domingo, 26 de febrero de 2023

Letra Bésame Mucho:Consuelo Velazquez

 

Letra Bésame Mucho

Consuelo Velazquez




 

 

Consuelo Velázquez

Bésame, bésame mucho

Como si fuera esta noche

La última vez

Bésame, bésame mucho

Que tengo miedo perderte

Perderte después

 

Quiero tenerte muy cerca

Mirarme en tus ojos

Verte junto a mí

Piensa que tal vez mañana

Yo ya estaré lejos

Muy lejos de ti

 

Bésame, bésame mucho

Como si fuera esta noche

La última vez

Bésame, bésame mucho

Que tengo miedo perderte

Perderte después

Quiero tenerte muy cerca

Mirarme en tus ojos

Verte junto a mí

Piensa que tal vez mañana

Yo ya estaré lejos

Muy lejos de ti

 

Bésame, bésame mucho

Como si fuera esta noche

La última vez

Bésame, bésame mucho

Que tengo miedo perderte

Perderte después

 

Que tengo miedo perderte

Perderte después

Compositor: Consuelo Velázquez



Con afecto,

Ruben

 

 

Consuelo Velázquez 'Besame mucho'

 

Consuelo Velázquez





(Ciudad Guzmán, 1916 - Ciudad de México, 2005) Compositora y pianista mexicana, autora entre otros títulos del célebre bolero Bésame mucho.

 

Consuelo Velázquez nació en Ciudad Guzmán, en el estado mexicano de Jalisco, el 21 de agosto de 1916. A los cuatro años, su tío le regaló un pequeño piano del que arrancó con facilidad varias melodías que habían llamado su atención, entre ellas la del himno nacional. Su padre, un soldado con alma de poeta, aceptó que compatibilizara la escuela con el pentagrama y la inscribió en la academia de música Serratos, donde ofreció su primer recital a los seis años. Al comenzar la secundaria, ya sería pianista.



 

 


 

La muerte del padre dejó a su madre a cargo de cinco hijas y aceleró la carrera de Consuelo. En pos de su maestro, Ramón Serratos, se trasladó a Ciudad de México, e intensificó sus estudios en el mejor conservatorio del momento, la escuela del palacio de Bellas Artes. Allí se licenció en 1938 como pianista concertista y maestra de música, con un concierto que fue aplaudido por los más reconocidos maestros de la época constituidos en jurado calificador.

 

Consuelo Velázquez fue invitada poco después a participar en el curso de perfeccionamiento de obras que impartía el famoso pianista Claudio Arrau, quien escribió elogiosos comentarios sobre su talento pianístico. Pero pocos sabían entonces que, desde años atrás, liberaba sus inquietudes componiendo tiernas canciones de amor. Porque le “salió del corazón”, escribió Bésame mucho a los diecinueve años, cuando, según diría después, “era muy formal y ni siquiera había besado a nadie, ni sabía lo que era un beso”.

 

La naciente emisora de radio XEQ, que habría de ser la más popular de México, la contrató para un programa de música clásica. Consuelo desgranaba media hora de melodías tras ser presentada por el locutor como “un prestigioso músico europeo” de complicado apellido polaco. Enamorado de la bella y joven pianista, el director de programación de la emisora, Mariano Rivera, le permitió ir introduciendo algunas de sus propias canciones, cuya autoría achacaba Consuelo a una amiga imaginaria, porque no estaba bien visto que una concertista cayera en la frivolidad del bolero, que entonces desataba el sentimiento popular entre Cuba y México.


 

No obstante, las cartas de los oyentes mostraron pronto que preferían escuchar las notas que revelaban las angustias del último beso o los desvelos del amado, que las piezas de Bach, Debussy, Saint-Saëns o Ravel que interpretaba la oculta pianista. Mariano Rivera le pidió entonces, “por una cuestión de derechos de autor”, que le revelara el nombre de la amiga talentosa. La compositora salió a la luz, en momentos en que multiplicaba sus canciones al calor de un enorme aparato de radio que le traía las noticias de la II Guerra Mundial. La estrella del momento, Emilio Tuero, grabó Bésame mucho en el año 1941.

 

Andy Russell la grabó tres años más tarde, cuando medio planeta se hallaba implicado en la guerra, y la canción se extendió como un himno por las emisoras y las bocas de todo el mundo. En medio de los desastres que provocaba la conflagración, tanto los norteamericanos como los europeos se rindieron enseguida ante las evocaciones pasionales de la que en adelante sería conocida como Consuelito Velázquez.

