lunes, 30 de septiembre de 2019

Rudolf Diessel


Biografía de Rudolf Diessel

Rudolf Diessel  1900

Diesel nació en París en 1858, segundo de los tres hijos de Elise Strobel y Theodor Diesel. Sus padres eran inmigrantes bávaros asentados en París. En 1870 la familia tuvo que abandonar Francia al estallar la guerra franco-prusiana, y Rudolf fue enviado a Augsburgo. Luego regresó a París como representante de la empresa de máquinas frigoríficas de su maestro.
Entre 1893 y 1897 construyó en los talleres de la compañía MAN AG, perteneciente al grupo empresarial alemán Krupp, el primer motor del mundo que quemaba aceite vegetal (aceite de palma) en condiciones de trabajo. Éste fue presentado en la feria internacional de París y posteriormente fue llamado con el apellido de su inventor.
El Instituto de Ingenieros Mecánicos le concedió la Orden del Mérito por sus investigaciones y desarrollos sobre los motores con aceite de maní (cacahuete), que posteriormente usaron petróleo por ser un combustible más económico.
Se consideraba así mismo como un filósofo social, aunque de su libro Solidarismus, donde describe su visión de la empresa, solamente se vendieron 200 ejemplares.
Se supone que murió ahogado por noche del 29 al 30 de septiembre de 1913, pues desapareció del buque que cubría el trayecto de Amberes a Inglaterra en el que viajaba. Un par de días después, un bote de la guardia costera encontró su cuerpo. Como era lo común en aquel entonces, sólo se tomaron sus pertenencias (identificadas posteriormente por su hijo) y el cuerpo fue arrojado de nuevo al mar. La inexistencia de una nota o carta de suicidio ha inducido a pensar que podría haberse tratado de un accidente: Diesel, víctima de frecuentes dolores de cabeza, tal vez habría salido a pasear a cubierta, y caído al agua en un descuido. Sin embargo, también es cierto que no se puede descartar totalmente el suicidio, dado que su situación económica entonces era desesperada, pues se encontraba casi en quiebra. Existe la hipótesis de que agentes alemanes lo asesinaran para evitar la difusión de sus inventos, todavía no se ha comprobado que esto sea real, pero continúa siendo un misterio su muerte.
Legado
Después de la muerte de Diesel, el motor diésel experimentó mucho desarrollo y se convirtió en un reemplazo muy importante para el motor de pistón de vapor en muchas aplicaciones. Debido a que el motor diésel requería una construcción más pesada, más robusta que un motor de gasolina, no era ampliamente utilizado en la aviación. El motor diésel se generalizó en muchas otras aplicaciones, sin embargo, tales como motores estacionarios, máquinas agrícolas, submarinos, barcos, y mucho más tarde, locomotoras, camiones y en automóviles modernos.
Los motores diésel se encuentran con mayor frecuencia en aplicaciones en las que existe un alto requerimiento de par y un bajo requerimiento de RPM. Debido a su construcción generalmente más robusta y alto par, los motores diésel también se han convertido en los caballos de carga de la industria del camión. Recientemente, los motores diésel que han superado su peso han sido diseñados, certificados y volados en aviones ligeros. Estos motores están diseñados para funcionar con combustible diésel o más comúnmente con combustible para reactores.
El motor diésel tiene el beneficio de funcionar con más eficiencia de combustible que los motores de gasolina debido a relaciones de compresión mucho más altas y una mayor duración de la combustión, lo que significa que la temperatura aumenta más lentamente, permitiendo que más calor se convierta en trabajo mecánico. Diesel estaba interesado en utilizar el polvo de carbón o el aceite vegetal como combustible, y de hecho, su motor funcionaba con aceite de cacahuete.
Aunque estos combustibles no fueron inmediatamente populares, durante 2008 los aumentos en los precios del combustible, junto con las preocupaciones sobre las reservas de petróleo, han llevado a un uso más extendido de aceite vegetal y biodiésel. La fuente primaria de combustible sigue siendo lo que se conoce como combustible diésel, un subproducto del petróleo derivado del refinamiento del petróleo , que es más seguro almacenar que la gasolina (su punto de inflamación es aproximadamente 175 grados más alto) y no explotará.
¿Quién mató al inventor del motor diésel y por qué?
Tim Harford y Ben Crighton BBC, Serie: 50 cosas que hicieron la economía moderna
  • 4 diciembre 2016

