Serie Mi abuelo y yo:
Aventuras a través del tiempo
La nave |
Antes de pasarte a recoger para emprender juntos una
serie de aventuras, quiero darte un poco de información para que estés bien
informado acerca del tiempo, la nave y sus instrumentos, y otros detalles
¿Qué es el tiempo? Pues es la magnitud con la que se mide la duración de
un determinado fenómeno o suceso.
En
el Sistema que usamos, el tiempo se mide en segundos, aunque en función del
suceso que se estudie se utilizan otras referencias más prácticas, como el año,
el siglo, etc. Nosotros para nuestros viajes usaremos nuestras propias medidas
del tiempo. Yo he creado otras medidas desarrollando mucho mejor la teoría de “Copa
Lanrev” y poder viajar a más de la velocidad de la luz.
Esto implica que para poder acelerar un objeto
como nuestra máquina del tiempo hasta la velocidad de la luz, se necesita una
fuerza emocional muy intensa de nuestro pensamiento, de lo contrario, nunca se
podría alcanzar esta velocidad. Ya tengo resuelto en gran parte el otro problema de que si viajamos a altas velocidades, no
tendríamos tiempo para detener nuestra nave, donde quisiéramos, puesto
que para nosotros el viaje es instantáneo.
Entonces ahora sabremos, por ejemplo,
cuando hayamos recorrido de los 4.3 años-luz que nos separan de la galaxia Abel
en la Constelación de Virgo y cómo podríamos detener la nave antes de que ésta
llegara a los confines del universo. Debes saber que no resulta primordial la
velocidad a la cual volamos, sino de tener el conocimiento de penetrar y viajar
en la fantástica e increíble “dimensión del tiempo”.
No
debes de preocuparte de estas cosas y déjamelas a mí que ya tengo experiencia
debido unos viajes que ya he hecho al pasado. Ahora será diferente porque he
diseñado una nave mucho mejor y además iré
contigo.
Cuando pase por ti podrás conocer el tablero
de la nave, usado por muchos aventureros, denominado como el tablero “Imagifant” que mide a la velocidad y hora
en la nave, y en el
lugar que se visita.
Tablero del futuro ahora |
Además podemos ver a través de su
pantalla de televisión de 4 dimensiones, el lugar donde la nave se ha posado.
La nave tiene además un registrador marca “Desim” que nos da cualquier información que se
requiere en el viaje. El sistema responde instantáneamente con solo formular la
pregunta.
La nave del tiempo
que ahora viajaremos estará estacionada
en el garaje muy cerca de tu casa, lo cual será muy conveniente para ti, para efectos de las salidas y
llegadas de nuestros viajes que tiene tu tío Hugo quien es mi hermano, y me dejara usar su garaje con la condición de que lo
llevemos con nosotros en un próximo viaje.
También he entrado
a tu computadora e instalado un programa especial para poder comunicarnos y
ponernos de acuerdo en lo relacionado a los viajes. La contraseña para entrar es “pajarraco17”. Nadie debe
de saber esto, solo tu papa, que por gustarle los desafíos será nuestro “socio”
de aventuras y no dirá nada a nadie en la casa. Más adelante lo compartiremos. Por
esta primera vez yo pasare a recogerte, pero una vez que te enseñe como se opera
la nave del tiempo, serás tú quien pase por Sídney y me recojas de mi casa. Carmen ya sabe que vendrás. Acá es donde el
programa que instale en tu computadora será de gran ayuda para las
coordinaciones.
Tú te fuiste a acostar la noche
anterior al viaje y te dormiste temprano porque estabas algo cansado, ya que
habías practicado tae kwon do
en el colegio. ¡Súbitamente te desperté; ¡! ¡Abuelo!! Exclamaste. Te levantaste
de la cama y ya estabas vestido con la ropa que te dije que usaras para el
viaje. Nos dirigimos rápido al garaje de Hugo. Abrí automáticamente la puerta,
y apareció ante tus ojos la nave del tiempo. –no puedo creer exclamaste-, te
dije:-lo que prometo lo cumplo querido Thiago. Luego nos abrazamos y entramos a
la nave, nos sentamos y nos pusimos las correas de seguridad, me cerciore que
el garaje estaba cerrado, luego las puertas de la nave se cerraron
automáticamente. Tome los controles y encendí el sistema, y en un abrir y cerrar de ojos, ya
no estábamos allí. Tus ojos lucían asombrados. El panel de la nave mostraba que
habían transcurrido solo 2 segundos y ya
habíamos entrado a la otra dimensión del tiempo; a lo que yo lo llamo el” túnel
del tiempo”, porque mientras viajas por el puedes ver como si estuvieran
alrededor del túnel, como cientos de
cámaras de TV de tres dimensiones a
colores, sintonizadas la misma vez, las ciudades iluminadas o de día pueblos,
carreteras, bosques con animales, mares
ríos, lagos, estuarios y cataratas. En los cielos se ve el gran tráfico de aviones
que vuelan en un gran cielo; estos de acuerdo a la época que se esta se ven sus múltiples diseños. Se ven grandes edificios, puertos y puentes, aparecen
también la gente de diferentes razas que pueblan este planeta. Se puede
apreciar cómo cambian de vestimenta de acuerdo a la época en que viven, pero
todo se ve en todas las cámaras, como si se apretara el botón para adelantar
las imágenes es decir muy rápido. Los parlantes emiten los sonidos como si al
dial de un radio se le girara rápidamente de un lado al otro. Pero esto se
puede regular una vez que uno se estabiliza en la ruta que se tiene programada
en la nave. No me demoro mucho hacerlo, y entonces el caos anterior con las
imágenes y el sonido, se convirtió en un placer indescriptible, de poder tener
la “historia del mundo “ante ti
cómodamente sentado en nuestra nave del tiempo. Como estaba ocupado
estabilizando los programas de vuelo, deje de mirarte en tu asiento de
copiloto. Estabas con la boca abierta asombrado, no asustado, lo que me agrado
mucho porque mostrabas tu afán aventurero. Me di cuenta que viviríamos juntos grandes aventuras. Pero este viaje seria corto
y de instrucción porque solo tenía el propósito de que conozcas donde estaba guardada la nave y aprendieras
como conducir esta nave del tiempo. Toda la instrucción teórica está bien
detallada en el programa que dispones. Una vez que estuvimos transportándonos,
te di los controles de mando, y te pregunte a que parte del pasado cercano querías visitar. Pensaste un
momento y respondiste-me gustaría conocer a mis bisabuelos Andrés y Mafalda-. Me emociono la idea de
volverlos a ver, y te dije-Thiago nunca imagine que desearas verlos-y me
respondiste-la familia es primero, luego haremos muchos más viajes. (Medí vuelta para que no veas mis
lágrimas). Mientras programaba la fecha y lugar del retorno te empecé a querer
más de lo que te quiero.
Llegamos al lugar
ubicado en Horacio Urteaga 1770 H en Jesús María, domicilio de mi abuela Sara.
Retrocedimos 50 años en el pasado. Quedamos en vernos pronto en Australia.
Despertaste contento porque no había colegio.
Tu abuelo Rubén
Con afecto,
Ruben