 

Compositora de talento



Con Pedro Vargas 1950


 

Bésame mucho permaneció tres meses en el primer lugar de las listas de éxitos en Estados Unidos. Su autora se convirtió de repente en una celebridad y pudo instalarse en el Olimpo de los compositores románticos, con sólo veinticinco años y cuando quién sabe si ya Mariano Rivera la había besado. Era la época en que la industria cinematográfica estadounidense se fijaba en mexicanas como María Félix o Dolores del Río para los papeles clásicos de mujer latina, por lo que su compañía discográfica invitó a viajar a Hollywood a la guapa y fotogénica compositora.

 

En Estados Unidos, su canción sonaba a todas horas y en todas partes. Todos querían verla a lo largo de Sunset Boulevard, y Esther Williams, Rita Hayworth, Orson Welles, Errol Flynn, Clark Gable y otros actores consagrados corrieron a fotografiarse con ella. Acompañada de su madre, Consuelo comió con Walt Disney, que interrumpió un rodaje para hacerle unas pruebas de las que salió airosa. Cuando el contrato ya estaba listo, la pianista le agradeció su atención, pero dijo que prefería volver a México y casarse.



 

Así se casó a los veintiocho años, tras seis de noviazgo, con Mariano Rivera. 




Tuvieron dos hijos, Mariano y Sergio. Su antiguo jefe de programación radial era a la sazón uno de los mejores directores artísticos de la industria discográfica mexicana y el promotor de compositores intérpretes como José Alfredo Jiménez, Pérez Prado, Los Tres Diamantes o Benny Moré. Su hijo Sergio recordaría que “en vez de ser el típico mexicano posesivo que no deja que la mujer se desarrolle y a pesar de ser de Sinaloa, es decir, norteño y macho”, su padre “la dejó hacer lo que quiso e incluso la admiró hasta la muerte”. Mariano Rivera falleció en 1977, a los sesenta y dos años de edad.

 

Mientras Consuelo Velázquez desechaba la opción cinematográfica en sucesivos viajes a Estados Unidos, Japón y España, su canción Bésame mucho sirvió para acompañar diversas películas de la época de oro del cine mexicano, igual que lo haría en el futuro con innumerables filmes, como A toda máquina en 1951 o Moscú no cree en lágrimas, que en 1980 obtuvo el Oscar a la mejor película extranjera. El grupo germen de The Beatles (The Silver Beatles, con John Lennon, Paul McCartney y George Harrison) interpretaba unos años antes los primeros versos del bolero en español. También pedirían ser besados como si fuera la última vez, hasta en más de veinte idiomas distintos, cantantes como Frank Sinatra, Ray Conniff, Nat King Cole, Diana Ross, Sara Montiel, Omara Portuondo, João Gilberto o Plácido Domingo.

 


El éxito de Consuelito Velázquez fue más allá de Bésame mucho, y otras diez de sus canciones se ligaron con facilidad al tejido anímico de amantes y familias. Hasta Pablo Milanés y Martirio, también diversos intérpretes cantaron su Verdad amarga, mientras que la canción Cachito, compuesta para su hijo Sergio mientras lo tenía sentado en su regazo, fue un éxito en Italia y España, además de arrullar a toda una generación de mexicanos. También Que seas feliz fue varias veces popular, en voz de Los Tres Ases, Lucho Gatica y Luis Miguel, así como Pedro Infante cantó un Yo no fui que medio siglo después siguen interpretando los mariachis. Y aún son muy conocidas las canciones Al nacer este día, Anoche, Aunque tengas razón, Los pequeños detalles, Volverás a mí o Déjame quererte.

 

Comprometida con la política del entonces todopoderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI), Consuelo Velázquez fue diputada entre 1979 y 1982. Su gran defensa de los derechos de autor la llevó también a la presidencia de la Asociación de Autores y Compositores de México y a la vicepresidencia de la organización mundial del gremio. Desde este puesto, nunca antes ocupado por una mujer, emprendió la lucha contra la piratería.



 

De nuevo recibió el reconocimiento de su país y el homenaje de medio mundo. La Ópera de Frankfurt la invitó en 1984 a un concierto especial, en el que tocó Bésame mucho con arreglos suyos para la orquesta sinfónica que la acompañó. Un año después, la Brodcard Music Incorporated de Estados Unidos le otorgó un reconocimiento para celebrar que el bolero superaba los dos millones de transmisiones en radio y televisión. El primer ministro japonés, Toshiki Kaifu, y su esposa le confesaron durante un concierto que, como tantas otras parejas, se enamoraron con su canción, y diversas cadenas de televisión calificaron a Bésame mucho como la “canción del siglo XX”.

