Santiago
Ramón y Cajal
"Cajal nos enseñó cómo pensar sobre el
cerebro"
Eric R. Kandel, Premio Nobel en Fisiología o Medicina
(2000), Universidad de Columbia
Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón, 1 de mayo
de 1852 – Madrid, 17 de octubre de 1934) fue un médico español, especializado
en histología y anatomía patológica. Considerado el padre de la neurociencia,
fue el primer Premio Nobel español en Fisiología y Medicina, galardón que
obtuvo en 1906. Sus investigaciones son mundialmente reconocidas y es, sin
lugar a duda, el científico más importante que ha dado España en toda su
historia.
Un humanista dedicado a la ciencia
"Como Leonardo, Cajal nació dotado para la
ciencia y el arte"
Javier Sampedro, biólogo y periodista.
Además de científico, Ramón y Cajal fue un humanista
polifacético, que se dedicó a observar la realidad de su tiempo. Destacó por
sus valores humanos, gran voluntad, solidaridad y generosidad. Tenía interés
por actividades de todo tipo a las que se entregaba con pasión, desde tirar
piedras con honda, pasando por el ajedrez, el dibujo, la fotografía, la
gimnasia, la novela científica, el género literario autobiográfico, las
tertulias o las charlas de café, entre muchas otras.
Carrera científica y universitaria
Auto retrato universitario
Ramón y Cajal cursó sus estudios de Medicina en Zaragoza
y, tras licenciarse en 1873, fue llamado a filas. Después de unos
meses en la milicia, ingresó en el cuerpo de Sanidad Militar al quedar sexto en
las oposiciones, hecho que propició que más tarde lo destinaran a Cuba.
Dos años más tarde, en 1875, regresaría a España y
sería nombrado ayudante interino de Anatomía en la Universidad de Zaragoza. Su
carrera no hizo más que empezar ya que, en el 1877, obtendría el doctorado en
la Universidad de Madrid con la tesis “Patogenia de la Inflamación” y, a
continuación, se convertiría en director del Museo Anatómico de Zaragoza, cargo
que desempeñó hasta que obtuvo la cátedra de Anatomía General de la Universidad
de Valencia (1883).
Cajal sentó las bases para el estudio
moderno del sistema nervioso y podría decirse que es el científico del cerebro
más importante que jamás haya existido"
Eric Kandel, 2000, Premio Nobel.
Posteriormente, ejerció su magisterio en las universidades de Barcelona (1887) y Madrid
(1892).
Contribución a la ciencia
Sus investigaciones sobre los procesos de las células
nerviosas le condujeron a desarrollar una teoría revolucionaria que pasó a ser
conocida cómo la Doctrina de la neurona. Esta teoría indica que las neuronas
son células cerebrales individuales y no un tejido conectado (teoría
reticular), como se creía en ese momento. La Doctrina de la neurona de Ramón y
Cajal es considerada la base de la neurociencia moderna.
Sobre esta teoría destacan dos de sus publicaciones.
La primera fue en mayo de 1888 en la revista trimestral de "Histología
Normal y Patológica", en la que decía que los tejidos cerebrales no
estaban formados por conexiones continuas y que fue aceptada en 1889 en el
Congreso de la Sociedad Anatómica Alemana de Berlín. La segunda fue su obra
cumbre, "Textura del sistema nervioso del hombre y los vertebrados",
donde sistematizó su investigación entre 1897 y 1904.
Premio Nobel y otros reconocimientos
Por sus descubrimientos acerca de la estructura del
sistema nervioso y el papel de la neurona, le concedieron el premio Nobel en
Fisiología o Medicina en 1906, galardón que compartió con Camillo Golgi.
Además del Nobel, a lo largo de su vida recibió
numerosas muestras de reconocimiento por su obra: Gran Cruz de Isabel la
Católica (1890), Gran Cruz de Alfonso XII (1902), Premio Internacional de Moscú
(1900), medalla de oro de Helmholtz de la Academia Imperial de Ciencias de
Berlín (1905), Premio Fauvelle (1906), Doctor Honoris causa por varias
universidades (Cambridge -1894-, Wurzburgo -1896-, Clark -1899-, Sorbona
-1924-) y denominación con su nombre de centros escolares y de investigación.
Incluso después de su muerte, son numerosos los
homenajes a Cajal. Uno de los más llamativos fue el realizado en 1998 durante
la misión Neurolab de la NASA, que llevó a bordo de la nave Columbia 12
preparaciones histológicas y 9 dibujos realizados por Cajal, en homenaje y
reconocimiento a su figura como padre de la neurociencia moderna. Además,
durante el vuelo espacial, cuatro astronautas hablaron para la televisión de
diversos países sobre la repercusión de la obra de Cajal en la neurociencia.
