sábado, 15 de mayo de 2021

Ldwig Van Beethoven1

 

 

Los compositores de música clásica del siglo XIX

 

«La música tiene poder sanador. Tiene la habilidad de sacar a la gente fuera de sí mismas durante unas horas». Elton John.

 

Ludwig Van Bethoven


 


 

 

Dicen que el día que Beethoven nació, el día 16 de diciembre de 1770, había una tempestad y llovía torrencialmente en Bonn (Alemania)

Quizá presagiando la vida tormentosa y dramática de este gran músico.

Hijo de Johann Beethoven y Magdalena Keverich.


Johann Beethoven

De pequeño, mostro unas grandes capacidades como músico, lo que provoco que su padre, que era tenor de la corte, quisiera hacer de el un prodigio. Y lo obligaba a estudiar en forma continua, encerrándolo muchas horas. Si no cumplía con su tarea, era castigado severamente, incluso con maltratos.

A los 8 años, lo llevo a Colonia, para presentarlo como pianista. Y luego lo llevo a una gira que no tuvo éxito.

Tomó lecciones de Wolfgang Amadeus Mozart, que dijo de él que no lo pierdan de vista, ya que alguna vez, haría ruido en el mundo.

Beethoven tuvo su primer golpe cuando falleció su madre, en 1787, y por esa causa, se hizo cargo de sus hermanos.

Como era joven para esa responsabilidad, paso por grandes sufrimientos.

El conde Waldstein, un hombre de mucha cultura, lo tomo bajo su protección, y lo ayudo, proclamándolo heredero de Haydn y Mozart.

Beethoven amaba su Bonn natal, y escribió sobre ella: sus "Siete Montañas azuladas que dibujan sobre el cielo sus perfiles atormentados, coronados por las esbeltas y bizarras siluetas de los viejos castillos en ruinas”.

Tuvo clases de Haydn, Salieri ( que también fue profesor de Franz Liszt, entre otros.)

El 30 de marzo del año 1795, Beethoven dio su primer concierto como pianista.

Beethoven, ya comenzaba a tener los síntomas de su terrible enfermedad: la sordera...

Lo que lo torturaba, pues lógicamente, era su sentido más necesario para su profesión.

También ya se destacaba su carácter, de alma bondadosa, y sentir humanitario. Además de su gran voluntad, matizados de profundas melancolías que plasmaba en sus obras.

Beethoven se enamoró de Giulietta Guicciardi, a quien dedico la sonata "Claro de Luna" en 1801.


 

Testamento a sus hermanos


Ludwig van Beethoven

Heiglnstadt, 6 de octubre de 1802
A mis hermanos Carl y Johann
«¡Oh semejantes míos, que me toman o que
me denuncian, como triste, malhumorado, o mezquino, que gran mal me hacen!

No saben la causa secreta de lo que me hace presentar tal aspecto. Mi corazón y mi disposición desde mi niñez, se inclinaban ha cia los sentimientos tiernos de la buena voluntad y yo
siempre me inclinaba hacia las grandes acciones, pero
consideren que durante seis años yo he caido bajo
una condición incurable y empeorada por médicos in-
sensatos, engañado durante años con una esperanza
de mejoría y finalmente expuesto a la contemplación
de una dolencia duradera, la curación de la cual podrá llevar años o tal vez sea imposible.
Nacido con un temperamento ardiente y lleno de vida, incluyendo una

 disposi ción de entretener a la sociedad.

A temprana edad tuve que aislarme para vivir una vida
solitaria. Si a veces trataba yo de pasar por alto todo esto, que grande golpe fue el de
experimentar las deficiencias de mi oído; más aún no me era posible pedir a las personas «que hablaran más fuerte, que gritaran, porque yo era sordo».

De qué manera debía yo admitir la debilidad en uno de los sentidos que debía haber sido más perfecto para mí que en otros; un sentido que yo antes poseía en la mayor perfección, una perfección como pocos de mi profesión hayan experimentado

¡Oh, no lo puedo hacer! Perdónenme entonces si me ven alejarme cuando debía estar allegándome al mundo.
Mi infortunio me da un dolor doble cuando trato de hacer que otros comprendan.

La recreación en la sociedad humana, los pasajes más deleitables de la conversación, las confidencias; ninguna de estas cosas es para mí; ya solo, nada menos que las exigencias más grandes pueden lograr que yo me exponga a la vida social.

 Yo tengo que vivir como un exiliado; si estoy en compañía de otros, cae sobre mí un terrible temor, el temor de que lleguen a saber de mi condición.

