Franz Liszt
El pianista técnicamente más avanzado de su época
1858
Fuente: Biografía y
Obras Wikipedia Enciclopedia libre Imágenes Google
Información personal
Nombre en húngaro Liszt
Nacimiento 22 de octubre de 1811
Raiding (Reino de Hungría (1526–1867), Imperio
austríaco Fallecimiento 31 de
julio de 1886 (74 años)
Bayreuth (Reino de Baviera, Imperio alemán)
Causa de muerte Neumonía
Sepultura Stadtfriedhof
Bayreuth
Nacionalidad Austrohúngara
y austríaca
Religión Catolicismo
Lengua materna Alemán Familia
Padres Adam
Liszt Anna Lager
Cónyuge Marie
d'Agoult
Pareja Marie
d'Agoult (1833-1842)
Hijos Cosima
Wagner Educación
Educado en Universidad
de Música y Arte Dramático de Viena Alumno de
Carl Czerny
Antonio Salieri
Anton Reicha
Ferdinando Paër Información profesional
Ocupación Compositor
de música clásica, pianista, director de orquesta, profesor de música,
virtuoso, compositor, escritor y sacerdote católico Área Música, música clásica, composición, educación musical,
interpretación de piano, dirección de orquesta y composición musical
Años activo desde
1830
Empleador Academia
de Música Ferenc Liszt
Estudiantes Eugen
d'Albert, Aleksandr Ziloti, José Vianna da Motta, Benjamin Johnson Lang,
Giovanni Sgambati, Felix von Weingartner, Martin Krause, Carl Tausig, Hans von
Bülow, Arthur Friedheim, Emil von Sauer, Moriz Rosenthal y Eloísa D’Herbil
Movimiento Romanticismo
Géneros Sinfonía,
música clásica y Hungarian folk music
Obras notables
Hamlet
Sinfonía Dante
Mazeppa
Rapsodia húngara n.º 1
Hungarian Roidy No. 2 Orden religiosa Tercera Orden de San Francisco Ver y
Distinciones
Comendador de la Orden de Cristo
Orden de la Espuela de Oro
Orden del Mérito de las Ciencias y las Artes
Caballero de tercera clase de la Orden imperial de la
Corona de Hierro (1859)
Orden bávara de Maximiliano para la Ciencia y las
Artes (1884
Biografía
Primeros años
Franz Liszt en su infancia.
Franz Liszt nació el 22 de octubre de 1811 y fue el
único hijo de Adam Liszt y Maria Anna Liszt (Langer, en su soltería). Su lugar
de nacimiento, el pueblo de Raiding (Condado de Sopron), pertenecía en su
momento al Reino de Hungría.d El idioma local de Raiding, que ahora se encuentra en
el estado austriaco de Burgenland, era el alemán. Así, tanto
en su familia como en la escuela a la que iba Liszt únicamente se hablaba dicho idioma. Solo una minoría
hablaba húngaro y en asuntos oficiales se utilizaba el latín. Más tarde, Liszt
aprendió algo de húngaro en la década de 1870, cuando la población fue obligada
a aprenderlo, pero su nivel era muy pobre. Sin embargo, hablaba con fluidez
alemán, francés e italiano y algo de inglés.
Se dice que Liszt fue al piano, gracias a su técnica y virtuosismo lo que Paganini al violín.
Su puesta en escena y calidad
interpretativa equivaldría a la de una gran estrella del Pop de hoy
Franz Liszt (1811-1886) fue un afamado compositor del
Romanticismo del XIX. Austro-húngaro de nacimiento, su formación cultural se
alimentó de las influencias alemana y francesa de su siglo.
También conocido como el pianista técnicamente más
avanzado de su época y probablemente uno de los más grandes de todos los
tiempos, Liszt (en húngaro Liszt Ferencz) recorrió y se hizo famoso por toda
Europa habiendo dejado un legado vivo en las salas de conciertos a día de hoy.
Su estilo musical, recurso a escalas de notas
interminables y técnica depurada tuvo importantes influencias sobre sus
contemporáneos y ha sido la fuente de inspiración de muchos destacables
compositores posteriores. Su impacto en la música clásica incluso originó
algunas tendencias del siglo XX.
Su repertorio musical contiene una extensa y variada
cantidad de obras para piano (rapsodias, estudios, transcripciones, etc.), y
también una extensa producción orquestal. Algunas de sus contribuciones más
notables fueron su Sonata para piano en Si menor, sus veinte Rapsodias
Húngaras, Años de Pereginaje, Consolaciones y su Sinfonía Fausto.
Infancia
El pequeño Franz, nacido en Hungría en 1811
ciertamente fue un niño prodigio. Y de casta le vino al galgo. Su padre Adam,
maestro del violonchelo y aficionado del violín, piano y órgano, fue uno de los
músicos protegidos por la familia de mecenas Esterházy baja la privilegiada
batuta del mismo Joseph Haydn.