Aportación a la infraestructura
científica española
Tras recibir en 1900 el premio Moscú, el Gobierno de
España decidió otorgarle los medios necesarios para que pudiera realizar sus
investigaciones, fundando el Laboratorio de Investigaciones Biológicas, del que
lo nombrarían director. Este laboratorio daría origen al Instituto Cajal en
1920, que luego se incorporó al CSIC el 24 de noviembre de 1939.
En 1907 fue nombrado presidente de la Junta para la
Ampliación de Estudios e Investigaciones Biológicas (JAE, 1907-1939),
perteneciente al Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. Durante
estos años dirigió el mayor proyecto científico de regeneración y modernización
llevado a cabo en España a principios del siglo XX. Alentó cambios
estructurales en el sistema educativo español, convirtiendo la JAE en el
embrión que daría pie al Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC).
Maestro, artista y humanista
"No conozco cabeza tan nuestra como la suya,
fuerte, delicada, sensitiva, brusca, pensativa"
Juan Ramón Jiménez, Premio Nobel de Literatura 1956.
Sus alumnos fueron la segunda familia de Ramón y
Cajal. Sus libros autobiográficos y las biografías de los que le conocieron
coinciden en que su labor como investigador solo puede equiparse a su labor
como maestro. Su voluntad por enseñar creó escuela y provocó que varios de sus
alumnos se convirtieran en los sucesores de su obra.
Además de sus publicaciones científicas, Santiago
Ramón y Cajal escribió varias obras donde se reflejan sus diferentes intereses.
Algunas de estas obras son: "Reglas y consejos sobre investigación
científica" (1897), "Recuerdos de mi vida, autobiografía
literaria" (1901-1904), "Cuentos de vacaciones" (1905),
"Psicología de Don Quijote y el quijotismo" (1905), "Charlas de
café" (pensamientos, anécdotas y confidencias), publicado en 1920 como
"Chácharas de café", un libro de máximas y aforismos, muy popular
como demuestran las diez ediciones que ya había alcanzado en 1978 y "El
mundo visto a los ochenta años" (subtitulado "Impresiones de un
arterioesclerótico"), la última obra literaria de Cajal, conclusa en 1934,
poco antes de su muerte.
Sus inquietudes artísticas también se reflejan en su
afición por la fotografía y el dibujo. Fue un pionero de la fotografía en
color, tal y como demuestra su obra "La fotografía de los colores.
Fundamentos científicos y reglas prácticas" (1912).
Por último, merece especial atención la doble
condición de Ramón y Cajal como científico y artista, ya que estamos ante un
caso único. Cajal, en lugar de limitarse a calcar las imágenes obtenidas a
través del microscopio óptico, las dibujaba a mano alzada, asegurándose así la
exactitud de la observación.
De hecho, uno de los obstáculos que Cajal tuvo que superar
fue convencer a sus colegas de que sus observaciones eran veraces aportando
como única prueba sus dibujos. No obstante, para Cajal este inconveniente se
transformó en un valioso pretexto para la expresión artística que desde niño
había querido desarrollar a través de la pintura.
Por otra parte, como la estructura del sistema
nervioso es muy compleja y los métodos de tinción selectivos utilizados por
Cajal —como el método de Golgi— no permitían visualizar todos los elementos que
existen en una preparación histológica, la ilustración de estas estructuras era
una tarea realmente difícil y poco eficaz.
Por esta razón, sus dibujos son tan importantes, ya
que con ellos podía mostrar las complejas texturas que conforman las diferentes
regiones del sistema nervioso. Su valor es excepcional, no solo como testimonio
de una investigación histológica de primer nivel, sino también como obra de
arte digna de ser contemplada. Y es que como decía Fernando de Castro,
"con los dibujos de Cajal, la ciencia se convierte en arte".
Una vida en muchas vidas
1852
Nace el 1 de mayo en Petilla de Aragón (Navarra), hijo
de Antonia Cajal y Justo Ramón.
Durante su infancia, debido a la profesión de su padre
(médico cirujano), reside en varias localidades de Aragón (Larrés, Luna,
Valpalmas, Ayerbe).
1864
Comienza el bachillerato en Huesca, interrumpiendo sus
estudios en 1866.
1869
Termina el bachillerato en Huesca y realiza el curso
preparatorio de Medicina.
1870
Empieza la carrera de Medicina. Traslado familiar a
Zaragoza.
1872
Es nombrado, por oposición, profesor ayudante de
anatomía de la Escuela de Medicina de Zaragoza.
1873
Licenciado en Zaragoza. Obtiene plaza como médico
militar.
1874
Asciende a capitán y es destinado a Cuba.
1875
Regreso de Cuba.
1876
Practicante en el Hospital Nuestra Señora de Gracia de
Zaragoza. Ayudante interino de Anatomía.
1877
Se doctora por la Universidad Complutense de Madrid.