Eran las 10 de la noche. Rudolf Diesel había terminado de cenar y se retiró a su cabina a bordo de S.S. Dresden, que había zarpado de Bélgica para cruzar el Canal de la Mancha.
Su ropa de dormir estaba sobre su cama, pero Diesel no se la puso.
El inventor del motor que lleva su nombre estaba pensando en sus onerosas deudas y en los intereses que debía pagar pronto.
En su diario, esa fecha -el 29 de septiembre de 1913- estaba marcada con una ominosa "X".
Antes del viaje
Diesel había recogido todo el dinero en efectivo que pudo y lo había metido en un bolso, junto con los documentos que revelaban el caos financiero que enfrentaba.
Le entregó el bolso a su esposa, con instrucciones de no abrirlo antes de que pasara una semana; ella no parecía haber sospechado nada.
Diesel salió de su cabina, se quitó su abrigo, lo dobló y lo colocó cuidadosamente en la cubierta del barco.
Miró desde la baranda las negras aguas que se arremolinaban abajo.
Y luego... saltó.  ¿O quizás no?
Algunos especulan que a Diesel lo lanzaron al agua.
Pero, ¿quién podría haber estado interesado en el deceso del insolvente inventor?
El dedo acusador ha apuntado a dos posibles candidatos.
Para meternos en contexto, vayamos 20 años atrás, a 1872, cuando las economías industrializadas usaban el vapor para mover sus trenes y fábricas, pero el transporte urbano dependía de los caballos.
Ese otoño, la gripe equina paralizó las ciudades de Estados Unidos. Las tiendas estaban vacías, los bares no tenían cerveza, la basura se apilaba en las calles.
Una ciudad de medio millón de personas podía tener 100.000 caballos, cada uno cubriendo las calles con sus 15 kilos de excremento y 4 litros de orina al día.
Un motor asequible, fiable y pequeño que pudiera reemplazar al caballo sería una bendición.
Cómo construir esa bendición
El motor de vapor era un candidato: autos con ese sistema estaban empezando a perfilarse como una buena opción.
Otra era el motor de combustión interna, cuyas primeras versiones utilizaban gasolina, gas o hasta explosivos.
Pero cuando Diesel era estudiante, esos tipos de motores eran deplorablemente ineficientes: apenas convertían alrededor del 10% del calor en energía mecánica.
Fue en una conferencia sobre termodinámica en el Real Politécnico Bávaro de Múnich que Diesel aprendió que era teoréticamente posible hacer un motor de combustión interna que aprovechara todo el calor.
Se propuso la tarea de traducir la teoría a la práctica, pero se quedó corto: la eficiencia de su primer motor era sólo de 25%.
Hoy en día, los mejores motores diesel logran más del 50%. No obstante, era más de dos veces mejor que los anteriores al suyo.
Sin chispa
Una razón por la cual el motor de Diesel es más eficiente es que no necesita una chispa. Los de gasolina funcionan comprimiendo una mezcla de combustible y aire y prendiéndola usando la bujía.
En la versión de Diesel, el aire se comprime tanto que el combustible se enciende por contacto, así que gasta menos.
En esta demostración del invento de Diesel, hay un trozo de algodón en la cámara que aloja el aire al que se comprime con tal fuerza que se calienta, encendiendo el algodón. Eso pasa en los motores, sólo que, en vez de algodón, el combustible es gasóleo.
Desafortunadamente para el inventor, en los primeros modelos de su motor esas ganancias en eficacia pesaban menos que los asuntos de fiabilidad.
Sus clientes le pedían constantemente que les devolviera el dinero y fue eso lo que lo endeudó irremediablemente.
No obstante, siguió trabajando en su motor, y lo mejoró considerablemente. Tanto que otras ventajas empezaron a ser aparentes.
Para que no evitara que los británicos explotaran
Los motores diésel pueden usar combustibles más pesados que los de gasolina, específicamente el que se llegó a conocer como diésel o gasóleo.
Además de ser más barato de refinar que la gasolina, libera menos gases, por lo que es menos probable que cause explosiones.
Eso lo hizo particularmente atractivo para el transporte militar, que no quería que sus bombas explotaran accidentalmente.
En 1904, los submarinos franceses se impulsaban con motores diésel.
Y eso nos lleva a la primera teoría de la conspiración sobre la muerte de Rudolf Diesel.
En 1913 en Europa los tambores de la inminente guerra retumbaban cada vez con más vigor.
El alemán endeudado iba en ruta a Londres.
Un diario reportó su muerte con bajo el especulativo titular:
Inventor arrojado al mar para evitar venta de patentes al gobierno británico"
Titular en diario de la época
THINKSTOCK
Nunca pudo capitalizar su extraordinario invento
Fue sólo después de la Primera Guerra Mundial que la creación de Diesel empezó a mostrar su potencial comercial.
Los primeros camiones que funcionaban con diésel aparecieron en los años 20; los trenes, en los 30; para 1939, el 25% del comercio marítimo global era impulsado por el motor del ya fallecido inventor.
Después de la Segunda Guerra Mundial, motores diésel más poderosos y eficientes permitieron la construcción de barcos cada vez más grandes.
La idea era reemplazar al caballo, pero se necesitaba un motor eficiente.
Es por ello que el científico checo Vaclav Smil lo designa como uno de los dos principales impulsadores de la globalización (el otro son las turbinas de gas).
"Si la globalización hubiera estado impulsada con vapor en vez de diésel, el comercio habría crecido mucho más lentamente", opina.
Y también es por ello que el economista Brian Arthur considera el éxito del motor de combustión interna como un ejemplo de la "dependencia de la ruta tomada": un ciclo en el que todo lo que se hace refuerza la decisión inicial.
Así, aunque, según Arthur, el vapor era tan viable como el petróleo en 1914, la creciente influencia de la industria petrolera se aseguró de que se invirtiera más fondos en el motor de combustión interna.
De haberse beneficiado de las mismas ventajas, señala, quizás hoy estaríamos conduciendo autos a vapor.
O, si Rudolf Diesel hubiera logrado lo que él quería, la economía global funcionaría con cacahuetes.

