Biografía Eva Perón [Evita Perón]
Eva Peron |
Fuente: Biografías y Vidas
(Eva Duarte de Perón, llamada Evita Perón; Los
Toldos, Argentina, 1919 - Buenos Aires, 1952) Política argentina. Hija
ilegítima de Juan Duarte y de Juana Ibarguren, vivió pobremente en su pueblo
natal hasta que a los dieciséis años huyó a Buenos Aires. En la capital
argentina trabajó como actriz en pequeños locales y en la radio, y a partir de
1935 comenzó a gozar de cierta popularidad, si bien sus papeles carecían de
relevancia.
En tales circunstancias
conoció al coronel Juan Domingo Perón, con quien inició una
relación íntima y se casó en 1945. Este mismo año, Perón fue destituido de sus
cargos de la secretaría de Trabajo y de la vicepresidencia de la nación y
confinado en la isla de Martín García. Entonces mostró Eva su gran energía y
carisma para conectar con los sectores nacionalistas del ejército afines a su
marido y con los trabajadores, que se habían beneficiado de las medidas
sociales impulsadas por Perón desde su puesto.
La campaña de agitación
social que emprendió Evita culminó el 17 de octubre, cuando miles de
trabajadores, a los que ella llamó «descamisados», ocuparon el centro de Buenos
Aires para exigir la libertad del político, en una de las mayores
manifestaciones populares habidas en el país hasta entonces.
Una vez liberado, Perón
se presentó a las elecciones de febrero de 1946 y obtuvo un rotundo triunfo. A
pesar de la popularidad de que gozaba, ella no aceptó ningún cargo oficial y
prefirió impulsar una política social desde la presidencia de una fundación que
llevaba su nombre. Financiada con fondos públicos, la Fundación Eva Perón
repartió ayudas sociales a los más necesitados.
Evita, como habían
comenzado a llamarla las clases populares, se convirtió en el rostro humano del
régimen y en el enlace del presidente con las organizaciones obreras,
principalmente la Confederación General del Trabajo (CGT). Su particular
preocupación por la situación de la mujer la llevó a fundar en 1949 el Partido
Peronista Femenino y a promover desde él medidas orientadas a una mejor
integración de la mujer en el mercado laboral.
Gracias a su
intervención, la legislación laboral articulada durante la primera presidencia
del general Perón se tradujo en unas mejores condiciones de vida de los
trabajadores y de los sectores hasta entonces marginados de la sociedad
argentina. Tampoco permaneció ajena a la situación del pueblo español, y en
1947 viajó a España, en los peores momentos del aislamiento internacional del
régimen de Francisco Franco. Su visita estuvo
precedida por la concesión del gobierno peronista al régimen español de un
crédito millonario para la compra de trigo, maíz, carne, legumbres, etc.
En 1951, año en que
publicó su autobiografía La razón de mi vida, la CGT la postuló como
candidata a la vicepresidencia. Sin embargo, la propuesta topó con la férrea
oposición de las Fuerzas Armadas, que veían en ella una amenaza en su calidad
de portavoz de la línea más radical y reivindicativa del peronismo. Por otro
lado, la propia Eva era reacia a aceptar cargos públicos, convencida de que la
eficacia de su labor estaba en la proximidad de su relación con la gente.
Además, el conocimiento de la grave enfermedad que la aquejaba la indujo a
renunciar a la candidatura en un emotivo acto en el que se dirigió a la
multitud desde el balcón de la casa de gobierno.
Su muerte significó el
inicio de la decadencia del régimen peronista, que tres años más tarde fue
derrocado por un golpe militar. Para evitar el peregrinaje popular a su tumba,
los militares secuestraron y trasladaron el cadáver de Eva Perón a Italia y más
tarde a España. En 1975 el gobierno argentino (presidido por la que había sido
la tercera esposa del general, Isabel Martínez de Perón) llevó de nuevo a
Argentina los restos mortales de Eva Perón.
Si me preguntasen qué prefiero, mi respuesta no
tardaría en salir de mí: me gusta más mi nombre de pueblo. Cuando un pibe me
nombra «Evita» me siento madre de todos los pibes y de todos los débiles y
humildes de mi tierra. Cuando un obrero me llama «Evita» me siento con gusto
«compañera» de todos los hombres.» (Fragmento del libro «La razón de mi
vida» escrito por Eva Perón en 1951).
