La que le gusta a la gente
El 2 de mayo de 1973, los quioscos de Lima estaban
decorados de blanco y rojo. Tres días antes, Perú había dado un paso vital a lo
que parecía una segura clasificación al mundial de Alemania: había derrotado
2-0 a Chile con doblete del ‘Cholo’ Hugo Sotil.
Como se sabe, el final de esta historia no fue feliz. Pero, en paralelo, hubo
un acontecimiento crucial para la prensa deportiva peruana: aquel 2 de mayo de
1973, en medio de aquella efervescencia, nació la revista Ovación.
El liderazgo de ‘Pocho
En ese tiempo, Alfonso ‘Pocho’ Rospigliosi ya era
destacado como el periodista deportivo más multifacético del país. Llevaba más
de dos décadas como jefe de deportes del diario La Crónica (cargo que
dejó con la expropiación de los periódicos, en 1974) y su programa Ovación,
en Radio El Sol, contaba con nueve años de vigencia. En 1973, ‘Pocho’
emprendió su aventura editorial más arriesgada: con el mismo nombre que el
programa radial (una marca ya instaurada), fundó la revista Ovación.
El formato, en su primer año, fue muy grande y la mayoría de sus páginas salían
a color. Era un lujo para la época. Luego, la realidad económica se impuso: el
formato se redujo y las fotos a color se circunscribieron a ocasiones
especiales. La calidad del papel era variable: a veces se usaba papel bond, a
veces papel periódico. Salía, generalmente, los martes.
Su frecuencia fue semanal hasta la 32° edición (diciembre de 1973). Luego,
salió a las calles cada dos semanas, aunque en ocasiones su aparición podía
retrasarse en tres.
El equipo
‘Pocho’ fue director y guía de la revista desde su
fundación hasta su final. Su equipo lo conformaron los colegas y discípulos más
cercanos que tuvo en su carrera; los que trabajaban en la radio, también lo
hacían para la revista (sobre todo cuando eran enviados a una cobertura en el
exterior). El postón del primer número tuvo a Ramiro Berríos como jefe de
redacción. Como redactores se destacaban Lucho Garro, Conrado Falco, Luis
Izusqui, 'Koko' Cárdenas, Manuel Doria, Enrique Roel, Lucho Ossio, Luis Valdez,
Carlos Enciso (quien firmaba con el seudónimo "Carlos Soza") y Mario
Grau (por citar a los de mayor vigencia al lado de ‘Pocho’). El jefe de
fotografía fue Alfonso Ego Aguirre, a veces secundado por Raúl Sagástegui. Como
redactores entraron poco después Miguel Portanova y Litman Gallo; más adelante,
entre la camada joven, podríamos mencionar a Elejalder Godos, quien fue el
único que firmó una nota en la última edición de la revista, en 1987. Cabe
aclarar que esta lista de redactores fue algo intermitente, pues algunos se
fueron y regresaron y otros, como Falco, fallecieron en aquel lapso
(1973-1987).
Ovación tuvo,
asimismo, a destacados colaboradores extranjeros. Uno fue el célebre periodista
chileno Renato Gonzales, ‘Mister Huifa’. Otro fue el recordado Emilio
Lafferanderie ‘El Veco’, incluso cuando vivía en Montevideo: ’El Veco’ escribió
su primera nota en el segundo número de la revista, sobre Juan Joya. También la
revista le dio la bienvenida cuando llegó a vivir al Perú, en 1982, y le
permitió escribir una crónica sobre el clásico del 29 de agosto del 82, con
triunfo aliancista por 0-1.
La pluma del ‘Veco’ se destacó, pues la redacción de la revista era, en
realidad, poco prolija. No por los rasgos de oralidad del propio ‘Pocho’, sino
por los graves errores de sintaxis y de gramática; no parecía contar con un
corrector de estilo. 'Micky' Rospigliosi, hijo de ‘Pocho’, comenzó a escribir
notas a los trece años: la redacción de esas notas correspondían a un
adolescente, pero no parecían tener un trabajo de edición posterior. La riqueza
de los textos no era, en resumen, el mayor valor de Ovación.
