Victor Raul Haya de la Torre
Fuente: Partido
Aprista Peruano
Víctor Raúl Haya de la Torre nació en Trujillo, el 22
de febrero de 1895, fue hijo de los también trujillanos Raúl Edmundo Haya y de
Cárdenas, y Zoila Victoria de la Torre y de Cárdenas, que eran además primos.
Se conmemora su nacimiento como el Día de la Fraternidad.
Haya estudió su primaria y secundaria en el Colegio de
San Carlos y San Marcelo de Trujillo. Ingresó a la Facultad de Letras de la
Universidad Nacional de Trujillo, donde se hizo buen amigo del destacado poeta
César Vallejo en el curso de literatura; ambos, junto con otros estudiantes y
bajo la conducción de Antenor Orrego y José Eulogio Garrido, integraron la
llamada «bohemia trujillana», grupo intelectual que después fue bautizado como
el Grupo Norte.
En 1915, en la Universidad nacional de Trujillo, lanza
la primera iniciativa de la Universidad Popular. La cual comienza a funcionar
en el Centro Universitario La Libertad. Posteriormente, prosiguió sus estudios
en la Universidad Mayor de San Marcos de Lima, donde siguió la carrera de
Derecho. En 1917 conoció al político y literato Manuel González Prada y se
convirtió en asiduo visitante de su casa, desarrollando inquietudes políticas
derivadas del radicalismo de dicho intelectual. En 1918 fue uno de los que
cargó su ataúd.
Primeros años
En 1918, propone en la Federación de Estudiantes del
Perú el primer proyecto de la Universidad Popular en Lima.
En enero de 1919 propone en la Federación de
Estudiantes la participación de ésta en favor de los obreros textiles que
luchaban por la jornada de las 8 horas. Designado presidente de la comisión
universitaria ante la Federación Regional Peruana sostiene la campaña por la
jornada de las ocho horas. Se entrevista con el Ministro Vinelli y con decidida
cooperación de éste se obtiene el decreto después de largos días de Huelga
General que había paralizado a todo el país. Inmediatamente después de esta
victoria convoca a los dirigentes sindicales textiles y en el local de la Federación
de Estudiantes (Palacio de la Exposición) la fundación de la Federación de
Trabajadores Textiles cuya acta inicial suscribe. Este episodio marcó el inicio
de la activa participación de Haya en la política peruana, que se prolongaría
hasta el final de sus días
En el mismo año forma parte del Comité iniciador de la
Reforma Universitaria en Lima. En octubre de ese mismo año, fue elegido
presidente de la Federación de Estudiantes del Perú. Estuvo vinculado con todos
los sectores de la sociedad. Participó en el primer Congreso Nacional de
Estudiantes, realizado en el Cusco (marzo de 1920), donde se aprobó el proyecto
de creación de las “Universidades Populares”.
El 22 de enero de 1921 se funda la primera Universidad
Popular en Vitarte, Haya de la Torre es elegido Rector. Despues se fundan las
de Trujillo, Arequipa, Salaverry, Cuzco, en 1922 tomaron cuerpo con el nombre
de “González Prada”.
Emprendió numerosas protestas contra el gobierno de
Augusto B. Leguía cuando éste, hacia 1923, empezó a maquinar su perpetuación en
el poder (dicho régimen sería después conocido como el Oncenio). Una de las más
significativas de dichas protestas fue la campaña de oposición a la proyectada
consagración oficial del país al Corazón de Jesús, promovida por el arzobispo
de Lima Emilio Lisson para legitimar al régimen dictatorial. Durante la
protesta callejera murieron un estudiante y un obrero (23 de mayo de 1923), lo
que se convirtió en símbolo de la unidad obrero-estudiantil. En el grandioso
funeral de las víctimas del 23 de mayo, el día 25, Haya de la Torre pronuncia
un discurso memorable en el Cementerio que comienza con la frase “El quinto no
matar”. La ceremonia de consagración fue finalmente suspendida por el
arzobispo.