Así ha sido durante estos últimos seis meses que he pasado en el campo, bajo órdenes de mi buen médico, en los que he tratado de proteger todo lo posible mi oído. Su prescripción concordó con lo que ha llegado a ser casi natural para mí, aunque a veces por mis deseos de asociarme con otros me he dejado engañar;
pero que humillación cuando alguien parado junto a mi oía una flauta y yo nada oía, o un paseo por el quehacer. Paciencia (esa es la palabra, ella es la que tengo que tomar como mi guía; lo he hecho) espero que mi resolución de perdurar sea constante, hasta que los inexorables faros corten el hilo. Puede ser que las cosas mejoren, pero puede ser que no; estoy preparado (tan pronto en mi año 28 de vida se me exige volverme filosofo; no es fácil; más difícil para un artista que para cualquier otro. Oh Dios, Tú ves hasta mis entrañas. Tú me conoces, Tu sabes que el amor hacia el hombre y la inclinación a la beneficencia moran dentro de mí.

Oh mis semejantes, cuando posteriormente lean esto, crean que me
han hecho mal; y el desafortunado que se consuele encontrándose un compañero en la mala fortuna, quien, a pesar de todos los obstáculos naturales, no ha dejado de hacer todo lo que este a su alcance para formar filas con los artistas y los buenos hombres)»

Entonces se dirige a sus hermanos: «mi deseo es que tengan mejor vida que yo, con
menos preocupaciones:  Exhorten a sus hijos a la virtud, esto solamente puede traer la felicidad, no el dinero, yo hablo de la experiencia; aquello fue lo que me sostuvo aun en la miseria, a aquello y a mi corazón tengo que agradecer que no haya terminado mi vida con el suicidio.

Adiós, ámense los unos a los otros.

Doy gracias a todos mis amigos, especial mente al Principe Lichnowski y al Profesor Schmidt.

Yo quiero que los instrumentos del Príncipe Lichnowski permanezcan bajo el cuidado de alguno de ustedes, pero que no
haya contiendas entre ustedes acerca de ellos; únicamente cuando les puedan ayudar 
lograr algo más útil, véndanlos sin demora.

Que gozoso estaré si aún bajo la tierra puedo serles útil.

Que sea con gozo que yo apresuradamente camine hacia la muerte y la vea cara a cara.  Si viene antes que yo haya tenido la oportunidad de desenvolver todas mis capacidades artísticas, a pesar de mi dura suerte, vendrá demasiado pronto, y yo seguramente deseare que venga más tarde, pero aun así estoy contento ¿Acaso no me libra de un estado de sufrimiento incesante? Ven cuando quieras, yo te hare frente con valor.
Adiós y no me olviden del todo en la muerte, yo merezco esto de ustedes, de
quienes en mi vida he pensado con frecuencia, deseándoles felicidad

¡Que así sea!»

Beethoven había dedicado su tercera Sinfonía, a Napoleón Bonaparte, y conto un alumno que le anuncio que el mismo se había proclamado Emperador.

 Beethoven, se enfureció exclamando: "¡No es más que un hombre vulgar! ¡Solo satisfará su ambición y como tantos otros hollará los derechos del hombre para ser un tirano!" Así que arranco la primera página de su obra, manuscrita, y la echo al suelo, dando luego el nombre de "Sinfonía Heroica".


 

Se dice que Beethoven, en sus primeras 4 notas, representa ‘la llamada del destino a nuestra puerta’.

Su 6ª Sinfonía es un agradecimiento a Dios por la hermosa naturaleza. (la llamada "Pastoral") 


 

Beethoven solía mudarse casi constantemente de casa.

Beethoven y su sobrino

Tuvo una gran tristeza en sus últimos años, además de su problema de sordera, con respecto a su sobrino, que fue muy ingrato con él, y por quien había luchado mucho.

Cuando este tenía 9 años, y al fallecer su hermano, luchó por su custodia. Para peor, su sobrino Karl, termino suicidándose, lo que consumió de dolor a Beethoven, ya demasiado golpeado por el Destino.

El inicio la era Romántica en la música, se apartó de los camones de épocas anteriores, y emprendió nuevas andaduras, con sonoridades diferentes. Sus sonatas, en especial a partir de 1880, son una gran muestra de ese romanticismo, como la Appasionata, Patética, Claro de luna...

Liszt fue el primero, que demostró que sus Sonatas eran posibles de interpretarse por su dificilísima técnica para esos tiempos). Hizo, una gira con conciertos, con el único fin de recaudar fondos, para construir un monumento a Beethoven.

Triste anécdota sobre la sordera de Beethoven


 

Se cuenta que, dirigiendo una obra de él, en un Concierto, como su sordera, ya era total, entonces, se perdió por completo, y en un momento, dio un poderoso gesto de un FORTISIMO, cuando ya la orquesta lo había interpretado.

Eso le costó que se burlen de él, pues Beethoven era reacio a aceptar esa enfermedad, por vergüenza.

Beethoven falleció también, ( como el día en que nació) en medio de una gran tempestad...

A su funeral asistieron unas 20 mil personas.


 

Con afecto,

Ruben

 

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