Alois Alzheimer
Alois Alzheimer |
Nació el 14 de junio de 1864 en Marktbreit.
Cursó estudios de Medicina en las universidades de Berlín, Tübingen y Würzberg. En esta última completó su tesis doctoral (Sobre las glándulas ceruminales) en 1887.
Inicia su carrera profesional en 1888, como residente en el Hospital para Enfermos Mentales y Epilépticos, de Frankfurt.
Realiza investigaciones sobre demencias de origen arterioesclerótico y degenerativo y también sobre las psicosis, la psiquiatría forense y el control de la natalidad.
Cursó estudios de Medicina en las universidades de Berlín, Tübingen y Würzberg. En esta última completó su tesis doctoral (Sobre las glándulas ceruminales) en 1887.
Inicia su carrera profesional en 1888, como residente en el Hospital para Enfermos Mentales y Epilépticos, de Frankfurt.
Realiza investigaciones sobre demencias de origen arterioesclerótico y degenerativo y también sobre las psicosis, la psiquiatría forense y el control de la natalidad.
El 4 de noviembre de
1906, en la 27 Conferencia de
Psiquiatras del Sudoeste Alemán en Tübingen, presentó la primera descripción
de una demencia que, posteriormente y por sugerencia del famoso psiquiatra
alemán Emil Kraepelin, recibió
el nombre de enfermedad de Alzheimer.
La presentación de Alzheimer al congreso consistió en la descripción de una paciente de 51 años de edad llamada Auguste D. admitida en el hospital de Frankfurt el 25 de noviembre de 1901. La paciente tenía un trastorno caracterizado por la progresiva disminución de la capacidad cognitiva, síntomas de lesiones localizadas, alucinaciones, ilusiones y pérdida de la capacidad de integración psicosocial.
La presentación de Alzheimer al congreso consistió en la descripción de una paciente de 51 años de edad llamada Auguste D. admitida en el hospital de Frankfurt el 25 de noviembre de 1901. La paciente tenía un trastorno caracterizado por la progresiva disminución de la capacidad cognitiva, síntomas de lesiones localizadas, alucinaciones, ilusiones y pérdida de la capacidad de integración psicosocial.
Se instaló en la
Clínica Psiquiátrica Real de Múnich y continuó interesándose en la evolución de
Auguste D. hasta la muerte del paciente en Frankfurt el 8 de abril de 1906.
Tras el fallecimiento de Auguste D., estudió las lesiones cerebrales de la
paciente. En 1907 publicó sus hallazgos con el título "Sobre una
enfermedad específica de la corteza cerebral".
Alois Alzheimer falleció en Breslavia (Alemania), hoy Wroclaw (Polonia),
Alois Alzheimer falleció en Breslavia (Alemania), hoy Wroclaw (Polonia),
el 19 de diciembre de 1915.
En 1992 la Organización Mundial de la Salud definió la enfermedad de Alzheimer como una dolencia degenerativa cerebral primaria, de etiología desconocida, que presenta rasgos neuropatológicos y neuroquímicos característicos.
En 1992 la Organización Mundial de la Salud definió la enfermedad de Alzheimer como una dolencia degenerativa cerebral primaria, de etiología desconocida, que presenta rasgos neuropatológicos y neuroquímicos característicos.
En términos
funcionales, la enfermedad de Alzheimer es el deterioro global de todas las
funciones corticales superiores, incluyendo la memoria, la capacidad para
resolver los problemas de la vida diaria, la ejecución de las habilidades
perceptivas y motoras aprendidas y el control de las reacciones emocionales en
ausencia de un intenso embotamiento de la conciencia.
Alois Alzheimer
fue el hombre cuyo apellido dió nombre a la demencia más universalmente
conocida.
Hacemos un
repaso de los aspectos biográficos más llamativos de un científico cuya
contribución a la posteridad resulto de enorme importancia.