Luego, Haya editó la revista radical
obrero-estudiantil Claridad, en colaboración con José Carlos Mariátegui, como
“órgano de la juventud libre del Perú” y de las universidades populares. En
octubre de 1923, cuando era profesor del colegio limeño Anglo-Peruano (hoy
Colegio San Andrés) fue apresado y recluido en el penal de El Frontón, donde se
declaró en huelga de hambre; a seis días de la huelga fue embarcado en el
pequeño vapor Negada y deportado a Panamá.
Destierro. Fundación del APRA
Célula
de desterrados apristas en México, 1929. De izquierda a derecha: Pavletich, Carlos Manuel Cox, Magda Portal, Serafín Delmar, Haya de la Torre, Enríquez y Vásquez Díaz.
Panamá, Haya permaneció dos semanas, para luego
dirigirse a Cuba. De allí pasó a México, invitado por José Vasconcelos,
entonces Ministro de Educación Pública, para que le colaborara como su
secretario. Arribó a la Ciudad de México el 16 de noviembre de 1923. Trabó
entonces contacto con la Revolución mexicana, apreciando los cambios
socio-económicos operados en dicho país.
Se puso en contacto con los estudiantes mexicanos para
incentivarlos a desarrollar una fraternidad estudiantil y laboral a nivel
continental. Fue precisamente en la ciudad de México donde, el 7 de mayo de
1924, fundó la Alianza Popular Revolucionaria Americana. Como se deduce de su
nombre, la opción política inicial de Haya de la Torre buscaba consolidarse en
un proyecto para toda la llamada Indoamérica.
En una sencilla ceremonia, entregó a los estudiantes
de México la bandera de Indoamérica, ocasión en la que dijo: «Esta bandera que
yo os entrego, flameará primero sobre las soñadoras muchedumbres de la juventud
que van abriendo el camino, y más tarde serán los pueblos los que la agiten en
el tumulto estremecido de sus luchas». Sus fundamentos doctrinarios los
presentó dos años después, en el manifiesto titulado What is the APRA? (¿Qué es
el APRA?) publicado inicialmente en inglés en la revista Labour Monthly de
Londres, en diciembre de 1926, siendo luego traducida al castellano y
reproducida en diversas publicaciones de América Latina. En dicho documento
expone los cinco puntos básicos de la doctrina aprista:
Acción contra el imperialismo yanqui;
Por la unidad política de América Latina;
Por la nacionalización de tierras e industrias;
Por la internacionalización del Canal de Panamá;
Por la solidaridad con todos los pueblos y clases
oprimidos del mundo.
En septiembre de 1924 viajó a Rusia, donde se puso en
contacto con la Revolución rusa de 1917, que sirvió de fuente de inspiración
para su ideología. Viajó también por Suiza, Italia y Francia. En 1925 se
estableció en Inglaterra, donde, entre los años 1926 y 1927, estudió Economía
en London School of Economics and Political Science y luego Antropología en la
Universidad de Oxford, en la que años después sería profesor (en 1964).
Se dedicó íntegramente a formar un gran movimiento que
pudiera representar a las masas excluidas de la «América India». La Alianza
tuvo su primera “sección” en París (fundada el 22 de enero de 1927) y luego se
crearon comités en Buenos Aires, Ciudad de México y La Paz. El Apra nació como
una fuerza eminentemente antioligárquica y antiimperialista. Estuvo
tempranamente ligado al marxismo pero discrepaba claramente del comunismo por
considerar a este un sistema político totalitario.
En 1927 publicó su primer libro, titulado Por la
emancipación de América Latina, donde expuso la doctrina aprista. En mayo de
1928 terminó de escribir su libro El anti-imperialismo y el APRA, obra que por
motivos económicos y no saldría a la luz sino en 1935.
