domingo, 4 de diciembre de 2011

Pensamientos y anécdotas de Wiston Churchill



 
Premio Nobel de Literatura 1953
1.       Las actitudes son más importantes que las aptitudes.
2.      Un fanático es quien no puede cambiar de opinión ni quiere cambiar de tema.
3.      Tú creas tu propio universo durante tu camino.
4.      La falla de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes.
5.      Un optimista ve una oportunidad en cualquier calamidad.
Un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad.
6.      Una buena conversación debe agotar el tema y no a los interlocutores.
7.      Valor es lo que se necesita para levantarse y hablar, también se requiere para sentarse y escuchar.
8.     Un diplomático es una persona que primero piensa dos veces, y finalmente no dice nada.
9.      Pase más de la mitad de mi vida preocupándome por cosas que jamás iban a ocurrir.
10.  Nunca en el campo de los conflictos humanos, tantos le dieron tanto  a tan pocos.
11.   El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso, sin desesperarse.
12.  Personalmente siempre estoy dispuesto a aprender, aunque no siempre me gusta que me den lecciones.
13.  Tras un recuento electoral, solamente importa quién es el ganador. Todos los demás son perdedores.
Anécdotas brillantes:

1.       Cuando Churchill cumplió 80 años un periodista algo menor de 30 fue a fotografiarlo y le dijo: Wiston, espero fotografiarlo nuevamente cuando usted cumpla 90 años. La respuesta de Churchill fue: ¿Por qué no? Usted parece bastante saludable.

2.      Shaw: Estimado Wiston Churchill: y muy digno Primer Ministro: Tengo el honor de invitarlo al estreno de mi obra Pigmalión. Venga y traiga un amigo si lo tiene.
Firmado, Bernard Shaw.
Respuesta: Agradezco al ilustre escritor la honrosa invitación, lastimosamente no podre concurrir a la primera presentación. Iré a la segunda, si la hay. Firmado: Wiston Churchill.
Esto sucedió en el parlamento Ingles:
3.       
 Durante uno de los discursos de Churchill  en el que una diputada de la oposición  pidió la palabra.
 Todos sabían que a Churchill no le gustaba que lo interrumpieran en sus discursos; pero la palabra le fue dada a la diputada, y ella dijo en tono alto y claro:
 Señor ministro, si su excelencia fuese mi marido, yo le pondría veneno en su café. Con mucha calma, se quito los lentes, y en aquel silencio en el que todos estaban esperando la respuesta, exclamo:
Y si yo fuera su marido, me tomaba el café.

Wiston Churchill fue estadista, historiador, escritor y orador británico. Recibió el premio  Nobel de Literatura en 1953 Se le concedió por sus obras históricas, artículos periodísticos, y por sus brillantes discursos que lo eligen como uno de brillantes oradores del siglo XX.