetuoso.
Sus amigos, los jóvenes políticos de entonces (como Haya de la Torre, Manuel
Seoane Corrales, los hermanos Federico y Reynaldo Bolaños) la cortejaban y le
llamaban «La muñeca».4
Tuvo una relación de pareja con Federico Bolaños, poeta y publicista huancaíno, unión de la que nació una hija, llamada Gloria (1923). Pero se separó de Federico y se convirtió en pareja de su cuñado, Reynaldo Bolaños, también poeta, más conocido por su seudónimo de Serafín Delmar. Los tres publicaron la primera revista literaria vanguardista del Perú, Flechas (1924).5
Trayectoria literaria
Ya por entonces mostraba inquietudes literarias y
escribía cuentos y poemas. Su primera composición publicada apareció en 1920,
en la revista Mundial. Era un poema titulado «En voz baja…» y que suscribió con
el seudónimo de Tula Sovaina.6 También por esa
época nacieron sus inquietudes políticas y sociales, y conoció a Víctor Raúl Haya de la Torre, cuando este, entonces líder
estudiantil, encabezó la protesta por la consagración del Estado al Corazón de
Jesús, que fue reprimida severamente por la dictadura de Augusto B. Leguía, ya
en trance de perpetuarse en el poder.
En 1923, concursó en los Juegos Florales de la Universidad
Mayor de San Marcos con el seudónimo de Lorelei, presentando una serie de tres
poemas titulados «Nocturnos», que resultó ganadora del primer premio. Pero
cuando los organizadores vieron que se trataba de una mujer, no quisieron
cambiar la costumbre medieval de que el varón ganador le dedicará su
composición a una dama y decidieron crear un premio especial para Magda, dando
el primer premio al que había quedado segundo, el poeta Alberto Guillén. Pese a
que todo eso le pareció una absurda discriminación, Magda aceptó, pero llegado
el momento de recibir el premio, viendo que se lo entregaría el mismo
presidente Augusto B. Leguía, abandonó la ceremonia. El poeta José Gálvez
Barrenechea, miembro del jurado, se encargó de leer su poema.7 Esta
composición formó parte del primer
poemario de Magda, titulado Ánima absorta, que nunca publicó y que años después
destruyó. El episodio de los Juegos Florales fue cubierto por la prensa de
entonces, y gracias a ello, Magda se hizo muy conocida, creándose la imagen de una
contestataria impetuosa.
Acompañó a Serafín Delmar en su viaje a Bolivia en
1925. De vuelta al Perú, se relacionó con el grupo que lideraba José Carlos
Mariátegui, colaborando con la revista Amauta. También promovió las
Universidades Populares González Prada.8 En
coautoría con Serafín Delmar publicó un libro de cuentos titulado El derecho de matar
(1926).9
En 1927 publicó su primer poemario, titulado Una
esperanza y el mar, que se imprimió en los talleres de la Editorial Minerva, de
propiedad de José Carlos Mariátegui. Esta obra la consagró como la primera
poeta mujer de la corriente vanguardista, no solo del Perú sino de toda
Latinoamérica.6 El mismo Mariátegui elogió su obra
poética, dedicándole un
espacio en sus 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana, calificándola como la
«primera poetisa del Perú».10
Célula de desterrados apristas en México, 1929. De
izquierda a derecha: Esteban Pavletich, Carlos Manuel Cox, Magda Portal,
Serafín Delmar, Haya de la Torre, Enríquez y Vásquez Díaz. La niña es Gloria,
la hija de Magda.