En febrero de 1927 participó en el Primer Congreso
Antiimperialista de Bruselas en el cual planteó la diferencia entre el APRA y
el comunismo. En noviembre de ese año dejó Europa y retornó a América, pasando
por Nueva York antes de volver a México. Luego emprendió una gira por
Guatemala, El Salvador, Costa Rica y, nuevamente, Panamá, siendo impedido de
desembarcar en la Zona del Canal, antes bien, lo desterraron otra vez hacia
Europa el 16 de diciembre de 1928. Estuvo algún tiempo en Berlín donde es
nombrado secretario del Wirsschaft Institut Latain Amerika. En Berlín conoce a
Einstein, Plank, Kautsky, Stresseman, Curtins, y otras personalidades. En
Berlín se reúne con los cc. Heysen, Apaza, Fuentes, Meneses. También recorre
otras ciudades del viejo continente hasta junio de 1931. En el ínterin, cayó el
gobierno de Leguía (agosto de 1930) y en Lima fue fundado el Partido Aprista
Peruano, como “sección peruana” del APRA (21 de septiembre de 1930).
Retorno al Perú. Candidato presidencial en 1931
Luego de haber vivido en el exilio como consecuencia de su lucha en contra del Oncenio de Leguía, Haya de la Torre volvió al Perú, al haber sido postulado como candidato presidencial en las elecciones generales de 1931 por el entonces joven Partido Aprista Peruano. Llegó primero a Talara (12 de julio de 1931), fue recibido en su ciudad natal (25 de julio) y finalmente ingresó a Lima (15 de agosto), donde ante una inmensa multitud reunida en la Plaza de Acho, expuso el programa mínimo de su partido, en la que enfatizaba la intervención del Estado en la economía (23 de agosto).
La campaña aprista
introdujo medios nunca antes vistos en las elecciones en el Perú: pintas
callejeras en todas las ciudades del país; candidatos llamados por sus nombres
—»Víctor Raúl», «Luis Alberto», etcétera—; inclusión de los no votantes —JAP
(Juventud Aprista), CHAP (Chicos Apristas)—; himno propio, que sobreponía la
letra a la música de la Marsellesa francesa —la Marsellesa aprista—; una
bandera para el partido que identificara a los partidarios; partidarios
llamados «compañeros» alzando pañuelos blancos, y el famoso «seasap» («Sólo el
APRA salvará al Perú»). Haya, era llamado a la vez «Víctor Raúl», «el jefe»,
«el guía» y «el maestro».
Según el Tribunal Electoral que dirigió esta elección,
Víctor Raúl ocupó el segundo lugar por detrás de Luis Miguel Sánchez Cerro
(Unión Revolucionaria); sin embargo, Haya de la Torre y el APRA nunca
reconocieron los resultados oficiales ni al nuevo gobierno.aestro».
La Enciclopedia Británica en la nota bibliográfica
sobre Haya de la Torre, -Letra H- dice: “el consenso público reconoce que fue
vencido por métodos no lícitos”.
Mientras se realizan los escrutinios Haya de la Torre
establece la escuela de dirigentes apristas y da clases diariamente. El 8 de
diciembre, día que se consuma el fraude, pronuncia su célebre discurso llamado
“el profético” que comienza: “Este no es un día triste para el Partido”.
La revolución aprista de Trujillo
(1932)
El gobierno de Sánchez Cerro se mostró autoritario y
represivo. Haya de la Torre fue apresado en Miraflores. Las protestas populares
aumentaron por todo el país. En la ciudad de Trujillo se produjo un fallido
levantamiento armado aprista que desencadenó en enfrentamientos entre el pueblo
aprista y la fuerza armada. La insurrección fue duramente reprimida, cientos de
apristas fueron detenidos y un número indeterminado fue fusilado en las ruinas
peruanas de Chan Chan (en las afueras de Trujillo). La llamada «revolución de
Trujillo», como la conocen los apristas, fue paralela y parte de otros
movimientos revolucionarios en diversos puntos del país (como en Huaraz, Huari,
Cajabamba).