 

Una caída en la escalera de su casa la llevó a pasar sus dos últimos meses en el hospital. A sus ochenta y ocho años, encendía diariamente el televisor desde la cama para escuchar cómo la cadena Televisa empezaba cada capítulo de la telenovela Apuesta por un amor con su canción Que seas feliz. Una infección y un colapso pulmonar acabaron con su vida.

 

En su herencia, dejó tres canciones inéditas con intérpretes asignados de su puño y letra: Por el camino, para Luis Miguel; Mi bello Mazatlán, para la Banda el Recodo, y Donde siempre, para la rockera Cecilia Toussaint. Activa hasta el final, Consuelo Velázquez recibió en el hospital a los productores de la compañía estadounidense Peermusic para firmar el correspondiente contrato. Su nombre figura entre los diez compositores mexicanos que dejaron más ingresos en concepto de derechos de autor.

 


Cómo citar este artículo:

Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Consuelo Velázquez». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/v/velazquez_consuelo.htm [fecha de acceso: 26 de febrero de 2023].

Con afecto,

Ruben

 

viernes, 24 de febrero de 2023

Gerardo Matos Rodriguez: La cumparcita

 

Gerardo Matos Rodriguez





La cumparcita



El 18 de marzo de 1897 nace en Uruguay Gerardo Hernán Matos Rodríguez, músico, pianista, periodista y compositor de tangos y canciones criollas uruguayas. Creador de La cumparsita, en 1917, una de las obras más importantes del tango a nivel mundial, considerada el himno de los tangos.

Gerardo Hernán Matos Rodríguez (Montevideo, 18 de marzo de 1897 - Ib., 25 de abril de 1948) fue un músico, pianista, periodista y compositor de tangos y canciones criollas uruguayas.

 

 

Índice

1          Biografía

2          Su obra

3          La Cumparsita

           

Biografía

Era hijo de Emilio Mattos, propietario del cabaré Moulin Rouge. Estudió arquitectura en la desaparecida Facultad de Matemáticas de su ciudad natal.1 Los amigos lo apodaban Becho.

 

Según Ricardo Matos Tuesta, al venir a Uruguay:

 

“Tenía los ojos de color negro, tenía una mirada muy penetrante y muy discernidora, y de llamativos labios finos y pequeños. Era muy observador y analista en las cosas que debía y hacía.

Gustaba mucho de la lectura constante, y era una persona dada a la meditación, la reflexión lógica y analista en las cosas veía y hacía, era un elemento motivador e innovador . Era de buen humor e ingenio y de una simpatía coloquial, sabía caer en gracia a las personas de su entorno . Su alegría se expresaba en un armoniosa sonrisa de un niño pequeño y alegre

 

Tenía una amiga que se llamaba Reneé, quien era de ascendencia española, luego después de unos años se casó con ella”












 

Su obra

Compuso varios temas para piezas teatrales: El Gran Circo Rivolta, de Manuel Romero entre ellas. Más tarde, dirigió fugazmente su propia orquesta típica. En 1931 colaboró con la musicalización de la película ¨ Las luces de Buenos Aires¨, filmada en Francia con el papel protagónico de Carlos Gardel. Algunos de sus temas fueron estrenados junto a piezas teatrales en Buenos Aires.1

 

Compuso La Cumparsita y otros tangos como Che papusa, oí, su tango preferido. Escribió y colaboró con los letristas Enrique Cadícamo, Víctor Soliño y Manuel Romero, con quienes realizó su emotiva serie de canciones montevideanas.

 

Fue integrante de la recordada “Troupe ateniense”, un conjunto de tipo carnavalero, que no obstante ello no salía en Carnaval sino en las cuatro estaciones, en especial en primavera. Junto a grandes nombres del tango y del Carnaval uruguayo, como Víctor Soliño, Ramón “Loro” Collazo, su hermano Juan Antonio y los hermanos Raúl y Roberto Fontaina.

 

Fueron más de setenta los tangos de su producción, muchos editados en partitura y alrededor de cuarenta en discos. Algunas de sus obras son: Che papusa, oí, Son grupos, Yo tuve una novia, Cuando bronca el temporal, Hablame,Pobre corazón, Haceme caso a mí, Canto por no llorar, Rosa reseca, Botija linda, El pescador, Te fuiste, ¡ja, ja!, Adiós Argentina, Mi provinciana, La milonga azul, Dale celos, Raspail, Mocosita, La muchacha del circo, San Telmo, colaborando con los letristas Enrique Cadícamo, Victor Soliño, Juan B. A. Reyes, Manuel Romero y Fernán Silva Valdés con quien realizó su fina y emotiva serie de canciones Montevideanas a la que pertenece Margarita punzó.

 

La Cumparsita

 

Partitura de La Cumparsita, 1917. Casa Breyer Hermanos

La Cumparsita sale a la luz en una peña estudiantil, en lo que era la federación de estudiantes del Uruguay en el año 1916.