Las secciones
La revista acogió algunas secciones que ‘Pocho’
había encabezado en La Crónica: La Coctelera, aquel piqueo de
datos diversos que se hizo célebre en el diario, tuvo un lugar primordial en la
revista. Una sección muy parecida era Chismeando…: se trataba de una
página doble donde se reseñaban encuentros casuales de ‘Pocho’ con diversos
personajes del deporte (en el estadio, en las pollerías Hilton o en un
café) y se reproducía la charla. Podía tratarse de comentarios de un partido,
críticas a un dirigente, alabanzas a un futbolista o algún ‘raje’ encubierto
contra un colega indeseable.
Cabe resaltar el espíritu marketero de ‘Pocho’,
quien, al igual que en su radio, conseguía que sus secciones llevaran un
auspiciador. Así, en una página se publicaba siempre la foto del Gol
de la Fecha; esta sección, por ejemplo, era auspiciada por Consul,
cuyo logo aparecía al costado, mientras que Ceras Susy hacía lo propio
con la Foto del Recuerdo. Esta última sección incluía fotos muy
antiguas, gracias al extenso material gráfico que guardaba ‘Pocho’.
Fueron muy destacados los pósters centrales o de contratapa con los equipos del
Descentralizado, siempre a color y papel couché. Su publicación era plural,
pues incluía a todos los equipos del torneo. De esos pósters son la gran
mayoría de fotos de alineaciones que hoy circulan en la web.
En cuanto al trabajo estadístico, Ovación se destacó por tener fichas
completas de todos los partidos durante los dos primeros años (73 y 74).
Posteriormente, solo publicó una que otra de manera esporádica.
Las coberturas
La cobertura internacional de la revista fue
notable; fue mayor, incluso, a la que cualquier publicación podría emprender en
estos tiempos. A ‘Pocho’ lo favorecía trabajar en diversos medios, incluidos
televisión y radio, con lo cual multiplicaba sus coberturas. Ovación
estuvo en todos los mundiales desarrollados durante su vigencia: Alemania 74,
Argentina 78, España 82 y México 86; también, en todas las Olimpiadas (Montreal
76, Moscú 80 y Los Ángeles 84). Cubrió, casi todo, con material propio.
Asimismo, realizó una extensa cobertura de futbolistas peruanos en el exterior:
estuvo con Teófilo Cubillas en Suiza, Portugal y Estados Unidos, con Hugo Sotil
en Barcelona, con Gerónimo Barbadillo y Julio César Uribe en Italia, además de
México, Argentina, Colombia y otros países.
Las curiosidades
Una particularidad de la revista fue su enfoque,
más destacado por acopiar que por analizar: como su frecuencia era de cada dos
semanas, aglomeraba los acontecimientos. Al transcurrir dos fines de semana de
fútbol, también incluía notas de partidos con una semana de retraso, sin darles
necesariamente contexto. Uno podría observar crónicas enteras, por ejemplo, del
penúltimo y del último partido de la ‘U’, pero en notas dispersas, no
vinculadas entre ambas.
Un problema de la revista es que muchas ediciones estuvieron mal fechadas y
otras no fueron numeradas; esto representa una dificultad para la busca que
emprenden los coleccionistas.
En cuanto a las carátulas, ‘Pocho’ era plural con todos los deportes: su
primera plana no solo incluía a futbolistas y equipos, sino a también a otras
disciplinas como el básquetbol, vóley, atletismo y automovilismo. También las
aprovechaba para el autobombo, como cuando el mismo ‘Pocho’ salió en la portada
de la edición del 3 de abril de 1984, tras ganar el premio Circe.