Incursión en la Política
Junto con Serafín fue implicada en un supuesto
"complot comunista", siendo desterrados ambos por el gobierno de
Leguía (1927). Pasó a Cuba y luego a México.8 Se afilió al APRA (1928), fundado por su amigo Haya de la
Torre, quien le animó a dejar la poesía y a dedicarse a la política.11 Efectuó una gira por las Antillas y Colombia, para dar a
conocer los planteamientos apristas, cuyo eje era el antiimperialismo y la
lucha antioligárquica.8
Mariátegui la invitó a adherirse a su recién fundado
Partido Socialista Peruano, pero ella, pese a que siempre consideró al Amauta
como su maestro, no aceptó, pues consideraba necesario un partido nacionalista
y antiimperialista, como el APRA. No obstante, junto con sus compañeros
apristas, concertó un encuentro con Mariátegui, para dilucidar el asunto, y
emprendió el regreso a Sudamérica. Pasó en barco por la costa peruana, pero no
pudo desembarcar, pues existía la orden de detenerla. Continuó el viaje hacia Chile
y arribó a Valparaíso. De allí pasó a Santiago, donde sufrió una prisión de
ocho días, acusada de venir a hacer propaganda subversiva. El siguiente destino
era Buenos Aires, donde había pactado su encuentro con Mariátegui, pero este no
pudo viajar a dicha ciudad al recaer en su enfermedad, acabando por fallecer en
Lima (abril de 1930).12
Tras la caída de Leguía en agosto de 1930, Magda
regresó al Perú. Se entregó de lleno a las tareas partidarias en el seno del
Partido Aprista Peruano, cuyo comité ejecutivo nacional integró como secretaria
de asuntos femeninos.8 Logró esquivar
la persecución del gobierno
sanchecerrista, lo que no ocurrió con
Serafín Delmar, que fue
capturado y sentenciado a 20 años en
prisión, acusado de participar
en un atentado contra la vida del presidente Luis Sánchez Cerro.
Durante el gobierno de Benavides fue detenida en
Chiclayo (26 de noviembre de 1934). Permaneció 500 días en la cárcel de mujeres
de Lima (situada en el local donde después funcionaría el Colegio Mercedes Cabello
de Carbonera y donde hoy está la UGEL 03). Al ser liberada, marchó hacia
Bolivia. De allí pasó a Chile, donde residió por varios años. Allí publicó su
segundo poemario: Costa sur (1945).8
En 1945, al levantarse la proscripción del partido
aprista, retornó al Perú y viajó por el país dando discursos políticos y
conferencias, atrayendo a multitudes. Continuó teniendo posiciones de alto
nivel como miembro del comité ejecutivo nacional del partido y como secretaria
de asuntos femeninos y directora del Movimiento Nacional para la Educación de
las Mujeres. En 1946 organizó la primera Convención Nacional de mujeres
apristas, de la que fue nombrada presidente.13
Su única hija, Gloria, se suicidó de un balazo en el
corazón, el 3 de enero de 1947; tenía 23 años de edad. Según la familia, no
hubo indicios sobre los motivos del suicidio, pero existe la versión de que fue
por una decepción amorosa. Su madre se oponía a su relación con un compañero
universitario, que luego se supo que era casado. Magda nunca quiso tratar
públicamente sobre esta tragedia, pese a que era evidente que la marcó
profundamente por el resto de su vida.13
Su alejamiento del APRA ocurrió de manera paulatina,
al no estar de acuerdo con la orientación política que iba tomando el partido,
que empezaba a abandonar sus postulados antiimperialistas y marxistas, y se
acercaba cada vez a la derecha. Ello tuvo su momento cumbre durante un
enfrentamiento público con Haya de la Torre durante el Segundo Congreso del
partido en 1948, cuando el líder aprista consideró que las mujeres, al no poder
votar, no podían ser militantes del partido (con los derechos que eso
implicaba), sino solo simpatizantes. Según una entrevista que le realizaron a
Portal, el diálogo se hubiera desarrollado en los siguientes términos:13
-Haya de la Torre: Hemos llegado a la conclusión de
que las mujeres, dado que en el Perú no votan, no pueden ser consideradas como
auténticos miembros del Partido Aprista. Las mujeres solo pueden ser
simpatizantes.
-Magda Portal: ¡Pido la palabra!
-Haya de la Torre: No hay nada en debate.
-Magda Portal: ¡Esto es fascismo!
Algunos militantes (en su mayoría mujeres) le
siguieron el paso y se retiraron de la organización. Después de este incidente,
Magda se apartó totalmente del partido.
Otro punto de quiebre se vislumbró a raíz de la
intentona revolucionaria aprista del 3 de octubre de 1948, en el Callao. Magda
acusó a los dirigentes apristas de traidores y cobardes por no apoyar la
insurrección del pueblo.