La Constitución de 1933 proscribía a todo partido
internacional. Basándose en esto e invocando que la nación se encontraba en
peligro, el gobierno declaró ilegal al Partido Aprista en 1932. Sin embargo, el
Presidente fue asesinado con varios disparos a quemarropa el 30 de abril de
1933 en el Campo de Marte de Lima. El autor del magnicidio fue un militante
aprista llamado Alejandro Mendoza Leyva, que fue victimado en el acto, aunque
no se pudo sindicar a la dirigencia aprista como autora intelectual del crimen,
por falta de pruebas.
La gran clandestinidad (1933-1945)
Víctor Raúl Haya de la Torre y Luis Heysen, un día
después de la liberación del primero. 11 de agosto de 1933.
Tras la muerte de Sánchez Cerro asumió el poder el
general Óscar R. Benavides, quien quiso ensayar una política de “paz y
concordia”. Haya fue liberado el 10 de agosto de 1933, los demás presos
apristas salieron también de las cárceles y muchos otros regresaron del
destierro. Pero esta apertura no duraría mucho. A raíz de la conspiración
aprista de El Agustino, en noviembre de 1934, el gobierno reinició la
persecución antiaprista. Se inició así, para Haya y sus partidarios, la etapa
de “la gran clandestinidad”, la cual sólo concluiría, de manera oficial, en
1945 (para arreciar nuevamente entre 1948 y 1956, bajo el Ochenio de Manuel
Odría).
En las elecciones de 1936, el entonces clandestino
APRA apoyó a Luis Antonio Eguiguren quien resultó electo; sin embargo, el
Congreso invalidó la elección aduciendo que los votos a favor de Eguiguren
provenían de militantes de un partido proscrito, argumento inaudito, aún más si
se tiene en cuenta que el voto era secreto.
El Frente Democrático Nacional
(1945-1948)
Es en 1945 cuando el APRA volvió a la legalidad al
participar en la coalición del Frente Democrático Nacional (FDN). Haya de la
Torre y el mariscal Óscar R. Benavides se pusieron de acuerdo para lanzar como
candidato a la presidencia por el FDN al jurista arequipeño José Luis
Bustamante y Rivero. El 20 de mayo de 1945, Haya reapareció en público, tras
diez años de estar en la clandestinidad, ocasión en la que pronunció su
“Discurso del Reencuentro”, ante una multitudinaria concentración de sus
partidarios en la Plaza San Martín.
Las elecciones generales se celebraron el 10 de junio
y en ellas triunfó el FDN, resultando así elegido Bustamante y Rivero como
Presidente Constitucional de la República. Gracias a su triunfo electoral, Haya
y el APRA controlaban la bancada del Frente y el Legislativo en su conjunto;
desde allí, lograron aprobar diversas medidas a favor del pueblo peruano,
además de exigir mayor celeridad para las reformas que Bustamante intentaba
detener. Hicieron vigorosa presión para lograr sus objetivos, provocando la
reacción de la derecha lo cual originó una etapa de desgobierno y anarquía que
puso en jaque al régimen. Ante esto, la bancada oficialista no aprista
inasistió al Legislativo provocando su receso. Se produjeron levantamientos en
todo el país, incluyendo el aprista realizado en el Callao. Bustamante se vio
obligado a gobernar mediante decretos leyes y a proscribir nuevamente al APRA
mientras la oligarquía tocaba la puerta de los cuarteles. Finalmente, todo esto
desembocó en el golpe de Manuel A. Odría, digitado por el poder económico.
Sobrevino entonces, una vez más, la represión anti aprista.
Asilo en la embajada de Colombia
(1949-1954)
, Haya de la Torre fue perseguido y Bustamante,
deportado. Haya se refugió en la embajada de Colombia en Lima en la que estuvo
sesenta y tres meses asilado puesto que la dictadura odriísta se negaba a
otorgar el salvoconducto para que saliera del país, situación que se constituyó
en un importante caso de referencia en el Derecho Internacional.
