lunes, 4 de julio de 2022

Revista Deportiva Ovación

 

 

Revista Deportiva Ovación


 

 

La que le gusta a la gente

Escrito por Raúl Behr

 

 

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 La revista deportiva más importante de los setentas y ochentas Recordemos el mayor esfuerzo editorial de ‘Pocho’ Rospigliosi, que tuvo tres lustros de vigencia.

El 2 de mayo de 1973, los quioscos de Lima estaban decorados de blanco y rojo. Tres días antes, Perú había dado un paso vital a lo que parecía una segura clasificación al mundial de Alemania: había derrotado 2-0 a Chile con doblete del ‘Cholo’ Hugo Sotil.

Como se sabe, el final de esta historia no fue feliz. Pero, en paralelo, hubo un acontecimiento crucial para la prensa deportiva peruana: aquel 2 de mayo de 1973, en medio de aquella efervescencia, nació la revista Ovación.

El liderazgo de ‘Pocho


 

En ese tiempo, Alfonso ‘Pocho’ Rospigliosi ya era destacado como el periodista deportivo más multifacético del país. Llevaba más de dos décadas como jefe de deportes del diario La Crónica (cargo que dejó con la expropiación de los periódicos, en 1974) y su programa Ovación, en Radio El Sol, contaba con nueve años de vigencia. En 1973, ‘Pocho’ emprendió su aventura editorial más arriesgada: con el mismo nombre que el programa radial (una marca ya instaurada), fundó la revista Ovación.

El formato, en su primer año, fue muy grande y la mayoría de sus páginas salían a color. Era un lujo para la época. Luego, la realidad económica se impuso: el formato se redujo y las fotos a color se circunscribieron a ocasiones especiales. La calidad del papel era variable: a veces se usaba papel bond, a veces papel periódico. Salía, generalmente, los martes.

Su frecuencia fue semanal hasta la 32° edición (diciembre de 1973). Luego, salió a las calles cada dos semanas, aunque en ocasiones su aparición podía retrasarse en tres.

El equipo

‘Pocho’ fue director y guía de la revista desde su fundación hasta su final. Su equipo lo conformaron los colegas y discípulos más cercanos que tuvo en su carrera; los que trabajaban en la radio, también lo hacían para la revista (sobre todo cuando eran enviados a una cobertura en el exterior). El postón del primer número tuvo a Ramiro Berríos como jefe de redacción. Como redactores se destacaban Lucho Garro, Conrado Falco, Luis Izusqui, 'Koko' Cárdenas, Manuel Doria, Enrique Roel, Lucho Ossio, Luis Valdez, Carlos Enciso (quien firmaba con el seudónimo "Carlos Soza") y Mario Grau (por citar a los de mayor vigencia al lado de ‘Pocho’). El jefe de fotografía fue Alfonso Ego Aguirre, a veces secundado por Raúl Sagástegui. Como redactores entraron poco después Miguel Portanova y Litman Gallo; más adelante, entre la camada joven, podríamos mencionar a Elejalder Godos, quien fue el único que firmó una nota en la última edición de la revista, en 1987. Cabe aclarar que esta lista de redactores fue algo intermitente, pues algunos se fueron y regresaron y otros, como Falco, fallecieron en aquel lapso (1973-1987).


 

Ovación tuvo, asimismo, a destacados colaboradores extranjeros. Uno fue el célebre periodista chileno Renato Gonzales, ‘Mister Huifa’. Otro fue el recordado Emilio Lafferanderie ‘El Veco’, incluso cuando vivía en Montevideo: ’El Veco’ escribió su primera nota en el segundo número de la revista, sobre Juan Joya. También la revista le dio la bienvenida cuando llegó a vivir al Perú, en 1982, y le permitió escribir una crónica sobre el clásico del 29 de agosto del 82, con triunfo aliancista por 0-1.

La pluma del ‘Veco’ se destacó, pues la redacción de la revista era, en realidad, poco prolija. No por los rasgos de oralidad del propio ‘Pocho’, sino por los graves errores de sintaxis y de gramática; no parecía contar con un corrector de estilo. 'Micky' Rospigliosi, hijo de ‘Pocho’, comenzó a escribir notas a los trece años: la redacción de esas notas correspondían a un adolescente, pero no parecían tener un trabajo de edición posterior. La riqueza de los textos no era, en resumen, el mayor valor de Ovación.