Alejada de la vida política, se consagró su vocación
literaria y ejerció durante doce años la representación del Fondo de Cultura
Económica, de México. En 1956, publicó su única novela: La trampa, testimonio
de su paso por el aprismo. En 1965, publicó su tercer poemario: Constancia del
ser.8
Fue secretaria de la Asociación Nacional de Escritores
y Artistas, llegando a ser su presidenta de 1980 a 1986.8 Fue
también una de las abanderadas
del movimiento feminista.11
En 1985, el APRA llegó al poder con Alan García, quien
envió emisarios a Magda para invitarla a volver al partido. Ella rechazó la
oferta, diciendo: «Yo avanzo, no retrocedo».13
La Benson Latin American Collection, una biblioteca
estadounidense, compró el archivo literario de Portal en 1986.14
Murió en un hospital del Estado y de acuerdo a su
voluntad, sus restos fueron incinerados y echados en el mar de Barranco.15
Publicaciones
Poesía
Sus primeros poemarios: Ánima absorta (1920-1924);
Vidrios de amor (1925) y El desfile de las miradas (1926) no llegaron a ser
publicados. El primero de ellos fue destruido por la misma autora en 1928; el
último fue refundido en el poemario Una esperanza i el mar (con y latina, como
un homenaje a Manuel González Prada).6
Los poemarios que publicó Magda fueron los
siguientes:6
Una esperanza y el mar (Lima, Editorial Minerva, 1927)
Costa sur (Santiago de Chile, Imprenta Nueva, 1945)
Constancia del ser (Lima, Talleres Gráf. Villanueva,
1965).
En 2010 se publicó su Obra poética completa (Lima,
Fondo de Cultura Económica), compilada por Daniel R. Reedy. A los poemarios ya
mencionados, se sumó una compilación de su poesía dispersa de 1965 a 1988, que
tituló Poesía interdicta. El mismo Reedy es autor de una biografía
pormenorizada de la poeta: Magda Portal, la pasionaria peruana (Biografía
intelectual) (2000).6
Narrativa
El derecho de matar (La Paz, Imprenta Continental,
1926), cuentos en colaboración con Serafín Delmar.
La trampa (Lima, Ediciones Raíz,1957), novela,
testimonio de su militancia en el aprismo. Se basa en el asesinato de Antonio
Miró Quesada de la Guerra y su esposa en 1935, por obra del joven militante
aprista Carlos Steer, que fue condenado a veinte años de prisión. La autora
reprocha a los dirigentes del partido por dejar en el abandono a los militantes
presos, que sufrían horrendos padecimientos, mientras que ellos pactaban con la
oligarquía. Sobre esta novela, Luis Alberto Sánchez ha dicho que «reune un conjunto
de alusiones y acusaciones que de ser expresadas en forma directa, habrían
alcanzado mayor nivel, pero que, vertidas en el discutible formato de un libelo
sin nombres propios, deja dudas sobre su veracidad y sobre su belleza».16 Fue
reeditada en 1983 y en 2018 (Lima, Cocodrilo Ediciones).
La vida que yo viví (Lima, Casa de la Literatura
Peruana, 2017), autobiografía establecida por Kristel Best Urday y autorizada
por su sobrina y albacea Rocío Revolledo.
Ensayo
El nuevo poema y su orientación hacia una estética
económica (1928)
América Latina frente al Imperialismo (1929, 1931 y
1950)
Frente al momento actual (1931)
Defensa de la revolución mexicana (1931)
Hacia la mujer nueva (1933)
Flora Tristán, la precursora (1944; corregida y
aumentada en 1983)
El partido aprista frente al momento actual. Quiénes
traicionan al pueblo (1950)
Estudio sobre su vida y obra
En el año 2000, el investigador Daniel R. Reedy dio a
conocer Magda Portal, la pasionaria peruana: biografía intelectual. Se trata de
uno de los libros más completos que se han escrito para examinar la trayectoria
de Magda Portal. La publicación puede consultarse en el siguiente enlace:
https://es.scribd.com/document/586624493/Magda-Portal-la-pasionaria-peruana-biografia-intelectual-Daniel-R-Reedy
Premios y reconocimientos
Juegos Florales de la Universidad Mayor de San Marcos,
con el seudónimo de Lorelei (1923).
En 2022 recibió un reconocimiento póstumo por parte del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) del Estado Peruano, el cual, mediante un decreto en ocasión del 8 de marzo,17 otorgó la condecoración “Orden al Mérito de la Mujer” a Magda Portal y otras 24 mujeres peruanas, siendo destacadas por su tarea en la defensa de los derechos y por promover la igualdad de género. En particular, Magda Portal fue reconocida por "su aporte al desarrollo de la literatura y la promoción de los derechos de las mujeres".18
Con afecto,
Ruben
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