viernes, 12 de julio de 2019

Historia:La Guerra de los 6 días



 
Relatos históricos 


 
¿Qué es la historia? Una sencilla fábula que todos hemos aceptado. (Napoleón)

La “Guerra de los 6 días” y el fin del nacionalismo árabe
Si buscáramos razones en la historia reciente sobre la actualidad del Oriente Medio, lo haríamos en gran medida retornando al 5 y el 10 de junio de 1967.
Salvador Soler

La “Guerra de los 6 días” convirtió en un verdadero cementerio a la península del Sinaí. Allí quedarían no sólo miles de soldados, tanques y aviones enterrados, sino también el proyecto panarabista. En 6 días, el Estado de Israel consiguió una victoria suprema que le permitió establecerse como potencia militar y política en el Medio Oriente cambiando el tablero geopolítico, empujando a los palestinos a un salto en la diáspora que había comenzado 20 años atrás.
La guerra de 1967 fue un monumental choque de los nacionalismos del Medio Oriente. Los árabes la llamaron “Naksa, que significa la “recaída”. Esta no implicó una simple derrota militar ante el Estado de Israel, sino sobre todo la trágica interrupción del gran proyecto de un Estado Árabe Unido, modernizado con una burguesía nacional, echando por tierra la posibilidad de volver al estado anterior a la Nakba (catástrofe) en 1948.
El choque de nacionalismos
Luego de la Segunda Guerra Mundial, los imperialismos británico y francés quedan debilitados, frente a la emergencia de la hegemonía norteamericana, dando lugar a progresivos procesos de luchas anti coloniales de las que forma parte Egipto. En ese contexto cobra fuerza el nacionalismo árabe, que fue un movimiento que se levantó inicialmente contra la opresión otomana, en las primeras décadas del siglo XX, y luego contra el colonialismo británico y francés en todo el Oriente Medio y norte de África.
En Egipto, las masas concentraron su rechazo contra el rey Faruk, último monarca, quien sostenía un círculo podrido de corrupción, con niveles de pobreza extrema de la población obrera y campesina, bajo un régimen policíaco apoyado sobre las fuerzas armadas, mientras mantenía al país sometido al mando colonial británico.
Frente a esa situación, el Reino Unido optó por un retiro “ordenado” de la región, por presión de EEUU, por un lado, creando un nuevo orden mundial bajo su hegemonía, y de las masas por otro. El objetivo era evitar un escenario de guerra de liberación Nacional, que podría haber abierto las puertas a una revolución social, teniendo en cuenta el componente obrero en el caso egipcio, y las guerras de esta naturaleza en otros puntos del globo. De hecho, la URSS apoyó a los líderes del nacionalismo árabe como forma de contrarrestar la influencia de las potencias imperialistas.
El 23 de julio de 1952 el movimiento de los "Oficiales libres", cuya figura principal es Gamal Abdel Nasser, se fraccionó del mando central del ejército para derrocar al rey Faruk. Aunque, su verdadero objetivo era contener a los millones que se levantaban contra la monarquía. Por esto, se montan sobre la efervescencia anti colonial de las masas, adoptando un programa que contenía medidas como la modernización del país, la extensión cultural, becas para universidades y colegios, la reforma agraria, la nacionalización del Canal de Suez en 1956entre varias otras empresas, y la construcción de la represa de Asuán (que sellaría su alianza con la URSS). Esto aumentaría el prestigio de Nasser entre los sindicatos y las masas campesinas, pero sobre todo su influencia en todo el mundo árabe. Incluso apoyó la independencia de Sudán que hasta ese momento se encontraba como protectorado anglo-egipcio, como parte de su proyecto panarabista.
Sin embargo, esas medidas no cuestionaban hasta el final la estructura socio-económica egipcia, de fondo estaba el pasaje de la administración y redistribución de la renta capitalista favoreciendo a los sectores burgueses nacionales. Al poco tiempo de tomado el poder, consigue el control total del ejército,para establecer un régimen militar de control social basado en su figura. La oposición política era perseguida, encarcelada y torturada. Entre ellos estaban la Hermandad Musulmana que nace en la década del 20 con el desmembramiento del Imperio Otomano, y el Partido Comunista egipcio. Además, toda la política de Nasser, como veremos, orbitó alrededor de conseguir mejores condiciones de negociación con las potencias imperialistas, muy lejos de una verdadera liberación del pueblo egipcio y el “mundo árabe”.
Por otro lado, en la Segunda Guerra Mundial, con el Holocausto, las potencias que resultaron vencedoras cerraron sus puertas a los millones de judíos que huían de los campos de concentración o para no terminar en ellos, tejiendo su alianza con el sionismo, para dar forma al Estado de Israel. En 1947 la ONU establece la partición de Palestina como parte de los acuerdos con los sionistas, y un año después da lugar a la constitución del Estado de Israel, que es cuando comienza la Nakba (catástrofe), y o que el historiador Ilan Pappé llamó, limpieza étnica palestina. Los palestinos lucharían el resto del siglo para recuperar los territorios perdidos.

