domingo, 16 de junio de 2019

Historia:Prensa Latina Ernesto Che Guevara

Ernesto Che Guevara
ernesto che guevara

 
60aniversario de Prensa Latina, Agencia de Noticias que fundo el Che Guevara
Fuente: Diario Crónica Viva Lima, Perú

Tras los días difíciles de la Operación Verdad en Cuba, Fidel Castro advirtió la necesidad de crear una agencia de noticias que sirviera como alternativa a los grandes monopolios de la información. Con esta idea, el 16 de junio de 1959 nació en La Habana Prensa Latina (PL), la voz revolucionaria más antigua de América.
A tan sólo 20 días del triunfo de la Revolución en Cuba, los grandes medios de la propaganda de EEUU acusaron a Fidel Castro de convertir al país en un “baño de sangre”. Para contrarrestar las calumnias, Castro organizó la ‘Operación Verdad’ y se dio la tarea de desmentir acusaciones ante más de 400 periodistas de EEUU, América Latina y Europa.
Esta experiencia contra el desprestigio del naciente proceso revolucionario hicieron que el líder cubano advirtiera la necesidad de crear una agencia de noticias para América Latina que sirviera como alternativa a los grandes monopolios de la información.
Fue así como el 16 de junio de 1959, el Che Guevara y el periodista argentino Jorge Ricardo Massetti fundaron Prensa Latina, un medio con una línea editorial basada en el antiimperialismo, el socialismo y el latinoamericanismo.
Desde La Habana el periodista Orlando Oramas, editor jefe de la redacción Cuba en PL contó a Sputnik cómo, aún seis décadas después, la lucha por la verdad continúa siendo una premisa de la agencia.
“Hoy han pasado 60 años, la Revolución ha avanzado y se ha consolidado. Pero siguen las mismas mentiras bajo otros argumentos. Ahora, la administración Trump pretende imponer otras vez el ‘monroismo’ en América latina, con un recrudecimiento del bloqueo contra Cuba, el más largo de la historia”, advirtió Oramas.
“Nos acusa de comunistas con tono despectivo —aunque somos socialistas, porque el comunismo es una utopía—. Por eso para nosotros lo fundamental es llegar con nuestro mensaje a todas partes del mundo”, agregó el periodista de la agencia.
A nivel global, Prensa Latina publica un promedio de 400 notas diarias, que se transmiten cada día a sus receptores en los idiomas español, inglés, portugués, italiano, ruso y turco.
Con más de 40 corresponsales alrededor del mundo la redacción central se mantiene en La Habana. En tanto, la sede de La Paz (Bolivia) es la que más redactores tiene en América Latina.
Como una lucha de David contra Goliat, esta agencia latinoamericana de noticias lleva 60 años inmersa en una competencia contra las grandes trasnacionales de la información, que la superan en recursos y tecnología, además de sortear a diario las consecuencias del bloqueo de EEUU contra Cuba.
Un ejemplo de ello es el dilema con los bancos internacionales, que terminan cediendo a las pretensiones de las distintas administraciones estadounidenses para perjudicar a la isla.
“Por ejemplo, nuestras corresponsalías en México y Panamá tuvieron que dejar el banco HSBC por las medidas de la ley Helms-Burton. Las cuentas se cierran de un día para otro, algunas veces apropiándose del dinero de la agencia, y tenemos que recurrir a disímiles vías para enviar los salarios de los corresponsales”, explicó el directivo.
Pero en medio de tantas dificultades la agencia llega a sus seis décadas con muchos motivos para festejar. Según contó Oramas en este aniversario Prensa Latina tiene el lujo de contar con una diversidad de generaciones entre su personal técnico y profesional.
“De los fundadores quedan muy pocos, entre ellos el periodista Gabriel Molina, Premio Nacional de Periodismo ‘José Martí’ y uno de los afortunados en entrevistar al Che Guevara en aquellos primeros años. Luego tenemos una generación intermedia y en los últimos años se esto se ha llenado de muchachos jóvenes que por suerte están dando vida a las redacciones y son quienes van a asumir los retos futuros”, comentó el editor.
Para este periodista, Prensa Latina, más allá de ser una agencia latinoamericana de noticias, es una agencia revolucionaria: “Fue creada por revolucionarios de la estirpe de Fidel, el Che y Masetti y eso no ha cambiado… Y si cambia ya no será Prensa Latina, será otra cosa”.
En los últimos unos años Prensa Latina viene insertándose en el universo de las redes sociales. Además del sitio web, que recibe miles de visitas diarias, la agencia también tiene perfiles en Facebook, Instagram, Twitter y YouTube.
Entre los connotados periodistas latinoamericanos que han dejado su marca en PL están el colombiano Gabriel García Márquez, el uruguayo Carlos María Gutiérrez y el argentino Rodolfo Walsh, desaparecido y fusilado por la última dictadura militar argentina. (Sputnik)

