Diálogo sin barreras con Jorge Chavez
Fuente: Diario La Crónica Viva Lima Perú
El Corriere
della Sera entrevista a Jorge Chávez en el hospital después de su trágico
accidente
El viernes
23 de septiembre de 1910, producido el accidente mientras aterrizaba, después
de haber vencido a los Alpes, Jorge Chávez es rescatado de entre los restos de
su Bleriot, que yacían en el campo de Domodossola. Luigi Barzini, enviado
especial del Corriere della Sera de Milán para cubrir la Travesía del Cruce de
los Alpes.
El Corriere
della Sera entrevista a Jorge Chávez en el hospital después de su trágico
accidente
Hay
silencio en el cuarto del hospital donde se encuentra Jorge Chávez.
Luego él mirando
a sus amigos Arthur Duray y Joseph Christiaens preguntó: “¿Y los demás?”
Barzini:
“¿Los demás?… ¿Quiénes?”
Chávez:
“Los otros aviadores. Weymann…”.
Barzini:
“Weymann y Farman han salido de Briga esta mañana y se han dirigido a Milán”.
Chávez: “¡Ah!…
Yo creía… es un día tan lindo hoy…”
Barzini:
“Quédese tranquilo. Ha vencido usted, sólo usted”.
Chávez: “Ha
sido duro. No he pasado el Monscera… ¿Sabe? ¿Lo sabe usted?”
23
September 1910. Jorge Antonio Chávez Dartnell, tambien conocido como Géo Chávez, aviador Franco-peruanoFranco – salio de Ried-Brig,
Switzerland y se encamino en vuelo hacia the Simplon Pass convirtiéndose
se en el primer piloto en sobrepasar volando
sobre los Alpes Suizos
— Ron Eisele (@ron_eisele) September 22, 2023
La
entrevista se inicia de la siguinte manera:
Barzini:
“Pienso que iba usted demasiado bajo para superar el Monscera”.
Chávez:
“Nada de eso. Hubiese podido perfectamente elevarme mucho más… Pero no me he
atrevido, no me he atrevido. ¿Se acuerda usted qué vientos teníamos el lunes,
cuando tuve problemas en el valle de la Saltina? Pues, ese mismo viento
repentino y traicionero…”
Barzini:
“¿Lo agarró de costado?”
Chávez:
“No, soplaba en todas direcciones… venía por ráfagas, subía, bajaba, formaba
torbellinos…”
Barzini:
“¿En qué punto del recorrido lo ha agarrado?”
Chávez:
“Cuando he comenzado a subir, había una quietud perfecta… He llegado de lo más
bien hasta el paso del Simplón… El día era tan claro que he podido ver
perfectamente el hotel. Proseguí, pues, con plena confianza, enfilando al valle
del Krammbach… ¿Se acuerda?… Ese valle que bajamos juntos por la mañana con
Paulhan…”
Barzini:
“Perfectamente”.
Chávez: “He
bajado un poco para cubrirme del viento del este…”
Barzini:
“Lo hemos visto”.
Chávez:
“¡Ah! ¿Eran ustedes? He visto un auto que corría…”
“¡Arriba,
siempre arriba!”
Al mando
del pequeño monoplano Bleriot XI-I se eleva desde #Brig🇨🇭el piloto peruano 🇵🇪 #GeoChávez y superando el #Simplon realiza el
23 sept 1910 la hazaña del primero cruce de los alpes! @CancilleriaPeru
@PeruEnSuiza @JChavezCresta@swissinfo_es pic.twitter.com/X4dgDz8Mz7
— Markus Antonietti (@yetirhodanus) September 23, 2023
Barzini
“¿Sintió nuestros gritos?”
Chávez:
“No… Pues bien, bajé un poco. Tuve apenas unos golpecitos de viento. Temía algo
más serio después de lo que había visto en la mañana. La quietud me siguió
acompañando hasta el paso del Furgenn, aquel valle alto que se ve desde la
aldea del Simplón”.
Barzini:
“Es el comienzo del paso del Monscera”.
Chávez:
“Precisamente… Estaba decidido a pasar por ahí. Conocía perfectamente la ruta.
Había subido dos veces la punta del Pioltone y retenía en mi memoria todos los
pasos… Al llegar al Furgenn creía que lo más difícil de la travesía había sido
hecho. Pero un primer chiflón de viento me golpea mientras paso sobre el camino…
donde hace las últimas vueltas sobre el valle antes de dirigirse hacia Gondo…
¿Me sigue usted?”
Barzini:
“Veo el lugar. ¿Estaba usted muy alto en ese punto?”