1. Algo anecdótico: Una cicatriz en la cara.
Alois Alzheimer nace en 1864 en una
pequeña localidad de Alemania, próxima a Würzburg. Empieza los estudios de
medicina en Berlín por expreso deseo de su padre, notario de profesión, que
ansiaba que su vástago se formase con la élite. Al finalizar el primer año y
con el consiguiente disgusto familiar, Alois regresa a Würzburg, a su
pretendido destino inicial y se incorpora a la Universidad para continuar allí
los estudios. En los primeros años sus prioridades no eran académicas y es
durante este período cuando un duelo a sable deja una secuela en forma de
cicatriz en su cara. Destacaba en la Facultad como virtuoso dibujante, y era
particularmente requerido por los dibujos que realizaba sobre secciones de tejidos.
Su tesis doctoral nada tiene que ver con el cerebro; trataba sobre las
glándulas protectoras del cerumen.
2. Un encuentro para la historia: finales de 1888, tras finalizar su formación,
presenta su candidatura como médico asistente en la Institución para Enfermos
Mentales y Epilépticos en Frankfurt y sale elegido. Valoran su experiencia en
el campo de la psiquiatría “había regresado de un largo viaje de 5
meses en calidad de médico particular de una mujer que padece trastornos
mentales” y su destreza y formación al microscopio.
Alois se define a sí mismo como neuropatólogo “ayudo
más a mis pacientes una vez que se han muerto”. Comparte laboratorio en ese
período con otro neuropatólogo, Franz Nissl que también pasará a la posteridad.
al que le unirá una gran amistad. El 25 de noviembre de 1901, un día cualquiera
de trabajo, ingresa en la clínica Auguste
Deter, una mujer de 52 años a la que su médico remite por “padece
serios problemas de memoria, así como de insomnio. Está confundida e inquieta,
le persigue la idea paranoica de que su marido mantiene una relación amorosa
con una vecina y, a veces, ya no la reconoce”. El interés y los
hallazgos a partir de este caso serán claves para este gran investigador de las
mentes. La primera anotación de Alois Alzheimer en su historia clínica
es la siguiente: “sentada en la cama, los ojos llenos de angustia”. A lo
largo de las semanas y meses posteriores realiza diferentes anotaciones en su
historia, al igual que lo hacía con otros pacientes.
3. Se casó con la viuda de un paciente suyo: .
En esta época, Alois se casa con
Cecilia, a la que conoce siendo la mujer de un acaudalado hombre de negocios
que comerciaba con diamantes, Otto Geisenheimer. Cecilia era descendiente de
una próspera familia judía y se conocen cuando Alzheimer, a petición de
un colega y amigo, colabora en el manejo y tratamiento del padecimiento de
Otto, que finalmente fallece. Ambos viven de manera acomodada en Frankfurt y
tienen tres hijos. Cecilia muere de modo repentino cuando Alzheimer
tenía treinta y seis años y con tres hijos pequeños. Es entonces cuando
Elisabeth, la hermana 8 años menor de Alois, se instala en su casa para
ayudarle con la crianza.
4. Era experto en neurofilis: . Dos años tras la viudedad, Alois
Alzheimer acepta una propuesta laboral como responsable del laboratorio
anatómico de la Clínica Real Psiquiátrica en Múnich, cuyo director era Emil
Kraepelin, una de las figuras más destacadas de la psiquiatría,
por su labor en la clasificación de enfermedades teniendo en cuenta su
evolución en el tiempo. Se desconocen los motivos que condicionaron el cambio,
pero parece que las condiciones económicas y posibilidades para la educación de
sus hijos fueron aspectos clave. Los cinco integrantes del nuevo núcleo
familiar establecen desde entonces su nueva residencia en Múnich. La
especialidad de Alzheimer era la “parálisis general progresiva”, un cuadro que
representaba el 30-40% de todos los ingresos en las clínicas psiquiátricas
de las grandes ciudades. Sostenía largas conversaciones con los pacientes, les
ponía ejercicios para examinar su memoria, así como su capacidad de
concentración y abstracción, con lo que su pericia clínica en aspectos
cognitivos era alta. Dicha parálisis era, tal y como se sabe ahora, una secuela
de la infección de sífilis. Ser una figura de autoridad en este campo, ya en su
período en Frankfurt, le dio mucha notoriedad a Alzheimer y gozaba de
gran reconocimiento entre sus coetáneos. En el pasado también le permitió
conocer a Cecilia, ya que la parálisis progresiva fue la causa del
fallecimiento de Otto Geisenheimer y su papel de experto lo que motivó que la
familia recurriese a él para tratarlo.