Las secciones


 

La revista acogió algunas secciones que ‘Pocho’ había encabezado en La Crónica: La Coctelera, aquel piqueo de datos diversos que se hizo célebre en el diario, tuvo un lugar primordial en la revista. Una sección muy parecida era Chismeando…: se trataba de una página doble donde se reseñaban encuentros casuales de ‘Pocho’ con diversos personajes del deporte (en el estadio, en las pollerías Hilton o en un café) y se reproducía la charla. Podía tratarse de comentarios de un partido, críticas a un dirigente, alabanzas a un futbolista o algún ‘raje’ encubierto contra un colega indeseable.


 

Cabe resaltar el espíritu marketero de ‘Pocho’, quien, al igual que en su radio, conseguía que sus secciones llevaran un auspiciador. Así, en una  página se publicaba siempre la foto del Gol de la Fecha; esta sección, por ejemplo, era auspiciada por Consul, cuyo logo aparecía al costado, mientras que Ceras Susy hacía lo propio con la Foto del Recuerdo. Esta última sección incluía fotos muy antiguas, gracias al extenso material gráfico que guardaba ‘Pocho’.

Fueron muy destacados los pósters centrales o de contratapa con los equipos del Descentralizado, siempre a color y papel couché. Su publicación era plural, pues incluía a todos los equipos del torneo. De esos pósters son la gran mayoría de fotos de alineaciones que hoy circulan en la web.

En cuanto al trabajo estadístico, Ovación se destacó por tener fichas completas de todos los partidos durante los dos primeros años (73 y 74). Posteriormente, solo publicó una que otra de manera esporádica.

Las coberturas

La cobertura internacional de la revista fue notable; fue mayor, incluso, a la que cualquier publicación podría emprender en estos tiempos. A ‘Pocho’ lo favorecía trabajar en diversos medios, incluidos televisión y radio, con lo cual multiplicaba sus coberturas. Ovación estuvo en todos los mundiales desarrollados durante su vigencia: Alemania 74, Argentina 78, España 82 y México 86; también, en todas las Olimpiadas (Montreal 76, Moscú 80 y Los Ángeles 84). Cubrió, casi todo, con material propio.

Asimismo, realizó una extensa cobertura de futbolistas peruanos en el exterior: estuvo con Teófilo Cubillas en Suiza, Portugal y Estados Unidos, con Hugo Sotil en Barcelona, con Gerónimo Barbadillo y Julio César Uribe en Italia, además de México, Argentina, Colombia y otros países.

Las curiosidades

Una particularidad de la revista fue su enfoque, más destacado por acopiar que por analizar: como su frecuencia era de cada dos semanas, aglomeraba los acontecimientos. Al transcurrir dos fines de semana de fútbol, también incluía notas de partidos con una semana de retraso, sin darles necesariamente contexto. Uno podría observar crónicas enteras, por ejemplo, del penúltimo y del último partido de la ‘U’, pero en notas dispersas, no vinculadas entre ambas.

Un problema de la revista es que muchas ediciones estuvieron mal fechadas y otras no fueron numeradas; esto representa una dificultad para la busca que emprenden los coleccionistas.

En cuanto a las carátulas, ‘Pocho’ era plural con todos los deportes: su primera plana no solo incluía a futbolistas y equipos, sino a también a otras disciplinas como el básquetbol, vóley, atletismo y automovilismo. También las aprovechaba para el autobombo, como cuando el mismo ‘Pocho’ salió en la portada de la edición del 3 de abril de 1984, tras ganar el premio Circe.

