lunes, 28 de diciembre de 2015

El terrorismo Dios, los hombres y el Sistema 1



El terrorismo Dios, los hombres y el Sistema 1

 
El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.
No tenia intensiones de escribir nada acerca de la de convulsión de la paz que viene sufriendo el mundo por los ataques terroristas. Pero al sentarme a escribir  un saludo de navidad y de deseos de prosperidad para los lectores de mis blogs; mi mente se perdió entre la alegría de recordar una vez más el nacimiento del Señor Jesús, y la pena y desconcierto de darme cuenta del dolor que causa el desatino humano a sus semejantes. La incontrolada pasión por la violencia es el distintivo de los seres humanos. Y me suena trágico e incomprensible, que la Biblia nos diga que los seres humanos somos  hechos a imagen  y semejanza de Dios.  Para mí la única explicación  cuerda de esta verdad doctrinal, radicaría en que siempre y cuando hayamos sido regenerados por el poder de Dios. Yo se que esta imagen tiene que ver con la personalidad del individuo, con un alma donde opera el intelecto, los deseos y la voluntad.
No quiero confundirte ni que pienses que juzgo lo que mi Señor declara, sino más bien es el reflejo de mi incompetencia de aceptar el grado de maldad  en la a que está inmerso  el género humano al ver a los terroristas degollando vivos a sus rehenes, o de quemar vivos a otros; y de caminar sigilosamente entre gente inocente sabiendo que van a morir debido a una bomba que van a detonar.
En fin, lo único que puedo hacer por ahora es ofrecerte una serie de información que he recolectado de diferentes fuentes, para que te ayuden a entender un poco más el problema que el mundo confronta por una minoría musulmana radical y equivocada.
En realidad no sé por dónde empezar porque el asunto es muy grave. Yo como cristiano evangélico tengo mi manual de conducta en mi Biblia, pero muchas personas no lo hacen así.
Y no lo hacen porque tienen otras creencias religiosas, como el budismo e islamismo muy extendido en Asia y Medio Oriente, por solo nombrar dos de ellas con billones de seguidores.
Entonces viéndolo de esta manera, los seguidores del Cristianismo, somos una minoría.
 ¿Y por qué digo esto? Si al leer mi Biblia encuentro que Jeremías el profeta de Dios me dice  que engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?   Por lo tanto aunque algunos parezcan ser buenos es solo apariencia.
 Lo que hay en el fondo del corazón de cada uno está escondido y a veces es difícil descubrirlo. Todos queremos presentar nuestra  mejor imagen posible en público, pero la maldad está en nosotros. ¿Cómo pues aquellos que no comparten la misma fe podrán entenderlo o aceptarlo?
 O si leo en el NT que el apóstol Pablo me dice, de modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y  si se lo digo a la gente de otra fe, de  que naciendo de nuevo, esa persona será transformada para bien por el poder de Dios. ¿Cómo podrán los musulmanes aceptar esta doctrina?  Es imposible para ellos contradecir lo que dice el Corán.
  Todo esto para mi es frustrante en gran manera, porque de veras creo que el cambio del hombre e tiene que ser  de naturaleza espiritual, y esta es la razón fundamental de del  programa de difusión  evangélico-cristiano, el gran mandamiento a tu disposición hoy en este blog.
La intensión de este escrito también es para permitirme reflexionar sobre el terrorismo que nos aqueja y opinar al respecto desde mi plataforma de creyente cristiano.
Y mi primera evaluación de esta maligna autodestrucción es muy negativa, porque me doy cuenta que las raíces de estos conflictos son religiosos con proyección política  de convertir  el mundo  la religión musulmana.
Asimismo, el problema es tan complejo, que ninguna  autoridad ni organización mundial está en condiciones de resolver este grave problema. Y todos somos testigos que el conflicto árabe con Israel tampoco tiene solución hasta ahora. Porque ambos conflictos tienen orígenes religiosos.

Este aspecto religioso trasciende las fronteras de los países, porque está en el alma de la gente  radical y  extremista que viven en los países occidentales. Y siendo ya ciudadanos en su nuevo país de residencia, atacan a la gente desde adentro, con cobardía extrema,  traicionando a la nación que los recibe de buena voluntad. Por eso vemos como ciudadanos en Inglaterra, USA, Francia, Canadá, Australia, Bélgica y otros países  mas son atacados desde adentro.
¿Por qué la gente islámica no emigra a las naciones orientales conocidas como Oriente Medio?
Y no lo hacen, porque su agenda es clara, y prefieren las naciones democráticas, solventes económicamente, con creencias cristianas para socavar su integridad como nación, para tratar de imponer su ideología  mediante la violencia de  todas  las creencias musulmanas originadas por su Profeta Mahoma.
 
