Como
cada jueves
RICARDO BLUME
Artículos periodísticos
(Esta es la recopilación de algunos artículos publicados
en el diario El Comercio de Lima Perú entre
1981 y 1988)
Ama a
tu prójimo
El problema empezó cuando el correr de los
tiempos nos cambio la equis por la jota. Y así nos enseñaron en el catecismo
Ama a tu prójimo como a ti mismo. Y eso del prójimo nos enredo las cosas.
¿Quién es ese prójimo que debo amar antinaturalmente, como a mí mismo? Quién
sabe, ¿Usted lo ha visto por alguna parte?
Si alguien nos hubiera explicado (¿por que nunca
dirán en el colegio lo que significan las palabras?) que prójimo era lo mismo
que próximo, la cosa hubiera sido distinta.
Hubiéramos entendido que nos enseñaban a amar al que está próximo, vecino, cercano a
nosotros. No a ese ente abstracto y
lejano al que le poníamos el apodo de
prójimo.
Si, ya sé
que si busco en el palabrario, el me
dirá que prójimo son los demás respecto de cada uno de nosotros. Pero
los demás es mucha gente. Y tantos rostros juntos ya no son nadie, no hacen una
cara. Además, las palabras no se han inventado para quedarse momificadas como
piezas de museo en los diccionarios, sino
para usarlas al revés y al derecho y jugar con ellas. Por otra parte, si
bien nos fijamos, veremos que la palabra prójimo se usa también se usa
dedespectivavamente como equivalente de individuo: un fulano. Y si
decimos prójima, la cosa es peor, porque según ese pequeño colorado ilustrado
significa mujer de poca estimación pública o de conducta dudosa. Y no es cosa
de tener siempre próxima una prójima
así.
Enrique Solari Swayne, que aunque quiera
disimularlo es un poeta, escribió la obra teatral Colla cocha que le estrenamos
en 1956 en la AAA. En ella, el protagonista, ingeniero Claudio Echecopar (como vibraste e hiciste vibrar con
él, Luis Álvarez) dice yo soy hermano de de los que puedo tocar, de los que
puedo reventar o enaltecer.
De nadie más. Tú no haces nada por los indios de
aquí. ¿De de que les sirve a ellos que seas hermano de los pobres de de la India,
o de Turquestán?
Es decir,Solary/Echecopar/Álvarez hermano de sus
próximos, de los que están al alcance de su mano, de de aquellos a quienes puede hacer un bien o un daño.
No es cierto que no le importe los demás. Lo dice en un momento de cólera y
por fastidiar. Pero como la caridad bien
ordenada, también amor empieza por uno mismo y sigue con los próximos, los que
están más cerca.
Si cada uno de nosotros amara a su próximo, otro
gallo nos cantara en este mundo tan intercomunicado, y a punto de estallar de
tanta incomunicación.
Seguramente, los filósofos, etimologistas y
hasta gramáticos, podrán rebatir con eruditas razones todo esto que digo. Pero
a mí nadie me quita de la cabeza que cuando Jesús dijo prójimo estaba diciendo
próximo, cercano. Alguien con un rostro definido y personal, al que uno puede
reventar o enaltecer, como diría Echecopar.
Pero hay algo más sobre el tema. Nunca me ha
convencido racionalmente eso de cómo a ti mismo. No me parece natural. Digo, no
somos santos Y aunque uno siempre debe apuntar alto, es pedirle mucho a un
prójimo que ame a otro como a sí mismo.
Esta idea me rodeaba la sesera cuando leí o alguien me dijo (debió ser algún moderno
traductor de la Biblia) que la verdadera traducción no era como a ti mismo,
sino porque es como tú. Y claro, así si lo entiendo. No amo a mi próximo como a
mí mismo, que es antinatural (el egoísmo es una cohesión indispensable), lo amo
porque es como yo. No exactamente no exactamente como yo, eso sería narcisismo,
sino igual a mí en esencia.
Porque él como yo, anda desorientado, tiene
dudas, momentos buenos y malos; capaz a veces de los mayores sacrificios y a
veces es un egoísta de los mil demonios.
Porque él como yo, tiene sentimientos, dolores, desazones,
arrebatos, alegrías, tristezas, malos humores y en fin, toda esa serie de
facetas, ángulos, lados y recovecos por donde es abordable o vulnerable de una
persona.
Todo eso que sé que tengo, siento y me pasa, el
también lo tiene y lo padece.
Por eso no me es ajeno. Por eso puedo llegar a
comprenderlo, amarlo, consolarlo, compadecerlo o soportarlo el si le enseñaron
el mismo catecismo, claro debería hacer lo mismo conmigo. Habría pues,
tolerancia y esta es la palabra mágica solidaridad.
Soli_daridad . Como dos soledades que se
sueldan. Como dos solitarios que se dan.
Como un dar y dar entre dos que están o se
sienten solos.
Ama a tu próximo, porque es como tú. Si así me
hubieran enseñado el catecismo, cuanto de humanidad me hubieran enseñado.
23 de diciembre 1981
El autor.
Nota del editor:
1
El autor declara que amar al prójimo
como a si mismo le parece antinatural.
Y tiene toda la razón porque
esta actitud humanamente es difícil de cumplir sino viene de Dios para que recién los seres
humanos la pongan en obra.
2
Lee Lucas 10:29 donde le
preguntan a Jesús ¿Quién es mi prójimo?
Con afecto,
Rubén
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