domingo, 30 de abril de 2023

Raúl Soldi (1905 - 1994)



 

Raúl Soldi (1905 - 1994)



 

“La felicidad reside en no desear más de lo que uno puede obtener. Mi propósito no es representar un mundo diferente, sino una equivalencia del que me rodea.”

– Raúl Soldi

Raúl Soldi (27 de marzo de 1905 - 21 de abril de 1994) fue un pintor y grabador argentino nacido en Buenos Aires, Argentina. A pesar de las inclinaciones musicales de su familia, Raúl optó por estudiar arte. Antes de mudarse a Europa, estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. En 1923, Soldi amplió su educación en la Real Academia de Brera en Italia. Raúl murió el 21 de abril de 1994, a los 89 años, en Buenos Aires.

Obras de Arte

 


Pasos de Danza


Dialogo



Diversion




Hammock



Sombrero Italiano



Sombrero y flores



El Beso



Musicos



Musicos 2



Antaño



Paseo de amores



Nazareth

Con afecto,

Ruben








sábado, 22 de abril de 2023

Antonio Vivaldi

 

Antonio Vivaldi



Antonio Lucio Vivaldi; Venecia, 1678 - Viena, 1741) Compositor y violinista italiano cuya abundante obra concertística ejerció una influencia determinante en la evolución histórica que llevó al afianzamiento de la sinfonía. Igor Stravinsky comentó en una ocasión que Vivaldi no había escrito nunca quinientos conciertos, sino «quinientas veces el mismo concierto». No deja de ser cierto en lo que concierne al original e inconfundible tono que el compositor veneciano supo imprimir a su música y que la hace rápidamente reconocible.

 

 


Antonio Vivaldi

 

Autor prolífico, la producción de Vivaldi abarca no sólo el género concertante, sino también abundante música de cámara, vocal y operística. Célebre sobre todo por sus cuatro conciertos para violín y orquesta reunidos bajo el título Las cuatro estaciones, cuya fama ha eclipsado otras de sus obras igualmente valiosas, si no más, Vivaldi es por derecho propio uno de los más grandes compositores del período barroco, impulsor de la llamada Escuela veneciana (a la que también pertenecieron Tommaso Albinoni y los hermanos Benedetto y Alessandro Marcello) y equiparable, por la calidad y originalidad de su aportación, a sus contemporáneos Bach y Haendel.

 


Biografía

 


Poco se sabe de la infancia de Vivaldi. Hijo del violinista Giovanni Battista Vivaldi, el pequeño Antonio se inició en el mundo de la música probablemente de la mano de su padre. Orientado hacia la carrera eclesiástica, fue ordenado sacerdote en 1703, aunque sólo un año más tarde se vio obligado a renunciar a celebrar misa a consecuencia de una enfermedad bronquial, posiblemente asma.

 

También en 1703 ingresó como profesor de violín en el Pio Ospedale della Pietà, una institución dedicada a la formación musical de muchachas huérfanas. Ligado durante largos años a ella, muchas de sus composiciones fueron interpretadas por primera vez por su orquesta femenina. En este marco vieron la luz sus primeras obras, como las Suonate da camera Op. 1, publicadas en 1705, y los doce conciertos que conforman la colección L'estro armonico Op. 3, publicada en Ámsterdam en 1711.

 

Aun cuando en tales composiciones se dan todavía las formas del "concerto grosso", la vivacidad y la fantasía de la invención superan ya cualquier esquema y atestiguan una tendencia resuelta hacia la concepción individualista y por ende solista del concierto, que se halla mejor definida en los doce conciertos de La stravaganza Op. 4: estructura en tres movimientos (allegro-adagio-allegro), composición más ligera y rápida, casi exclusivamente homofónica, y modulación dinámica y expresiva, inclinada al desarrollo del proceso creador y fuente de nuevas emociones e invenciones.

 

Con estas colecciones, Antonio Vivaldi alcanzó en poco tiempo renombre en todo el territorio italiano, desde donde su nombradía se extendió al resto del continente europeo, y no sólo como compositor, sino también, y no en menor medida, como violinista, pues fue uno de los más grandes de su tiempo. Basta con observar las dificultades de las partes solistas de sus conciertos o sus sonatas de cámara para advertir el nivel técnico del músico en este campo.