Todos somos testigos de las horrendas cosas que los terroristas han hecho recientemente en un centro de discapacitados en San Bernandino en California. Frescas están también las imágenes de  los ataques Jihadista a la ciudad de Paris, que aun recuerda con dolor  las  doce personas  que han perdido la vida después de que de que los terroristas entraran en las oficinas  del semanario satírico Charlie Abdo y los  abatiesen a tiros. El periódico estaba en la mira de los miembros  radicales tras publicar las caricaturas de Mahoma.

1 Las cruzadas

Las Cruzadas fueron una serie de campañas militares impulsadas por el papa y llevadas a cabo por gran parte de la Europa latina cristiana, principalmente por la Francia de los Capetos y el Sacro Imperio Romano. Las cruzadas, con el objetivo específico inicial de restablecer el control cristiano sobre Tierra Santa, se libraron durante un período de casi doscientos años, entre 1095 y 1291. Más tarde, otras campañas en España y Europa Oriental, de las que algunas no vieron su final hasta el siglo XV, recibieron la misma calificación. Las cruzadas fueron sostenidas principalmente contra los musulmanes, aunque también contra los eslavos paganos, judíos, cristianos ortodoxos griegos y rusos, mongoles, cátaros, husitas, valdense, prusianos y contra enemigos políticos de los papas.

Las cruzadas das fueron una serie de campañas militares  ocurridas durante la Edad Media europea contra los musulmanes del Medio Oriente que habían conquistado Jerusalén ( "Tierra Santa") . En 1076, los musulmanes habían capturado Jerusalén - El más santo de los santos lugares para los cristianos. Jesús había nacido en la cercana Belén y había pasado la mayor parte de su vida en Jerusalén donde fue cruxificado. No había lugar más importante en la Tierra que Jerusalén para un verdadero cristiano razón por la cual los cristianos de Jerusalén la llamaron la "Ciudad de Dios".

El origen de la palabra Cruzados puede atribuirse a la cruz de tela y usada como insignia en la ropa exterior de los que tomaron parte en estas empresa de reconquista de Tierra Santa (Jerusalén)

Sin embargo, Jerusalén fue también muy importante para los musulmanes ya que Mahoma, el fundador de la fe musulmana, porque ahí se encuentra la Mezquita de la Roca
también llamada la Mezquita de Omar o la Cúpula de la Roca que es uno de los lugares más sagrados de la religión islámica, por ser considerado el lugar desde el cual Mahoma ascendió al cielo.

Por lo tanto los cristianos lucharon para recuperar la Tierra Santa (Jerusalén) mientras los musulmanes lucharon para mantener Jerusalén. Estas guerras iban a durar casi 200 años desde el año 1095 - 1291.

Las Cruzadas: Recuperación de Tierra Santa "Jerusalén":

Las Cruzadas fueron una serie de guerras libradas entre los siglos XI hasta el XIII entre los ejércitos reunidos por los reinos cristianos de Europa y la mayor parte los ejércitos musulmanes del Asia menor y Mediterráneo oriental. Estas cruzadas de reconquista de Tierra Santa fueron bendecidas y, a menudo invocadas por el papado romano y motivados por una sensación de que era eminentemente religioso desalojar de la tierra donde nació, predicó y murió Jesucristo a la ocupación musulmana, se denominan "guerras de religión" a las Cruzadas.
Sin embargo, en realidad las Cruzadas tenian motivos eminentemente políticos y económicos dentro del mundo feudal de la Edad Media europea y bizantina, y como un fin práctico, la defensa de los cristianos en Tierra Santa contra los musulmanes. También son considerados por muchos historiadores como la respuesta del Cristianismo al yihad Islámico del siglo VII.


Las Cruzadas originalmente tenían el objetivo de recuperar Jerusalén "Tierra Santa" de manos de los musulmanes y se pusieron en marcha en respuesta a una llamada en busca de ayuda del Imperio Cristiano Bizantino contra la expansión de los musulmanes Selyúcidas turcos en Anatolia (Asia Menor). El término Cruzadas también se utiliza para describir las campañas contemporáneas y posteriores realizadas hasta el siglo XVI en territorios situados fuera de Oriente por lo general contra los paganos, herejes.

Las cruzadas tuvieron repercusiones políticas, económicas, sociales de gran alcance, algunas de los cuales han durado hasta tiempos contemporáneos. Debido a conflictos internos entre los reinos cristianos y sus poderes políticos, algunas de las expediciones de las Cruzadas fueron desviadas de su objetivo original, tales como la Cuarta Cruzada, que resultó en el saqueo de la Constantinopla cristiana y la partición del Imperio bizantino entre Venecia y los cruzados.
 La Sexta Cruzada fue la primera cruzada que zarpó sin la bendición oficial del Papa. La séptima, octava y novena Cruzada resultaron en derrotas de los reinos cristianos frente a las mamelucas y berebere, la Novena Cruzada marcó el final de las cruzadas en el Oriente.

Aunque aparentemente no se vean las diferencias, no es lo mismo ni mucho menos las cruzadas medievales, o la guerra santa o jihad islámica, constata un historiador.