María Eva Duarte nació en el pueblo de Los Toldos,
provincia de Buenos Aires, el 7 de mayo de 1919. Ella, su madre Juana
Ibarguren, y sus cuatro hermanos formaban la familia irregular de Juan Duarte,
quien falleció cuando Evita tenía seis o siete años. En esa época, se
trasladaron a la ciudad de Junín, donde Eva permaneció hasta 1935.
Se sentía asfixiada por el ambiente pueblerino y
entonces, con tan sólo 15 años, decide mudarse a Buenos Aires buscando
convertirse en actriz. Sola, sin recursos ni educación, se enfrenta con un
mundo hostil y duro, cuyas reglas desconoce.
Pero
triunfa: llega a ser actriz de cierto nombre, a salir en tapas de revistas y a
encabezar un programa de radio muy escuchado.
Sin embargo, su destino era otro. En enero de 1944,
María Eva Duarte conoce al coronel Juan Domingo Perón en un festival que la
comunidad artística realizaba en beneficio de las víctimas de un terremoto que
había destruido la ciudad andina de San Juan pocos días antes. En el mes
siguiente, ya vivían juntos y dos años más tarde regularizaron la relación,
contrayendo matrimonio en una ceremonia íntima y que no trasciende al público.
En febrero de 1946, tras una campaña electoral en que la presencia de Evita fue
muy marcada, Perón es electo presidente de la Argentina.
La oposición le trasladó a ella la antipatía y el
rechazo que sentían por Perón.
El ascenso
vertiginoso de «esa mujer» de orígenes humildes, pasado dudoso y de tan sólo 27
años fue para muchos argentinos un motivo más de repudio.
En su rol de primera dama, Eva Perón desarrolló un
trabajo intenso, tanto en el aspecto político como en el social. En cuanto a la
política, trabajó intensamente para obtener el voto femenino y fue organizadora
y fundadora de la rama femenina del peronismo. Esta organización se formó
reclutando mujeres de distintas extracciones sociales por todo el país.
En el aspecto social, su trabajo se desarrolló en
la Fundación Eva Perón, mantenida por donaciones de empresarios y de los
propios trabajadores. Creó hospitales, hogares para ancianos y madres solteras,
dos policlínicos, escuelas e incluso una Ciudad Infantil. Durante el año, brindaba
asistencia a los necesitados y organizaba torneos deportivos infantiles y
juveniles.
El otro bastión, y tal vez eje principal de su
popularidad, fue constituido en torno a los sindicalistas y a su facilidad y
carisma para conectarse con las masas trabajadoras, a quienes les llamaba sus
«descamisados».
Eva Perón falleció el 26 de julio de 1952, con tan
sólo 33 años y sin dejar hijos, por ocasión de un cáncer de útero. El dolor
popular no la abandonó en un velatorio que duró más de 15 días, y no la abandonaría
jamás. En el imaginario popular, Evita se convirtió para muchos en una especie
de santa patrona.
Evita y la moda
En contradicción, o no, con su arduo trabajo social, Eva Perón se convirtió además en un indiscutible ícono de la moda durante su corta vida pública. Aunque el rodete bajo y los labios rojos hayan sido su «marca registrada», el estilo de Evita también incluía vestidos exuberantes, lujosos tapados de piel, joyas carísimas y más de 300 pares de zapatos. Fue clienta fiel de las principales casas de alta costura de Buenos Aires de la época y también del estilista francés Christian Dior, quien llegó a afirmar: «la única reina que vestí fue Eva Perón».
Evita, el musical La referencia más perdurable a Evita
en el extranjero es indudablemente el musical de mismo nombre producido por los
ingleses Andrew Lloyd Weber y Tim Rice, e inmortalizado por la canción «No
llores por mí, Argentina» (Don’t
cry for me, Argentina). El debut fue en 1978 en el West End de Londres y en 1979
en Broadway de Nueva
York, con Elaine Paige y Patti LuPone en el rol de Evita, respectivamente. En
los años siguientes, la obra sería llevada a varias otras capitales del mundo.
En 1996, el musical ganó su versión cinematográfica bajo la dirección de Alan
Parker y con Madonna como protagonista. La obra se reestrenó en 2006 en el West End y en 2012 en Broadway, esta vez con la
argentina Elena Roger en la piel de Evita.
Evita y Peron |
Con afecto,
Ruben
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