5. Un hallazgo desconocido:
Auguste Deter |
En 1906
le notifican que Auguste Deter ha fallecido; Alzheimer pide que
le envíen su cerebro y también todo el expediente para reconstruir la evolución
de la enfermedad. La experiencia adquirida en la atención de pacientes con
afectación cognitiva le resultará de mucha ayuda. Un año más tarde presenta el
caso clínico en Tübingen, en una reunión regional de psiquiatras y
neurólogos. La prensa general, más centrada en divulgar sobre psicoanálisis, le
dedica un escaso renglón a “un proceso patológico grave y raro que al cabo
de cuatro años y medio causó la disminución de una destacable cifra de
neuronas”. Alzheimer describió su caso clínico y los hallazgos
encontrados en la biopsia del tejido cerebral de Auguste Deter: la presencia en el tejido nervioso de ovillos
extraños y depósitos proteicos “estas anomalías no encajan en ningún cuadro
clínico conocido”.
6. Estudios e incógnitas ovillos: Alois Alzheimer pide a un colaborador (Gaetano
Perusini) buscar casos similares al de Auguste
Deter y éste encuentra tres casos más, que contaban con 45, 63 y 65 años
respectivamente al fallecer.
En la necropsia de los mismos
aparecieron hallazgos idénticos a los del cerebro de Auguste Deter, es decir, “ovillos y placas”. También el propio Alzheimer
atendió a un paciente hospitalizado en la Clínica Real Psiquiátrica,
Johann Feigl, un jornalero de cincuenta y seis años, cuya historia le recuerda
a la de Auguste. Johan tiene fallos de memoria groseros mientras que preserva
automatismos que finalmente va perdiendo; por ejemplo, una canción de la que le
dictan de modo constante la letra, pero se acuerda de la melodía. Fallece a
causa de una neumonía cuando tenía 59 años. En la autopsia aparecen hallazgos
similares, que no idénticos, y es Kraepelin quien en el libro de autopsias de
Feigl registra “Enfermedad de Alzheimer”. El cuadro clínico de Feigl
coincidía exactamente con el de Auguste, pero Alzheimer no localizó
ovillos en el cerebro del primero (ambos cerebros se conservan). Los
contemporáneos a Alzheimer resolvieron el dilema optando por afirmar que
Feigl padecía la variante “sólo placas” de la Enfermedad de Alzheimer.
Pero esto planteaba una duda, ¿la enfermedad de Alzheimer era lo mismo
que “ovillos y placas”?
7. ENFERMEDAD DE ALZHEIMER. :
La
relación entre Alzheimer y Kraepelin es estrecha, aunque sus caracteres
e intereses son diferentes. Kraepelin se prodigaba en la investigación y divulgación
mientras que Alzheimer prefería pasar horas en el laboratorio al
microscopio. Sin embargo, era Alzheimer quien dirigía la Clínica durante
las prolongadas ausencias de Kraepelin. En la octava edición de los manuales de
clasificación de enfermedades mentales, Kraepelin presenta el epónimo: “el
significado clínico de la enfermedad de Alzheimer aún no está claro. En
tanto que a partir de los resultados anatómicos uno se inclinaría a pensar que
en este caso se trata de una variante muy severa de demencia senil, el
hecho de que esta enfermedad se manifieste a menudo en torno a los cincuenta
años en cierto modo parece contradecir esta apreciación, () pensaría en un
diagnóstico de demencia presenil () se trata de un cuadro clínico peculiar que
se presenta con relativa independencia de la edad.