Por edición, podían aparecer entre dos y tres columnas de opinión de ‘Pocho’, pese a que, editorialmente, nunca se destacó por ser crítico; promovía, más bien, el espectáculo del fútbol. No obstante, sí tuvo ojeriza contra algunos personajes: fue implacable en sus críticas al entrenador José Chiarella, tanto cuando dirigía a la selección (1979) como a Sporting Cristal (1984), por la mala relación que este DT tenía con los jugadores ‘consagrados’, como Cubillas, Chumpitaz, entre otros. También sostuvo una polémica con la revista Caretas antes del Perú-Colombia de 1981, defendiendo de las críticas de esta última al entrenador argentino de los ‘cafeteros’, Carlos Salvador Bilardo.
Por edición, podían aparecer entre dos y tres columnas de opinión de ‘Pocho’,
pese a que, editorialmente, nunca se destacó por ser crítico; promovía, más
bien, el espectáculo del fútbol. No obstante, sí tuvo ojeriza contra algunos
personajes: fue implacable en sus críticas al entrenador José Chiarella, tanto
cuando dirigía a la selección (1979) como a Sporting Cristal (1984), por la
mala relación que este DT tenía con los jugadores ‘consagrados’, como Cubillas,
Chumpitaz, entre otros. También sostuvo una polémica con la revista Caretas
antes del Perú-Colombia de 1981, defendiendo de las críticas de esta última al
entrenador argentino de los ‘cafeteros’, Carlos Salvador Bilardo.
Una presencia curiosa en la revista fue La Computadora de Ovación, el “boom
periodístico de 1984”. Estaba destinada a ser el archivo estadístico de la
empresa; 'Micky' Rospigliosi fue designado como “Jefe de la Computadora” (sic).
El final
¿Por qué desapareció Ovación? La razón obvia es la terrible crisis económica del país. Pero hubo otra y no tuvo que ver con la salud de ‘Pocho’ (que recién desmejoró a principios de 1988, falleciendo en octubre). A mediados del 86, ‘Pocho’ había dejado El Comercio, que había apostado por una renovación, con el nacimiento de Deporte Total. Se fue dolido y volvió a La Crónica, donde tampoco pudo consolidar un proyecto. A principios del 87, recibió la oferta del diario El Nacional para asumir su jefatura de deportes y él decidió lanzar todas las balas a aquel proyecto, como una forma de sacarse la espina; el suplemento deportivo de dicho diario pasó a llamarse La Revista de Pocho.
En ese contexto, el 29 de enero de 1987 salió a la venta la 343° edición de Ovación,
la última de la revista. El semanario no había perdido calidad, aunque su mayor
pecado fue, tal vez, no salir de las estructuras y renovarse. La última edición
tuvo a Franco Enrique Navarro, con camiseta de Independiente de Avellaneda, en
carátula.
Micky relanzó Ovación como periódico en 1994. Pero lo hizo también como
revista, aunque esta solo duró un número: se publicó el 16 de abril de 1996,
con Jorge ‘Loverita’ Ramírez en portada tras la goleada 6-0 de Alianza Lima
sobre San Agustín por el Descentralizado. La revista salió en papel couché
grueso y a todo color, y curiosamente fue numerada como la edición 577; es
probable que simplemente hayan calculado el número de semanas transcurridas
desde enero de 1987, como si la publicación jamás se hubiera interrumpido. En
aquel número, Micky apareció como director, José Luis Rospigliosi como director
gerente y el ya fallecido ‘Pocho’ como fundador. Destacó una entrevista de
Rolly Cadillo al ex presidente peruano de la CSF, Teófilo ‘Lito’ Salinas; otros
redactores listados fueron Raúl Carrasco, Carlos Cano y Álex Chacón. Como
colaboradores especiales, aparecieron mencionados el argentino Guillermo
Giacosa y Eloy Jáuregui.
Pero los catorce años de Ovación, entre 1973 y 1987, fueron únicos. El
final de la revista resultó también el quiebre de un estilo periodístico sustancioso,
acumulativo, tal vez ingenuo y desordenado, con las virtudes y defectos que
este implica; un estilo que, pese a perseguir la filosofía de “lo que le gusta
la gente”, nunca se sometió a un mercantilismo barato. Porque ‘Pocho’ supo
cuidar la identidad de Ovación, que era, finalmente, la suya.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: revista Ovación
Con afecto,
Ruben
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