En 1954, Haya fue autorizado a salir del Perú gracias
a la presión internacional –era amigo de diversos personajes, como Albert
Einstein –y publicó un artículo en la revista
Life donde empezó a esbozar el «antiimperialismo democrático sin imperio».
La convivencia (1956-1962)
Recién en 1956, los tres principales candidatos
presidenciales aseguraban la vuelta a la legalidad del partido aprista; en
virtud de este ofrecimiento, Haya de la Torre apoyó inicialmente a Hernando de
Lavalle y más tarde a Manuel Prado y Ugarteche, pues fue el único que
garantizaba la vuelta a la legalidad del Partido Aprista y la libertad de sus
militantes. Gracias a este apoyo resultó triunfador. Fue cuando el país vivió
un gobierno de convivencia, que sustentó al segundo gobierno pradista. Fue,
pues, «un régimen al cual ha sostenido con probada lealtad y decisión el Partido
Aprista Peruano». Con ello, Haya esperaba superar el veto tejido sobre su
persona y su partido con la esperanza de llegar al poder por vía legal y ya en
ejercicio de este, hacer las reformas convenientes.
Candidato presidencial en 1962 y 1963
En las elecciones generales de 1962 se lanzó por
segunda vez como candidato presidencial, esta vez por la «Alianza Democrática»,
que agrupaba al Partido Aprista —el viejo partido de izquierda— con el
Movimiento Democrático Pradista —que representaba a los mayores sectores del
poder económico—. Haya obtuvo 558,237 votos frente a los 534,824 de Fernando
Belaúnde Terry (Acción Popular) y a los 48,404 del ex-presidente Manuel Odría
(Unión Nacional Odriísta). Como no obtuvo el porcentaje necesario para ser
proclamado presidente, la elección iba a ser decidida por el Congreso a
instalarse el 28 de julio, tal y como lo establecía la Constitución de 1933.
Aparentemente, las Fuerzas Armadas del Perú temían que Haya llegara al poder y
acudieron a Palacio para informar de su contrariedad; informado de esto por el
presidente Prado, Haya habría tratado de efectuar una alianza con Fernando
Belaúnde pero llegaron a un punto muerto, con lo que sólo pudo consolidar una
con Manuel A. Odría por la que cedería los votos apristas al odrísmo. Las
Fuerzas Armadas denunciaron fraude en diez departamentos y se pronunciaron
también en contra del virtual presidente Odría (y no contra Haya, según
posición del historiador Percy Cayo Córdoba). Finalmente, el 18 de julio se
produjo el primer golpe institucional de las FF.AA., encabezado por el general
Ricardo Pérez Godoy, que derroca el gobierno de Manuel Prado y Ugarteche,
declara nulas las elecciones e instala una junta militar de gobierno. El golpe
fue respaldado por Acción Popular. Ya en las elecciones generales de 1963, ganó
Fernando Belaúnde Terry con 39% frente al 34% de Haya.
Presidente de la Asamblea Constituyente (1978-1979)
|
---|
Despues del arribo del militar Juan Velasco Alvarado, los partidos políticos
–entre ellos el APRA– son proscritos y perseguidas sus bases populares. No
obstante, en 1970, en el Día de la Fraternidad, reclamó la paternidad
intelectual de las reformas que realizaban los militares, protestando porque
estos no reconocían la deuda intelectual que le tenían: «Debemos estar
insatisfechos porque no es manera, aceleradamente y furtivamente, de llevar
esas ideas adelante y de esconderlas, sobre todo ocultando su origen y
procedencia».