Jean Flori (Lillebonne), medievalista, director de investigación en el CNRS (Centro Nacional de Investigación Sociológica) y del Centro de Estudios Superiores de Civilización Medieval de Poitiers (Francia), es autor de «La Guerra santa. (La formación de la idea de cruzada en el Occidente Cristiano).
Ante la pregunta sobre si es posible comparar las cruzadas con la yihad islámica, el profesor Flori responde en declaraciones «Es una cuestión difícil de tratar en pocas palabras. Podría responder que, no se trata del  yihad contemporáneo tal y como es predicada y lamentablemente practicada por los musulmanes fanáticos que nosotros llamamos "islamistas"».

«En efecto, estos asumen una política de terror ciego y golpean indiscriminadamente poblaciones occidentales, sin otro objetivo que la venganza, el odio racial o religioso», reconoce el historiador.

Ahora bien, aclara, «cruzada, por horrible y condenable que fuera, tenía como objetivo la recuperación y defensa del Santo Sepulcro de Jerusalén, primer lugar santo de la cristiandad, que estaba en manos musulmanas desde el 738 dc.», recuerda.

En cierto sentido, opina, «se puede comparar la cruzada con la jihad» en la Edad Meda, «ya que una y otra dieron lugar a masacres y atrocidades. Una y otra fueron consideradas como guerras santas que procuraban el paraíso a los guerreros en combate».

«Sin embargo, existen diferencias notables --reconoce--. La jihad ha sido practicada desde  el origen por Mahoma, el fundador del islam. Jesús, al contrario, rechaza en sus actos y en su predicación todo recurso a las armas y a la violencia».
«La jihad, en su forma guerrera, se admite desde el origen, en el islam. Fue anterior a la guerra santa cristiana, que fue una desviación doctrinal. La jihad tenía como objetivo la conquista de territorios que no habían sido poblados por el islam, los llamados territorios de la guerra, con el fin de establecer la ley del islam, y no para convertir a sus habitantes».

«La cruzada, en cambio, tenía como fin la reconquista de los lugares santos y de los antiguos territorios cristianos, habitados todavía por numerosas poblaciones cristianas --explica el historiador--. Se podría decir, de manera genérica, que la cruzada sería lo equivalente a una jihad que tuviera como objetivo la liberación de la Meca o de Medina, en caso que estos lugares santos musulmanes hubieran caído en manos de los cristianos».

«Sólo las autoridades religiosas podrían proclamar una guerra santa --concluye--. Una proclamación de este tipo sólo es posible en una sociedad controlada y dirigida por religiosos, como fue el caso de la sociedad cristiana medieval, y como es el caso todavía hoy en estados musulmanes cada vez más numerosos».

2. El origen de los árabes musulmanes
La Biblia nos habla que Abraham de edad de ochenta y seis años se llega
 a Agar, la sierva de Sarai su mujer  y tuvo un hijo llamado Ismael [que en hebreo significa
Dios oyó”. Pero más tarde Dios hizo que Sarai  siendo estéril tuviera un hijo Isaac, quien levaría las promesas y el pacto de Dios  más no Ismael.
Porque  Está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava (Agar), el otro de la libre (Sarai (aunque e era  estéril). Pero el de la esclava nació según la carne (por el pecado de Abraham y Sarai); mas el de la libre (el  de Sarai), por la promesa (aquella promesa que Dios le había hecho a Abram.


La Biblia  nos dice que  de esta esclava egipcia nació Ismael  el cual llegó
a ser el padre de gran parte del  mundo Árabe

 Dios profetizo que Ismael y gran parte de su descendencia árabe serian de un carácter fiero salvaje (be ligerante). Y que su mano será contra todos y la mano de todos contra él.
 (Génesis 16:12)

La vida de  los Ismaelitas a través de todo el Antiguo Testamento ha sido una vida de hostilidad en contra del pueblo de  Israel y aun hasta el día de hoy. La tradición musulmana   menciona que de Ismael salió el nombre de Islam.

Cuando Ismael l  era un joven, Dios reafirmó  Su Pacto con Abraham diciéndole que este no le heredaría sino  un hijo que El le daría en su vejez [hablando de Isaac].
Sin embargo Dios en Su misericordia   prometió que  Ismael seria fructífero como el padre de doce príncipes y una gran nación, como las Escrituras lo dicen:
Y dijo Abraham a Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti.  19 Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.  20 Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación.  21 Más yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz por este tiempo el año que viene.
  Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a  luz un hijo, y llamarás  su nombre Isaac  y confirmaré  mi pacto con é como pacto perpetuo para sus  descendientes después de él.
Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré  fructificar y multiplicar mucho en gran manera;  doce príncipes engendrarán y haré de él una gran nación.

Más  yo estableceré mi pacto con Isaac el que Sara te dará a l por este tiempo el año que viene” (Génesis17:18 21)

Con afecto,
Rubén          Diciembre 2015

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