1879
Es nombrado Director de Museos Anatómicos de la
Universidad de Zaragoza.
Se casa con Silveria Fañanás García el 19 de julio.
1880
Publica su primer trabajo científico. Nace su hija
mayor, Fe.
1881
Segundo trabajo científico.
1882
Nace su segundo hijo, Santiago.
1883
Obtiene la cátedra de Anatomía de la Universidad de
Valencia. En esta ciudad destaca en la lucha contra la epidemia de cólera que
azotó la ciudad en 1885.
1884
Comienza la publicación en fascículos del “Manual de
Histología”. Nace Paula Vicenta, su tercera hija.
1887
Ocupa la cátedra de histología en la Universidad de
Barcelona.
1888
Demuestra la individualidad de las células nerviosas
en la Revista Trimestral de "Histología Normal y Patológica".
1889
Se acepta su teoría sobre la individualidad de las células
nerviosas en el Congreso de la Sociedad Anatómica Alemana, celebrado en Berlín.
1890
Publica "Manual de anatomía patológica".
1891
Expone la ley de polarización dinámica de las
neuronas.
1892
Ocupa la cátedra de Histología y Anatomía Patológica de
la Universidad Complutense de Madrid.
1894
Investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de
Cambridge.
1895
Nombrado miembro correspondiente de las academias de
Würzburg y Berlín.
Elegido miembro de la Real Academia de Ciencias.
1897
Comienza la publicación, en forma de fascículos, de su
obra magna "Histología del sistema nervioso del hombre y los
vertebrados".
1900
Recibe el premio Moscú con ocasión del Congreso
Internacional de Medicina celebrado en París. Es nombrado director del recién
creado Instituto Nacional de Higiene Alfonso XII.
1901
Logra que el Gobierno cree un moderno Laboratorio de
Investigaciones Biológicas. Le conceden la Gran Cruz de la Orden de Isabel la
Católica.
1904
Publica "Histología del sistema nervioso del hombre
y los vertebrados", su obra más importante.
1906
Nombrado miembro asociado de la Academia de Medicina
de París. El día 10 de diciembre le conceden el Premio Nobel de Fisiología y
Medicina.
Una obra más viva que nunca
"Resulta sorprendente que los investigadores que
trabajamos en neurobiología moderna, y en concreto en el campo de las redes
neuronales, sigamos encontrando en los cientos de páginas escritas por Cajal,
un análisis tan preciso que todavía hoy resulte válido"
Daniel Carleton,1976, Premio Nobel
Dejando huella en el ámbito científico
Cajal fue una de esas personas geniales de la época
que establecieron las bases de la neurociencia moderna, la neurología y la
neurocirugía. Todavía hoy es el autor más citado en los trabajos de
neurociencia actuales, hecho que demuestra que su obra sigue vigente como algo
presente.
La entrada en escena de Cajal en el mundo de la
neurociencia provocó un cambio radical en el curso de la historia de esta
disciplina. Inicialmente se sintió atraído en estudiar el cerebro por un apego
emocional a su experiencia con la psicología y el potencial de la mente para la
mejora personal, pero su afán por su saber lo llevó a investigar anatómicamente
la biología que la conforma: el sistema nervioso.
Cajal describiría que el cerebro se compone de células
claramente independientes, a las que más tarde denominaría neuronas. "Las
misteriosas mariposas del alma", que las llamó románticamente, "cuyo
batir de alas puede algún día revelarnos los secretos de la mente".
Las técnicas que empleó para visualizar los elementos
que conforman el sistema nervioso no solo permitieron plantear una nueva
concepción de cómo funcionaba la mente humana, sino que han sido evolucionadas
para seguir estudiando un área donde predomina el desconocimiento.
Como él mismo decía, "las teorías pasan, pero los
hechos demostrados quedan". La casi totalidad de las descripciones de
Cajal sobre la estructura microscópica del sistema nervioso de los vertebrados
siguen siendo válidas científicamente. Sus primeros trabajos establecieron las
bases anatómicas de esta compleja estructura y describió su funcionamiento y
sus patologías.
Gracias a su doctrina de la neurona, aún vigente hoy
en día, no solo conocemos la individualidad de la célula nerviosa, sino que
sabemos qué papel juega en nuestro organismo.
Fenómenos como el quimiotropismo (cómo las neuronas
responden a estímulos químicos) o el descubrimiento de las espinas dendríticas,
se conocen gracias a su labor investigadora.
Cajal también estableció conceptos como “la
plasticidad del cerebro”, afirmando que este órgano es cambiante, ya que se
amolda a pequeños fallos que pueden ocurrir durante su desarrollo, por una
lesión o debido a una enfermedad.
