viernes, 31 de julio de 2020

Jose Abelardo Quiñones

Jose Abelardo Quiñones

EL CIELO LLEVA SU NOMBRE



Jose Abelardo Quiñones

Fuente:Diario nacional El Peruano

Se recuerda el sacrificio del capitán FAP José Abelardo Quiñones Gonzales, quien inmortalizó la frase “El aviador caído, pero sobre el objetivo”. El Peruano presenta, en exclusiva, fotos inéditas del insigne militar. En su honor, desde 1966 se conmemora cada 23 de julio el Día de la Fuerza Aérea del Perú.



 

Las Fuerzas Armadas Ecuatorianas entregan al Cuerpo Aeronáutico del Perú los restos de quien supo honrar a su patria y a su pueblo. Mi pueblo rinde homenaje a la nación peruana dignamente encarnado en la figura del aviador José Quiñones”.

–Coronel ecuatoriano Octavio Ochoa, jefe de la 4ª Zona Militar de Ecuador.






Fue un miércoles. Lo recuerdan las páginas mayores de la historia. A las 8:15 de la mañana del 23 de julio de 1941, en el puesto militar de Quebrada Seca, durante las operaciones militares de la batalla de Zarumilla, el enemigo con un rayo de fuego de la ametralladora ZB-30 alcanza al fiel Pantera, el avión de caza North American NA-50, con matrícula 3 y numeración de fábrica N° 951, de la 41ª Escuadrilla del XXI Escuadrón, asignada junto a otros cinco aviones del mismo modelo, al campamento aéreo de Tumbes. Ellos llegaron con el Primer Agrupamiento Aéreo del Norte, de la base aérea Teniente Coronel Pedro Ruiz Gallo, de la ciudad de Chiclayo, el 5 de julio de ese mismo año.

En este momento, pasa a la eternidad el teniente del Cuerpo Aeronáutico del Perú, José Abelardo Quiñones Gonzales, con el glorioso y certero sacrificio durante la primera misión de ataque de su patrulla durante el día número 23 del conflicto armado con Ecuador. El aviador fue embestido por el enemigo y, en un acto soberano de conciencia y total voluntad de patriotismo, estrella su avión contra las ametralladoras y las silencia para siempre, con lo que sella la gloria de la Aviación Militar Peruana.




La acción de armas fue corroborada inmediatamente por los altos mandos militares, y el ministro del sector eleva al presidente Manuel Prado Ugarteche el pedido del merecido ascenso póstumo al grado de capitán del cuerpo aeronáutico al joven oficial. Tenía solo 27 años y provenía de la ciudad de Pimentel, Lambayeque. El pedido se concretó con el Decreto Supremo N° 12, emitido al día siguiente del acto heroico, en reconocimiento al ejemplo de sublime abnegación y sacrificio en el cumplimiento de los deberes militares.

Discurso memorable

En un gesto de honor y total hidalguía, sus restos mortales fueron entregados al cónsul del Perú en Guayaquil, en acto público el 12 de octubre de 1942, por el coronel ecuatoriano Octavio Ochoa, jefe de la 4ª Zona Militar de Ecuador, con un memorable discurso que dice:

“Las Fuerzas Armadas Ecuatorianas entregan al Cuerpo Aeronáutico del Perú los restos de quien supo honrar a su patria y a su pueblo. Mi pueblo rinde homenaje a la nación peruana dignamente encarnado en la figura del aviador José Quiñones”.

Reconocimiento

Los restos fueron trasladados a Chiclayo. Por petición de su familia permaneció en una cripta en el cementerio general de Chiclayo; hasta que en julio de 1961 el Centro de Altos Estudios Militares (CAEM), por conducto regular, solicita al Congreso de la República se eleve su figura como Héroe Nacional y sea reiterado en los siguientes años por la promoción Quiñones de la Escuela de Oficiales de la Fuerza Aérea del Perú (EOFAP).

Ante este hecho, sus restos mortales fueron trasladados a la plaza principal de la Base Aérea de las Palmas el 22 de setiembre de 1961, previo a la ceremonia central del Día institucional, que por aquel entonces se celebraba en homenaje al pionero y paradigma de los aviadores peruanos, incluyendo a los militares, Jorge Antonio Chávez Dartnell, el 23 de setiembre de cada año en honor al cruce de los Alpes, en 1910. Desde ese momento está vigilando a todas las generaciones con su mítica imagen de honor y elevada gallardía en un mausoleo erigido en su honor hasta la actualidad.



El camino del héroe

El 5 de abril de 1966, a los 25 años del sobrehumano sacrificio, se publica el proyecto de ley que promueve a Quiñones como Héroe Nacional, mediante la iniciativa del senador Francisco Secada, de la región Loreto, quien personalmente conoció al Patrono de la Aviación Militar, pues Quiñones fue su alumno de vuelos durante sus años como instructor en la Escuela Central de Aeronáutica Jorge Chávez entre 1935 y 1937.

El 10 de mayo de ese año se publica la Ley N° 16126, que establece asignar al capitán FAP José Quiñones el grado honorífico de Héroe de la Nación y declarar el 23 de julio como Día de la Aviación Militar, puesto que era la denominación de formación y consolidación organizacional de la Fuerza Aérea del Perú desde su origen el 28 enero de 1919.

Nomenclaturas

Desde ese año, el 23 de setiembre dejó de ser día central de la FAP. Sin embargo, seguiría con su denominación de Día de la Aviación Peruana, según la ley del 17 de setiembre de 1931, y se celebraría el Día de la Fuerza Aérea del Perú el 23 de julio de cada año, recordando así la gesta de nuestro insigne aviador. Recordemos que hasta 1966, la fecha de inmolación de Quiñones solo se denominaba al interior de la FAP como el Día del Piloto de Caza.

El capitán del pueblo



El más popular de los homenajes fue la emisión del billete de 500 soles de oro en 1974 para su difusión a escala nacional y el billete de 10 nuevos soles en homenaje a los 50 años de su inmolación en 1991, y posterior denominación en soles emitidos por el Banco Central de Reserva hasta la actualidad.

El 19 de diciembre del 2007 se promulgó la Ley N° 29160, que confiere el grado honorífico de Gran General del Aire del Perú al capitán FAP José Abelardo Quiñones en equidad a los grados honoríficos asignados a todos los Héroes Nacionales como el coronel EP Francisco Bolognesi Cervantes, “Gran Mariscal del Perú”, y nuestro almirante Miguel Grau Seminario, “Gran Almirante del Perú”, que, con justo homenaje, la patria asigna tan distinguido nombramiento.



El 9 de mayo del 2014, en homenaje al centenario de su natalicio, se promulga la Ley N° 30189, que establece la denominación del espacio aéreo de la nación como “El Cielo de Quiñones”. Este noble reconocimiento no es más que la gratitud de todo un país al aviador, al joven peruano de virtudes y valores que escribió en oro su nombre para la historia.

Nunca olvidemos su ejemplo y su hazaña, sintámonos parte de su historia que, rumbo al bicentenario, hacemos un país más sólido, con proyección y progreso; defendiendo nuestros intereses patrios y la democracia que todos debemos respetar.

Que su frase –“El aviador caído, pero sobre el objetivo”– nos llene de orgullo para que cuando sea nuestra oportunidad de subir a nuestro pedestal de héroes, tengamos el coraje de hacerlo tal como él lo hizo. Arriba siempre arriba, Fuerza Aérea del Perú. (Mayor FAP José Barrera Alvarado)

Con afecto,

Ruben

 

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