 

Esta institución presentaba problemas económicos graves estando incluso amenazados por el desalojo, situación que los obliga a salir a cantar por los cafés, en una comparsa como recurso para adquirir fondos. Fue así que coincidiendo con el carnaval del año 1917 se decidió hacer una comparsa visitando los cafés, cantando canciones.

 

Mientras tanto Matos Rodríguez siguiendo su objetivo de terminar su obra, continúa trabajando en ella para lograr su acabado final como es conocida mundialmente.

 

Una vez terminada la composición le faltaba la melodía por lo que un amigo del autor, excelente pianista fue el encargado de ponerle la música. Es así que se obtiene el primer gran éxito de esta composición la cual fue presentada por primera vez en el café La Giralda, ejecutada por la orquesta porteña de Roberto Firpo.2

 

Lo que le faltaba a este tango era el título ya que había nacido de un ambiente popular todos se sentían con derecho a bautizarla.

 

En 1924, ya radicado el autor en Buenos Aires, Pascual Contursi y Enrique Maroni le ponen letra de gran valor poético con el nombre de Si supieras (si supieras que aún dentro de mi alma conservo aquel cariño que tuve para ti...), con lo que la olvidada música ahora como tango se impuso definitivamente. Con esta letra la cantó y grabó Carlos Gardel. Un año después el propio autor, molesto por la letra creada sin su autorización, le pone una letra conservando el título original (Comenzando: La comparsa de miserias sin fin...), prácticamente nunca utilizada.


Con Gardel



Letra La cumparcita

 

Si supieras que aún dentro de mi alma
Conservo aquel cariño que tuve para ti
Quien sabe si supieras
Que nunca te he olvidado
Volviendo a tu pasado
Te acordarás de mí

Los amigos ya no vienen
Ni siquiera a visitarme
Nadie quiere consolarme
En mi aflicción
Desde el dia que te fuiste
Siento angustias en mi pecho
Decí percanta: ¿Qué has hecho
De mi pobre corazón?

Al cotorro abandonado
Ya ni el sol de la mañana
Asoma por la ventana
Como cuando estabas vos
Y aquel perrito compañero
Que por tu ausencia no comía
Al verme solo, el otro día
También me dejó
Si supieras

 



Con afecto,

Ruben

 

jueves, 23 de febrero de 2023

Letra del tango Cambalache

 






El tango Cambalache se estrenó en una clásica obra del teatro de revista, en el Teatro Maipo. Pero como consecuencia de éste acto, el director de la película “El alma del bandoneón” (Mentasti) se enfureció y presentó una enfática queja, ya que existía un acuerdo entre Discépolo y el director de cine para que éste último fuera el titular exclusivo de este tango. + Letra y música de Enrique Santos Discépolo (1935)

 

Que el mundo fue y será

una porquería, ya lo sé.

En el quinientos seis

y en el dos mil, también.

Que siempre ha habido chorros,

maquiavelos y estafaos,

contentos y amargaos,

barones y dublés.

Pero que el siglo veinte

es un despliegue

de maldá insolente,

ya no hay quien lo niegue.

Vivimos revolcaos en un merengue

y en el mismo lodo

todos manoseados.

 

Hoy resulta que es lo mismo

ser derecho que traidor,

ignorante, sabio o chorro,

generoso o estafador...

¡Todo es igual!

¡Nada es mejor!

Lo mismo un burro

que un gran profesor.

No hay aplazaos ni escalafón,

los ignorantes nos han igualao.

Si uno vive en la impostura

y otro roba en su ambición,

da lo mismo que sea cura,

colchonero, Rey de Bastos,

caradura o polizón.

 

¡Qué falta de respeto,

qué atropello a la razón!

Cualquiera es un señor,

cualquiera es un ladrón...

Mezclao con Stravisky

va Don Bosco y La Mignon,

Don Chicho y Napoleón,

Carnera y San Martín...

Igual que en la vidriera

irrespetuosa

de los cambalaches

se ha mezclao la vida,

y herida por un sable sin remache

ves llorar la Biblia

junto a un calefón.

 

Siglo veinte, cambalache

problemático y febril...

El que no llora no mama

y el que no afana es un gil.

¡Dale, nomás...!

¡Dale, que va...!

¡Que allá en el Horno

nos vamo’a encontrar...!

No pienses más; sentate a un lao,

que ha nadie importa si naciste honrao...

Es lo mismo el que labura

noche y día como un buey,

que el que vive de los otros,

que el que mata, que el que cura,

o está fuera de la ley...

 

Por Adrian Blanco




Con afecto,


Ruben