 

 


Vivaldi

 


1678-1741

Conocido y solicitado, la ópera, el único género que garantizaba grandes beneficios a los compositores de la época, atrajo también la atención de Vivaldi, a pesar de que su condición de eclesiástico le impedía en principio abordar un espectáculo considerado en exceso mundano y poco edificante. De hecho, sus superiores siempre recriminaron a Vivaldi su escasa dedicación al culto y sus costumbres laxas.

 

Inmerso en el mundo teatral como compositor y empresario, Ottone in Villa (1713) fue la primera de las óperas de Vivaldi de la que se tiene noticia. A ella siguieron títulos como Orlando furioso, Armida al campo d'Egitto, Tito Manlio y L'Olimpiade, hoy día sólo esporádicamente representadas.

 

La fama del músico alcanzó la cúspide en el meridiano de su vida con la publicación de sus más importantes colecciones instrumentales: Il cimento dell'armonia e dell'inventione Op. 8 y La cetra Op. 9. La primera colección, publicada en Ámsterdam en 1725, contenía un total de doce conciertos y se iniciaba con el conjunto de cuatro conciertos con violín solista titulado Las cuatro estaciones, los mejores de la colección y los más célebres de su obra.

 

Las cuatro estaciones

 


En Las cuatro estaciones, Vivaldi muestra no sólo la capacidad semántica de la música sino también su habilidad para crear climas sonoros, a la vez evocadores e intimistas. La obra describe el ciclo anual de la naturaleza, de los hombres que la trabajan y de los animales que la habitan. Cada uno de los cuatro conciertos desarrolla musicalmente el soneto de autor desconocido que lo precede, en cuyos versos se dibuja un cuadrito de la estación. Así, La primavera, siguiendo lo representado en el soneto, imita el canto de los pájaros y el temporal; y el afán descriptivo llega hasta detalles como representar a través del violín solista al pastor que duerme, mientras los restantes violines imitan el murmullo de las plantas y la viola los ladridos del perro.

 

El verano describe primero el sopor de la naturaleza bajo la aridez del sol y después una tormenta, ya anunciada en el primer movimiento y que alcanza el máximo de su violencia en la parte final. El otoño parece presidido por el dios Baco; el compositor presenta la embriaguez soporífera de un aldeano, feliz por la cosecha; luego, al alba, parte el cazador con sus cuernos y sus perros en busca de una presa. En El invierno predominan las imágenes sonoras de la nieve y el hielo.

 

La popularidad de esta obra se remonta a la época misma de su creación. Especialmente del primero de los conciertos, La primavera, circularon enseguida en Francia copias manuscritas, arreglos e imitaciones. Pero a fines de la década de 1730 el público veneciano empezó a mostrar menor interés por su música, por lo que Vivaldi decidió en 1741 probar fortuna en Viena, donde murió en la más absoluta pobreza un mes después de su llegada.


Anuncio actuacion de Vivaldi

 

Caído en el olvido tras su muerte, el redescubrimiento de Vivaldi no tuvo lugar hasta el siglo XX, merced a la música de Bach, quien había trascrito doce conciertos vivaldianos a diferentes instrumentos. El interés por el músico alemán fue precisamente el que abrió el camino hacia el conocimiento de un artista habilidoso en extremo, prolífico como pocos y uno de los artífices de la evolución del concierto solista tal y como hoy lo conocemos.

 

Tras la Segunda Guerra Mundial, apenas dos décadas después de iniciarse la recuperación y divulgación de su obra, Vivaldi se convirtió en uno de los autores más interpretados en el mundo. A pesar del triste final del compositor y del largo período de olvido, la obra de Vivaldi contribuyó, a través de Bach, a sentar las bases de lo que sería la música de los maestros del clasicismo, sobre todo en Francia, y a consolidar la estructura del concierto solista.

 


Estatuas monumento Vivaldi Viena,Austria

Cómo citar este artículo:

Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Antonio Vivaldi». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/v/vivaldi.htm [fecha de acceso: 22 de abril de 2023].

Con afecto,

Ruben

jueves, 20 de abril de 2023

Frases de Eduardo Galeano para reflexionar

 

Frases de Eduardo Galeano para reflexionar



1- El mundo se divide, sobre todo, entre indignos e indignados, y ya sabrá cada quien de qué lado quiere o puede estar…

 

2- Si me caí, es porque estaba caminando. Y caminar vale la pena, aunque te caigas.