Su hijo Franz demostró tal habilidad durante sus
primeros años de aprendizaje que su padre, Adam, renunció a su estable posición
en la casa Esterházy para educar y enseñar a su hijo el piano. Y lo hizo de
forma estricta, obligando al niño a practicar con un metrónomo, lo que le valió
aprender a manejar con soltura el tempo.
Después de observar su capacidad para leer y memorizar
una partitura con soltura, Adam se dedicó a acompañar a su infante de gira
pianística por toda Europa.
Tan considerado fue el niño prodigio que, en 1820, a
los nueve años, un grupo de magnates húngaros se ofrecieron a financiar sus
estudios. Gracias a esto, los Liszt se mudaron a Viena (Austria), donde Franz
recibió clases de dos grandísimos maestros.
Por una parte fue alumno del mejor profesor de piano
de la época, Carl Czerny (1791-1857) que fue a su vez alumno de Beethoven. Y de
la otra, de Antonio Salieri (rival de Mozart). Tras solo dos años en Viena, sus
primeras presentaciones públicas fueron hasta tal punto maravillosas que el
niño Franz llamó la atención del mismísimo Ludwig Van Beethoven.
Y pronto también, el joven Franz dedicó muchas horas
cada día a enseñar música y piano a niños más jóvenes que él. Y otras tantas a
perfeccionar su técnica al teclado.
Sobre 1823, Liszt llega a Paris con su padre donde
pasaría una temporada y donde trabó amistad con George Sand, pareja de Chopin y
con Berlioz, entre otros.
Muerte de su padre y gira europea (1835-1847)
Allá sobre 1826, Franz, con 15 años, pierde a su padre
que contrajo el tifus. Esta pérdida terminó de modelar su carácter, siempre
insatisfecho en lo musical y lo sentimental-amoroso, desplegando su virtuosismo
pianístico por las salas de concierto de varios países europeos dando cientos
de recitales durante los siguientes 16 años, sin pausa.
Su depurada, novedosa y dificilísima técnica embelesó
a los músicos y oyentes de sus giras que creían que su ejecución era imposible
por sobrehumana y que se ayudaba de algún artilugio en sus dedos para tocar sus
fulgurantes escalas cromáticas al piano.
Durante estos peregrinajes europeos dando recitales a
diestro y siniestro (Francia, Italia, Suiza, Austria, Alemania, Rep. Checa, o
Rusia), además colaboró en la difusión de piezas musicales de muchos músicos
que, de otra manera no se hubieran conocido por el público de entonces. Entre
ellos, tocó piezas de su amigo Chopin, lieder de Schubert y obras para órgano
de Bach. E hizo interesantes arreglos para piano de las Sinfonías de Berlioz o
Beethoven. O la música de su amigo Wagner.
Recital en España y Portugal
Además, el pianista dio numerosos recitales en España
y Portugal entre octubre de 1844 y abril de 1845.
Comenzó con 9 recitales por Madrid donde conoció a la
reina Isabel II (recibió de ella la Cruz Supernumeraria de Carlos III y un
alfiler de brillantes) por sus nueve actuaciones públicas. Le siguieron
Córdoba, Almería, Sevilla, Lisboa (conoce a la reina María II de Portugal),
Gibraltar, Málaga, Valencia (3 conciertos en el Teatro Principal).
Terminó su gira en Barcelona, donde dio 6 conciertos
entre la Sociedad Filarmónica y el Teatro Nuevo.
Carolyne zu Sayn-Wittgenstein
En lo sentimental, la capacidad y erudición musical
del pianista conquistó a varias damas de la alta sociedad europea a las que
rompió el corazón a lo largo de aquellos años.
Con una de ellas, la escritora polaca y princesa,
Carolyne zu Sayn-Wittgenstein, casada, llegó a mantener una relación que se
inició en 1847 y que duraría 40 años. Ella, nada más conocerle intentó a toda
costa invalidar su matrimonio sin éxito. Franz tuvo con ella hijos pero no
casamiento. Carolyne fue quien convenció al pianista para que abandonara su
azarosa vida de estrella musical y se dedicara a la composición.
Retirada a Weimar (1848-1861)
Cansado de tanto periplo, un Franz de 37 años,
abandona el circuito europeo de virtuosos en 1848 para establecerse en Weimar,
donde consigue el puesto de director musical de la corte.
Es al frente de la orquesta de Weimar donde comienza a
cultivar su afán por la dirección de orquesta y la composición para esta
formación musical. Y su fruto es la creación del "poema sinfónico",
es decir, música orquestal sin voces basada en el arte o la literatura que
trata de representar una historia a través de la música. Tras sus pasos
siguieron las composiciones de Smetana, Saint-Saëns, César Franck o Richard
Strauss (fuente).