Todavía nos queda mucho que averiguar sobre el sistema
nervioso, pero gracias a Ramón y Cajal podemos hacerlo en la dirección
correcta. Y es que la mayoría de sus descubrimientos siguen vigentes, al igual
que muchas de sus teorías que, debido a los avances actuales, se están pudiendo
confirmar.
El padre de la neurociencia
Gracias a Ramón y Cajal, cuyas teorías revolucionarias
marcaron un antes y un después en el estudio del sistema nervioso, esta
disciplina científica ha cobrado un papel muy relevante en nuestra sociedad.
1.Primera ilustración de Cajal (1888) del sistema nervioso. (A) Primera página del artículo. (B) Sección vertical de una circunvolución cerebolosa de una gallina. (C) Cerebelo de un ave adulta. (D) Mayor aumento de (C) que muestra la célula de Purkinje. (E) Dendrita de la célula de Purkinje.
2.Dibujo del circuito
neuronal del hipocampo de roedores. Histologie du Système Nerveux de l'Homme et
des Vertébrés, vols. 1 y 2. A. Maloine. París. 1911
Dibujo del circuito
neuronal del hipocampo de roedores. Histologie du Système Nerveux de l'Homme et
des Vertébrés, vols. 1 y 2. A. Maloine. París. 1911
Dibujo de las células del
cerebelo del polluelo, de "Estructura de los centros nerviosos de las
aves", Madrid, 1905
Dibujo de las células del
cerebelo del polluelo, de "Estructura de los centros nerviosos de las
aves", Madrid, 1905
Dibujo de una sección del
tectum óptico de un gorrión, de "Estructura de los centros nerviosos de
las aves", Madrid, 1905
Dibujo de una sección del
tectum óptico de un gorrión, de "Estructura de los centros nerviosos de
las aves", Madrid, 1905
De "Estructura de la
retina de los mamíferos" Madrid, 1900
De "Estructura de la
retina de los mamíferos" Madrid, 1900
Dibujo de células de
Purkinje (A) y células granulares (B) del cerebelo de paloma por Santiago Ramón
y Cajal, 1899. Instituto Santiago Ramón y Cajal, Madrid, España
Dibujo de células de
Purkinje (A) y células granulares (B) del cerebelo de paloma por Santiago Ramón
y Cajal, 1899. Instituto Santiago Ramón y Cajal, Madrid, España
Dibujo de células de
Cajal-Retzius, 1891
Dibujado en 1899, extraído
del libro "Estudio comparativo de las áreas sensoriales de la corteza humana"
Dibujo que muestra cómo
las mitades de las flechas se proyectan en la retina de los ojos, son
atravesadas por el quiasma óptico y asignadas correctamente a la corteza
visual.
Esquema de la teoría del
mapa visual (1898). O=quiasma óptico; C=corteza visual (y motora); M, S=Vías de
decusación; R, G: Nervios sensoriales, ganglios motores.
Celda de Purkinje de Cajal
Célula de Purkinje del
cerebelo humano. Método de Golgi. -a, axón; b, garantía recurrente; cyd,
espacios en la arborización dendrítica de células estrelladas, por Santiago
Ramón y Cajal. (ver Fig. 9 en Ref.[56])
Su teoría neuronal y la ley de la polarización
dinámica supuso un importante cambio en el modo de interpretar el cerebro
humano y, sus hipótesis sobre su funcionamiento, han sido fundamentales en el
desarrollo posterior de la inteligencia artificial y las redes neuronales
artificiales.
Entre las numerosas aplicaciones de la neurociencia,
una de las que ha mostrado mayores avances en las últimas décadas es la
neurociencia computacional. Con ella, podemos utilizar ordenadores para emular
el funcionamiento del cerebro mediante técnicas matemáticas y físicas. A través
de las redes neuronales artificiales, que son modelos diseñados para emular
redes neuronales biológicas, los ordenadores pueden resolver con eficacia
operaciones rutinarias como el reconocimiento de patrones, la clasificación de
elementos, etc.
Otras disciplinas fundamentales para el desarrollo
neurocientífico son la neurociencia del comportamiento, que estudia las bases
biológicas del comportamiento animal, y la neurociencia clínica, que se encarga
de analizar los trastornos del sistema nervioso (apoyándose en gran medida con
los estudios realizados en psiquiatría).
No deja de sorprender que Cajal,
utilizando microscopios y técnicas rudimentarias, fuera capaz de desarrollar
hipótesis tan próximas al conocimiento moderno. De hecho,
son numerosos los ejemplos que, gracias a las técnicas
actuales altamente sofisticadas, nos hacen redescubrir a Cajal una y otra vez.
"Cajal está a la altura de
Copérnico, Galileo y Newton como uno de los más grandes científicos de todos
los tiempos"
Benjamin
Ehrlich, autor del libro: The Brain in Search of Itself: Santiago Ramón y Cajal
and the Story of the Neuron.
Con
afecto.
Ruben
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