 

3- RECORDAR: Del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón…

 

4- Para no ser mudos, hay que empezar por no ser sordos.

 

5- Solo los tontos creen que el silencio es un vacío. No está vacío nunca. Y a veces la mejor manera de comunicarse es callando.

 

 

 

6- Ahora América es, para el mundo, nada más que los Estados Unidos: nosotros habitamos, a lo sumo, una sub América, una América de segunda clase, de nebulosa identificación. Es América Latina, la región de las venas abiertas.

7-  Si la naturaleza fuera banco, ya la habrían salvado.

8- Para mí, las únicas certezas dignas de fe son las que desayunan dudas cada mañana.

9- La llamada comunidad internacional ¿existe? ¿Es algo más que un club de mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro?

10- La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo.

12- La violencia engendra violencia, como se sabe; pero también engendra ganancias para la industria de la violencia, que la vende como espectáculo y la convierte en objeto de consumo.

 

 

 

13- Yo creo que fuimos nacidos hijos de los días, porque cada día tiene una historia y nosotros somos las historias que vivimos…

 

14- Quien no está preso de la necesidad, está preso del miedo: unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico de perder las cosas que tienen.

 

15- El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quererme, como al descuido, en el café o en la sopa o el trago. Se puede provocar, pero no se puede impedir. No lo impide el agua bendita, no lo impide el polvo de hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada. El amor es sordo al Verbo divino y al conjuro de las brujas. No hay decreto de gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo.

 

Corazón de papel

 

16- Pobres contra pobres, como de costumbre: la pobreza es una manta demasiado corta, y cada cual tira para su lado.

 

17- Las paredes son la imprenta de los pobres.

 

18- El hambre desayuna miedo. El miedo al silencio aturde las calles. El miedo amenaza: Si usted ama, tendrá sida. Si fuma, tendrá cáncer. Si respira, tendrá contaminación. Si bebe, tendrá accidentes. Si come, tendrá colesterol. Si habla, tendrá desempleo. Si camina, tendrá violencia. Si piensa, tendrá angustia. Si duda, tendrá locura. Si siente, tendrá soledad.

 

19- Los niños pobres son los que más sufren la contradicción entre una cultura que manda a consumir y una realidad que lo prohíbe

 

20- La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue, y contra lo que fue, anuncia lo que será.

 

21- La utopía está en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se desplaza diez pasos más allá.

 

 

Las enseñanzas de Galeano

Seguro que con estas frases de Eduardo Galeano os hemos despertado las ganas de volver o de encontraros por primera vez con sus páginas. Algo que sin duda no decepcionará a nadie. Sus enseñanzas, su visión del mundo y las reflexiones recogidas en estas frases dejan patente a un Galeano que tiene mucho que ofrecernos.

Con afecto,

Ruben

 

 

 

lunes, 17 de abril de 2023

Poemas de Eduardo Galeano

 

Poemas de Eduardo Galeano




FUEGOS




Cada persona brilla con luz propia

entre todas las demás.

No hay dos fuegos iguales.

Hay fuegos grandes y fuegos chicos

y fuegos de todos los colores.

Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento,

y hay gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.

Algunos fuegos, fuegos bobos,

no alumbran ni queman;

pero arden la vida con tantas ganas

que no se puede mirarlos sin parpadear,

y quien se acerca, se enciende.

EL SISTEMA

Los funcionarios no funcionan.

Los políticos hablan, pero no dicen.

Los votantes votan, pero no eligen.

Los medios de información desinforman.

Los centros de enseñanza enseñan a ignorar.

Los jueces condenan a las víctimas.

Los militares están en guerra contra sus compatriotas.

Los policías no combaten los crímenes, porque están ocupados en cometerlos.

Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan.

Es más libre el dinero que la gente.

La gente está al servicio de las cosas.

NOCHEBUENA

En vísperas de Navidad, se quedó trabajando hasta muy tarde. Ya estaban sonando los cohetes, y empezaban los fuegos artificiales a iluminar el cielo, cuando Fernando decidió marcharse. En su casa lo esperaban para festejar.