8. Su enfermedad: En 1912 Alzheimer
se traslada a Breslau para asumir la dirección de la Clínica
Psiquiátrica de la Universidad Friedrich-Wilhelm y para ocupar la cátedra
de Carl Wernikeotro ilustre médico. No se conocen tampoco las
motivaciones principales de la decisión, pero sí la impresión al respecto de
Kraepelin “la cúspide de la vida científica de Alzheimer quedó atrás”. Y
la fatalidad hizo que los presagios se cumpliesen ya que al poco tiempo de
llegar a Breslau Alzheimer permanece un tiempo hospitalizado por una
afección cardíaca con complicaciones renales. Un año más tarde, cuando Nissl y
Kraepelin coinciden con él en un congreso apuntan “aunque de apariencia
tranquila, se le veía decaído y compungido; afrontaba el futuro con escaso
optimismo”.
9. La guerra de los médicos: EL DECLIVE.
El inicio de la Primera Guerra Mundial confirma el vaticinio de Kraepelin. Alzheimer,
con uno de su hijos llamado a filas, se impregna de nacionalismo y eugenesia.
Su conferencia Krieg und Nerven (La guerra y los nervios) marca el final
de su carrera científica. Defiende que “si bien la guerra puede causar
graves lesiones nerviosas, también es cierto que puede surtir un efecto fortalecedor,
de modo que engendrará generaciones más voluntariosas, emprendedoras y audaces”.
Habla de la “neurosis de renta”, un trastorno según el cual “ a una
herida leve causada, por ejemplo, por el rasguño de una bala (…) sigue una
serie de molestias subjetivas en las que una investigación del sistema nervioso
no proporciona ningún resultado y no guarda, además , proporción alguna con el
carácter leve de la herida () lo hemos calificado de histeria traumática o
neurosis de renta, porque es justificado pensar que la perspectiva de
recibir una renta sea el factor psíquico que perpetúa los síntomas”; a menudo
este fenómeno se observa en tiempos de paz, sobre todo en trabajadores que han
sufrido un accidente laboral y en personas implicadas en un accidente
ferroviario”.
10. Muere sin imaginar la importancia de su descubrimiento: Fallece en 1915
tarde de otra afección cardíaca. En su entierro, su antiguo compañero y amigo
Nissl comentó: “la ceremonia transcurrió con la misma sencillez y silencio
con el que su vida se extinguió. (). Conforme a sus deseos fue enterrado en el
cementerio de Frankfurt junto a su esposa, fallecida tanto tiempo antes que él,
y con quien sólo había podido vivir unos pocos años unidos en un matrimonio
extraordinariamente feliz”. En ninguna necrológica se mencionan sus
artículos sobre Auguste Deter y
Johann Feigl. Le rindieron tributo como especialista en el campo de las
secuelas de la sífilis.
Desde
una perspectiva menos irónica, el psiquiatra Germán
E. Berríos apunta como relevante que en la descripción de la nueva enfermedad
se priorizan los síntomas
cognitivos (era sobre lo que más experiencia clínica tenía Alzheimer con los pacientes
con parálisis general progresiva) cuando lo más significativo eran los de tipo
afectivo y psicótico, además de los comportamentales. También que, en la
necropsia, además de placas y ovillos, había lesiones vasculares cuya presencia se obvió
en la clasificación de Kraepelin.
Paradójicamente
estas críticas están de actualidad. Tanto el papel de lo vascular como el de
los síntomas no cognitivos
para explicar el riesgo de desarrollar un deterioro cognitivo. También que el
principal motivo de institucionalización hoy en día son los llamados “síntomas psicoconductuales en paciente con demencia“,
al igual que en los casos de Auguste y Feigl.
Con
ánimo de divagar y polemizar… ¿Auguste Dieter y Johann Feigl en la actualidad
habrían sido diagnosticados de
demencia tipo Alzheimer? ¿hemos avanzado realmente tanto?
La
historia de la medicina es apasionante. Y en este caso, escudriñar en ella nos
reafirma en que el Alzheimer “no es solamente Alzheimer”.
Alzheimer laboratorio |
Con
afecto,
Ruben
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