Por edición, podían aparecer entre dos y tres columnas de opinión de ‘Pocho’, pese a que, editorialmente, nunca se destacó por ser crítico; promovía, más bien, el espectáculo del fútbol. No obstante, sí tuvo ojeriza contra algunos personajes: fue implacable en sus críticas al entrenador José Chiarella, tanto cuando dirigía a la selección (1979) como a Sporting Cristal (1984), por la mala relación que este DT tenía con los jugadores ‘consagrados’, como Cubillas, Chumpitaz, entre otros. También sostuvo una polémica con la revista Caretas antes del Perú-Colombia de 1981, defendiendo de las críticas de esta última al entrenador argentino de los ‘cafeteros’, Carlos Salvador Bilardo.


 



Por edición, podían aparecer entre dos y tres columnas de opinión de ‘Pocho’, pese a que, editorialmente, nunca se destacó por ser crítico; promovía, más bien, el espectáculo del fútbol. No obstante, sí tuvo ojeriza contra algunos personajes: fue implacable en sus críticas al entrenador José Chiarella, tanto cuando dirigía a la selección (1979) como a Sporting Cristal (1984), por la mala relación que este DT tenía con los jugadores ‘consagrados’, como Cubillas, Chumpitaz, entre otros. También sostuvo una polémica con la revista Caretas antes del Perú-Colombia de 1981, defendiendo de las críticas de esta última al entrenador argentino de los ‘cafeteros’, Carlos Salvador Bilardo.

Una presencia curiosa en la revista fue La Computadora de Ovación, el “boom periodístico de 1984”. Estaba destinada a ser el archivo estadístico de la empresa; 'Micky' Rospigliosi fue designado como “Jefe de la Computadora” (sic).

El final

¿Por qué desapareció Ovación? La razón obvia es la terrible crisis económica del país. Pero hubo otra y no tuvo que ver con la salud de ‘Pocho’ (que recién desmejoró a principios de 1988, falleciendo en octubre). A mediados del 86, ‘Pocho’ había dejado El Comercio, que había apostado por una renovación, con el nacimiento de Deporte Total. Se fue dolido y volvió a La Crónica, donde tampoco pudo consolidar un proyecto. A principios del 87, recibió la oferta del diario El Nacional para asumir su jefatura de deportes y él decidió lanzar todas las balas a aquel proyecto, como una forma de sacarse la espina; el suplemento deportivo de dicho diario pasó a llamarse La Revista de Pocho.




En ese contexto, el 29 de enero de 1987 salió a la venta la 343° edición de Ovación, la última de la revista. El semanario no había perdido calidad, aunque su mayor pecado fue, tal vez, no salir de las estructuras y renovarse. La última edición tuvo a Franco Enrique Navarro, con camiseta de Independiente de Avellaneda, en carátula.

Micky relanzó Ovación como periódico en 1994. Pero lo hizo también como revista, aunque esta solo duró un número: se publicó el 16 de abril de 1996, con Jorge ‘Loverita’ Ramírez en portada tras la goleada 6-0 de Alianza Lima sobre San Agustín por el Descentralizado. La revista salió en papel couché grueso y a todo color, y curiosamente fue numerada como la edición 577; es probable que simplemente hayan calculado el número de semanas transcurridas desde enero de 1987, como si la publicación jamás se hubiera interrumpido. En aquel número, Micky apareció como director, José Luis Rospigliosi como director gerente y el ya fallecido ‘Pocho’ como fundador. Destacó una entrevista de Rolly Cadillo al ex presidente peruano de la CSF, Teófilo ‘Lito’ Salinas; otros redactores listados fueron Raúl Carrasco, Carlos Cano y Álex Chacón. Como colaboradores especiales, aparecieron mencionados el argentino Guillermo Giacosa y Eloy Jáuregui.

Pero los catorce años de Ovación, entre 1973 y 1987, fueron únicos. El final de la revista resultó también el quiebre de un estilo periodístico sustancioso, acumulativo, tal vez ingenuo y desordenado, con las virtudes y defectos que este implica; un estilo que, pese a perseguir la filosofía de “lo que le gusta la gente”, nunca se sometió a un mercantilismo barato. Porque ‘Pocho’ supo cuidar la identidad de Ovación, que era, finalmente, la suya.

Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com



 

 




 

 


 

 


 


 






 




 




 

 

 


 


 



Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: revista Ovación

Con afecto,

Ruben

 

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