Periodista, investigador, cronista, irónico y pensador. Así describieron a Ernesto ‘Che’ Guevara su hermano Juan Martín y el premiado periodista uruguayo Samuel Blixen en un debate en Montevideo.
Al conmemorarse este 14 de junio 90 años del natalicio del líder revolucionario Ernesto ‘Che’ Guevara, recordamos el encuentro de su hermano Juan Martín con el periodista, profesor y exmilitante tupamaro, Samuel Blixen, en una charla sobre la vigencia de sus ideas. Para muchos que concurrieron a la conferencia, ver y escuchar al Guevara menor era lo más cercano que uno podría tener a la figura del mito.
El argentino que hizo historia como uno de los comandantes de la Revolución cubana fue fusilado en Bolivia el 9 de octubre de 1967. Para Juan Martín, quien distingue a su hermano Ernesto del legendario ‘Che’, destacar otras características de su personalidad más allá de su lucha política contribuye a desestigmatizarlo como “guerrillero” y resaltarlo como el “pensador” que fue.
“Como médico y como persona, él fue mucho más un investigador. Incluso escribió varias cosas como médico en el sentido de sentirse casi impotente en resolver el problema de una persona”, contó Juan Martín, que recientemente publicó el libro “Mi hermano, el Che”.
En ese sentido, Blixen remarcó su talento como periodista, en la medida en que se puede extraer de sus escritos y discursos “criterios periodísticos como el apego incondicional a la verdad, rigor para analizarla sin subjetivismos, independencia, claridad, honestidad y compromiso con los principios y valores”.
“El Che fue un auténtico cronista de la Revolución y un cronista de sí mismo, descarnado y despiadado, capaz de hablar de sus errores y temores con objetividad”, observó el uruguayo.
A su juicio, el líder pensador fue “capaz de transmitir en un relato la vivencia electrizante de una marcha en el monte, de modo que el lector comparte los duelos, los gritos, los olores, el hambre, la sed y también los miedo y tensiones”. “El lector siente que va agarrado a su mochila como testigo privilegiado de lo que acabó de pasar”, consideró.
El hermano, acostumbrado a que lo identifiquen como “el hermano del Che”, recordó además que Ernesto fundó Radio Rebelde, en la que firmaba como “Francotirador”. “Él ya estaba anunciando que iba a ser un cronista, ese que después continuó con todos los escritos, relatos y diarios”, dijo Juan Martín.
El encuentro entre Blixen y Guevara fue organizado por la Facultad de Información y Comunicación de la Universidad de la República de Uruguay con apoyo de Sputnik. Durante la conferencia, Juan Martín recorrió etapas de la vida del hermano de las que recuerda un especial sentido del humor, sumado a la inversión de la familia en los estudios de los hijos. Entre las “características de Ernesto que se notan después en el Che, una es la ironía, el humor alegre pero provocador”, contó. “Era imposible no reírte”, afirmó con una sonrisa.
En una de las anécdotas sobre el personaje, Juan Martín ejemplificó el caso de una revista médica que le habían enviado en 1964, cuyo gesto fue respondido por el comandante en una carta formal de agradecimiento al director del hospital psiquiátrico de La Habana, en la que también aprovechó para hacerle una consulta. “Tengo una curiosidad: ¿Cómo pueden imprimirse 6.300 ejemplares de una revista especializada cuando ni siquiera hay esa cantidad de médicos en Cuba?”, indagó.
“Me salta una duda que lleva a mi ánimo a los umbrales de una psicosis neuroeconómica: ¿Estarán las ratas usando la revista para profundizar sus conocimientos psiquiátricos o templar sus estómagos? ¿O tal vez cada enfermo tenga en una cabecera un tomo de la publicación? En todo caso, hay 3.000 ejemplares de más en el número de la tirada. Te ruego que pienses sobre esto. En serio, la revista es buena, la tirada intolerable. Créemelo porque los locos siempre dicen la verdad”, escribió el Che, según su hermano.
De acuerdo con Juan Martín, el humor del revolucionario también se reflejaba en su capacidad de hacerse autocríticas. “Él constantemente se reía de sí mismo y mostraba sus defectos. Estas cosas que él fue cultivando como una persona ‘normal’, en una casa no muy normal, que después se convirtieron en características muy importantes como Che. Uno de los libros más autocríticos y duros que yo he leído es [‘Pasajes de la Guerra Revolucionaria:] Congo'”, recalcó el Guevara menor.




