Irena Sendler, el Ángel del Gueto de Varsovia
Autora: Carmen Mª Morcillo López, 1ºA (2015-2016)
Irena Sendler (1910-2008), más conocida como conocida como
“el Ángel del Gueto de Varsovia”, fue una enfermera y trabajadora social polaca
católica, que durante la Segunda Guerra Mundial ayudó y salvó a más de 2.500
niños judíos del Gueto de Varsovia. A pesar de los ideales políticos y
religiosos de la época, esta valiente mujer se jugó la vida para salvar a miles
de inocentes. Fue candidata al Premio Novel de la Paz en 2007, reconocida como
Justa entre las naciones y nombrada dama de la Orden del Águila Blanca
(distinción polaca).
Nació en Varsovia. Hija de
un médico muy entregado a la comunidad judía, cuando éste murió, fue esa misma
comunidad la que pagó los estudios de enfermería de Irena.
Tras la invasión de
Alemania a Polonia en 1939 se creó el gueto de Varsovia en 1942. La simpatía
que mostraba Irena hacia esta comunidad la llevó a unirse al Consejo para la
Ayuda de Judíos, con el objetivo de paliar la epidemia de tifus. Entonces, los
nazis se mostraron diligentes y permitieron que el cuerpo sanitario realizara
su trabajo. Con el tiempo, Irena se dio cuenta del oscuro objetivo que guardaba
la Alemania nazi para aquel lugar y decidió sacar a los más pequeños de aquel
lugar.
A pesar de ser católica,
decidió llevar un brazalete con la estrella de David, para no llamar la
atención. Pronto, comenzó a visitar a varias familias judías ofreciéndoles la
posibilidad de llevarse a sus hijos fuera del gueto por distintos métodos. No
les garantizaba el éxito, por eso muchas familias se mostraron reticentes.
Las familias que aceptaron
entregaron a sus hijos, y estos fueron sacados por medio de ambulancias en un
principio, con el pretexto de que eran enfermos graves que se dirigían al
hospital. Gracias a sus colaboradores consiguió ir sacando a los niños, aunque
con el tiempo se convirtió en una tarea más difícil. Irena intentó convencer de
nuevo a las familias a las que les había ofrecido su ayuda, aunque la mayoría
de las veces no los volvía a ver. La inmensa mayoría había sido llevada a los
campos de concentración por los trenes de la muerte.
Irena
Sendler junto a una niña en Varsovia durante los años 40
A pesar de las
dificultades, Irena no se dio por vencida. Siguió con su labor enfermera y
ocultó sus propósitos de esa manera. Comenzó a sacar a los niños del gueto
dentro de bolsas de basura, ataúdes, etc. Mientras realizaba aquella labor de
salvación, Jolanta, nombre en clave de Irena, registró a todos los niños que
lograba sacar del gueto para que no perdieran su identidad. Algunos llevaban
medallas, por ejemplo, pero nunca nada demasiado claro que los delatara.
EL 20 de octubre de 1943,
fue detenida por la Gestapo y llevada a la prisión de Pawlak, donde fue
torturada, aunque nunca reveló el paradero de los judíos que escaparon.
Finalmente, fue condenada a muerte. Sin embargo, un soldado polaco la liberó
con la excusa de un interrogatorio adicional. Tras ese acontecimiento siguió
trabajando bajo una identidad falsa y se encargó de no dejar ninguna pista,
enterrando los registros en el jardín de una vecina.
Una vez terminó la guerra,
Irena desenterró las listas con los nombres de los niños judíos y la entregó al
Comité de salvamento de los judíos supervivientes. La mayoría de aquellos que
escaparon fueron criados en orfanatos, por parejas anónimas, e incluso por
conocidos de Irena pues sus familias biológicas perecieron en los campos de
concentración.
Tras esa época tan oscura,
se casó y tuvo hijos. La labor de Irena no fue descubierta hasta años después,
donde fue reconocida su fotografía por miles de hombres y mujeres que
aseguraron haber sido salvados y cuidados por esta enfermera. Finalmente, murió
en 2008.
«La razón por la cual
rescaté a los niños tiene su origen en mi hogar, en mi infancia. Fui educada en
la creencia de que una persona necesitada debe ser ayudada de corazón, sin
mirar su religión o su nacionalidad».
Con afecto,
Ruben
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