El nombre de Diesel se volvió sinónimo del derivado del petróleo que, recientemente, disparó la alarma por los altos niveles de óxidos y dióxidos de nitrógeno, llamados NOx, que arrojan los autos.
Sin embargo, el inventor alemán diseño su motor para que usara una variedad de combustibles, desde polvo de carbón hasta aceites vegetales.
En 1900, en la Feria Mundial de París, el inventor mostró un modelo basado en aceite maní y con el paso de los años, se volvió en un defensor a ultranza de esa causa.
En 1912, un año antes de su muerte, Diesel predijo que los aceites vegetales se convertirían en una fuente de combustible tan importante como los productos del petróleo.
Esa era, sin duda, una visión más atractiva para los dueños de granjas de maní que para los de campos de petróleo, y el ímpetu para hacerlo realidad se disipó en gran parte tras la muerte de Diesel.
De ahí la segunda teoría de conspiración que inspiró otro titular sensacionalista y especulativo en otro diario de la época:  Inventor asesinado por agentes de grandes compañías petroleras" Titular en diario de la época THINKSTOCK
Secreto del mar
Recientemente ha habido un resurgimiento del interés en el biodiesel. No contamina tanto como el petróleo, pero también es polémico: compite por la tierra con la agricultura y aumenta el precio de los alimentos.
En la época de Diesel, eso no era problema: la población era mucho más reducida y el clima, más predecible.
A él le entusiasmaba la idea de que su motor pudiera contribuir al desarrollo de economías agrícolas pobres.
Nunca sabremos si se suicidó o lo mataron.
¿Cuán distinto sería el mundo hoy si los terrenos más valiosos durante los últimos 100 años hubieran sido los de cultivar cacahuetes en vez de los de extraer petróleo?
Nunca lo sabremos, así como nunca sabremos con seguridad qué le pasó a Rudolf Diesel.
Para cuando su cuerpo apareció flotando 10 días más tarde al lado de otro barco, estaba tan descompuesto que no pudieron hacerle una autopsia.
La tripulación ni siquiera quiso llevarlo a bordo: le sacaron su billetera, su navaja de bolsillo y el estuche de sus gafas, que su hijo después identificó.
Las olas se quedaron con el cuerpo.
Con afecto,
Ruben


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