 

Hizo una última recorrida por las salas, viendo si todo queda en orden, y en eso estaba cuando sintió que unos pasos lo seguían. Unos pasos de algodón; se volvió y descubrió que uno de los enfermitos le andaba atrás. En la penumbra lo reconoció. Era un niño que estaba solo.

 

Fernando reconoció su cara ya marcada por la muerte y esos ojos que pedían disculpas o quizá pedían permiso.

 

Fernando se acercó y el niño lo rozó con la mano:

 

—Decile a... —susurró el niño—. Decile a alguien, que yo estoy aquí.

EL VIAJE

Oriol Vall, que se ocupa de los recién nacidos en un hospital de Barcelona, dice que el primer gesto humano es el abrazo. Después de salir al mundo, al principio de sus días, los bebés manotean, como buscando a alguien.

 

Otros médicos, que se ocupan de los ya vividos, dicen que los viejos, al fin de sus días, mueren queriendo alzar los brazos.

 

Y así es la cosa, por muchas vueltas que le demos al asunto, y por muchas palabras que le pongamos. A eso, así de simple, se reduce todo: entre dos aleteos, sin más explicación, transcurre el viaje.

EL MIEDO GLOBAL

Los que trabajan tienen miedo de perder el trabajo.

 

Y los que no trabajan tienen miedo de no encontrar nunca trabajo.

 

Quien no tiene miedo al hambre, tiene miedo a la comida.

 

Los automovilistas tienen miedo a caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados.

 

La democracia tiene miedo de recordar y el lenguaje tiene miedo de decir.

 

Los civiles tienen miedo a los militares. Los militares tienen miedo a la falta de armas.

 

Las armas tienen miedo a la falta de guerra.

 

Es el tiempo del miedo.

 

Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo.

 

Miedo a los ladrones y miedo a la policía.

 

Miedo a la puerta sin cerradura.

 

Al tiempo sin relojes.

 

Al niño sin televisión.

 

Miedo a la noche sin pastillas para dormir y a la mañana sin pastillas para despertar.

 

Miedo a la soledad y miedo a la multitud.

 

Miedo a lo que fue.

 

Miedo a lo que será.

 

Miedo de morir.

 

Miedo de vivir.

EL MIEDO MANDA

Habitamos un mundo gobernado por el miedo, el miedo manda, el poder come miedo, ¿qué sería del poder sin el miedo? Sin el miedo que el propio poder genera para perpetuarse.

 

El hambre desayuna miedo.

El miedo al silencio que aturde las calles.

El miedo amenaza.

Si usted ama tendrá sida.

Si fuma tendrá cáncer.

Si respira tendrá contaminación.

Si bebe tendrá accidentes.

Si come tendrá colesterol.

Si habla tendrá desempleo.

Si camina tendrá violencia.

Si piensa tendrá angustia.

Si duda tendrá locura.

Si siente tendrá soledad.

EL PADRE

Vera faltó a la escuela. Se quedó todo el día encerrada en casa. Al anochecer, escribió una carta a su padre. El padre de Vera estaba muy enfermo, en el hospital. Ella escribió:

 

—Te digo que te quieras, que te cuides, que te protejas, que te mimes, que te sientas, que te ames, que te disfrutes. Te digo que te quiero, te cuido, te protejo, te mimo, te siento, te amo, te disfruto.

Héctor Carnevale duró unos días más. Después, con la carta de su hija bajo la almohada, se fue en el sueño.

LA UVA Y EL VINO

Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela. Antes de morir, le reveló un secreto: —La uva —le susurró— está hecha de vino.

 

Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos.

LLORAR

Fue en la selva, en la Amazonia ecuatoriana. Los indios shuar estaban llorando a una abuela moribunda. Lloraban sentados, a la orilla de su agonía. Un testigo, venido de otros mundos, preguntó:

 

—¿Por qué lloran delante de ella, si todavía está viva?

 

Y contestaron los que lloraban:

 

—Para que sepa que la queremos mucho.

LA MUERTE

Ni diez personas iban a los últimos recitales del poeta español Blas de Otero. Pero cuando Blas de Otero murió, muchos miles de personas acudieron al homenaje fúnebre que se le hizo en una plaza de toros de Madrid. Él no se enteró.

Con afecto,

Ruben