martes, 21 de marzo de 2023

Edward Donnall Thomas

 

Edward Donnall Thomas

El trasplante de médula ósea, el Premio Nobel y su  muerte 










El trasplante de médula ósea es desde el punto de vista quirúrgico, el más sencillo de los trasplantes. Actualmente, en la mayoría de los casos, ni siquiera es necesario puncionar la médula de los huesos, basta con estimular con filgrastim al donador, para que al cabo de cuatro a cinco días podamos obtener, mediante aféresis, células hematopoyéticas en enormes cantidades, mismas que permiten cambiar en el receptor todo su sistema inmune y hematopoyético. Esto es un reto formidable, cambiar en un humano este sistema, es la más difícil de las tareas biológicas que los médicos de trasplante llevamos a cabo. Todos los que actualmente trabajamos en este campo tenemos que agradecer a los que nos antecedieron y pasaron las penurias humanas inherentes al quehacer médico. Por ello, lamentamos profundamente la pérdida de un médico pionero en este campo, quién tuvo el valor, la imaginación y la perseverancia para iniciar una nueva frontera en el conocimiento médico. Su impulso y liderazgo fue un factor decisivo para el desarrollo inicial en los trasplantes de células hematopoyéticas. No en vano es uno de los pocos clínicos que en los últimos años ha recibido el Premio Nobel.

 

El pasado 20 de octubre falleció el Dr. Edward Donnall Thomas, pionero del trasplante de células hematopoyéticas. Nacido en Mart, Texas el 15 de marzo de 1920, el Dr. Thomas fue hijo de Edward E. Thomas, médico rural, y de Angie Hill Donnall Thomas, profesora. El Dr. Thomas hizo el primer trasplante de células de médula ósea en 1956, antes de que se conocieran los antígenos leucocitarios HLA. El rechazo de las células trasplantadas dio lugar a estudios que mostraron que era necesaria la compatibilidad de los antígenos leucocitarios, para lograr un injerto duradero. En 1969, el Dr. Thomas hizo el primer trasplante exitoso entre donador y receptor, que no fueran gemelos idénticos. En 1988 fue nombrado presidente de la American Society of Hematology.

 

En 1990 fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina, compartiendo este honor con el Dr. Joseph E. Murray, pionero en el área del trasplante de riñón. Tanto el Dr. Thomas como el Dr. Murray habían sido compañeros de internado en el Boston's Brigham and Women's Hospital, y ambos consiguieron resolver el inconveniente que había impedido el éxito de los trasplantes de órganos entre seres humanos, es decir, las reacciones de rechazo.

 El Dr. Thomas investigó numerosos fármacos inmunosupresores y descubrió la eficacia del metotrexato en la prevención del rechazo y de la enfermedad de injerto contra huésped; se jubiló en 1989. El mismo año en que el Dr. Thomas obtuvo el Premio Nobel, Octavio Paz, escritor mexicano, también recibió esta distinción sobresaliente. Una madrugada de otoño, un reportero despertó al Dr. Thomas para darle la noticia del anuncio en Suecia y entrevistarlo. Cuando su esposa Dorothy (Dottie), lo escuchó hablando sobre trasplantes, le preguntó qué hacía dando una entrevista a esas horas. Don le respondió: "Ganamos el Premio Nobel". El uso del plural fue deliberado. Aunque el nombre de Dottie no apareció en el premio que ganaron Murray y Thomas, éste dijo que su esposa, sus colegas, colaboradores y pacientes, lo habían ayudado a obtenerlo. Humilde, explicó que no había sido un esfuerzo individual, sino colectivo. Aunque tenía algunas necesidades económicas, como cambiar su vieja pick up Datsun, donó íntegros los 350.000 dólares que recibió del Premio Nobel al Fred Hutchinson Cancer Research Center (FHCRC), donde trabajó por décadas.

 

En abril 1994, el Dr. Thomas vino al XXV Congreso Mundial de Hematología que se celebró en Cancún, México, durante el cual ofreció una de las conferencias magistrales. En esas mismas fechas fue nombrado Miembro Honorario de la academia Nacional de Medicina de México, siendo entonces su presidente el. Dr. Carlos Campillo. El Dr. Ricardo Sosa Sánchez, hematólogo mexicano recientemente fallecido, fue el primer alumno mexicano del Dr. Thomas en el FHCRC, y a su regreso a México hizo el primer trasplante de células hematopoyéticas en el país en 1980, poniendo en práctica los conocimientos que había adquirido en el FHCRC, bajo la tutela del Dr. Thomas.

 

Los trabajos del Dr. Thomas sentaron las bases para la práctica, hoy rutinaria de los trasplantes de células hematopoyéticas alogénicas, los que han permitido salvar muchas vidas de pacientes con leucemias y otras enfermedades hematológicas en las que el reemplazo del tejido hematopoyético puede ser curativo.

 

El mismo Dr. Thomas dijo: "Hubo un tiempo en el que un diagnóstico de leucemia era una sentencia de muerte. Las probabilidades de sobrevivir eran casi nulas". Estos tiempos han cambiado y buena parte de los cambios se han apoyado en los trabajos del Dr. E. D. Thomas. descanse en paz.

 

Fuente:

Revista Universitaria

Servicio de Hematología, Hospital Universitario "Dr. José Eleuterio González".

 

Monterrey, N.l, México.

Con afecto,

Ruben

 

 

 

 

           

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