Chávez:
“Más de mil metros. Lo veía como una cintita blanca enredada… Hasta ese momento
había volado con dirección al sur. Desde ahí me dirigí hacia el sureste… Pero
tan pronto como me encontré en el paso de Furgenn, entre el Seehorn a la
izquierda y el Tschaggmatorn a la derecha, me sentí repentinamente agarrado por
el viento… Eran verdaderos golpes de martillo, imprevistos, por aquí, por allá,
arriba, abajo… Un infierno. Me parecía rebotar como una pelota. Hacía saltos de
cincuenta y sesenta metros. ¡Ah! Si el barómetro hubiese podido registrar todo
eso, vería usted qué clase de zigzags marcaría. El viento me aventaba de golpe
hacia la tierra y un instante después me agarraba otra vez para arrojarme
contra el cielo… Es ahí donde he cansado el aparato. Sentía que el viento me
llevaba y me parecía que el aeroplano tuviese que escapárseme de repente. Yo
movía los equilibradores, procuraba dar vueltas, salir de esos torbellinos… Era
una lucha tremenda y porfiada…”
1/2 #Antique 1910 #Italian #RPPC shows crash site at
#Domodossola of #Peruvian #Pioneer #Aviator #GeoChavez who_ 113 years ago on
this date_ Sept 23, 1910 was officially declared #First #Pilot to cross the
#Alps in the #Milano Air Race Circuit #deltiology #AviationHistory #Italy
pic.twitter.com/Jz9pOfoaZT
— Marje
Molder (@MarjeMolder) September 23, 2023
Barzini:
“¿Se asustó usted?”
Chávez:
“No”.
Barzini:
“¿Y no le impresionó la visión de la montaña y de sus abismos?”
Chávez:
“No. No pensaba en eso… No miraba abajo… No tenía mirada más que para lo que
tenía enfrente de mí, solo pensaba que a unos cinco kilómetros de distancia
estaba el paso del Monscera, alto, abrupto y presentía que no lograría volar
por ahí… los vientos lo barrían, penetraban en él… A mi izquierda se abría el
valle de Zwischberger que comunica con el Gondo. Es un estrecho desfiladero
entre montañas cortadas a pico, encerrado entre el Seehorn y el Pioltone, más
feo y más estrecho que el Gondo. Se le ve pasando por el camino. Y me he metido
en él… No podía escoger. Tenía que decidirme en seguir… o aterrizar entre las
rocas…”
Barzini:
“¿A qué altura volaba usted?”
Chávez:
“Por encima de los dos mil metros, a dos mil cien tal vez… He dado vueltas en
torno al Seehorn y luego penetré en el desfiladero. Tres minutos después, tres
largos e interminables minutos, le aseguro, estaba a espaldas del Pioltone y
seguía el valle, un poco debajo de las cimas… El viento soplaba bastante
fuerte, lo tenía a mis espaldas. Volaba velozmente, tal vez a más de cien
kilómetros por hora. Sentía algunas sacudidas, las ráfagas de viento me
llevaban como una tabla en un mar tempestuoso, pero los saltos eran menores que
los anteriores… He recorrido en esa forma unos siete u ocho kilómetros hasta
donde el valle se ensancha. Distinguí entonces, abajo y a mi izquierda, al otro
lado del valle, la aldea de Varzo. Calculo que estaba a unos mil quinientos
metros sobre ella. Las alturas sobre la otra orilla me han parecido más fáciles
de sobrevolar y me he dirigido sobre el Varzo, disminuyendo mi altura a
quinientos metros aproximadamente, alternando el vuelo planeado con algunos
“reprises” (golpes) de motor… Y he hecho bien, porque he encontrado una zona
más tranquila. Después de Varzo, he volado siempre sobre la orilla izquierda…
He visto a lo lejos el valle de Ossola. Era el final. Llegué allí en un
suspiro… Pasé sobre Domodossola, bajando cada vez más. He distinguido el campo
de aterrizaje, mucha gente, una gran cruz blanca sobre el grass, la señal de
aterrizaje. Luego… luego, usted sabe lo demas”.
2/2 #Antique 1910 #Italian #postcard commemorating #Peruvian
#pioneer #aviator #GeoChavez who was declared #First #Pilot to cross #Alps 113
years ago when he crashed at #Domodossola _on this date Sept. 23, 1910 during
“#Milano Air Race Circuit” He died on the 27th #philately
pic.twitter.com/eAgDZWeA2p
— Marje
Molder (@MarjeMolder) September 23, 2023
Barzini:
“No. Cuénteme hasta el final”.
Chávez: “No
sé. Bajaba muy bien, bajaba regularmente, un poco en vuelo planeado y un poco
con la ayuda del motor para no ser arrastrado por el viento que soplaba… Hacía
un aterrizaje normal… Estaba casi tocando el suelo, contento… Luego no sé más.
No recuerdo lo que sucedió. Lo pienso, pero no puedo recordarlo… Me veo a unos
cuantos metros del suelo, en mi aparato… y nada más”.
Barzini: “¿No
ha visto usted cuando las alas se quebraban?”
Chávez “No,
dicen que se han doblado como las alas de un pichón… ¿Es cierto, Duray?”
Duray: “No
hablemos más de esto… Basta”.
Chávez
calla… La habitación del hospital queda en silencio.
Con afecto,
Ruben
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