Sin embargo, en 1858 dimitió de esta posición, y
llevado por su fe y compromiso religioso, llegó a recibir las órdenes
religiosas menores, pasando a presentarse como Abate Liszt. Aunque esta fiebre
sólo le duraría un par de años.
Durante sus 13 años en Weimar, el maduro compositor
dio a conocer las obras sinfónicas de Schumann o su amigo Berlioz, al tiempo
que introdujo a los grandes maestros de la ópera italiana como Verdi o
Donizetti.
Muerte exhausto
Tras la estancia alemana, entre 1862 y 1886, el
compositor se dedicó de nuevo a dar giras, componer. Después de 1871 vivió
entre Roma, Weimar y Budapest donde continuó como director, maestro y
compositor.
Y supo llevar su calidad músical por derroteros que la
crítica asegura que nadie, salvo Beethoven (y tal vez Bach), antes, habían
logrado. Al menos hasta la llegada de Debussy y del dodecafonismo de
Schoenberg.
Tras finalizar una última gira a los 75 años falleció
un 1 de agosto de 1886. Está enterrado en el Town Cemetery de la musical
Bayreuth (Alemania). Su pareja de más de 40 años, la noble Carolyne zu
Sayn-Wittgenstein, quedó tan devastada que fallecería unos meses después.
Obras maestras de Liszt
Como hemos visto, el repertorio musical del compositor
húngaro gira en su primera época en torno al piano y los arreglos para piano de
obras de otros compositores. Se tiene constancia de cerca de un millar de obras
para piano entre partituras originales y transcripciones para piano de música
orquestal ya publicada.
Y en su segunda y extensa época de Weimar, en torno a
la música orquestal y de más amplio formato.
Todas sus obras fueron catalogadas en el siglo XX por
el músico y compositor inglés Humphrey Searle (1915-1982) quien tuvo como
grandes influencias en su estilo al propio Liszt, junto con Schoenberg y Anton
Webern (durante una temporada su maestro).
Sin embargo, este primer trabajo fue posteriormente
retocado por Michael Short y Leslie Howard.
Por esta razón, las obras del húngaro llevan la S
(primera inicial de Searle) junto con el número que este dio a la obra en su
catálogo de obras de Liszt.
Obras para piano
Las grandes obras de Liszt para piano son:
Rapsodias húngaras: se trata de 20 piezas musicales,
algunas de las cuales muy pegadizas como la número 2 y la 6 que te aconsejo
escuchar.
Estudios trascendentales (1851): se trata de piezas,
de las cuales la número 3, La Campanella, es una obra maestra. Algunos son
particularmente difíciles. Tanto que Robert Schumann declaró que solo unos
pocos pianistas en todo el mundo podrían tocarlos.
Años de Peregrinaje: se trata de 26 piezas para piano
divididas en 3 libros dedicados a los monumentos y fenómenos naturales que
Liszt visitó en sus viajes a Suiza (Libro I) e Italia (Libros II y III). A mi
gusto, el Libro I es el más amable y fácil de escuchar. Pero no te pierdas
"Las fuentes de Villa Este" de su Libro III y la "Sonata
Dante" del Libro II.
Consolaciones.
Sonata para piano en Si menor (1853).
Y dignos de reseñar son sus tres íntimos nocturnos
para piano Liebesträume: 3 notturni ("Sueño de amor"), que son
fáciles para el oído y muy difíciles de olvidar.
Obras orquestales
En cuanto a las piezas musicales de gran formato,
destacamos:
2 Conciertos para piano y orquesta (1849).
Sinfonía Fausto (1854-1857). Una obra maestra
Sinfonía Dante.
Curiosidades
Liszt fue el primer concertista que se atrevió a dar
recitales y conciertos sin más compañía que su piano. Frente a los anteriores
compositores que solían recurrir a una orquesta para acompañarles, el pianista
dio cientos de interpretaciones solo ante su público.
Se dice que eran tales la fuerza e intensidad con la
que interpretaba que en más de una ocasión llegó a romper varias cuerdas de su
piano. Su gestualidad y expresión facial al piano impresionaban mucho a la
audiencia. Y también a los críticos musicales, hasta el punto de que la prensa
de su época llegó a hacer cierta mofa de las mismas.
Le gustará (por supuesto que sí) o no, el joven
erudito se convirtió en una estrella mediática europea en la medida en que la
información y la crítica musical se podían expandir entonces. Se puede afirmar
que su fama le precedía allá donde daba uno de sus recitales.
Cuando Liszt vio tocar al violinista romántico Niccolò
Paganini en 1832, quedó obnubilado por su virtuosismo. Fue entonces cuando se
propuso, a base de horas y horas de práctica al teclado, convertirse en el
Paganini del piano ante la crítica. Y lo consiguió.
Con afecto,
Ruben
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