jueves, 4 de junio de 2020

Mini cuentos de Costas Axelos


Mini cuentos de Costas Axelos 
Costas Axelos



El ser
Un sabio chino se pasea con su discípulo. Atraviesan un puente.
- ¿Cuál es el ser (o la esencia) del puente? -pregunta el aprendiz de filósofo.
Su maestro lo mira sorprendido y de un empujón lo precipita en el río.
La búsqueda

Un hombre erró por el mundo durante toda su vida a la búsqueda de la piedra filosofal que convertiría en oro al metal más vulgar. Erraba por montes y valles, vestido con un sayal atado a su cuerpo por medio de un cinturón con una hebilla metálica. Cada vez que le parecía que una piedra podía ser la piedra, la frotaba contra su hebilla y se veía obligado a tirarla.
Una tarde en que estaba muy fatigado, llegó a la casucha de una anciana campesina y le pidió de comer y de beber. La vieja lo interrogó, y después de haber escuchado en silencio, se fijó en su hebilla y dijo:
—Pobre hombre, has tirado la piedra preciosa, ¿no te has dado cuenta de que tu hebilla ya se ha convertido en oro?
La muerte
Una vez un mandarín chino propuso esta medida al gobernador de una provincia, quien no tardó en adoptarla. En el momento en que la víctima debía posar la cabeza sobre el taco para que el verdugo se la pudiese cortar, un caballero engalanado llegaba al galope y exclamaba: ¡Deténganse! ¡El Sire ha concedido su gracia al condenado a muerte! En ese instante de euforia suprema, el verdugo cortaba la cabeza del feliz mortal.


Las voces del silencio
Por fin la energía atómica se ha liberado y ha destruido toda vida humana sobre el planeta. Solo se ha escapado un habitante de un rascacielos de Chicago. Después de haber comido y bebido todo lo que tenía en su heladera, leído, visto, mirado y escuchado su biblioteca ideal, su museo imaginario y su discoteca real, desesperado al ver que no se moría, decide suprimirse y se tira al vacío desde el piso cuarenta. Justo en el momento en que pasa por el departamento del primer piso, oye sonar el teléfono.
Un padre y una madre centauros observan a su hijo que retoza en una playa del Mediterráneo. El padre se vuelve hacia la madre y le pregunta:
- ¿Debemos decirle que no es más que un mito?
El amor
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Un estudiante alemán va una noche a un baile. En él descubre a una joven, muy bella, de cabellos muy oscuros, de tez muy pálida. En torno a su largo cuello, una delgada cinta negra, con un nudito. El estudiante baila toda la noche con ella. Al amanecer, la lleva a su buhardilla. Cuando comienza a desnudarla, la joven le dice, implorándole, que no le quite la cinta que lleva en torno al cuello. La tiene completamente desnuda en sus brazos con su cintita puesta. Se aman; y después se duermen.
Cuando el estudiante se despierta, mira, colocado sobre el almohadón blanco, el rostro dormido de la joven que sigue llevando su cinta negra en torno al cuello. Con gesto preciso deshace el nudo. Y la cabeza de la joven rueda por la tierra.
El lenguaje


Siete habitantes de la Atlántida salen a pasear: un poeta, un pintor, un sacerdote, un bandido, un usurero, un enamorado y un pensador. Llegan a una gruta. “¡Qué lugar más propicio para la inspiración!”, exclama el poeta. “¡Qué espléndido tema para un cuadro!”, dice el pintor. “¡Qué rincón favorable para rezar!”, salmodia el sacerdote. “¡Qué ubicación soñada para un escondite” !, declara el bandido. “¡Es una soberbia caja fuerte!”, murmura el usurero. “¡Qué refugio para mi amor!”, sueña en voz alta el enamorado. “¡Es una gruta!”, agrega el pensador.


Con afecto,
Ruben

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