Masacre de Uchuraccay
Fuente: Wikipedia
Los periodistas |
La masacre de Uchuraccay fue el asesinato de ocho periodistas, su guía y un comunero1 llevada a cabo el 26 de enero de 19832 en el poblado de Uchuraccay, en Ayacucho (Perú)
En enero de 1983 un comando de sinchis entró a la comunidad de Uchuraccay e inculcaron a los campesinos que matasen a todos los que vinieran a pie porque los Sinchis siempre llegaban en helicóptero. Unos días después, el 26 de enero de 1983, los comuneros mataron a ocho periodistas y otras dos personas, sindicándolos de ser terroristas. Unos meses después, el pueblo fue erradicado por Sendero Luminoso.34
Incidentes gubernamentales y senderistas
La toma de Uchuraccay era de fundamental importancia para poder tener acceso a la ceja de selva y a los valles. Los primeros indicios de actividad senderista en Uchuraccay se ocurrieron en el año 1981, cuando un tal "Martín" llegó al pueblo buscando trabajo.
A los pocos años y en parte debido al apoyo de los jóvenes del lugar y el repliegue policial hacia las capitales de provincia que dejaron a varias poblaciones sin ningún tipo de protección del estado, Sendero Luminoso pasó a "controlar" el pueblo. Desde el principio Sendero se encontró con problemas, uno de los más importantes fue la imposibilidad de erradicar las costumbres indígenas, teniendo que crear un poder bicéfalo, donde regían el pueblo tanto el líder indígena, como el líder senderista.
Las tensiones emergieron rápidamente, uno de los primeros incidentes sucedió cuando "Martín" y cinco senderistas, fueron apresados por las autoridades locales, estando muy cerca de ser linchados. La represalia de Sendero Luminoso fue contundente, asesinaron al líder comunal Alejandro Huamán de un tiro en la cabeza. Poco después asesinaron a otros dos dirigentes comunales con el mismo método.
En enero de 1983, en las provincias cercanas a Uchuraccay y en la propia Uchuraccay fueron asesinados dirigentes senderistas. En Uchuraccay exterminaron a cinco dirigentes senderistas a puñetazos, puñaladas y pedradas. Estos actos incitaron a periodistas de la capital a dirigirse a esa zona. El 26 de enero de 1983, unos cuarenta comuneros asesinaron a ocho periodistas peruanos de diversos medios informativos nacionales, que habían llegado a investigar una masacre cometida por la organización terrorista Sendero Luminoso en un municipio vecino.
El guía y un lugareño fueron otras dos víctimas del linchamiento cometido por los campesinos, que tomaron a los periodistas por miembros de Sendero Luminoso, ya que temían una represalia senderista por un previo enfrentamiento.
Los comuneros, que vivían en constante pánico por el acoso de los terroristas, siguieron los consejos de los "sinchis", un cuerpo antiterrorista de la Guardia Civil, para que mataran a todos los forasteros que vinieran por tierra, pues serían terroristas, ya que ellos mismos, la policía, vendrían por aire (en helicópteros). Los periodistas, no pudieron hacerse entender, a pesar de que había dos quechuahablantes.
Una comisión investigadora convocada dos semanas después del suceso por el presidente Fernando Belaúnde Terry y presidida por el escritor Mario Vargas Llosa constató la autoría de los comuneros y explicó el crimen por deficiencias civilizadoras de parte de los indígenas.5
El
Informe Vargas Llosa, que así fue llamado, aceptó la versión del mando militar de la zona el cual aseguraba que los informadores fueron ejecutados por los propios comuneros de Uchuraccay quienes los habían confundido con “terroristas” porque, entre otras cosas, portaban una “bandera roja” (sic). No encontró corresponsabilidad en los "sinchis". En un juicio efectuado a la más elevada instancia tres de los comuneros fueron condenados a quince años de reclusión. Sin embargo las afirmaciones contenidas en el informe de la Comisión Investigadora fueron desechadas por los familiares de las víctimas y luego por la justicia peruana que actuó luego de sortear las vallas impuestas por los militares.
Durante los meses que siguieron al asesinato de los periodistas, 135 lugareños, entre ellos 57 mujeres, fueron masacrados. La gran mayoría de ellos a consecuencia de incursiones senderistas cometidas sobre todo en días festivos cuando la población estaba concentrada en el centro de la aldea. Pero también el acoso de los militares y paramilitares y la fuerte represión cobraron numerosas vidas.