El concepto de periodismo del Comandante Che Guevara
Una de las facetas quizás menos citadas del comandante Ernesto “Che” Guevara es la relacionada con sus conceptos del periodismo al que consideraba parte intrínseca del proceso revolucionario por su relación directa con la sociedad.
El Che le confería al periodismo un papel formador de la conciencia y del espíritu patriótico y revolucionario del ser social.
En un recorrido de trabajo muy intenso por la provincia de Camagüey a mediados de 1964 en su función de ministro de Industrias, le escuché repetir en varias oportunidades que el periodista revolucionario tenía que actuar, sentir y escribir como un fiscalizador de la correcta aplicación del sistema productivo y la tecnología que lo sustentaba, pero en especial de las relaciones de producción, entendiendo estas más allá del vínculo laboral entre dirigente y dirigido y el sistema de propiedad.
Él mismo ponía en práctica tal criterio, pues cuando llegábamos a lugares entonces muy importantes, como la fábrica de alambres de púas y electrodos de Nuevitas que inauguró, o el central azucarero Noel Fernández donde se probaron las máquinas cortadoras de caña, lo primero que solicitaba era la presencia del contador y de aquellos empleados que llevaban el control de la empresa y los costos de producción, cuidando el detalle de no sobrepasar ni subestimar al administrador o director.

Una característica importante es que casi nunca vimos que se reunía para informarse, sino para confirmar o comparar los datos que previamente había obtenido de otras fuentes probablemente no vinculadas directamente a la producción, y del cotejo de ambas sacaba sus conclusiones o llovían las preguntas.
Ese criterio, nos decía, es el que el periodista debe tomar muy en consideración a la hora de hacer su reportaje o entrevista, y nos aconsejaba que, como práctica, verificáramos en las instancias superiores los datos y las informaciones que obteníamos en fábrica, pero que jamás nos apareciéramos en ésta sin tener antes un conocimiento lo más exacto y amplio posible de lo que íbamos a investigar o escribir.
Eran consejos sumamente importantes, porque al Che le tocó dirigir el más difícil de todos los sectores productivos pues el país estaba en plena reconversión industrial que se caracterizó por dos hechos básicos: el montaje de una industria en ciernes de tecnología mayormente soviética, checa y alemana de la que no había conocimientos, y la preservación mediante la inventiva, de una industria capitalista obsoleta y sin piezas de repuestos, que funcionaba gracias al ingenio del obrero cubano y la cual no se podía paralizar.
A los muy poquitos periodistas que nos autorizó a acompañarlo en su largo recorrido de dos semanas o más por la provincia, en el que inauguró varias obras y visitó más centrales azucareros y granjas agrícolas, nos entregó una tarjeta del Ministerio de Industrias para uso de trabajo, al tiempo que nos recomendaba no dejar jamás de preguntar por los costos de producción y la disciplina laboral.
Casi al final de su estancia, lo invitamos a visitar al periódico Adelante de Camagüey a la cual accedió y eso llenó de orgullo al pequeño colectivo que allí laborábamos. Al analizar el diario de ese día, nos hizo un regaño fraternal: Está muy bueno, pero no hay nada de ajedrez.
Todas las miradas se dirigieron al jefe de la sección deportiva. Un tanto abochornado, le dijo al Che: Comandante, desde mañana mismo aparecerá siempre, en lugar destacado, la sección Ajedrez al día. No sé si aún existe, pero el viejo Eukirne cumplió su palabra hasta el último de sus días. (Editor de Prensa Latina)
Con afecto,
Ruben


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