Antecedentes geopolíticos

 
La llamada crisis del Suez fue uno de los conflictos geopolíticos más complejos de la Guerra Fría. Nasser había nacionalizado el Canal poniendo nerviosos a Inglaterra y Francia, posibilitando no sólo perder el control del flujo de petróleo desde el Golfo Pérsico hacia Europa, sino que ponía en juego el control de todo el mercado, abriendo la posibilidad de que caiga en manos de la URSS.
Por su parte, Israel tampoco podía permitir que Egipto gane esta posición de fuerza. Los tres países organizaron una intervención conjunta a gran escala que no tenía el visto bueno de EEUU ni de la URSS en la ONU. Una lluvia de paracaidistas israelíes sobrevoló el canal, lo que forzó el armisticio con la intervención de la ONU que dejaría una “fuerza de paz” para separar los ejércitos de Egipto e Israel.
Aquel conflicto implicaba para las potencias imperialistas una derrota política. Nasser habría avanzado contra el orden colonial. Fortalecía al régimen interno alrededor de su figura, polarizando aún más el discurso nacionalista polarizado con el imperialismo, mientras que aumentaba la represión a la oposición política. Además dejó ubicado a Nasser como líder regional, ampliando su influencia sobre los movimientos arabistas y de liberación nacional que adoptaban su retórica, simbología y programa político.
EEUU apoyó a Egipto (como forma de contrarrestar la influencia política de la URSS en la región) frente al inminente conflicto que pudo haber acarreado una guerra regional. El objetivo era mantener el equilibrio de Medio Oriente.
La crisis del Suez, además, demostró el potencial militar del Estado de Israel. A partir de ese momento, Israel comienza una carrera armamentística, para conseguir aprovisionamiento técnico y militar por parte de EEUU, basado en la sobrestimación del poder militar de Egipto y otros países árabes.
Para abril de 1967, Israel aumentaba la retórica bélica con Jordania y Siria para que frenen los ataques de la OLP en las fronteras: “Destruiremos Damasco” amenazaba Israel, luego de haber derribado 6 cazas Mig sirios para que abandonen la causa Palestina, dejando en evidencia la inacción de Nasser. Además, en 1966 habían llevado adelante un ataque a la población cisjordana de Samu por tener relaciones con Al Fatah, lo que hizo retroceder al rey Hussein siendo advertido de que Israel estaba dispuesto a destruir su reino con tal de apoderarse de Cisjordania. Mientras tanto, Egipto enfrentaba su propio Vietnam en la guerra civil en Yemen, combatiendo a favor de los “republicanos” contra los pro monárquicos apoyados los saudíes, de la cuál necesitaba retirarse.
Con afecto,
Ruben

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