En el curso de 1984 los lugareños sobrevivientes abandonaron completamente Uchuraccay y se refugiaron en la selva, en municipios vecinos y en Lima.
En octubre de 1993, parte de la aldea se refundó en nuevas casas erigidas a cierta distancia de la ubicación anterior.
Con Ley Nº 30221 se creó el distrito de Uchuraccay, el 11 de julio de 2014.
Las 10 víctimas
Los asesinados fueron:1- Eduardo De la Piniella (periodista de El Diario de Marka)
- Pedro Sánchez (periodista de El Diario de Marka)
- Félix Gavilán (periodista corresponsal de El Diario de Marka)
- Willy Retto (periodista de El Observador)
- Jorge Luis Mendívil (periodista de El Observador)
- Jorge Sedano (periodista de La República)
- Amador García (periodista del semanario Oiga)
- Octavio Infante (periodista de Noticias de Ayacucho)
- Juan Argumedo (guía e intérprete)
- Severino Huáscar Morales (comunero, quien intentó impedir el asesinato de Juan Argumedo)
Fuente: La
Republica:
Hace exactamente 29 años el Perú vivió uno de los sucesos más trágicos dentro de su historia
contemporánea: La masacre de Uchuraccay
. A continuación, para que usted pueda informarse correctamente de lo sucedido,
le transcribimos lo que concluyó la Comisión de la Verdad y Reconciliación sobre este caso.
El 26 de enero de 1983 fueron asesinados allí los periodistas Eduardo de la Piniella, Pedro Sánchez y Félix Gavilán de El Diario de Marka, Jorge Luis Mendívil y Willy Retto de El Observador, Jorge Sedano de La República, Amador García de la revista Oiga y Octavio Infante del diario Noticias de Ayacucho, así como el guía Juan Argumedo y el comunero uchuraccaíno Severino Huáscar Morales.
El 26 de enero de 1983 fueron asesinados allí los periodistas Eduardo de la Piniella, Pedro Sánchez y Félix Gavilán de El Diario de Marka, Jorge Luis Mendívil y Willy Retto de El Observador, Jorge Sedano de La República, Amador García de la revista Oiga y Octavio Infante del diario Noticias de Ayacucho, así como el guía Juan Argumedo y el comunero uchuraccaíno Severino Huáscar Morales.
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Durante los meses siguientes, Uchuraccay continuó
siendo escenario de violencia, muerte
y desolación: ciento treinta y cinco comuneros fueron asesinados como
consecuencia de los ataques del Partido Comunista del Perú - Sendero Luminoso,
la represión de las fuerzas contrasubversivas y de las rondas campesinas.
A mediados de 1984, Uchuraccay dejó de existir debido a que las familias sobrevivientes
huyeron, refugiándose en las
comunidades y pueblos cercanos de la sierra y selva de Ayacucho, así como en las
ciudades de Huanta, Huamanga y Lima.
Recién en octubre de 1993, algunas familias se aventuraron a retornar a sus antiguos pagos.
Recién en octubre de 1993, algunas familias se aventuraron a retornar a sus antiguos pagos.
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El asesinato de los periodistas generó dos
investigaciones. La primera estuvo a cargo de la Comisión Investigadora de los
Sucesos de Uchuraccay nombrada por el presidente Fernando Belaunde Terry
el 2 de febrero de 1983 y presidida
por el escritor Mario Vargas Llosa, la cual presentó su informe un
mes después, señalando como responsables a los campesinos de
Uchuraccay.
aLa segunda investigación fue realizada por el poder judicial,
mediante un proceso penal sumamente confuso y dilatado, cuyo fallo
definitivo fue emitido el 9 de marzo
de 1987, sentenciando por homicidio a los campesinos Dionisio Morales
Pérez, Simeón Auccatoma Quispe y Mariano Ccasani Gonzáles, y ordenando la
captura de otros catorce campesinos de Uchuraccay.
La muerte de
los ciento treinta y cinco uchuraccaínos, así como la desaparición
de la comunidad por largos años, nunca
alcanzaron notoriedad pública, quedando en la memoria privada de los familiares
y comuneros hasta el 1 de junio de 2002, día en que la población entregó a los representantes
de la Comisión de la Verdad y
Reconciliación la «Lista de uchuraccaínos
Con afecto,
Ruben
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