Haya de la Torre encabezó la presión popular ejercida
contra el gobierno de Francisco Morales Bermúdez para que los militares
volvieran a sus cuarteles y se restituyera la democracia. Una Asamblea
Constituyente había sido anunciada el 28 de julio de 1976 pero las elecciones
recién se realizan en 1978. El Partido Aprista tuvo la primera mayoría, seguido
del Partido Popular Cristiano. Haya de la Torre fue elegido con la más alta
votación como diputado constituyente y fue designado unánimemente para ejercer
la presidencia de la Asamblea Constituyente. En un acto simbólico, su sueldo
por el ejercicio del cargo fue de solo 1 sol de oro. El mismo día de la
instalación de la asamblea, Haya de la Torre marcó su clara independencia con
respecto al régimen militar:
«Esta Asamblea encarna el Poder Constituyente y el
Poder Constituyente es la expresión suprema del pueblo como tal, y el primer
Poder del Estado. Este Poder no admite condicionamientos, limitaciones ni
parámetros; no reconoce poderes por encima de ella misma porque es fruto
indiscutido y legítimo de la soberanía popular. En un día como hoy, hace 157
años, el Perú declaró su independencia fundándose en la voluntad general de los
pueblos; el 28 de julio de 1978, fundándose en esa misma voluntad general de
los pueblos claramente expresada en las elecciones de junio, sin más
limitaciones que las que ella misma quiera darse, se proclama libre y autónoma.
(…) Es obvio que la búsqueda de armonías y coincidencias que ofrezcan al texto
constitucional un amplio consenso no significa en modo alguno el abandono de
posiciones ideológicas ni de ideas ni programas; es más, una constituyente
resulta palestra natural para la confrontación de posiciones, un planteamiento
político de diversos caminos; una constituyente no legisla no legisla para un
partido ni para un sector, sino para todo el pueblo.(…) si la defectuosa
Constitución de 1933, con un obsoleto estilo y espíritu, es la última
constitución del siglo XX; la que se dicte ahora deberá ser la primera
constitución del siglo XXI».
Haya – 28 de julio de 1978
El 12 de julio de 1979 Víctor Raúl Haya de la Torre
firmó la Constitución de 1979 poco antes de su deceso.
Deceso
Víctor Raúl Haya de la Torre murió el 2 de agosto de
1979 en la ciudad de Lima. En su lecho de muerte fue condecorado con la Orden
El Sol del Perú, en el grado de Gran Cruz. En sus funerales, estuvieron
presentes varios líderes del partido, entre ellos Luis Alberto Sánchez Sánchez,
Ramiro Prialé, Andrés Townsend, Javier Valle Riestra y Armando Villanueva, así
como una enorme multitud, que acompañó el traslado de sus restos desde Lima
hasta su ciudad natal. Fue enterrado en el Cementerio General de Miraflores de
la ciudad de Trujillo. Su ataúd reposa debajo de una gran roca con la frase
«Aquí yace la luz».
Monumento a Víctor Raúl Haya de la Torre en la Plaza
Perú, ciudad de Buenos Aires.
Haya de la Torre dejó un gran legado en la historia de
la política peruana. Sus pensamientos que llevaron a la fundación del Partido
Aprista, mantiene una inusitada vigencia, siendo el APRA es el partido vivo más
antiguo del Perú. Y sus ideas influyeron significativamente en históricos
partidos social demócratas de otras naciones latinoamericanas como Acción
Democrática de Venezuela, Liberación Nacional de Costa Rica, entre otros.
lgunas de sus frases han quedado en la cultura
popular:
«¡Ni con Washington ni con Moscú, sólo el Aprismo
salvará el Perú!»
«¡Pan con Libertad!»
«Joven, prepárate para la acción y no para el placer.»
«El que sabe poco, aprende, el que sabe mucho,
enseña.»
«Canta y haz cantar, que el canto es de hombres libres
y optimistas.»
«Fe, Unión, Disciplina y Acción.»
Cada 22 de febrero los miembros del Partido Aprista,
se reúnen, celebran y conmemoran el día del nacimiento del líder indoamericano
que es también el Día de la Fraternidad. La bandera de los Estados Unidos de
Indoamérica que él creó ha servido de inspiración para la bandera de la Unión
de Naciones Sudamericanas.
Con afecto,
Ruben
No hay comentarios:
Publicar un comentario